tag:blogger.com,1999:blog-23855227581209455492024-02-20T01:43:58.253-08:00DESAFIO DE RAFAEL LORET DE MOLAAnálisis actual sobre la política de México e internacional.rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.comBlogger159125tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-21402821448816653572011-11-08T02:56:00.001-08:002011-11-08T02:56:33.160-08:00CENSURA EN CRECIDADesafío Publicación: LUNES 14 DE NOVIEMBRE DE 2011
*Censura en Crecida
*Parodia y Nepotismo
*Cursilería Extrema
Por Rafael Loret de Mola
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La carta que envió Héctor Suárez al principal accionista de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, revela hasta que punto vamos en retroceso en cuanto a la libertad de expresión. Sin duda, el mejor de los cómicos mexicanos de la actualidad –el que apueste por Brozo, cuya imaginación sólo alcanzó para añadir una erre al nombre de un célebre payaso de sonrisa estentórea y alma blanca, aceptará su condición de rehén de las pantallas chicas y de la empresa líder en el renglón, siempre dispuesta a capitalizar los eventos deportivos y políticos-, fue cesado de “Iniciativa México” –no me explico porque no renombra Iniciativa Televisa para ser más precisos y no involucrar el nombre de la patria en cuanta aventura mercantil se emprende-, porque pretendió hacer críticas al poder político, como siempre lo ha hecho, en momentos en los que el demandado cambio parece haberse convertido en regresión.
Malos tiempos son éstos para la crítica, atenaceado por censores con mentalidades gerenciales y, por ende, temerosos de ser puestos fuera del cerco corporativo por aventurarse a señalar las ominosas conductas de los llamados “servidores públicos”. Insisto: nunca como ahora, ni bajo la “dictadura casi perfecta” –nombrada así por Mario Vargas Llosa, frustrado aspirante a la Presidencia de Perú y novelista universal-, se había llegado a este nivel de intolerancia y de insensibilidad contra quienes pretendemos ejercerla como un contrapeso real a los excesos del poder político.
Ya narré las tremendas vicisitudes que debí enfrentar cuando Océano “de México”, una editora con capital español y como tal parte de la reconquista que llevan adelante los consorcios ibéricos que ya hasta se adueñaron del Hipódromo de las Américas y del Centro Banamex que lo circunda, a través de la empresa CIE, optó por censurar mi obra más reciente arguyendo cualquier cantidad de perogrulladas. Lo hizo sin el menor recato, ofreciéndome como una especie de liquidación –tras una decena de libros publicados por la misma compañía-, un miserable anticipo a cuenta de regalías. Y con ello me obligó a tocar puertas, como no lo hacía desde hace tres décadas, en demanda de un valiente que se atreviera a publicar una obra de análisis político en donde no hay un solo insulto pero sí infinidad de denuncias sufi9cientemente acreditadas. Recuérdese que este columnista jamás ha sido desmentido públicamente por cuanto ha escrito. Eso sí: cuando ha sido necesario rectificar, por algún error de contenido, lo he hecho de inmediato. Así he procedido siempre.
Los malos tiempos para “Nuestro Inframundo. Los Siete Infiernos de México”, no han terminado. La distribución de la obra ha sido lenta y gradual por las explicables limitaciones de los encargados de realizarla a pesar del apoyo de JUS, una de las escasas editoras con capital mexicano –al frente está el chihuahuense Bernardo Domínguez quien me tendió la mano cuando más desesperaba-, para surtir porque ni siquiera era proveedor de Sanborns, la cadena que más libros vende en distintas regiones del país como efecto del cierre de decenas de librerías, acotadas por las constantes advertencias de “la superioridad” y la imposibilidad de sostenerlas por la ausencia notoria de lectores en una de las naciones latinoamericanas que menos se acerca a los libros. Si no fuera por los libros de texto gratuito, el filón de las editoras cómplices del gobierno, México tendría uno de los peores niveles de lectura per cápita.
Sea ésta una explicación para tantos lectores, de buena voluntad, que me han buscado para hablarme de lo difícil que ha sido para ellos encontrar el texto mencionado, alargándose la espera como no había sucedido, insisto, nunca antes. Tal es la manera, pese a las buenas voluntades encontradas, de asfixiar a una obra crítica hasta el límite de la resistencia de su autor. Aún así, persevero a sabiendas de que los libros por venir tendrán que pasar por una amarga senda plagada de obstáculos.
Y no sólo eso: al mismo tiempo los autores mexicanos sufren lo suyo porque e mercado está inundado con los remanentes de los volúmenes que no tuvieron salida en España, sobre todo, y con la arribazón de trepadoras de importación que pretenden venir, bajo contrato, a “enseñarnos” a los mexicanos cómo se hace crítica como negocio. Por allí deambula ya una conocida argentina, la señora Wornat, quien se queja de ser amenazada por una obra que dice presentará sobre el sexenio de Calderón. Eso sí: cómo le hacen el juego los medios con mentalidad de conquistados que se estremecen ante los extranjeros y limitan a los mexicanos.
La perspectiva no puede ser más dolorosa, además, porque aumentan, día a día, el número de colegas asesinados con el pretexto baladí de que son parte de las víctimas -o bajas- de la guerra entre las mafias. La cuenta va en setenta y cinco y sólo nos separan tres del abyecto mandato de Miguel de la Madrid. Por desgracia, la realidad es otra porque la represión mayor viene de las fuentes gubernamentales y no de los criminales bajo la férula de los “capos” a quienes les encanta ser mencionados en los periódicos. ¿No han notado, los amables lectores, que las vitrinas y góndolas en donde se exhiben libros, están repletas de volúmenes sobre los cárteles, los padrinos y demás señores relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada? En cambio, si se toca a la clase política la censura revienta y esto, por sí, plantea cuáles son las prioridades de una administración o un régimen absolutamente malogrado.
Debate
Mientras ocurre todo lo descrito, las familias del establishment se solazan bajo el manto de la impunidad. Nadie imagina cuánto administra, ya desde ahora, Margarita Zavala Gómez del Campo, eso sí con mayor discreción que su antecesora Marta –sin hache porque así se presentó en su acta de nacimiento y no a criterio de quien esto escribe-, para blindar económicamente a su familia –a todos, incluyendo a los cuñados incómodos que hablan de mafias cuanto observan al PRI y al PRD sin mencionar a la propia-, después de diciembre de 2012.
Por otra parte, las parodias del nepotismo ramplón se aceleran, como ayer en Michoacán, ante el asombro de la mayor parte de los mexicanos. Primero ocurrió en Coahuila por un desorden gregario que culminó con la exhibición de los Moreira a nivel nacional cuando parecía que el PRI había encontrado un dirigente capaz de mantener la unidad. Pero no. La obsesión fraternal pudo mucho más que los intereses generales y dio lugar a la repetición de los escenarios en los que un hermano sucede a otro, cuando el mandatario federal con un simple “¡Suerte Cocoíta!” convocó a la simulación grotesca de una democracia anclada en los chantajes mutuos y los acuerdos soterrados. Nunca, vuelvo a decir, habíamos llegado a tal grado de amoralidad pública.
Si en materia de libertad de expresión vamos para atrás –yo espero que la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión me demuestre que contamos, siquiera, con una ventana hacia la justicia, tras las denuncias interpuestas contra los farsantes de Océano-, también es lamentable que los tumores malignos del viejo sistema se acrecienten y expandan como viene sucediendo con el nepotismo, antes ferozmente perseguido por los panistas que hoy lo exaltan y festejan dentro de sus mentalidades gregarias con muchos ingredientes de complicidad.
Las consecuencias, en este momento, están demasiado a la vista.
La Anécdota
De nueva cuenta arremeten los antitaurinos contra un espectáculo de innegables raíces culturales y rasgos de grandeza excepcionales. Uno de ellos propagó, recientemente, que uno de los horrores de la fiesta consistía en que al toro, todavía sin estar muerto luego de la puntilla según dijo, en el ruedo mismo, se le mutile para entregar orejas y rabos como trofeos a sus lidiadores, un tema bastante marginal porque la concesión de apéndices sólo es vista como marcador por quienes carecen de sensibilidad y no reparan en la esencia de la tauromaquia.
Consulté al respecto con varios veterinarios y hasta médicos de altísimo nivel y confirmaron lo que ya sabía: el toro muere en el ruedo tras ser apuntillado y por tanto no sufre cuando le cortan las orejas como tampoco debiera sufrir durante la lidia salvo por los abusos en los aceros, sobre todo las puyas, ilegalidad que cometen los diestros tramposos contra el propósito del buen aficionado por exaltar los verdaderos valores, el de la bravura sobre todo, por encima de las triquiñuelas por desgracia presentes en toda actividad humana. Abundaremos.
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E-Mail: rafloret@yahoo.com.mx
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Rafael Loret de Mola
Escritorrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-47347922834275005102011-07-29T15:33:00.000-07:002011-07-29T15:34:33.326-07:00Datos que no cuadran. Columna DesafíoDesafío Publicación: VIERNES 29 DE JULIO DE 2011 <br /><br /> *Datos que no Cuadran <br /><br /> *Riesgos muy Cercanos <br /><br /> *El Verdadero Culpable <br /><br /> Por Rafael Loret de Mola <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - - - - <br /><br /> <br /><br /> Los panegiristas del gobierno de Calderón –cada vez menos pero más sonoros-, insisten en dos aspectos para justificar la aprobación a su gestión pese a los tremendos rezagos en los renglones sociales: su “valor” para enfrentar a las mafias, sobre todo las del narcotráfico si bien deberían tomarse en cuenta a los fanáticos de “ La Familia ” y ahora “Los Caballeros Templarios” con discurso político altamente subversivo, aun con la abierta oposición de importantes sectores de opinión política; y el “blindaje” económico circunscrito a las reservas internacionales del Banco de México, en el orden de los 130 mil millones de dólares, y al control inflacionario a diferencia de los flagelos de otras épocas cuando la economía se desplomó bajo los pies de plomo del populismo avieso. <br /><br /> Ya veremos, en diciembre de 2012, si siguen sosteniendo lo mismo luego de enfrentar los muy peligrosos meses que vienen. La perspectiva es francamente compleja, sobre todo por el mal manejo de la deuda externa estadounidense y la crisis paulatina de la Unión Europea --ahora parece que España será el siguiente gobierno en “quiebra” a rescatar por sus vecinos--, anuncian la llegada de una nueva crisis global con repercusiones severas en América Latina y, sobre todo, en México. No olvidemos que pese a los parapetos anunciados, nuestro país fue la última economía emergente en salir del desafío de la recesión pese a las reservas récord y los augurios optimistas de un gobierno perdido por la ausencia de controles reales sobre actores y factores financieros. <br /><br /> Las reservas, sí, son las más altas de la historia y la tendencia es hacia un ahorro todavía mayor. Esto es como si México estuviera sobrado de inversiones para ampliar su infraestructura y asegurar la creación de nuevas fuentes de empleos para vacunarse contra los posibles conatos de violencia que son efectos de las desigualdades extremas no superadas. Por mucho menos, en España –cuya problemática económica mengua considerablemente gracias a las ganancias por las inversiones de los grandes corporativos en México, sobre todo los bancos en franca expansión a pesar de la “mala imagen” internacional del país por cuanto a la creciente inseguridad nacional-, millones salieron a las calles a exigir la dimisión del presidente, José Luís Rodríguez Zapatero, por sus fallidos intentos de subsidiar hasta los nacimientos de cada españolito con cuatrocientos euros sin tener disponibilidades para ello. La demagogia se estrelló en la realidad. <br /><br /> Lo que no se dice es precisamente lo aterrador: ante las reservas millonarias, excepcionales, la secretaría de Hacienda, en donde pulula aún el presidenciable Ernesto Cordero Arroyo convencido de su capacidad para convertirse en político si lo toca la vara mágica del panismo marrullero, reconoció que la deuda externa e interna global de nuestro país asciende, nada menos, ¡a 385 mil millones de dólares!, una cifra que ya rebasa el linde del manejo administrativo correcto para introducirse, sin remedio, al campo de la sumisión extrema. Sólo hace falta que el Departamento del Tesoro estadounidense designe, discrecionalmente, al futuro ministro del ramo. <br /><br /> En pocas palabras debemos tres veces más de lo ahorrado por el Banco de México y que no puede usarse: es dinero ocioso que sirve, aseguran los expertos, para garantizar a los acreedores que no volarán sus empresas a causa del creciente malestar social; y que todos resistiremos los embates de la descompuesta economía global porque, además, ya se compraron lingotes de oro... por cuatro mil millones de dólares adicionales, equivalentes