martes, 31 de agosto de 2010

REPERCUTE EN ESPAÑA NUESTRA C0NV0CAT0RIA

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!QUE VIVA MEXICO!.. Por Paco Mora de la Revista Aplausos.Publicado por: admin Agosto - 30 - 2010
La afición mexicana ha convocado un “plantón” ante la puerta de la Embajada de España en México bajo el lema: “Cataluña asesina de Libertades, Historia y Cultura”. Además…

La afición mexicana ha convocado un “plantón” ante la puerta de la Embajada de España en México bajo el lema: “Cataluña asesina de Libertades, Historia y Cultura”. Además, solicitarán, en nombre de la Comunidad Taurina Global, entrevistarse con el embajador español para exigir por parte del Gobierno español y del presidente José Luis Rodríguez Zapatero acciones en defensa de un hecho cultural arraigado profundamente en México como es la Fiesta de los Toros. Se prevé la presencia de muchos miles de aficionados mexicanos en el acto de protesta por la prohibición política de los toros en Cataluña.

Una vez más, el país hermano, al que tanto tenemos que agradecerle los españoles, sale en defensa de nuestra cultura con más fuerza y convicción que nosotros mismos. Ya al final de la incivil guerra que enfrentó a los españoles, México supo acoger a la flor y nata de la cultura que atravesó el Atlántico, huyendo del totalitarismo de la dictadura e incluso de los pelotones de ejecución. Allí encontraron comprensión amistad y trabajo escritores, profesores de Universidad y en general los amigos de la libertad perdida bajo el poder militar. Tantos años después, ha tenido que ser otra vez el pueblo mexicano el que dé ejemplo de solidaria valentía frente a los que tratan de coartar nuestros derechos y libertades. Ahora, bajo la falsa capa del amor a los animales, pero en el fondo con el mismo espíritu totalitario que entonces. Nosotros desde aquí, ante tanta nobleza, sólo podemos gritar con el corazón en la boca: ¡Que viva México!

lunes, 30 de agosto de 2010

DE LA C0FRADIA DE LA MAN0 CAIDA

Se publicó en: Edición impresa

Cuando en 1993 publiqué “Presidente Interino” –Grijalbo-, retratando las debilidades y suciedades de una gobierno atrapado por la impudicia política y sostenido por las alianzas corruptoras, no pocos se escandalizaron si bien descalificando las denuncias sostenidas subrayando que el autor había abusado de su libertad de expresión casi de manera irresponsable. Unos centraron su atención en la saga criminal del presidente protagonista de la novela quien comenzó su vida matando a una servidora doméstica y la exaltó liquidando a quien él mismo había señalado como su heredero. En marzo de 1994, seis meses después de haberse difundido esta versión, por cierto escrita a finales de 1991 y mantenido en la congeladora bajo el sello de “demasiado peligrosa”, el desenlace planteado se hizo realidad.
Otros lectores también concentraron su atención en lo que denominé entonces “la cofradía de la mano caída”. Bueno, la verdad es que la obra ostentaba, en el primer borrador otro título: “Claveles en Palacio”, mismo que se explicaba por los extraños devaneos de la clase política en el poder y los subterfugios utilizados para asegurar fidelidades a costa de extender, digamos, ciertos ritos dominantes relacionados con la virilidad subastada. Dos años después, en 1995, “Alcobas de Palacio” –igualmente editada por Grijalbo-, respondió al reclamo de mayor certidumbre sobre enlaces, modus operandis y compromisos soterrados entre quienes integraban el grupo.

Recuerdo, en una reunión en casa previa a la realización del trabajo referido, el estupor de unos de los comensales, precisamente Andrés Manuel López Obrador a quien secundaron, de hecho, los demás:

-No te metas con los homosexuales –advirtió el tabasqueño-. Son tremendamente vengativos, no tienen límites.

Intenté convencerlos, sin éxito, de que la trama no pretendía ser homofóbica –esto es para denostar a quienes tienen apetencias íntimas con los de su mismo sexo-, sino planteaba la existencia de una “cofradía” amafiada que incluía la homosexualidad como si se tratarse de una especie de rito de iniciación:

-A los políticos –precisó el propio Andrés Manuel- no les importa que les llames ladrones y asesinos; pero no soportan que los clasifiques como maricones.

La tremenda deformación me llevó a considerar que las alianzas íntimas, de alcoba, consolidaban las complicidades porque, desde luego, el mayor de los secretos compartidos permanecía entre las cuatro paredes de la recámara y en la memoria de los reclutas.

--Para acceder a las fuentes del poder –bromeé-, es necesario tomar unos “cursos intensivos” entre sábanas. Después los ascensos están garantizados.

Aquello, por supuesto, contrastaba notoriamente con lo que una inolvidable colega, Margarita Michelena -¡cómo nos hacen falta sus ironías!-, llamó el “nepotismo hormonal” para calificar así la debilidad de los esfínteres presidenciales, los de José López Portillo para ser exactos, dominados por sus amantes femeninas y otras faldas –la madre, las hermanas- que lo acotaban. De aquella asfixia pasamos a otra con el finiquito sexenal inevitable. Y lo peor es que, andado el tiempo –desde 1982-, la cofradía creció y se hizo sólida y fuerte, tanto como para influir determinantemente en el juego de mayor peso político, el de la sucesión presidencial nada menos.

Había, pues, que tomar los riesgos. Y me propuso hacerlo advirtiendo, insistiendo, que no se trataba de un pretendido linchamiento contra los “homos” –al fin y al cabo cada quien es dueño de sus preferencias sexuales y de su cuerpo-, sino de exhibir las redes soterradas del poder real bajo las mil columnas de humo de las simulaciones. Y así se entendió: los libros de referencia y los comentarios posteriores no han sido blancos de señalamientos por parte de los grupos lésbico-gays ni el autor ha recibido presión alguna por parte de éstos en sus presentaciones ni en las múltiples conferencias dictadas por todo el país. De tratarse de textos homofóbicos, por supuesto y dado el importante número de lectores que se acercó y se acerca a los mismos, la reacción acaso, y con razón, habría sido como la esperada por aquellos contertulios de hace años. Al fin y al cabo lo que pesó fue la denuncia y su contexto no las interpretaciones malsanas y tendenciosas.

Para infortunio general, las cofradías permanecen. Hace poco un amable lector me preguntaba sobre la nombrada “de la mano caída” suponiendo que los panistas, por aquello de la hermandad del “yunque”, la habían desterrado. Y debí responderle que no era así con evidencias suficientes sobre los devaneos de no pocas figuras con esta filiación del Estado de México, Guanajuato, Jalisco y el Distrito Federal. Vuelvo a subrayar: no me refiero a los homosexuales sino a cuantos hacen de esta tendencia una auténtica profesión de fe política. De allí la diferencia. Y por desgracia, el amafiamiento sigue campeando y no parece factible, a corto plazo, segregarlo de la vida institucional.

Podemos situar la consolidación de esta cofradía en el arranque del gobierno delamadridiano. José López Portillo, al pie de la tumba de quien fue amigo suyo, el general Arturo Durazo Moreno --extraditado y confinado varios años por delitos relacionados con la alta corrupción--, escuchó durante la oración fúnebre en voz de un militar de carrera, estrujado el ex presidente por la decrepitud, la sentencia terrible:

--Al general Durazo –dijo el oficial- le infamaron por haber denunciado a la “cofradía de la mano caída” que cambió la historia de este país.

Don José, atrapado por los años y las enfermedades, sólo asintió con la cabeza.

Debate


En 2001, en mi libro “Los Cómplices”, bajo los auspicios de Océano, subrayé el peso de las cofradías en la vida policial. Así titulé, precisamente, uno de los capítulos más delicados en los que, entre otros casos, recogí la versión de la viuda de Juan Manuel Izábal Villicaña, ex oficial de la Procuraduría General, a quien se infamó para encontrar un justificante para el supuesto “suicidio” –a las puertas de su casa y dentro de su automóvil-. La señora también llegó a una conclusión terrible que entonces divulgué:

--Debo decirle que mi esposo –expresó, vehemente, la viuda- era el único que no era homosexual entre todos los de mando superior en la Procuraduría. Bueno... tampoco Mariano Herrán Salvati –subprocurador encargado de la persecución de los delitos contra la salud a lo largo de la administración zedillista-.