a poco más del tres por ciento de las reservas. Y todos estamos bien contentos. Demagogia pura. <br /><br /> Debate <br /><br /> No cuadran los datos. Aseveran que la inflación va a la baja pero el poder adquisitivo real disminuye de manera alarmante: no olvidemos que los ajustes sobre la pobreza, en México, se dan por decreto, esto es los niveles bajan cuando un sabio considera que puede vivirse con dos dólares al día, como aseveró Francisco Gil Díaz, o con seis mil pesos al mes de acuerdo a las estimaciones de Ernesto “El Cordero Pascual”. Ya me imagino a éste, de alcanzar la candidatura presidencial del PAN, subido en el templete, de cara a un grupo de depauperados en cualquiera de los miles de pueblos asfixiados por la ausencia de satisfactores básicos, agolando la voz para repetir su cantaleta: México ya no es una nación pobre. Mucho menos lo son los calderonistas y cuantos, a su sombra, se han enriquecido comenzando con lo mejor de su capital político: Margarita Zavala Gómez del Campo. <br /><br /> En la misma línea, si las reservas monetarias rebasan los 130 mil millones de dólares, ¿debemos sumarles o restarles los 385 mil millones de dólares que Hacienda reconoce como la suma de las deudas externa e interna de nuestro país? De una manera u otro, sendos renglones no son activos de los que pueda disponerse mientras México sufre los embates de una nueva crisis global... para la que no se preparó en tiempo y circunstancia. ¿Qué no es culpa de Felipe Calderón? Lo es, sí, por la imprevisión con la que los “sabios” economistas optaron por llevar adelante una campaña proselitista en vez de analizar las bombas de tiempo que se encendieron en los Estados Unidos y la Unión Europea por el deficiente manejo administrativo de sus propias deudas. Ahora, claro, las grandes potencias del orbe están listas a pasarnos las facturas por los platos rotos; y no nos quedará más remedio que pagarlas por nuestra condición de naciones satélites. <br /><br /> Por supuesto, los costos derivados del colapso, aun cuando el huracán devastador vino del norte y de allende el océano, se le cargarán a una administración federal, la encabezada por Felipe Calderón, tuerta e inhabilitada por sus propios temores. ¡Y luego nos hablan del “valor” del mandatario que está protegido por un millar de efectivos militares en sus búnkeres de Los Pinos y la avenida Constituyentes! <br /><br /> La Anécdota <br /><br /> ¿Quién ha sido el peor entre los mandatarios que hemos padecido? Obviemos a los dos más recientes para situarnos en 1989, un año después del finiquito de Miguel de la Madrid. Fue entonces cuando visité al ex presidente José López Portillo, quien ha sido el más satanizado entre cuantos han ocupado la Primera Magistratura desde hace casi ochenta años, y le pregunté, a quemarropa: <br /><br /> --¿Cree usted haber perdido la historia con la devaluación de 1982? <br /><br /> Y no dudó en responder: <br /><br /> --Con la nacionalización de la banca doté al gobierno y a los más perjudicados por el saqueo de divisas, de un instrumento estabilizador. Pero llegó Miguel (De la Madrid ) y lo primero que hizo fue entregar a los ex banqueros la mayor indemnización pública de que se tenga memoria, privatizando además. Perdimos dos veces ante ellos. Juzguen ustedes a partir de este hecho. <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - - <br /><br />E-Mail: rafloret@yahoo.com.mx <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - - <br /><br /> <br /><br />Rafael Loret de Mola<br />Escritor<br /><br />rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-52942551145289980732011-06-13T15:54:00.001-07:002011-06-13T15:54:59.738-07:00RAFAEL LORET DE MOLA ENTREVISTA CARMEN ARISTEGUIEn entrevista con Rafael Loret de Mola, periodista, Carmen Aristegui (MVS) comentó que se le dio espacio a Pablo Salazar la semana pasada para denunciar robo y persecución política y en una conferencia el periodista Rafael Loret de Mola la mencionó diciéndole que no la engañaran y la invitaba a Chiapas para que escuchara lo que la gente tiene que decir de Pablo Salazar.<br /><br />Aristegui: ¿Cuál es tu mensaje? ¿Por que me dices eso?<br /><br />Loret de Mola: Me molesta profundamente que ahora medios de comunicación digan que Pablo Salazar es víctima de persecución política. Con Pablo Salazar se vivió la etapa de represión contra el periodismo más negra de la historia de Chiapas y a medida que fue avanzando la denuncia por lo que acontecía en “Cuarto Poder” hubo persecuciones contra muchos elementos de la vida pública; en la prisión donde ahora está Salazar llegaron a haber hasta 500 adversarios de Pablo Salazar detenidos arbitrariamente. Conrado dela Cruz, director de Cuarto Poder”, tuvo que salir de Chiapas por la persecución y su hijo sufrió tortura y violación en la cárcel cada vez que aparecía una crítica en “Cuarto Poder”.<br /><br />Aristegui: ¿Eso no invalida que pueda haber persecución en su contra?<br /><br />Lore de Mola: No creo que haya habido persecución, hay testimonios de que Pablo Salazar tenía una relación normal con el gobernador Juan Sabines, hace unos meses se reunieron.<br /><br />Aristegui: Acabas de mencionar algo muy importante, se ha dicho que la intención de Pablo Salazar era ser senador y que estaba con el PT y que eso enloqueció al gobernador,<br /><br />Loret de Mola: No, Salazar es muy hábil, quería buscar el refugio del fuero constitucional porque ya no sabía como contestar sus demandas. El supuesto allanamiento a su casa se dice que fue preparado por el propio Pablo para tener un escenario en el cual defenderse.<br /><br />Aristegui: No se puede negar que hay una confrontación política clara entre Sabines y Salazar, Granados Chapa reconstruye esa confrontación. Si dentro de esa confrontación política se menciona que se robo dinero de los recursos del Stan pero ahora lo acusan de asociación delictuosa ¿Por qué no acusarlo de lo que se le había venido acusando?<br /><br />Loret de Mola: He insistido que es necesario que aquellos que fueron afrentados por Salazar que presenten sus denuncias.<br /><br />Aristegui: Sostengo que no es imaginable que no haya un ingrediente político en esta decisión de capturar al ex gobernador.<br /><br />Loret de Mola: Evidentemente pero no se ve en las calles de Chiapas pidiendo compasión para que salga de la cárcel, si es político ¿dónde están sus simpatizantes? Además Sabines me dijo que hay documentos que demuestran desviaciones de recursos de Stan que no habían sido administrados porla Sedesol, Vázquez Mota había dicho que ellos no administraron los recursos.<br /><br />Aristegui: Lo que dijo Josefina esta semana en charla con nosotros fue precisamente que el mandato de Fox para ella fue que acudiera en el tiempo de la emergencia y no en el de la reconstrucción, por lo tanto la tarea de Josefina estuvo en ese tramo de esa historia tremenda, pero no le correspondió la de la reconstrucción, por lo tanto ella no tiene vínculo con el tema en esta parte. Esa es Josefina pero si el gobernador te dijo que había documentos ¿no forman esos documentos parte de las imputaciones?<br /><br />Loret de Mola: Va a formar parte pero van a llover denuncias.<br /><br />Aristegui: ¿Hay una persecución política de Sabines contra Salazar?<br /><br />Loret de Mola: Personalmente te puedo decir que desde hace 11 años estamos denunciando a Pablo Salazar, lo que se puede cuestionar es que el gobernador se tardó.<br /><br />Aristegui: Hay un periodista que se llama Carlos Loret de Mola, que algo has de saber de él, que escribió un El Universal un texto importante. Carlos habla del documento secreto de Sabines en Los Pinos y dice que el documento fue llevado por un alto emisario del gobierno chiapaneco y habla de que Salazar es un peligro para Chiapas y pide el arresto o el exilio.<br /><br />Loret de Mola: No creo mucho en eso de los documentos secretos. Carlos forma parte de un equipo de trabajo, de Televisa, es mi hijo y lo querré mucho a pesar de sus desaires, pero en este caso está profundamente equivocado porque no conoce la realidad de Chiapas y porque muchas veces le he pedido que se entere de lo que pasó con Conrado dela Cruz. No quería tocar el tema porque me parece polémico pero a ti te gusta la polémica, tu misma has sido una defensora contra la impunidad de este país.<br /><br />Aristegui: Pero no me terminaste de decir. Dijiste que no querías abordar el tema porque es tu hijo pero ya te traje a ese baile. Ese documento, tú dices: “no creo en los documentos secretos”, pero aquí está la afirmación de que existe un documento que se entregó a Los Pinos y que, efectivamente, como dice Carlos, aunque sea una simple hojita lo importante es quién la escribió, quién la llevó a Los Pinos, quién la leyó y qué hizo, y aquí habla de que la entregó un emisario del Gobierno chiapaneco.<br /><br />O sea, Sabines le llevó a Los Pinos estas acusaciones días antes de la captura. ¿Hay o no aquí un componente político?<br /><br />Loret de Mola: Te lo dije, yo formé al autor de esta columna, y como formador que soy de este joven, que tantos motivos de orgullo me ha dado a través de su vida, yo le preguntaría: ¿cómo supo él de ese documento secreto?, ¿quién se lo llevó?, ¿por qué se lo llevaron?, ¿en dónde está el vínculo entre Carlos y el documento secreto?, ¿para qué sirve ese documento secreto?, ¿y si tiene copia, por qué no exhibió la copia misma del documento secreto? A ver. Es muy fácil decir “existe un documento secreto”. Hay que probarlo.<br /><br />Aristegui: ¿Dudas de la existencia del documento?<br /><br />Loret de Mola: No, yo no dudo, yo le pido a Carlos que exhiba ese documento para que yo pueda entonces ya exhibir este documento que tengo en las manos y que ya te mostré hace un momento.<br /><br />Aristegui: ¿Y qué es?<br /><br />Loret de Mola: Un documento en donde se ve claramente el vínculo afectivo que tenía Pablo Salazar Mendiguchía con algunos elementos de Televisa.<br /><br />Por ejemplo, aquí en esto tengo una copia de la escritura que llegó a mis manos en donde la señora doña Adela Micha Zaga, muy conocida periodista, por su propio derecho confiere poder al señor don Pablo Salazar Mendiguchía, tan amplio como en derecho sea necesario, para que en nombre y representación de la poderdante, es decir, de Adela, pueda vender, en términos y condiciones que estime convenientes, los derechos que a la compareciente correspondan respecto del departamento marcado con el número 1004 y sus anexos del edificio sujeto al régimen de propiedad en condominio, marcado con el número 230 de la calle Bosques de Tabachines, en la colonia Bosques de las Lomas de esta ciudad.<br /><br />Esto no es un delito, no estamos hablando de delito alguno que haya cometido ni Adela ni Pablo. Esto es una prueba que demuestra el vínculo afectivo, profesional, lo que tú quieras, de una importante comunicadora de Televisa, que ha mantenido la idea de la persecución política en sus noticiarios, y Pablo Salazar Mendiguchía.<br /><br />¿Qué tiene que hacer un exgobernador?, porque esto está fechado precisamente a los 13 días del mes de marzo de 2008, hace tres años. ¿Qué tiene que hacer un exgobernador haciendo labor de agente inmobiliario?<br /><br />Aristegui: Bueno, es un asunto entre particulares, no hay delito. A ver, ¿qué estás presumiendo Rafael? A ver…<br /><br />Loret de Mola: Un poder especial que se dedica a vender una propiedad que es de Adela Micha. Bueno, aquí se demuestra que hay por lo menos algún tipo de relación, o profesional o afectiva.<br /><br />Aristegui: ¿Tú presumes que eso está incidiendo en la línea editorial de la televisora o qué?<br /><br />Loret de Mola: Eso… No, yo presumo simple y sencillamente que hay, en el caso de Pablo Salazar, muchos intereses, por el dinero que él desarrolla, con ciertos medios de comunicación.<br /><br />Aristegui: Lo mismo se dice de Sabines.<br /><br />Loret de Mola: También se dice de Sabines. Bueno, en su momento, en este momento estamos hablando de que Pablo Salazar es el que está en la cárcel.<br /><br />Aristegui: En este momento…<br /><br />Loret de Mola: Si Jaime Sabines en su momento tiene que responder, tendrá que responder él de sus propias acusaciones.<br /><br />Aristegui: En este momento de lo que estamos hablando…<br /><br />Loret de Mola: Yo no voy a defender a Juan Sabines…<br /><br />Aristegui: De lo que tú estás señalando… A ver, ¿qué estás colocando en este momento, estás colocando una suspicacia, llamémoslo así, de que ése vínculo que muestra el documento…?<br /><br />Loret de Mola: Que no hay delito.<br /><br />Aristegui: No hay delito pero… a ver, la periodista tiene derecho a tener una propiedad y a venderla si se le da la gana, y si tiene un particular que le haga la gestión no hay delito.<br /><br />Loret de Mola: Por supuesto que tiene derecho, pero qué casualidad que el particular sea Pablo Salazar Mendiguchía, que ahora…<br /><br />Aristegui: Ya no era gobernador. Ahora, ¿tú dices “es defendido Salazar por Televisa”?<br /><br />Loret de Mola: Absolutamente, en los programas últimos que yo he escuchado se habla de que es una persecución política, de que no hay… Bueno, persecución política tiene que ver con los asesinatos de dos periodistas distinguidos del periódico líder de Chiapas, tiene que ver…<br /><br />Aristegui: Que no lo están juzgando por eso, ni siquiera lo han acusado. A ver.