Pese a ello, meses después de haberse publicado esta versión, a la que accedí con consentimiento expreso y a petición de la propia señora de Izábal, ésta me esperó en el aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez –a donde acudí por invitación expresa de mi inolvidable amigo, Conrado de la Cruz Jiménez-, en la zona reservada para la recogida de equipaje –esto es inaccesible para los visitantes salvo si cuentan con “autorización especial”- y me espetó:

--Usted no sabe cuanto daño ha hecho. Yo no soy nadie para decir quienes son o no homosexuales...

Me sorprendieron sus palabras; de hecho, cuando la observé venir a mi encuentro creí que me agradecería lo publicado aun cuando, en realidad, el agradecido era yo por cuanto de importante fue su testimonio para reconstruir la historia. Me quedé helado con su reacción. Luego descubrí, no sin incomodidad, que el señor Herrán, convertido en fiscal en Chiapas por obra y gracia de Pablito Salazar Mendiguchía, el gobernante represor, la había contratado como una manera de indemnizarla, a ella y los suyos, por los horrores sufridos. Y no quise ni quiero agregar nada más por respeto a la dama y a la memoria de una de las víctimas del establishment.

En obra posterior, “Confidencias Peligrosas”, Océano, 2002-, recogí, en el episodio al que titulé “Procuraduría Rosa”, la singular sentencia del abogado Ernesto Gutiérrez y González:

--Cuando observas a los últimos procuradores generales, digamos desde el periodo de Carlos Salinas, te encuentras, cuando menos, a tres homosexuales definidos... o quizá cuatro.

Sumamos con los dedos... y llegamos al dígito expresado. ¿Una simple casualidad?

El Reto


Encuentro en la edición del domingo 17 de agosto de 2008, en La Jornada, el siguiente titular: “Controlan "cofradías" la estructura de la SSPDF”. Los vínculos son diversos pero no así el modus operandis que significa un reclutamiento con sabor a complicidad extrema. Quizá íntima a veces en un entorno salpicado por las celebraciones y libaciones nocturnas. Es curioso que los “decentes” funcionarios de la nueva hornada, sean panistas o perredistas, hayan optado por un cambio radical: han perdido la proverbial “discreción” de sus predecesores priístas en materia de festejos a la sombra del poder. ¿O será acaso porque ahora los periodistas no sucumben ante la censura aunque estén concentrados en el deplorable “círculo rojo”?

El hecho notable es que las cofradías, como la llamada “Hermandad” situada a la vanguardia de la policía metropolitana –a cada rato cambia de denominación pero no deja de ser policía-, permanezcan y se desarrollen cada vez con menor rubor y más amplia operatividad. En el reportaje citado se habla igualmente de los “Granalocos”, Vieja Guardia, Bachilleres, Licenciados, Excelencia y Administradores, como los grupos forjadores de identidades con acentos cómplices. Han transformado la estructura gubernamental y también modificado el curso de la historia. Como se dijo al pie de la tumba del indefendible Durazo Moreno, el del nuevo “Partenón” -¿ya lo olvidamos?- y antecesor de las orgías y demás celebraciones con el sello presidencialista.


La Anécdota


Finalmente, en mi novela “Las Tumbas y Yo” –Océano- relato la existencia de un grupo secreto, nombrado “El Manto Sagrado”, formado por altos financieros y aristócratas de prosapia capaces de influir decisivamente en el porvenir de varias naciones. Al respecto, Mario Rosales Betancourt, gran amigo de esta columna, me preguntó:

--La existencia de una poderosa organización ultraconservadora, que usted denomina en su novela “El manto sagrado”, ¿es una mera especulación o para imaginarla ha partido de datos reales?

Y ésta fue mi respuesta:

--No es fruto de mi imaginación. Existe. Hay testimonios sobre ella si bien soterrados siempre. Muchos de los hilos de la trama son reales.

Apúntenlo, amables lectores, para no ser sorprendidos dentro de un lustro con la confirmación de lo denunciado.

E-mail: rafloret@hotmail.com

viernes, 27 de agosto de 2010

¿LEGALIZAR LAS DR0GAS?