<br /><br />Loret de Mola: Que no lo están juzgando… porque no se ha tipificado el delito de homicidio. Eso es lo que yo estoy solicitando, eso es lo que fui a decir también a Tuxtla, que se tipifiquen los homicidios de los dos Conrados, ya se lo dije a doña María Morales, la dueña del periódico.<br /><br />Aristegui: Estarás de acuerdo que si tú sostienes que los vínculos o las relaciones que pueda tener Salazar Mendiguchía con algunos periodistas, y tú muestras ese documento, que es muy delicado en el contexto que estamos hablando, que eso hace que la línea editorial de algunos medios, y dices Televisa, sea a favor de Salazar y se acuse persecución política.<br /><br />Loret de Mola: Vamos a ver, tú eres periodista…<br /><br />Aristegui: Eso es una parte, pero también…<br /><br />Loret de Mola: Y sabes muy bien que es la punta de la hebra.<br /><br />Aristegui: Pues es lo que quiero hilar. A ver, tú planteas una cosa de esa naturaleza y luego vendrá la pregunta obligada: ¿eso qué tiene que ver con la influencia del exgobernador en ciertos circuitos periodísticos, como lo estás planteando, aplicaría para Sabines en función de otros medios de comunicación que han ido a la yugular de Salazar Mendiguchía, y se presume que por razones de otra índole, de vínculos del actual gobernador con medios de comunicación que se han visto beneficiados, por ejemplo, con contratos de publicidad?<br /><br />Loret de Mola: Bueno, lo de los contratos de publicidad sabemos que es un elemento siempre muy fuerte en todos los medios de comunicación, hay muy pocos, excepciones en este país, que pueden decir: “mi periódico circula y con la circulación nos podemos igualar económicamente”. La mayor parte de los periódicos de este país dependen de la publicidad, lo sabemos perfectamente bien.<br /><br />Aristegui: El problema no es eso…<br /><br />Loret de Mola: Y la publicidad oficial de…<br /><br />Aristegui: El problema no es que tengas publicidad oficial en tus páginas, si es inserción pagada, el problema es que incida en tus políticas editoriales. Ese es el tema.<br /><br />Loret de Mola: Ese es el problema<br /><br />Aristegui: Ese es el tema.<br /><br />Loret de Mola: Mira, te repito, en este momento el que está en el banquillo es Pablo Salazar. Ahora bien, ¿hay elementos políticos en el asunto? Los hay. ¿Por qué? Porque se trata de dos políticos. Juan Sabines era alcalde de Tuxtla Gutiérrez durante el gobierno de Salazar Mendiguchía. El me contó una anécdota… Bueno, ya voy a hablar, ya de plano, de todo lo…<br /><br />Aristegui: ¡Habla de todo!<br /><br />Loret de Mola: Mira, me contó una anécdota importantísima.<br /><br />Aristegui: ¿Salazar?<br /><br />Loret de Mola: Salazar, no, Juan Sabines. Debo decirte que…<br /><br />Aristegui: ¿Me haces…? Un momento, una pausa y me cuentas todo eso. (Después del corte) El hijo de Pablo Salazar nos solicita réplica pero no tengo más tiempo, lo haremos el lunes pero Loret de Mola dijo “lo voy a contar”.<br /><br />Loret de Mola: Sabines me dijo que el día que murió Conrado dela Cruz en Miami recibió por teléfono la noticia y le dijo a Mariano Herrán, todavía fiscal, “Mariano, me acaban de avisar de la muerte de Conrado” la respuesta de Mariano fue “Señor gobernador, este es el momento de apropiarnos de Cuarto Poderrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-30609388175411885252011-06-13T15:26:00.000-07:002011-06-13T15:30:57.436-07:00OFELIA LORET DE MOLA AND HER HUSBAND ENRIQUE GUZMAN IN SAN MIGUELDE ALLENDE<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe61A9jeuCdR-tY8SqJbhOTTSY73hIQc8h9h_kEIwYroZAxFMroAdYNzVX7MziXS0_YEecL-MLTFyr1vta7fVuqENdqNH7KTQaURD90a6GwTWs381KniBPT_cVqQYOk7L14rQ2Rk5ay3Q/s1600/OFELIA+LORET+DE+MOLA+AND+HER+HUSBAND.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 238px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe61A9jeuCdR-tY8SqJbhOTTSY73hIQc8h9h_kEIwYroZAxFMroAdYNzVX7MziXS0_YEecL-MLTFyr1vta7fVuqENdqNH7KTQaURD90a6GwTWs381KniBPT_cVqQYOk7L14rQ2Rk5ay3Q/s320/OFELIA+LORET+DE+MOLA+AND+HER+HUSBAND.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5617835219016364146" /></a>rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-2344792557475637812011-06-13T14:06:00.000-07:002011-06-13T14:12:58.620-07:00OFELIA LORET DE MOLA AND HER HUSBAND ENRIQUE GUZMAN<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTjqMwwpmpXnjQeeewmHsmrrK3m7TrIM_K1zHxda-Kw97Bs1et2bgxQkN1L9yY9luqnipv1TBLaJxhPvEB8RAC7Ct3GsDJIZg-PKazFaRcz04mWIhyUrrDWsl0fpkyhCZhXwpzPfCpAHA/s1600/OFELIA+LORET+DE+MOLA+AND+HER+HUSBAND2.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 238px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTjqMwwpmpXnjQeeewmHsmrrK3m7TrIM_K1zHxda-Kw97Bs1et2bgxQkN1L9yY9luqnipv1TBLaJxhPvEB8RAC7Ct3GsDJIZg-PKazFaRcz04mWIhyUrrDWsl0fpkyhCZhXwpzPfCpAHA/s320/OFELIA+LORET+DE+MOLA+AND+HER+HUSBAND2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5617814908891818978" /></a><br />OFELIA LORET DE MOLA DE VISITA EN MI CASA DE SAN MIGUEL DE ALLENDE, CON SU ESPOSO ENRIQUE GUZMAN.rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-84083452199206979982011-05-02T15:26:00.000-07:002011-05-02T15:27:46.613-07:00Ofelia Loret de Mola and her husband enrique guzmán<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0yYVO0GbBEas7KlYl-ezhyphenhyphenjqkRNMp3U0XTVzWIGcWsfNhd9WKo5pXuoYx5noopP3VCMT-VylKFUzWfoY1PhhmIjb6iqW38LuHJLAzGpI3nfoj8gWgr2k2bT3mGZN54wUt5jNSBCJdQ80/s1600/foto2.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 206px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0yYVO0GbBEas7KlYl-ezhyphenhyphenjqkRNMp3U0XTVzWIGcWsfNhd9WKo5pXuoYx5noopP3VCMT-VylKFUzWfoY1PhhmIjb6iqW38LuHJLAzGpI3nfoj8gWgr2k2bT3mGZN54wUt5jNSBCJdQ80/s320/foto2.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602249030839105202" /></a>rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-85811945433381015512011-05-02T11:44:00.000-07:002011-05-02T11:45:26.418-07:00Ofelia Loret de Mola y maravillosos años con esposo Enrique Guzmán<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5HyEwh8o4CPtXxojABUG9Nwih2kQJzbnxMwI7ppo7I2A6P34NpGTx8Wi1cBXll-DetTRTx6xBiogFZFhVd0tQQl0TB0Ftk9R0CgZDNLp-2_CBySV2cOqqEZtFmVHjXzUTeKRFvhD0O8o/s1600/foto2.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 206px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5HyEwh8o4CPtXxojABUG9Nwih2kQJzbnxMwI7ppo7I2A6P34NpGTx8Wi1cBXll-DetTRTx6xBiogFZFhVd0tQQl0TB0Ftk9R0CgZDNLp-2_CBySV2cOqqEZtFmVHjXzUTeKRFvhD0O8o/s320/foto2.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602191691050396450" /></a>rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-39092245744364020242011-05-02T11:36:00.001-07:002011-05-02T11:36:56.384-07:00Ofelia loret de mola in love with Enrique Guzmán<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipHJxEPNXBt2rORRRmVtB3KPyaMO0ag34Zir5Y_TwGrSZiob24_1o9KdFim-gVNJX9BHNA_zZh-iDxjYI-KLXBR3ntOuXC4wmIQdm7t3b52TiaqkUWKGr544Z_l0ZBu2mSbONQiR5yPJw/s1600/foto2.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 206px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipHJxEPNXBt2rORRRmVtB3KPyaMO0ag34Zir5Y_TwGrSZiob24_1o9KdFim-gVNJX9BHNA_zZh-iDxjYI-KLXBR3ntOuXC4wmIQdm7t3b52TiaqkUWKGr544Z_l0ZBu2mSbONQiR5yPJw/s320/foto2.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602189573933956706" /></a>rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-63903322248779689052011-05-02T11:34:00.000-07:002011-05-02T11:35:52.348-07:00Ofelia loret de mola and her husband in San Miguel de Allende<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDbwWJq7X6NgQpVhoXOhO0Vza25Z8VO6gNAOLhU8BwJDdNhFmL-o_bTAWQC_O6dwz_UiGTeteK6HQWVQWT9MKdLJYGRZ7r652unZFR6L0SFHZj65FlG_6yu9D5U387kMG1uPU3UUWZ4qY/s1600/foto2.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 206px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDbwWJq7X6NgQpVhoXOhO0Vza25Z8VO6gNAOLhU8BwJDdNhFmL-o_bTAWQC_O6dwz_UiGTeteK6HQWVQWT9MKdLJYGRZ7r652unZFR6L0SFHZj65FlG_6yu9D5U387kMG1uPU3UUWZ4qY/s320/foto2.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602189306290399298" /></a>rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-7117763966181010812011-05-02T11:31:00.000-07:002011-05-02T11:33:08.263-07:00Ofelia loret de mola and her husband enrique guzmán<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJJQk6J_wbtgv2xbjNw57fhk09yQa4twe39YtaUrws4fsX2sBjon3VxT8VXVW8VXFtEzNXvFHoMKDuWE6SBuWhwJV6wO6XCKzO4l_mdHTbdERIcDDO3xieXSWIwlG8tryZt3uHNfIMsro/s1600/foto2.JPG"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 206px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJJQk6J_wbtgv2xbjNw57fhk09yQa4twe39YtaUrws4fsX2sBjon3VxT8VXVW8VXFtEzNXvFHoMKDuWE6SBuWhwJV6wO6XCKzO4l_mdHTbdERIcDDO3xieXSWIwlG8tryZt3uHNfIMsro/s320/foto2.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5602188544675488386" /></a>rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-63427746341479636532011-03-23T22:14:00.001-07:002011-03-23T22:14:35.611-07:00Lomas TaurinasPorRedacción / EL MEXICANOmiércoles, 23 de marzo de 2011 <br /> Share <br />Se publicó en: Edición impresa ¿Accidentes en escarpados escenarios o crímenes con escenografías minuciosamente preparadas? Cuando indagamos sobre las muertes recientes de algunos personajes de la vida pública colocados en la espiral de las sospechas, se suele concluir, aun cuando se carezcan de datos duros para ello, que los asesinatos desde el poder suelen ser siempre camuflados y rara vez dejan rastros precisos. <br />Por ejemplo, pasaron ya cuarenta y seis años largos desde el magnicidio de Dallas y ni siquiera los influyentes deudos del clan Kennedy, pese a su enorme presencia política, han podido siquiera avanzar más allá de las sospechas sobre la posibilidad de que no fuera un solo tirador, Lee Harvey Oswald, oficialmente reconocido como el asesino material, el responsable del ominoso suceso. Y tal, sin duda, es el paralelismo justificante para cuantos defienden la negligencia del gobierno mexicano. <br /><br />¿Conjuras o locuras? Cuando es imposible ocultar los hechos, esto es ante los atentados evidentes, surge entonces la interrogante que recala, claro, en el permanente manoseo de los hechos, incluso hasta la alteración de las escenas donde se ejecutan los crímenes –en Lomas Taurinas, la depauperada colonia de Tijuana que se convirtió en referente en 1994, hace ya dieciséis años, se pretextó la instalación de una estatua para alterar todo resquicio de autenticidad-, para asumir conclusiones insostenibles si se utiliza, siquiera un poco, la capacidad deductiva. Por lo general, la oficialidad opta por centrar en un solo individuo o en una pandilla, cuyos miembros son capturados casi en flagrancia, las responsivas de las ejecuciones. <br /><br />A Mario Aburto Martínez –lo mismo que a Daniel Aguilar Treviño, el tirador detenido por un policía bancario luego de disparar contra José Francisco Ruiz Massieu en septiembre de 1994-, lo detuvieron en el lugar mismo de los hechos aun cuando, como exhiben las cintas de vídeo, le dejaron acercarse y actuar contra el candidato del PRI a la Presidencia de la República quien se había convertido, en sus ansias por ganar credibilidad ante una sociedad lastimada y cansada de la hegemonía priísta, en un personaje demasiado incómodo para cuantos sostenían los hilos del poder. Quizá por ello, estos mismos personajes movieron, con antelación, la ficha del doctor Ernesto Zedillo, el mayor beneficiario entonces del drama, en ruta hacia la Primera Magistratura. <br /><br />El 7 de diciembre de 1998, la pomposamente llamada Comisión de Seguimiento a las Investigaciones en torno a los Atentados en contra de los Ciudadanos Luis Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu de la Cámara de Diputados –es más larga su denominación, se llevó casi un párrafo, que los resultados ofrecidos por la misma-, me citó para que diera información relevante sobre el tema. Y concluí –“Los Escándalos”, Grijalbo, 1999-: <br /><br />--Estimo que la verdad no aflorará mientras esté en la Presidencia el principal beneficiario del crimen. <br /><br />Los legisladores cruzaron miradas, algunas de preocupación y otras con la impronta de la suficiencia siempre ahíta, desconcertadas todas ante el pronunciamiento políticamente incorrecto, y ofrecieron como salida, en la voz de quien encabezaba aquella instancia, el entonces diputado Manuel González Espinoza, una gestión realizada: <br /><br />--Hemos pedido que comparezca el doctor Ernesto Zedillo. El fue el coordinador de la campaña de Luis Donaldo Colosio. Y debe aportar su versión. <br /><br />No quedó en este punto la cuestión. El 4 de agosto de 1999, cuando comenzaban a calentarse las precampañas en pos de la Primera Magistratura, el entonces procurador general, Jorge Madrazo Cuellar “tranquilizó” a los parlamentarios miembros de sendas “comisiones” de seguimiento, en el Senado y la Cámara baja, revelándoles que el doctor Zedillo había rendido declaración... ¡cuatro meses antes! Esto es en abril del mismo año sin que se diera información alguna al respecto pese ala relevancia del caso y la jerarquía del declarante. Jamás se había ofendido, de tal manera, a la opinión pública sin que el hecho mereciera, siquiera, una explicación razonable fuera de las cortinillas habituales sobre la confidencialidad por razones de seguridad del Estado. <br /><br />Y así hasta hoy. No se ha divulgado cuanto expresó