El maestro Modesto Seara Vázquez, rector ahora de la Universidad Tecnológica de la Mixteca -¡qué suerte la de sus discípulos!-, tuvo la gentileza de enviarme su obra “La Hora Decisiva. Análisis de la Crisis Global” –Porrúa, 1995-, que incluye un sustantivo apartado sobre el narcotráfico. Y, por supuesto, me obligó a recordar y reflexionar.
En la ya lejana década de los setenta, en las aulas de la Facultad de Derecho de la UNAM, el maestro Seara nos condujo a un debate, controvertido por esencia, sobre el imperativo de legalizar el consumo de drogas para evitar con ello, o intentar frenar cuando menos, el violento desarrollo del narcotráfico, entonces en pañales si lo comparamos con los niveles actuales. Algunos nos opusimos a la propuesta al considerar, con elementos diversos, que tal conduciría, sin remedio, a una mayor expansión de los estupefacientes con los consabidos daños contra la sociedad y sobre todo los jóvenes. La amenaza latente se cernía sobre México, en el inicio de la asfixia, aun cuando nos resultaba imposible avizorar entonces hasta donde llegaría el drama.

Quizá el maestro recordó aquel intercambio de opiniones, sobre todo por la rectificación de este columnista andado el tiempo. Porque, sin duda, la emergencia nacional, en ausencia de gobierno y con los militares en las calles como si se hubiera decretado la suspensión de las garantías constitucionales, debería obligar a los funcionarios encajonados a intentar siquiera resolver las controversias con algo más que reuniones, palabras y promesas sin el menor ánimo de asimilar las opiniones que no coincidan con las del grupo afín. Radicalismos fatuos, democracia perdida.

Debo reconocer que el maestro tenía razones de peso; y mantiene ahora su coherencia. ¡Ay, si cuando menos la clase gobernante hubiera reaccionado con vigor y vocación social en vez de entregarse, paulatinamente, a la alevosa infiltración de los cárteles! Y el mal ponzoñoso se extendió, sin remedio, sobre una sociedad en estado de indefensión porque prefiere asimilar las mayores afrentas, acaso por derivación del sometimiento de los pueblos conquistados.

En la obra referida, Seara plantea lo que él define como “ventajas” de la legalización de las drogas:

“A).- Eliminación del poder económico de las mafias del narcotráfico y del peligro de desestabilización del Estado que eso trae consigo.

B).- Desaparición de la causa de la mayor parte de la violencia y la corrupción ligada a las drogas. La violencia de los drogadictos, por ejemplo, se debe más a la búsqueda de medios para adquirir drogas que a un efecto del uso de esas drogas, aparte de que la verdadera violencia la provoca el narcotráfico.

C).- Liberación de los enormes recursos económicos utilizados en las acciones de represión, que podrían ser concentrados en el combate al uso de drogas y en el tratamiento de drogadictos. De la enormidad de esos recursos nos da una idea el hecho de que en 1992, el gobierno de los Estados Unidos gastó once mil 900 millones de dólares en la lucha contra el consumo interno, la represión del tráfico dentro del país, y el control fronterizo, así como apoyos a las acciones antidrogas de otros países.”

Hace unas semanas, en el Club de Industriales de la Ciudad de México, varios de los asistentes –con férrea oposición de quienes aún creen en el gobierno en curso-, insistieron en el imperativo de que las autoridades, al privilegiar los derechos e intereses del colectivo, accedieran a “negociar” con los cárteles y secuaces en aras de recuperar un poco de la tranquilidad perdida antes de perder, definitivamente –como ya sucedió en Nuevo León, ingobernable-, la guerra territorial.

Al respecto se dio el ejemplo de Rudolph Guliani cuando, como alcalde de Nueva York en fase de reelegirse, fue exhibido tratando con las mafias para desatar los nudos asfixiantes de violencia que hacían imposible la convivencia. El propio Guliani creyó que había perdido con ello su pulso político e incluso pensó retirarse de su campaña, pero ocurrió lo contrario: sus asesores le hicieron ver que el argumento de fondo, la reposición del orden en la conflictiva urbe de hierro, validaban sus métodos. Y lo refrendaron.

Pero en México, los demagogos viven de los tabúes y de los escándalos superficiales. Y en esta hora, por ejemplo, las polémicas sobre los derechos de los homosexuales, en la cúspide de la Corte, parecen haber desplazado hasta las discusiones torales acerca del destino de una nación copada, rehén de las mafias y víctima del sin gobierno. Cabría preguntar quiénes han ganado con ello en pleno desfase de las controversias verdaderamente trascendentes.


Debate


Durante la llamada “reunión sobre seguridad nacional”, convocada por la Presidencia y desairada por las dirigencias del PRI y el PT –exhibidas por ello como viscerales-, Felipe Calderón, dejó hablar, es cierto, a sus contertulios... pero sin el menor ánimo de rectificar. Fue notorio cuando el senador Carlos Navarrete, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Alta –así debió presentársele y no como un mero “representante” del PRD-, preguntó hasta cuándo el ejército se mantendría en las calles de las urbes zaheridas, cómo el mandatario atajó la cuestión dando un mazazo de autoritarismo:

--El ejército se mantendrá en donde está... hasta el último día de mi mandato, el 30 de noviembre de 2012.

Entonces, ¿para qué tanta escenografía de oropel y tanta verborrea supuestamente democrática si, al final de cada discusión, quien mantiene el poder central no cederá un ápice?¿No había expresado el titular del Ejecutivo federal su decisión de rectificar ante el notorio fracaso de su “guerra” que sólo ha extendido el horror y las ejecuciones por todo el país?¿Cuántas miles de víctimas hacen falta –para sumarlas a las veintiocho mil ya registradas- antes de que el señor de Los Pinos se anime a buscar otras salidas?

Lo peor de todo es constatar que los signos autocráticos perviven aun con una figura presidencial desgastada, incluso rebasada por los hechos mismos, con apenas autoridad moral. Si legítimo fue el arribo de Calderón a la Primera Magistratura, su resistencia a las opiniones que no coinciden con la suya es demostración fehaciente de su falta absoluta de vocación democrática. Y es este, sin duda, el factor predominante en las interrelaciones de la clase política en el poder con la sociedad y quienes la representan políticamente, incluyendo un amplio sector de panistas cansado de las consignas presidenciales.

La arrogancia nutre al sectarismo; y la intransigencia revalida a la antigua autocracia que sólo se extinguió retóricamente tras la alternancia en 2000 y volvió a sentarse en la silla presidencial cuando se trocó el clamor por el cambio por el continuismo en todos los sectores de la vida institucional. Tal es, sin duda, una de las razones de la profunda descomposición sociopolítica que confluye hacia los escenarios de violencia.

El Reto


Oteemos hacia el gabinete presidencial. Dos son los hilos conductores sobresalientes del mismo: la improvisación y los antecedentes impregnados de ineficacia, por decir lo menos. Además, para los reemplazos inevitables, el jefe del mismo, Felipe Calderón, ha designado a elementos sin el menor posicionamiento nacional y con historias como funcionarios, en sus respectivas entidades, más bien controvertidas... pero poco conocidas en el centro neurálgico del país.

Cuando se dio el nombramiento de Arturo Chávez Chávez como procurador general de la República –el 24 de septiembre de 2009-, los señalamientos llegaron desde Chihuahua, y sobre todo Ciudad Juárez, por las descalificaciones que el personaje había atesorado a causa de su negligencia –por decir lo menos- en cuanto a las indagatorias sobre los llamados “feminicidios”. Pese a ello, Calderón se mantuvo en sus trece.

Algo similar ha ocurrido con relación a José Francisco Blake Mora tras ser colocado en la Secretaría de Gobernación, considerada otrora una especie de jefatura de gabinete tácita: su perfil era prácticamente un misterio. Ha sido hasta hace unos días cuando han comenzado a ventilarse sus cuestionables actuaciones en Baja California a través de una misiva suscrita, nada menos, por quien fue comandante de la II Región Militar, el general Sergio Aponte Polito, quien señaló a Blake como “poco comprometido” en las tareas emprendidas contra la delincuencia organizada y, sobre todo, protector de malos agentes judiciales señalados por extorsión, secuestros y otras lindezas semejantes.