ministerialmente el personaje de mayor relevancia ejecutiva durante el sexenio que siguió a la barbarie política a lo largo de 1993 y 1994. Es uno de los tantos misterios que sólo son accesibles para los cancerberos del establishment cuya misión principal no es proveer justicia sino “proteger” a las instituciones, sobre todo la presidencial, aun cuando con ello se violente el interés colectivo. Salta a la vista, por supuesto, el espíritu democrático. <br /><br />Otro apunte: tampoco después de la salida de Zedillo avanzaron las pesquisas como señal inequívoca de la complacencia entre los protagonistas de la transición hacia la primera alternancia. Luego de los publicitados encuentros entre Felipe Calderón y el gran simulador, digo el señor Zedillo, no me queda duda alguna acerca de cuáles son los compromisos signados a favor del segundo, entre otros, claro, el mantenimiento de los candados sobre cuanto deviene del crimen que modificó el perfil histórico del país y cuya consumación se dio, al día de hoy, hace tres lustros exactos; dos sexenios completos, más tres años más, bajo cuatro distintos mandatarios, dos priístas, registrando a Carlos Salinas amen del mencionado Zedillo, y dos panistas, los señores Fox y Calderón. <br /><br />Ni uno solo de los titulares del Ejecutivo que han sido desde 1994 ha cumplido con la ética elemental y sólo uno, el último del listado, puede todavía modificar el esquema. Lo dudamos dada la atingencia con la que se ha acercado al beneficiario simulador con la canasta financiera en las manos. <br /><br />Los misterios van a la par con las dimensiones del bárbaro suceso enmarcado en las escenografías sinuosas, rudimentarias, y bajo la secuela de las “locuras solitarias”. <br /><br />Debate <br /><br /><br />Recuerdo lo que me dijo, en el penal de “alta seguridad” de Almoloya, hace nueve años –el 22 de marzo de 2002-, Mario Aburto, convertido en celebridad tras el asesinato de Colosio: <br /><br />--Mire, puede usted aplicar su imaginación como quiera y pensar lo que mejor le convenga. Yo ya le dije que no voy a declarar nada. <br /><br />Fue un momento de evidente tensión. Estábamos solos, en el cubículo número cinco, tras pasar diecisiete rejas con sus consiguientes cerrojos, él y yo. No era fácil digerir que al otro lado de la pequeña mesa de lámina me respondía, sin custodios –estos aguardaban en el pasillo contiguo-, el señalado como el asesino material de Colosio y actor, por tanto, del suceso político de mayor relevancia en la historia de México en la segunda mitad del siglo XX. <br /><br />Dos veces me repitió: <br /><br />--Soy sólo un chivo expiatorio pero no voy a hablar más. (“Confidencias Peligrosas”, Océano, 2002). <br /><br />Y hasta recurrió, porque según expresó el encierro le impulsaba a liberar su espíritu, a uno de los grandes pensadores universales: <br /><br />--Como dijo Confucio: “habla bien de ti y nadie te creerá; habla mal y todos aceptarán”. <br /><br />Con esta sentencia como escudo, evasivo, expresó que no quería hablar conmigo... y se mantuvo dialogando con este columnista por espacio de más de media hora. Cuando, al fin nos despedimos, volví a la carga: <br /><br />--¿Qué hay detrás de todo esto, Mario? <br /><br />--Ya le dije mucho, ¿no? <br /><br />Y se incorporó con aire de felino herido, con la mirada escrutadora que jamás se detuvo en la mía, eludiéndola siempre, como si su desgana se reflejara en su otear frío, pretendiendo no ser expresivo aunque, por supuesto, su lenguaje corporal dijera otra cosa: bastante más que el odio concentrado. Lo recuerdo bien. Caigo en cuenta que, muy en el fondo, aun disfrutando su posición relevante –los carceleros le dicen, a cada rato, “recuerda que tú eres Mario Aburto”, para subrayar su importancia en el conglomerado de reos sin futuro aparente-, jamás aceptó la versión del asesino solitario que cerró el expediente judicial. Al contrario, rendido en su propio silencio, no claudicó, un solo instante, en acentuar que, desde luego, a él simplemente le habían usado. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Por curioso lo señalo. En 1994, el grupo terrorista ETA proyectó asestar golpes espectaculares contra la incipiente democracia española y fue reuniendo jugosos botines para financiarlos. Precisamente, en ese mismo año, la barbarie política cobró a sus más relevantes víctimas modificando el perfil histórico de México al tiempo que se daba, sin ser reconocida oficialmente, la llegada de una célula de ETA a nuestro país desde la insubordinación neozapatista. <br /><br />Y en 1995, ETA, con amplios recursos –es obvio que gracias a la extensión de sus coberturas-, disparó sus hechos criminales incluyendo el atentado contra el entonces líder de la oposición, José María Aznar, y el plan fallido para asesinar, en el verano del mismo año en Palma de Mallorca, al Rey Juan Carlos de Borbón. No se olvide que se trató de una época marcada por los escándalos de los GAL –los grupos extremistas en apariencia tolerados y hasta protegidos por el gobierno socialista de Felipe González y destinados a ejecutar a los terroristas con sus mismas armas-, y la recuperación de la derecha que se haría efectiva en 1996 con el inicio de la presidencia de Aznar. ¿Sólo casualidades? <br /><br />Cada que repasamos los hechos sucintos encontramos más paralelismos entre el terrorismo, el narcotráfico y algunos subversivos. <br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Semanas después de finiquitar su gestión como gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, enfrentado a Manuel Camacho Solís sobre los escenarios del crimen de Lomas Taurinas, debió defenderse de diversas versiones, algunas de ellas generadas en el célebre New York Times, que le acusaban por mantener relaciones con algunos capos. Para el efecto creó una pormenorizada carpeta exponiendo la superficialidad de las acusaciones. En ese contexto, me atreví a deslizarle una pregunta: <br /><br />--Como gobernador y amigo que fuiste de Colosio, ¿nunca preguntaste al presidente Carlos Salinas quién pudo fraguar el magnicidio? <br /><br />--Sí. Lo hice. Y alguna vez me deslizó un nombre: Ricardo Canavatti Tafich (años después este personaje sería alcalde de Monterrey) primo hermano de Bitar Tafich, uno de los principales cabecillas del “Cártel de Juárez”, el tercero en liza. <br /><br />Desde luego, Beltrones tenía motivos de rencor contra Canavatti: él fue quien orquestó, aprovechando a algunos contactos familiares, la campaña del New York Times. <br /><br />Lo recuerdo porque ahora, dentro del “nuevo” PRI, Canavatti y Beltrones ya hasta comparten la mesa. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.corafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-83029942168786653712011-02-20T14:41:00.000-08:002011-02-20T14:44:12.809-08:00AUTONOMÍA O SOBERANÍADesafío Publicación: LUNES 21 DE FEBRERO DE 2011 <br /><br /> *Autonomía o Soberanía <br /><br /> *Motivaciones Ocultas <br /><br /> *Chantaje Presidencial <br /><br /> Por Rafael Loret de Mola <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - - - - <br /><br /> <br /><br /> Si en México fuera real la autonomía entre los poderes de la Unión, y las interrelaciones institucionales no dependieran de los chantajes mutuos y sostenidos entre los actores políticos de distintas filiaciones partidistas, hace tiempo que el mandatario Felipe Calderón habría sido citado por el Congreso con el propósito de que informase sobre algunas decisiones y acuerdos tomados por éste sin conocimiento de los legisladores en asuntos de la competencia de éstos, como los referidos a la política exterior del país cuya regulación depende del Senado. <br /><br /> En el reciente escándalo proveniente de Francia para exigir la liberación de una mujer que en México ha sido sentenciada como secuestradora –un delito que inflama la sensibilidad general por tanto dolor inferido a las víctimas y a quienes velan por ellas-, trascendió un punto que, desde luego, ha sido grotescamente minimizado: el presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibió la promesa de Calderón de que la señora en cuestión, Florence Cassez, sería liberada. Y, por tanto, como muestra de buena voluntad, Sarkozy tuvo la ocurrencia de dedicar el presente año, en su país, a la exaltación cultural y artística de México acaso para compensar con ello a su par por los efectos jurídicos internos de la excarcelación. <br /><br /> De haber sido así, como explican los funcionarios franceses, Felipe Calderón sería responsable de varias conductas política y jurídicamente incorrectas. Primero, en la perspectiva diplomática, al engañar a un mandatario extranjero, además uno de los más influyentes del mundo, brindándole una promesa a sabiendas de que no sería cumplida y exhibiéndose, por tanto, como un elemento no confiable, sin palabra, lo que en los foros institucionales descalifica y hunde. <br /><br /> Pero, además, el desplante calderonista habría puesto en jaque a los otros poderes de la Unión en condiciones de supeditación, de facto, al Ejecutivo. Con ello, los jueces tendrían derecho a querellarse contra el atropello y los legisladores deberían proceder a deslindarse de lo acordado por el mandatario mexicano, fincándole responsabilidades por causas graves –es decir, el sometimiento a una soberanía ajena contra la dignidad nacional-, lo que le colocaría incluso ante la posibilidad de dimitir al cargo que ostenta. (Al presidente de la República sólo puede reconvenírsele por causas graves o traición a la patria lo que otorga al Legislativo condición de poder superior por cuanto representa y aglutina a la soberanía popular). <br /><br /> Vamos a más. Si en México la diplomacia se ejerciera dignamente, y no bajo el vasallaje de los fuertes, no sería tolerable, de modo alguno, que las potencias condicionaran unilateralmente a los mexicanos sin reacción similar por parte de nuestro sumiso gobierno. Dos episodios recientes, ya bajo la férula de la derecha, nos plantean los daños infringidos y tolerados al honor nacional: la imposición de cuotas más altas y de un fichaje electrónico a los mexicanos que se introducen al territorio estadounidense y la decisión del gobierno canadiense de exigir visas a los mexicanos desde 2009. En uno y otro caso, nuestro gobierno bajó la cabeza lastimosamente. <br /><br /> En cuanto a la nueva carga ofensiva por parte de las autoridades de Estados Unidos, con la supuesta justificación de proteger sus fronteras luego de los atentados terroristas de septiembre de 2001, trascendió, por letra del ex embajador estadounidense en México, Jeffrey Dabidow –“El Oso y el Puerco Espín”, Grijalbo, 2003-, que una de las reacciones de nuestro singular gobierno se dio por iniciativa del entonces Canciller, Jorge Castañeda Gutman –quien ahora se pretende irreprochable para medrar entre la socialité-, y consistía en arengar, aprovechando la tradicional ceremonia del Grito en Palacio Nacional, en pro de las víctimas de Nueva York como un rasgo de solidaridad. Y fue el embajador Davidow quien oprtó por disuadir a los altos funcionarios mexicanos considerando las tremendas cargas históricas que ello supondría. Cuando la lacayunería no tiene límites no puede hablarse de soberanía. <br /><br /> Respecto a la prepotente imposición canadiense, nuestro gobierno se limitó a protestar tímidamente durante un periplo del mandatario Calderón por las tierras de las hojas de maple. Fue hasta allí, sometiéndose de hecho a las nuevas reglas, arguyendo que para los mexicanos era prioritario conservar la buena disposición de nuestros “socios comerciales” y, además, las nutrientes del turismo. No lo dijo pero estableció que estábamos en evidente desventaja porque no podíamos siquiera resarcirnos de la ofensa. <br /><br /> Esto es: ni pizca de reciprocidad, con la cabeza baja, perdimos la solvencia moral y política para exigir respeto a nuestra soberanía. De todos los males infringidos a los mexicanos, éste, sin duda alguna, es el de mayor costo por cuanto significa el sometimiento irrestricto a la voluntad discrecional de los fuertes. ¿No se tipifica así la traición a la patria? <br /><br /> Por eso ahora cualquiera, y por cualquier asunto, le falta al respeto a México y cuanto representa. <br /><br /> Debate <br /><br /> Calderón presenta como rasgo de dignidad la réplica al gobierno francés, argumentando que en México, como en Francia, “los jueces son independientes”. Sólo le faltó expresar al embajador mexicano en Francia, Carlos de Icaza, lanzar vítores a la insurgencia judicial para situarla incluso muy por encima de la condición de autónoma que, según parece, no es suficiente. <br /><br /> Hagamos una breve crónica de dos sucesos que delinean la manera como los gobiernos de derecha actúan en los planos internacionales. En primer lugar, la posición de nuestro gobierno de no apoyar la invasión estadounidense a Irak en 2003, cuando la delegación mexicana desempeñaba la presidencia del Concejo de Seguridad de las Naciones unidas, elevó por un momento el nivel de la diplomacia subrayando la validez y vigencia de la Doctrina Estrada en donde anida el principio medular de autodeterminación de los pueblos. <br /><br /> Pese a ello, los costos fueron tremendos. El belicoso George Bush junior, entonces en la Casa Blanca, no perdonó el gesto y cerró las llaves