Resulta por demás sorprendente la falta de cuidado para extender nombramientos en la cúpula del poder federal. Esto es como si se tuviera la intención no de mejorar los cuadros sino de reafirmar complicidades. ¿No es lo anterior suficiente para exigir que los secretarios de Estado sean también validados por el Congreso como ya sucede en el caso del Procurador General aun cuando los mayoriteos camarales sigan imponiéndose?


La Anécdota


Como llegó la versión al columnista se las cuento. Un elemento de la PGR, experto en secuestros, explicó lo siguiente en torno al secuestro de Diego Fernández de Cevallos:

--El verdadero problema es que su hijo mayor, Diego, se niega a pagar el monto establecido –cincuenta millones de dólares-, porque considera que con ello no se garantizaría la vida de su padre. Según él, en el mejor de los casos Fernández de Cevallos apenas sobreviviría precariamente. Y lo erogado sólo serviría para fines aviesos.

Por cierto, trascendió que el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón, se negó tajantemente a aportar la mitad de la cifra final. El argumento es repetitivo: el gobierno no puede negociar con delincuentes. ¿En ningún caso?¿No es hora ya de tomar medidas excepcionales para afrontar hechos extraordinarios?

E-Mail: rafloret@hotmail.com

martes, 24 de agosto de 2010

VAMOS A DEFENDER LA CULTURA TAURINA

http://www.sangresedaysol.com/2010/08/convocatoria-del-maestro-loret-de-mola-a-manifestarnos-en-la-embajada-espanola/

VAMOS A DEFENDER LA FIESTA TAURINA ESTE JUEVES 11 DE SEPT

CONVOCATORIA DEL MAESTRO LORET DE MOLA A MANIFESTARNOS EN LA EMBAJADA ESPAÑOLA.Publicado por: admin Agosto - 23 - 2010
El gran escritor, periodista y superior taurino, Rafael Loret de Mola, nos ha hecho llegar una invitación, para asistir el proximo 9 de Septiembre, en la embajada española de la capital mexicana, como un reclamo pacífico a la prohibición de la fiesta en Cataluña.

Aqui el texto completo del maestro Loret de Mola:

A LOS AFICIONADOS A LOS TOROS:

NO PODEMOS CONTINUAR EN SILENCIO. LA RECIENTE PROHIBICION A CELEBRAR CORRIDAS DE TOROS EN CATALUÑA HA DESATADO REACCIONES FURIBUNDAS NO SÓLO EN ESPAÑA, EN DONDE LA TIBIEZA MARCA PAUTAS, SINO IGUALMENTE EN PERU Y ECUADOR. EN MÉXICO, LOS OPORTUNISTAS POLITICOS PRETENDEN LLEVAR A CABO SUS PROPIOS LINCHAMIENTOS CONTRA LA FIESTA EN EL CONGRESO DE LA UNION.

LOS AFICIONADOS NO SOMOS BÁRBAROS SINO HEMOS SIDO PARTE AGREDIDA. POR ELLO, CONVOCAMOS A UN PLANTON FRENTE A LA EMBAJADA DE ESPAÑA EN MÉXICO, SITA EN LA CALLE DE GALILEO ENTRE PRESIDENTE MASARYK Y HORACIO, EN LA COLONIA POLANCO DE LA CIUDAD DE MÉXICO, EL PRÓXIMO JUEVES 9 DE SEPTIEMBRE A LAS ONCE HORAS. LLEVAREMOS UNA LEYENDA QUE RECE:

CATALUÑA ASESINA LA LIBERTAD, LA HISTORIA Y LA CULTURA

PRETENDEMOS UNA AUDIENCIA CON EL EMBAJADOR ESPAÑOL PARA EXIGIR, EN NOMBRE DE LA COMUNIDAD TAURINA GLOBAL, ACCIONES CONCRETAS POR PARTE DEL GOBIERNO DE ESPAÑA Y DEL PRESIDENTE, JOSE LUIS RODRIGUEZ ZAPATERO, EN DEFENSA DE UN ESPECTACULO CUYAS RAICES ANIDARON PROFUNDAMENTE EN MEXICO Y SON FUENTES DE EXPRESION ARTISTICA Y CULTURAL.

ATENTAMENTE

RAFAEL LORET DE MOLA

ESCRITOR