de los auxilios financieros. Además, su distanciamiento notorio respecto a su par mexicano, Vicente Fox, obligó a éste a mantener una especie de cruzada para semblantear al norteamericano, forzarle a una sonrisa y expresarle, tácitamente, una suerte de perdón para regresar al punto de partida, es decir a una correlación casi incondicional... por parte de nuestro gobierno, claro. <br /><br /> Al respecto no puede soslayarse la versión del ex presidente Carlos Salinas en el sentido de que, contra lo percibido por la sociedad, la administración foxista sí se inclinó, en principio, a favor de las acciones de guerra en Medio Oriente y sólo después calculó que podría sacar provecho si se mantenía al margen acompañando a otros gobiernos, el de Francia sobre todo, que no accedieron a formar parte de los invasores. Los resultados, finalmente, fueron humillantes. <br /><br /> El segundo hecho lo tenemos más presente y es al que nos hemos venido refiriendo en los días recientes. Pareciera, sólo eso, que Calderón, quien ya se disfrazó de Madero para recordar la histórica “Marcha de la Lealtad” en 1913, ahora pretende rememorar histriónicamente al general Ignacio Zaragoza en el nicho de la patria erigido sobre los cerros de Loreto y Guadalupe: ¡duro contra los franchutes! Pero no es así porque, en principio, se sometió a la presión del francés Sarkozy y después lo dejó con un palmo de narices pretextando, solemnemente, su adhesión institucional al poder Judicial, autónomo que no independiente. <br /><br /> Nada más alejado de la realidad. La verdad pura y llana es que con este diferendo, ahora desbordado hasta el nivel del G-20, el señor Calderón protege, y sólo eso, a su incondicional secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, cuyos excesos en el proceso contra la señora Cassez brindó a ésta elementos suficientes para su defensa con soslayo de su presunta participación con la banda de secuestradores encabezada por su novio, Israel Vallarta. Todo lo demás es consecuencia. <br /><br /> El Reto <br /><br /> Si en México rigiera, en verdad, la soberanía popular, Felipe Calderón sería llamado a cuentas, no sólo en torno a las posibles secuelas de enfermedades crónicas –un tema que le enciende y le lleva incluso, según la versión de algunos de los involucrados, a intercambiar chantajes mutuos con relevantes actores políticos-, sino para demandarle acciones concretas para limitar a los miembros del gabinete desbordados, como Genaro García Luna ahora. No blindarlos, como hizo con Luis Téllez Kuenzler y Juan Molinar Horcasitas, sino someterlos al imperio de la justicia. ¿Acaso no tiene preeminencia la soberanía popular sobre la discrecionalidad presidencial? <br /><br /> Según trasciende, el mandatario de medio tiempo ha optado por manejar el látigo, esto es acorralando a quienes lo cuestionan, para iniciar la limpia de cara a la sucesión presidencial en 2012. En ausencia de liderazgos definidos –pensar que Santiago Creel tiene esta condición es una inmensa necedad-, la oficina de la Presidencia aprieta y estima que es indispensable recercar, una vez más, la exaltación al presidencialismo autoritario. Otra vez, y no sé cuántas han sido, retornamos al punto de partida. <br /><br /> La demagogia ramplona ya no aguanta un desplante más. <br /><br /> La Anécdota <br /><br /> Corría 1986 cuando el entonces presidente de la República, Miguel de la Madrid, llamó a dos de sus secretarios de Estado, Manuel Bartlett, de Gobernación, y Carlos Salinas, de Programación y Presupuesto, y les dijo: <br /><br /> --Uno de ustedes será el próximo presidente. Por eso les conmino a mostrarse como amigos, sin ataques soterrados, dejarse ver con sus esposas, para desactivar golpes bajos. <br /><br /> No obstante, igualmente trascendió que Bartlett, a cambio de su derrota en la justa presidencialista, hizo ver al mandatario y jefe suyo, De la Madrid, que contaba con información confidencial bastante como para asegurarse porvenir e impunidad... aunque no fuera señalado candidato. Y, por supuesto, se salió con la suya gracias al tremendo chantaje que se cernía sobre las preferencias y veleidades íntimas de quien ejercía el poder. <br /><br /> ¿No es suficiente lo anterior para imponer el interés público a la monserga de la vida privada intocable? <br /><br />- - - - - - - - - - - - - <br /><br />BLOG: www.rafaeloretdemola.blogspot.com <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.com <br /><br />- - - - - - - - - - - - - <br /><br /> <br /><br />Rafael Loret de Mola<br />Escritorrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-24012180837809473242011-02-06T07:21:00.001-08:002011-02-06T07:21:48.015-08:00CUARTO DE SIGLO. A LA MEMORIA DE MI PADREVeneno Puro PUBLICACIÓN: DOMINGO 6 DE FEBRERO DE 2011 <br /><br /> *Cuarto de Siglo <br /><br /> *Reina Impunidad <br /><br /> *Sobrina...al fin <br /><br /> Por Rafael Loret de Mola <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - - - <br /><br /> A la Memoria de Carlos Loret <br /><br /> de Mola Mediz, con una losa de <br /><br /> un cuarto de siglo de impunidad <br /><br /> - - - - - - - - - - - - - - - - <br /><br /> La impunidad mantuvo y extendió su reinado a partir de 2000, cuando tantas voces hablaron de cambio mientras negociaban una tranquila transición política en pro de la continuidad, bajo una derecha incapaz siquiera de honrar a sus propios muertos. Con esta dualidad, entre sus viejos reclamos y las nuevas justificaciones, quienes integran el régimen panista, extendido ya a más de una década en ausencia ostensible de resultados, optaron por festejar los fastos del bicentenario insurgente y del centenario revolucionario sólo insinuando señalamientos bizantinos, detrás de bambalinas siempre y sin sello oficial, para intentar raspar a los caudillos incómodos. Sólo eso, agobiados por las interrelaciones con las mafias que jamás habían avanzado tanto como ahora. <br /><br /> Hace poco más de un año, pregunté al diputado sinaloense, Manuel Clouthier Carrillo –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, si el expediente judicial sobre la muerte de su padre, el célebre “Maquío”, estaba cerrado pese a múltiples conjeturas y lagunas en la investigación. Y respondió: <br /><br /> --Nunca he dejado de tener sospechas, fundadas, sobre el supuesto accidente. <br /><br /> Sin embargo, veintiún años después de aquel suceso, y con diez años de panismo en el ejercicio presidencial, el gran icono de la derecha no ha sido redimido. La versión gubernamental, sellada hasta hoy como si los candados del tiempo fueran parte de las complicidades extendidas para no agitar las aguas, insiste en un fatal choque de su vehículo con un carguero, entre Culiacán y Mazatlán, a la altura del kilómetro 158 de la rúa México-Nogales. Con el ex candidato presidencial pereció también el entonces diputado Javier Calvo Manrique. Desde esa fatal jornada, la familia Clouthier guarda y repasa sus “dudas razonables”. Y no ha podido pasar de esta línea. <br /><br /> Fue notoria, eso sí, la precipitación con la que el vocero panista, nada menos Carlos Castillo Peraza quien después se convertiría en figura central e ideólogo relevante de su partido hasta 2000 cuando optó por alejarse meses antes de su muerte en Bonn, pretendió dar carpetazo a cualquier especulación sobre un posible atentado. Sin tener datos duros, Castillo sencillamente avaló la historia gubernamental, renunció a cualquier tipo de indagatoria y obviamente a denuncia alguna, para continuar su andar muy de cerca, siempre a la derecha, de Carlos Salinas. <br /><br /> No es el único caso, claro. Podríamos enlazar, en una suerte de hilo conductor para asomarnos al balcón de la impunidad, los “accidentes” claves en los que nadie cree por cuanto a las tortuosidades de los hechos y el nivel de las víctimas. Citemos algunos casos: José Ángel Conchello, José Luis “la calaca” González –muerto, en apariencia perseguido sobre una moto en las inmediaciones de Avándaro, cuando Marta Sahagún le había alejado definitivamente del club de amigos incondicionales-, Rubén Martín Huerta y Juan Camilo Mouriño. Para negociar, es mejor, desde luego, sostener las versiones oficiales que hablan de fatalidades inoportunas, crueles. Nada más. Porque cualquiera otra cosa atenta, aseguran, contra la estabilidad fundamentada en los arreglos soterrados con los grupos dominantes, igual ayer que hoy. <br /><br /> Y tal es la monserga que persiste. No hay poder decidido a pasar sobre las consignas, los prejuicios, los arreglos oscuros y los rastros ignominiosos de cuantos han ejercido el mando y protegieron sus espaldas al ungir a sus sucesores. Callan, distraen la mirada, se alzan de hombros... y se mantienen en los corrillos políticos al amparo del erario y la desvergüenza. Si hasta los genocidas pueden eludir la ley –tal el caso del anciano Luis Echeverría-, ¿qué puede esperarse de la justicia en la era de los gobiernos vulnerables, temerosos y paralizados? Cada que hago esta reflexión me subleva el pensamiento. Y me aterra no poder hacer más. <br /><br /> Dos de los hijos de “Maquío”, optaron por renunciar al PAN. Primero Tatiana, quien se alejó del partido que abanderó su padre por divergencias con la designación presidencialista de Manuel Espino Barrientos bajo la férula de los “demócratas” Fox; y después Manuel, el primogénito, más recientemente, apenas hace un año, para marcar distancias respecto a Felipe Calderón y su sectario combate a un sector del narcotráfico en el que no figuran los grandes “capos” sinaloenses encabezados por Joaquín “el chapo” Guzmán. Esto es, sin referentes al severo cuestionamiento sobre la posibilidad de una conjura criminal contra el “Maquío”. Él, claro, hubiera actuado de otro modo. <br /><br /> A la derecha, al parecer, le estorban sus propios héroes civiles. Son conciencias que pesan una barbaridad cuando llega la hora de compartir gobierno por encima de las ideologías, tal y como se ha dado con las alianzas turbias y la reciente declinación del candidato panista al gobierno de Guerrero, en medio de un lodazal siniestro, cinco días antes de una jornada electoral viciada de origen, dirimida entre dos priístas, uno de ello con disfraz. <br /><br /> Sin duda, la mayor víctima de la impunidad, a través de todos estos años, ha sido la democracia. <br /><br /> Mirador <br /><br /> Carlos Loret de Mola Mediz, mi padre, llevó siempre el periodismo como tejido vital. Para él la política fue un paréntesis efímero, de tres lustros en los que fue diputado, senador y gobernador de Yucatán, de manera consecutiva y sin pausa, sin que por ello perdiera su esencia. Aun en su condición de mandatario, se permitía, él mismo, redactar sus propios boletines de prensa, realizar enlaces radiofónicos y televisivos, conducir programas especiales en defensa de la soberanía yucateca –como cuando Echeverría pretendió privilegiar a su entenado David Gustavo Gutiérrez Ruiz, colocado como virrey de Quintana Roo- y responder, uno a uno, los “remitidos” –denuncias ciudadanas se llamarían ahora- del influyente Diario vernáculo. <br /><br /> Cuando el destino lo llevó a explorar la escarpada sierra de Guerrero, en febrero de 1986, viaje del que sólo regresó su cadáver, llevaba en el alma la convicción sobre una monumental traición desde el poder, protagonizada por el deplorable Miguel de la Madrid. Por ello –y ahora lo subrayo una vez más-, sostuvo reuniones que él consideró “claves” con algunos personajes de la época, entre ellos Javier García Paniagua y Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, intentando hacer presión sobre el mandatario para que corrigiera el rumbo sin consumar, como finalmente ocurrió, la entrega a una nueva secta de funcionarios, los neoliberales que abrieron de par en par las puertas de Los Pinos al capital del exterior y a sus aliados y prestanombres mexicanos. Luego llegaría la derecha a la casona presidencial. <br /><br /> Esa fue la circunstancia que marcó el abyecto crimen. Y todavía viven, con cinismo inaudito, algunos de los principales personajes de la trama: el ya mencionado De la Madrid, oscuro en su decrepitud, Emilio Gamboa, el entonces joven fundador de la “cofradía de la mano caída”, y el siniestro Manuel Bartlett, señor que fue de Bucareli, arrimado a la izquierda, a la que tanto igualmente afrentó –no se olvide 1988 y los asesinatos de 260 líderes sociales y políticos-, sin haber sido siquiera citado judicialmente para responder por lo que sucedió en “El Filo Mayor” sino también por el asesinato de Manuel Buendía dos años atrás, en 1984, del que igualmente pudo ser fragua. <br /><br /> Por desgracia, México sigue sitiado por la impudicia y la traición. Quizá por ello la impunidad reina sobre un conglomerado a veces manipulado, otras afrentado, que cae frecuentemente en el marasmo de la amnesia. Valga por ello este recordatorio, doloroso siempre para este columnista que, para su infortunio, no puede ni quiere ni debe olvidar. <br /><br /> Polémica <br /><br /> He alzado la voz decenas de veces y nadie ha querido escuchar. No han sostenido su palabra cuantos, en ejercicio de cargos públicos, ofrecieron reabrir los expedientes respectivos convencidos de que había bastante más que “dudas razonables” sobre la desaparición física de Don Carlos. Desde presidentes de la República –en especial, Salinas-, hasta procuradores y comisionados de derechos humanos. Al final, sólo fueron farsantes. <br /><br /> En lo personal me agobia, un cuarto de siglo después, no haber podido honrar la memoria del hombre a quien debo todo lo que soy, mi profesión y mi destino. Sigo con las manos vacías y eso eleva mi profunda desazón por tantos inútiles empeños. Debí haber hecho más, lo admito, pero las puertas jamás se abrieron. Menos mal que otros, desde la lucha civil, lo han logrado siquiera para atemperar la ominosa injusticia de las ausencias que, paradójicamente, son presencias permanentes en nuestras conciencias. <br /><br /> Todavía no puedo mitigar mi sed de justicia. Pero todavía estoy aquí, ante el teclado que es extensión del espíritu. Cuando menos, miles de lectores y muchos más mexicanos no creyeron ni creen en la vergonzosa falacia del “accidente”. Les pido a los míos, a quienes están cerca y también a los que se han alejado, no olvidar. Tal es nuestro deber de conciencia. <br /><br /> Por las Alcobas <br /><br /> El último desplante lo sufrí hace unos meses. En Mérida, capital yucateca con personalidad propia, abundan calles, parques y hasta urbanizaciones que ostentan nombres de fraccionadores y hasta de donadores millonarios apoyados por las jerarquías políticas y religiosas. Y por allí hay una calle que eleva al cacique extinto, Cervera, a un nicho injustificado. Su sobrina, la gobernadora Ivonne Ortega, se refugia en él como extensión de una pequeña tiranía que será repudiada por la historia. <br /><br /> Le dije a la mandataria que ya era de cerrar heridas, subsanar politiquerías e integrar a todas las corrientes de pensamiento al núcleo fuerte del yucatanismo. Que era justo honrar la memoria de Don Carlos a quien hasta sus adversarios le reconocen como el mejor gobernador de la entidad. Y me aseguró que así sería. Pero, claro, nada hizo. Es la sobrina y al estatus reflejo se debe. Pero, como el cacique, pasará... y quien esto escribe mantendrá su trinchera. <br /><br />- - - - - - - - - - - - - <br /><br />BLOG: www.rafaelloretdemola.blogspot.com <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.com <br /><br />- - - - - - - - - - - - - <br /><br /> <br /><br />Rafael Loret de Mola<br />Escritorrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-69381873633460793212011-02-03T10:05:00.001-08:002011-02-03T10:05:57.297-08:00Las lecciones de GuerreroPorRafael LORET DE MOLAjueves, 03 de febrero de 2011 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa La sacudida de Guerrero, sin duda, mostró la vulnerabilidad no sólo de los actores políticos sino igualmente la de los partidos empeñados en sostener la ambigüedad, sobre todo ideológica, con tal de llevar agua al molino en donde confluyen todos los sectarismos. En esta línea cabe anotar que el único partido resistente a la cooptación de militantes de otras filiaciones es el PRI y además del cual quienes salen no regresan. Acaso ello se deba a que, por la “costumbre del poder”, su capacidad de maniobra es infinitamente mayor a la de sus adversarios, incluido el PAN, gobernante en los fueros federales desde hace ya más de una década. <br />De allí el planteo absurdo sobre una hipotética “alianza” entre el partido en el poder presidencial, el PAN, y el que se dijo atropellado por la usurpación de Felipe Calderón en 2006, el PRD. En cierto modo sería más coherente para la izquierda, siguiendo su discurso, unirse al PRI para derrocar a una derecha facciosa que extendió los vicios arteros del establishment en lugar de ofrecer el cambio estructural prometido. Los gobernantes panistas, por decir lo menos, han sido los mayores embusteros de la historia y este estigma no se borra ni con las dotes manipuladoras de sus cabilderos importados. El remedio, entonces, resultó peor a la enfermedad. <br /><br />En entorno así cualquiera se anima a presentarse como la solución a mano. Comentamos en días anteriores que, por ejemplo, Cuauhtémoc Cárdenas, tres veces candidato presidencial y una más precandidato, no se molesta cuando escucha los “cantos de sirena” sobre sus posibilidades a futuro; ello, claro, como efecto de la buena acogida, entre intelectuales y hasta empresarios cansados de los revoltijos políticos, a su autobiográfico ensayo, “Sobre mis Pasos”, cuya salida coincidió con la del nuevo mamotreto verde de Salinas cuyo grosor acapara los anaqueles, de las tiendas departamentales en donde es socio sobre todo, y no deja nada en la memoria salvo las ramplonas “justificaciones” a posteriori. <br /><br />Cárdenas dice que no la anda buscando –la presidencia-, pero enseguida se dice dispuesto a abrir mentes y perspectivas si, en algún momento, las condiciones le favorecen. El punto medio exacto entre el sí y el no, como cuando la moneda está en el aire, surcando horizontes y hollando ánimos. Desde luego, como se encuentra el PRD en esta hora dramática, no son muchas las opciones para construir verdaderos liderazgos. Y Cuauhtémoc, sin duda, tiene el perfil para ello aunque arrastre ya, sin remedio, casi setenta y siete años de existencia. (El “viejo”, Adolfo Ruiz Cortines, contaba con sesenta y dos cuando le fue colocada la banda tricolor en diciembre de 1952. ¡Y cómo le pesó la edad ante sus quisquillosos gobernados!) <br /><br />Al mismo tiempo, los panistas andan a la desesperada. No les basta, al parecer, con cuatro secretarios de Estado, un senador, una diputada –la única mujer que figura entre los postulantes de los tres partidos con verdadera representatividad y posibilidades de ganar-, y hasta con un externo que ahora coquetea, sin recato, con el señor Calderón, el ex rector Juan Ramón de la Fuente, hasta hace un año visto como alternativa... de izquierda. No. Otros tienen su “corazoncito” entre los gobernadores que se consideran a sí mismos enviados de la divinidad. <br /><br />El primero que pretendió sacar la cara, con muy poco éxito y escaso andar, fue el guanajuatense Juan Manuel Oliva Ramírez, al amparo del influyente “yunque” ultraderechista. Pero, insisto, no le alcanzó el aire ni para llegar a la primera escala. Concentrado en los enredos regionales acabó por perder la conexión con la realidad al grado de que los controles internos se le fueron de las manos y carece, ahora mismo, de posibilidades reales siquiera para asegurarse una sucesión cómoda. Quienes más despuntan como posibles precandidatos a tomar el relevo no se hicieron a su sombra sino fuera y hasta en contra de ella: el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, y el senador sanmiguelense Luis Alberto Villarreal García, el clásico seductor en campaña. <br /><br />Otro mandatario ambicioso –lo ha sido siempre, incluso cuando rebasó al priísta Arturo Zamora en una contienda viciada por acusaciones sobre vínculos con el narcotráfico que nunca fueron probadas, mucho menos al perderse el interés electoral-, el de Jalisco, Emilio González Márquez, de plano se suelta a través de mensajes publicitarios con formatos similares a los del avanzado mexiquense Peña Nieto. Y ello, a despecho, de sus recientes escándalos por alcoholismo –dicen que, cuando menos, el despacho presidencial ya está debidamente avituallado para el caso-, sus desplantes sectarios y su sustantiva pérdida de apoyos entre un electorado hastiado de cuentistas. <br /><br />Y ya surge un tercer mandatario en lisa: el flamante gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, cuyos “fans” mantienen una cruzada cibernética en la que presentan a su “gallo” con más espolones que los más pintados, proponiéndolo como un casi nuevo mesías... digo, para que Andrés Manuel no se quede solo en el Olimpo de los “elegidos” por propio convencimiento. Lo curioso es que el personaje apenas tiene tres días de despacho gubernamental y ya quiere separarse del cargo para ir hacia la candidatura grande. Los poblanos se convirtieron sólo en plataforma. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Por fortuna, no soy priísta. Si lo fuera, en una hipótesis muy lejana de mis convicciones, al primero que le pediría cuentas de sus actos, contrarios a la fidelidad partidista, sería al doctor Ernesto Zedillo, a quien he llamado “el gran simulador”: fue, sin duda, el candidato menos carismático de cuantos han pululado por los campos de la demagogia y, sin embargo, es el mexicano, hasta ahora, más votado de la historia al lograr aglutinar más de diecisiete millones de sufragios sobre el rastro sangriento de Lomas Taurinas. <br /><br />No nos confundamos. Los panistas de cepa arguyen que debe reconocerse a Zedillo como un impulsor de la democracia por haber garantizado una transición ordenada, sin sobresaltos ni violencia, en el 2000. Y, desee luego, no debe escatimarse el hecho de que las elecciones de ese año han sido acaso las menos impugnadas de cuantas hemos atestiguado aun cuando en no pocos miembros del Institucional quedó la idea de que se había consumado una elección de estado “al revés”, esto es para favorecer a la derecha. <br /><br />Insisto: la responsabilidad de Zedillo no se circunscribe a la jornada comicial ni a la posterior transmisión del Ejecutivo, hechos con los que aseguró el cobijo de la impunidad respaldado por la administración federal sucesora, la de los Fox, sino parte del allanamiento de la ruta a Acción Nacional asfixiando a las cartas del PRI, lanzando a un candidato displicente, Francisco Labastida, limitando los financiamientos a la campaña de éste a mansalva y negociando la alternancia, con descaro, en la Casa Blanca, para garantizar con ella el “desmantelamiento” de las células subversivas en crecida... tras la irrupción del EZLN y el magnicidio de Colosio. <br /><br />Por ello le califiqué, en su momento, como el gran simulador, precisamente por su propensión aguda a disfrazar intenciones presentándose como ajeno a los grandes escándalos políticos por él prohijados. ¿O acaso el clamor por el cambio, bandera de Fox, no fue espejo de las desviaciones y corruptelas del régimen zedillistan incapaz, además, de paliar la depauperación del colectivo en alza? No olvidemos lo obvio, por favor. <br /><br />Pues bien, con estos antecedentes, ¿cuenta Zedillo con autoridad moral para considerar y gritar “vamos a ganar”en el 2012? Pero, ¿quiénes? Algunos leyeron en este desfogue de banqueta un refrendo priísta; pero, ¿no está Zedillo más cerca de la derecha –lo ha estado de Calderón- que de cualquiera otra causa? <br /><br />Reitero: de ser priísta alzaría mi voz para exigir la expulsión de este personaje, tal y como sucedió con Elba Esther Gordillo en julio de 2006. Como no lo soy, dejo constancia de los daños colaterales que sufrirá el PRI, sin remedio, por efecto de sus propias indefiniciones. Cuando los márgenes de ventaja no son muy amplios, basta un error para el colapso. Veremos. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Sin duda, pervive la gran puja entre Zedillo y Salinas. ¿Quién es peor? Alguna vez me planteó el dilema, en Saltillo, Enrique Martínez, ex gobernador de Coahuila y hoy coordinador priísta en el Estado de México, muy cerca de Enrique Peña. Le pedí que él respondiera, en razón a mi distancia respecto al priísmo, y señaló a Salinas. Esto es, se quedó con Zedillo de quien se sentía más cerca. <br /><br />De allí el curso de los acontecimientos. Salinas no ocultó su simpatía por los Fox, con quienes intercambió opiniones cada que se las pidieron, y Zedillo, abiertamente, se ha dejado querer y ver con Calderón en una fragua constante para delinear el continuismo institucional sin distingo de partidos ni emblemas. En el fondo, para muchos, la sucesión en 2012 tendrá, sin remedio, el sello de uno de estos ex mandatarios, priístas en esencia pero mutantes cuando conviene a los intereses corporativos. <br /><br />Por ello, no sólo el aspirante priísta, Peña, como se dice, busca el calor de los ex mandatarios de la misma filiación; también se acercan al fuego los panistas ansiosos de merecer la unción, igualmente, por parte de “su” presidente, el más faccioso de cuantos han vivido en Los Pinos. Ya veremos los resultados al final. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Calderón, en su madura crisis de personalidad, ahora se inclina por los chascarrillos a la manera de Fox. Dijo, recientemente que en Acapulco, en donde antes se ofrecía “agua de coco” ahora se vende “coca”, como si fuera sólo cuestión de género, en femenino. <br /><br />Siguiendo esta línea, el zar antidrogas estadounidense, Gil Kerlikowske, asumió un papel protagónico, en plan propositivo de alto nivel, al sugerir que los cárteles deben ser llamados de otra manera: “empresas criminales multifacéticos”. ¿O las llamamos “ecrimul” para simplificar? Propongo a los lectores que anoten algunas sugerencias al respecto para rebautizar a los grupos facinerosos notables. Es importante. Recuerden que es la ÚNICA aportación del conocido “zar” y de su gobierno para el combate a las drogas. Además, de los discursos, claro. <br /><br />E-mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-58479220488246937832011-01-26T10:46:00.001-08:002011-01-26T10:46:50.795-08:00CONFLICTOS DE INTERESESDesafío Publicación: MIÉRCOLES 26 DE ENERO DE 2011 <br /><br /> *Conflictos de Intereses <br /><br /> *Democracia Cuestionada <br /><br /> *¿Y si no Fuera del PAN? <br /><br /> Por Rafael Loret de Mola <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - - - <br /><br /> <br /><br /> En 2010 la estratagema de las alianzas turbias, exitosas en tres de las cinco entidades en donde se experimentaron –Oaxaca, Puebla y Sinaloa-, anunció el abierto combate del gobernante PAN y el izquierdista PRD contra el PRI, considerado éste como confluencia de todas las mafias. Sin embargo, también panistas y perredistas han fincado cacicazgos regionales –como en Guanajuato y Michoacán- y desarrollado estructuras proselitistas con esquemas copiados al carbón de cuanto se hizo en el llamado “viejo” régimen –digamos en el Distrito Federal-. <br /><br /> En 2011, pese al antecedente, sólo en una entidad, Nayarit, en donde hace seis años se dio nueva alternancia ahora a favor del PRI, ha sido factible integrar una coalición electoral tras la compleja fusión de derecha e izquierda, incomprensible históricamente y sólo justificable como un recurso de supervivencia ante la imposibilidad de cada uno de los partidos aliados para andar y ganar por sí solos. A casi once años de la primera victoria nacional del PAN y a casi cinco de la segunda, el partido gobernante no fue capaz de ampliar su oferta política global, esto es por todo el territorio nacional, lo que le llevó a tomarle de la mano, como novia despechada, a la oposición más alejada de los ejes conceptuales del panismo original. <br /><br /> A su vez, el PRD no logra resolver una disyuntiva de fondo: ¿es preferible apoyar al partido que, amafiado, usurpó la Presidencia en 2006 con la izquierda como gran damnificada, para evitar el retorno del PRI, el partido del cual se escindieron, y en donde fueron formados, numerosos de los operadores sobresalientes de su dirigencia? Así planteado la tendencia aliancista, reducida al mínimo en la perspectiva actual, más parece confluencia de berrinches circunstanciales y rencores enfermizos; y si se quiere, igualmente de fundados temores a no contar con armas políticas suficientes para evitar, tras el presunto retorno del PRI a Los Pinos, una nueva y prolongada hegemonía, o dictadura, con los basamentos de los mismos, arraigados, grupos de presión. <br /><br /> Las ideologías están por los suelos. Y si es así, ¿cómo puede esperarse que la ciudadanía, la no comprometida con alguna causa partidista, reaccione validando, de nueva cuenta, a una democracia tramposa per se? Porque, sin duda, detrás de las mascaradas y de las alianzas turbias no anida un propósito evolutivo sino, nada más, el capricho sectario evidenciado por dos hechos incontrovertibles: el PAN, aun con el ejercicio del poder, no deja de ser minoritario; y el PRD, más allá de convocatorias callejeras ruidosas, no es capaz de mantener la menor coherencia por la desesperación de ir perdiendo sus limitadas coberturas. Tales hipótesis, en sí, devienen, por tanto, de sonoros fracasos. <br /><br /> El PRI, por su parte, peca de soberbia. En 2010 perdió tres gubernaturas de gran importancia para el contexto nacional y recuperó otras tres de menores alcances en cuanto a número de electores. Mantuvo, por tanto, la correlación de diecinueve gobiernos estatales bajo su control contra doce, incluyendo el gran Distrito Federal, en manos de sus rivales. Con ello, claro, se evidencia que un fraude potencial, como el que alega el PRD se cometió contra su causa hace un lustro, es imposible en la praxis porque la mayor parte de las entidades federales y sus órganos de representación política e incluso electoral están dentro de los fueros priístas. <br /><br /> Como se estima, eso sí, que los sufragios habrán de radicalizarse, esta vez entre el PRI y el PAN contra cualquier posibilidad de un viraje radical hacia la izquierda como se intuyó y boicoteó en 2006, el peso estructural del partido que mantiene exclusiva sobre los colores patrios será definitorio, sin duda, para atajar las fórmulas alquimistas, por demás sofisticadas, que pretenda instrumentar el gobierno central con uso de la parafernalia presidencial. <br /><br /> Todo ello sin menoscabo de la nueva actitud del mandatario en funciones, Felipe Calderón, quien, de plano, asegura a sus cercanos colaboradores y a cuantos mantienen con él la fuerza de la institución presidencial –también en las interrelaciones con los mandos castrenses y el Almirantazgo-, que él se encargará de evitar, a como dé lugar, la posible derrota de su partido en 2012. Esto es, como si se tratara de una especie de advertencia, con el país convertido en rehén de la guerra contra la delincuencia organizada, considerando al PAN y a quien sea su abanderado, de antemano, la única carta responsable para el futuro. Un discurso similar al del viejo priísmo en el campo del neopanismo en el linde entre la falacia y la parodia. <br /><br /> A través de los últimos doce meses, cuando la carrera sucesoria inició de facto, no han cambiado las condiciones del país ni las percepciones de una sociedad atenaceada por la demagogia; se han modificado, sí, incluso de modo dramático, las actitudes de los protagonistas, unos porque temen convertirse en pasto de vendettas a futuro y otros porque, sencillamente, requieren del poder, de todo el poder, para respirar. Esta es la coyuntura mientras el conglomerado se plantea si vale la pena o no acudir a las urnas. <br /><br /> Debate <br /><br /> Veamos cuáles son los propósitos de los protagonistas vigentes, todavía, en el gran escenario político del presente. Primero, desde los corrillos del poder central: <br /><br /> A).- Está claro que para Felipe Calderón, a través de este 2011, el único proyecto válido es el del continuismo. Aun si llegase el caso de un traspié hacia dentro del PAN y no pudiese hacerse de la candidatura de este partido alguno de sus entenados, el abanderado requerirá del apoyo de la casa presidencial como oxígeno vital para aguantar el denso y largo proceso. A trueque de ello, por supuesto, se vertería la impunidad sobre cuantos han resultado afectados por los escándalos a través del régimen calderonista. Por lo mismo, claro, el cuestionado Juan Molinar Horcasitas, ex secretario de Comunicaciones y Transportes vapuleado por denuncias sobre negligencias criminales, fue colocado como coordinador político del PAN, listo a incursionar en la campaña nacional inminente. <br /><br /> Dos años atrás, en 2009, acaso Calderón llegó a suponer, como salida de escape, la viabilidad de una nueva alternancia, con retorno priísta, ante la evidencia de su propia y notoria vulnerabilidad. Como no parecía capaz de gobernar per se, oteó hacia otras posibilidades con tal de protegerse a futuro. Poco después se dio cuenta de que el cálculo no le garantizaba salvamento alguno y optó por cerrar filas. Ahora, claro, se siente bastante más fuerte aunque mantenga temores sobre destino y reacomodo. Porque es evidente su responsabilidad en cuanto a los abusos de poder prohijados en las respuestas violentas entre las mafias enconadas. <br /><br /> B).- Si el PAN debió esperar más de sesenta años para conquistar el poder presidencial, es obvio que no tiene más prioridad que conservarlo sin importar costos, incluyendo los derivados de la traición a la democracia. Cualquiera cosa factible, digo, para asegurar la continuidad; otra cosa, lo saben bien, sería catastrófico por cuanto deviene de las facturas pendientes, sobre todo políticas, con cargo a los mandatarios negligentes, tibios y más bien amordazados. <br /><br /> Contra el propósito panista de mantenerse en la Presidencia obra la ausencia de liderazgos y el escaso prestigio y posicionamiento nacional de sus postulantes. El optimismo lo mantienen a la vista de las comparaciones y las mediciones respecto al arranque de las justas de 2000 y 2006 cuando sus abanderados partieron con desventajas en los momios trepándose al carro vencedor por obra y gracia de los empeñosos cabilderos del exterior, sobre todo españoles, expertos en campañas negras e inducciones tendenciosas. <br /><br /> El Reto <br /><br /> En cuanto a las otras opciones de gobierno se abren dos grandes expectativas: <br /><br /> 1.- Para el PRD lo primordial es no ser arrollado. Esto es: luego de la experiencia traumática de 2006, en una elección presidencial en la que, pese a todo, obtuvo el mayor aval ciudadano del historial de la izquierda, no parece tener capacidad para reponerse al corto plazo superando los amagos cismáticos. Se antoja que la pretendida “candidatura de unidad” es sólo referente demagógico para tratar de evitar fugas mayores de militantes frustrados. <br /><br /> Insisto en que el fundamento toral del perredismo es avizorar el 2018 en otras condiciones y, siempre y cuando, puedan sostenerse en planos relevantes, con una buena representación en el Legislativo y algunas gubernaturas –en este segundo renglón van a la baja-. <br /><br /> 2.- Para el PRI las cosas parecen rodar mejor aun con la resistencia de no pocos mexicanos –si se sumaran en un solo bando podrían ser mayoría-, a dar marcha hacia atrás en lo que sería el “triunfo de la anti-historia”, esto es la validación de la dictadura precedente porque las alternativas fueron peores. No obstante debe considerarse que, como nunca antes, los priístas han sido capaces de no pelearse por la dirigencia nacional, ya en manos del coahuilense Humberto Moreira Valdés, y lo mismo sucederá, casi seguramente, respecto a la candidatura presidencial. Enrique Peña Nieto no tiene quien le haga sombra entre sus correligionarios. <br /><br /> Moreira, incluso, contra las viejas costumbres, amplía convocatorias hacia aquellos resentidos que, en fuga, arribaron a otros partidos. Y ello delinea su postura de sumar –así sea también a la poderosa “maestra”, Elba Esther Gordillo, casi su madrina-, y de dirigir el timón... sin cometer más errores. Habremos de esperar. <br /><br /> La Anécdota <br /><br /> A Moreira, cuando despachaba en el Palacio de Gobierno de Coahuila, en su entrañable Saltillo, le pregunté a quemarropa: <br /><br /> --Si fuera Calderón priísta, ¿actuaría con él en lamisca forma? –esto es, con constantes desplantes y provocaciones-. <br /><br /> --Por supuesto que no. Ni siquiera me lo plantearía. Además, un presidente correligionario no marginaría, en cuanto a auxilios presupuestarios, a mi estado. <br /><br /> Las reglas de la nueva doctrina en el inicio del retorno de los brujos. <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - - <br /><br />BLOG: www.rafaelloretdemola.blogspot.com <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.com <br /><br />- - - - - - - - - - - - - - -rafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-121308151932377532011-01-24T14:45:00.001-08:002011-01-24T14:45:54.652-08:00LUJAMBIO CON BROZOdesafío<br /> editorial PorRedacción / EL MEXICANOlunes, 24 de enero de 2011 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa En este México nuestro tan peculiar, folklórico para algunos y lúdico hasta para jugar con la muerte, no es extraño que el titular de Educación Pública, quien despacha en el sillón que fue de Vasconcelos, el maestro de América y gran novelista de la Revolución –cualidad ésta superior a los juicios arcaicos que le exhiben como reaccionario-, escoja el foro televisivo de mayor raigambre cultural para proponerse “presidenciable” en aras de sus propias apetencias políticas. <br />Lo merece, caramba, después del atinado manejo de los fondos destinados a las fiestas del bicentenario insurgente, y en menor grado del centenario de “la bola” ante la cual los miembros del PAN son más bien remisos, sobre los que ni siquiera se ha intentado una mínima auditoría. Todavía esperamos la “torre” prometida en lenta, lentísima construcción a las puertas de Chapultepec y del Castillo desde gobernaron el autócrata Porfirio Díaz y el enajenado barbado de Miramar. Claroscuros siempre; cortinas de humo, también. <br /><br />Hace unos días, Alonso Lujambio Irazábal, licenciado en Ciencias Sociales egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y candidato a doctor por la Universidad de Yale en Ciencia Política, neopanista puesto que apenas se afilió al PAN en junio de 2009, esto es dos meses después de ser situado al frente de la SEP a la salida de esta dependencia de la también “presidenciable” Josefina Vázquez Mota, acudió a Televisa, claro, fuente de inspiración mediática, para responder, en esencia, a los señalamientos del priista y profesor Humberto Moreira Valdés sobre los rezagos educativos... evidentes. <br /><br />Y lo hizo, desde luego, en el reverenciado plató del célebre Brozo, el payaso tenebroso, célebre por haber desnudado y avergonzado nacionalmente al lópezobradorista René Bejarano, llamado desde entonces “el señor de las ligas” y vídeofilmado en flagrancia cuando recibía un monumental embute de manos del argentino Carlos Ahumada. El histrión, por supuesto, esmeró sus dotes para iniciar la propaganda del funcionario tratando de exaltar, cuidadosamente, los veneros de la seducción colectiva. Y Lujambio, por supuesto, se condujo como pez en el agua, siguiendo las lecciones del “gran seductor en campaña”. <br /><br />En los preámbulos de su estimulante y culta comparecencia ante las cámaras de televisión, Lujambio se dio espacio para llamar a Moreira “protagonista cavernario”, “mentiroso” además, por haber dispuesto de un “montaje teatral” –esto es una entrevista de banqueta con algunos reporteros-, osando cuestionar las inmaculadas cifras del gobierno calderonista que deben ser tomadas como verdades absolutas a riesgo de ser igualmente señalados, cuantos duden, de ser representantes del paleolítico. Esto es como si el arribo del PAN hubiera sido de similar impacto al aerolito de Chicxulub que aniquiló a los dinosaurios, salvo los políticos. <br /><br />Sólo que alrededor observamos, por aquí y por allá, dentro de la administración federal en curso igualmente, a no pocos “tiranosaurios”, herederos del Jurásico que aún no se extingue –mientras contemplemos, tan cera, a personajes de la talla de Emilio Gamboa, Bartlett e incluso los Fox, en plenas actuaciones, no habrá manera de poner el punto final-, como demostración evidente del continuismo estructural de la derecha que llegó al poder en 1982 y no en 2000 como algunos suponen con los segmentos panistas victoriosos. <br /><br />Olvidó el “ministro”, quien no podía afiliarse al PAN de sus sueños antes de 2003 en su calidad de “consejero ciudadano” del Instituto Federal Electoral en donde debía permanecer sin partido para eslabonar la crónica de la falsa imparcialidad del organismo, los deberes y límites de los funcionarios públicos. Deber, sí, el de informar y responder a dudas, interrogantes e incluso cuestionamientos; límite, por cuanto a la urbanidad política mínima que obliga a los altos servidores públicos a guardar ponderación, seriedad y respeto hacia cualquier ciudadano aunque no sea de su misma filiación política. Esto es: si desea ponerse a las patadas con los priistas, que se baje de la nube de su ministerio. Así de sencillo. <br /><br />Veamos, a punto, hasta donde se elevan las distorsiones. Moreira aseveró que resulta “dramático” corroborar el alto grado de deserción educativa entre los jóvenes pues sólo “cinco de cada diez” que ingresan a primaria terminan una carrera profesional; y Lujambio replicó que “lo dramático” es “que se invente los datos”. En la escala de valores del secretario se sitúan primero las estadísticas –sigo sus palabras como sonaron-, y después los escolapios mal formados y sin recursos para llegar a la meta universitaria. <br /><br />No, no se trata de caer en juegos de palabras, con tendencias a degradar a un postulante presidencial que no niega la cruz de su parroquia, esto es en estado puro de precandidato, sino de subrayar la ligereza con la que se arguye desde las alturas en donde se ha perdido toda proporción de las cosas, esto es hasta el mínimo sentido social, en defensa... hasta del evidente inmovilismo, marca señera de los regímenes panistas, desde el 2000. ¿Resultados? Por favor. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Durante su “comparecencia” televisiva, con Brozo y su “secretaria” usurpando las dotes del Congreso, Alonso Lujambio subrayó como el mayor logro del régimen calderonista en materia de educación “el sistema de evaluación” que antes no existía para conocer, específicamente, los niveles de capacitación del magisterio; en la misma emisión se le preguntó cuál sería un objetivo a alcanzar y respondió: “contar con un sistema universal de evaluación” porque, expresó, ahora no puede evaluarse a quienes permanecen en un mismo nivel y no ascienden en la escala jerárquica de mentores. ¿Basta con eso? <br /><br />Resulta que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) coloca a México con niveles educativos más bien bajos entre las naciones latinoamericanas y tal revelación no fue contestada por los responsables del ramo con la misma vehemencia que concitaron las críticas del priísta Moreira, profesor y por tanto enterado de rezagos y vicios de los programas oficiales. Y es que, desde luego, el organismo internacional, libre de las pasiones sectarias prevalecientes en nuestro país, no hizo sino compilar los avances de cada nación y establecer comparaciones a partir de ello. No había réplica posible con todo y que el escaparate fuera funesto para las ambiciones de Lujambio. <br /><br />Desde luego, la posición del secretario en campaña podría observarse como un diferendo con la poderosa “maestra” Elba Esther Gordillo, reina más que dirigente del sindicato magisterial, a quien las condiciones siempre favorecen por cuanto a su excepcional capacidad de maniobra. Desde hace varios lustros la influencia de la señora –considerada la mujer de mayor poder en la historia de México-, es determinante dentro y fuera de la SEP, a grado de que la anterior titular de esta dependencia, Josefina Vázquez Mota, no negó sus diferencias con la lidereza al momento de integrarse a la Cámara de Diputados como activo del PAN. <br /><br />Al respecto, doña Josefina –otro prospecto avanzado-, <br /><br />marcó distancia respecto a “otros” ex titulares de la SEP, concretamente el regiomontano y foxista Reyes Tamez Guerra, que terminaron bebiendo de la mano de la maestra. Tamez es ahora, nada menos, legislador por Nueva Alianza, el Panal, partido fundado a expensas y financiamientos de la señora Gordillo sin el menor rubor. Los “saltos”, a la larga, perfilan siempre el carácter y la condición de los protagonistas de la vida institucional. Las interrelaciones sólo confunden, y funden, a los ingenuos. <br /><br />En fin, más allá de todas las especulaciones, pervive el sentido de la realidad inocultable. Porque si el señor Lujambio, politicólogo de acuerdo a su apretado currículo, alega que el 66.3 por ciento de los jóvenes, y no el 27 por ciento, tienen oportunidad de entrar a la preparatoria, el fiel de la balanza, por demás riguroso y efectivo, está en la percepción misma de una sociedad a la que ya no adormece, como antaño, la demagogia rupestre. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Lujambio, casi jubiloso por la presencia de la “secretaria” de Brozo a la que solicitó dejara ver sus ojos en abono de su belleza, seductor al fin, asintió en cuanto el payaso de la tele le situó como “presidenciable”. Enseguida alegó que “nunca” será factor de división en su partido, aunque no tenga antecedentes partidistas, sino de “cohesión” y algo más: se comprometió a ser una especie de garante de la unidad para consolidar presencia y prospectiva de su instituto político. Increíble: con poco más de año y medio de militancia se considera un factor determinante del PAN. Basta el dato para subrayar los tremendos niveles de improvisación en el partido gobernante. <br /><br />Salieron sobrando, en esta línea, los empalagosos elogios a su jefe Calderón porque delinean la sumisión de quien espera, ansioso, la señal definitiva. Y para rematar enfatizó que “el sexenio no está muerto” lo que, en sí, denota exactamente lo contrario. Porque si tiene que especificarlo se debe, cuando menos, a que no son pocos quienes estiman la caducidad extrema de una administración agónica y fatídica en materia de resultados. Aclaración no pedida... <br /><br />Si Lujambio resulta, al fin, el candidato –por el momento, los momios de Ernesto Cordero se movieron al alza-, seguramente comenzará deslindándose del señor Calderón, como éste lo hizo respecto a Fox cuando así le convino. Los secretos ya no lo son tanto. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Cinco veces, de manera directa, pregunté a Lujambio, en diciembre de 2009, su opinión sobre Elba Esther Gordillo –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, y otras tantas evadió referiste al asunto el personaje. Al final, nuestra insistencia apenas logró un esbozo. <br /><br />-¿No será un factor determinante Elba Esther para el futuro? <br /><br />-Ella es la dirigente de uno de los más importantes sindicatos del país. Como tal, opinará y actuará, en su momento. <br /><br />Y tal dijo después de haber negado que la poderosa señora Gordillo había sido “un factor determinante” en la postulación del candidato panista a la Presidencia en 2006. Ya veremos hacia donde se inclinará la balanza. Lujambio o Moreira. Con alguien deberá guerrear la “maestra” ahora que Roberto Madrazo es cadáver político. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.com<br /><br /> Mostrar/Ocultar lugar de los hechosrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-63783054068621665692011-01-21T11:06:00.001-08:002011-01-21T11:06:32.792-08:00MOREIRA Y EL PRIPorRafael LORET DE MOLAviernes, 21 de enero de 2011 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa Enero está calientito, como se esperaba. Sobre todo porque, en ausencia de ponderación y seriedad, los actores políticos entrecruzan acusaciones y devuelven adjetivos tratando de parecer ingeniosos al construir las consabidas muletillas. El tono, por supuesto, puede ir acorde con la fogosidad de los líderes partidistas, obligados a defender fueros y parcelas de poder, no así con quienes, desde el primer mandatario federal hasta el regidor más humilde, ejercen funciones de gobierno y están obligados no sólo a conservar las formas y la ecuanimidad sino igualmente a responder, sin aspavientos ni injurias, a cuanto se plantee desde los bastiones de la libertad de expresión. <br />Para decirlo sin eufemismos, es obvio que la llegada de Humberto Moreira al PRI –asumirá formalmente sus funciones el 4 de marzo pero en los hechos ya marcha sobre caballo de hacienda-, desató la euforia polemista de la derecha gobernante que, por supuesto, ya esperaba las andanadas características del ex gobernador de Coahuila; si en funciones de ejecutivo estatal no limitó su verbo ni desplante alguno ante un acosado –específicamente por sus demonios interiores- Felipe Calderón, era obvio que continuaría con la estrategia de exhibir rezagos, medias mentiras y turbiedades demagógicas de sus adversarios... sopesando el riesgo de revires, igualmente duros, concentrados en las deudas históricas del llamado “viejo régimen” a los que los panistas llaman “priorato” como uno más de los pendones de su afectado proselitismo. <br /><br />Por supuesto, sin restar importancia a los señalamientos sobre las monumentales corruptelas a lo largo del priísmo hegemónico, la dirigencia del PAN soslaya un hecho incontrovertible: fueron los priístas quienes propiciaron, en su momento, las reformas políticas y electorales que posibilitaron la victoria de la primera alternancia en 2000; a cambio, los panistas, desde aquel año emblemático, han sido más bien resistentes a modificar las reglas del juego político: los Fox no movieron un ápice y Calderón no pudo evitar la iniciativa para modificar al Instituto Electoral Federal restando a los funcionarios bajo sospecha, como el anterior presidente consejero, Luis Carlos Ugalde, confeso además. De no ser por ello, la parálisis habría sido total. <br /><br />Sobre sus frecuentes desencuentros con Calderón, le pregunté a Moreira, alguna vez, si actuaría igual de ser priísta el presidente de la República. Y me respondió, como es él, sin evadirse, que en tal caso tendría la obligación de ser más cuidadoso, por disciplina partidista; y alegó, claro, que el “primer mandatario”, pese a su jerarquía nacional, era visto por él como un formidable adversario político aunque no por ello fuese imposible coordinar acciones entre los gobiernos de Coahuila y el federal. <br /><br />Precisamente este perfil de Moreira fue el que llevó al priísmo a concentrarse alrededor suyo para lograr un consenso insólito –más en la era en que ha jugado el papel de opositor-, desarticulando a algunos grupos opuestos a este personaje y con inclinación más evidente por la negociación “fina”, esto es en donde las complicidades pueden tejerse en los sótanos mientras se discursa otra cosa. Emilio Gamboa, sin duda, era fiel espejo de este flanco de larga cola y pernicioso andar por las rutas de los chantajes mutuos; y se diluyó sin el menor agobio contra las expectativas de divisionismo. <br /><br />En idéntica línea, se antoja imparable la postulación de Enrique Peña Nieto a la Primera Magistratura cuando llegue el momento aun cuando, de hecho, la campaña comenzó hace muchos meses. Tiene tiempo para terminar su periodo como gobernador –lo que no pudo hacer Moreira-, y entrar de lleno a las labores partidistas a partir de ello, en septiembre próximo. Como nunca antes, ni siquiera en la cúspide del presidencialismo autoritario que determinaba, “dedazo” de por medio, el curso de la sucesión, había sido tan clara la definición del abanderado dispuesto a “sacrificarse” ocupando la residencia oficial de Los Pinos. <br /><br />Cuando era el mandatario en funciones quien jugaba el “solitario” para resolver su propio relevo, los semblanteos y golpes bajos formaban parte de la cultura política. Digamos que a estas alturas –enero del año del “destape”-, sólo los muy cercanos a Palacio Nacional atinaban, con certeza, el nombre del ungido. Incluso, en la mente del único juez, el propio presidente, podían darse rebases y modificaciones en la carrera cuando observaba a los “finalistas” tratando de desenredar algunas tramas complejas con las que se medían talentos y condiciones. No había nada seguro, por tanto. <br /><br />En la perspectiva actual, aun cuando no puede descartarse alguna crisis o una catástrofe violenta como está el entorno, Peña no cuenta siquiera con un contrapeso de mediana estatura. Quienes “sonaban” como posibles sucedáneos a principios del año pasado, se han difuminado por distintas causas: Manlio Fabio Beltrones, el de mayor peso por su conocimiento estructural del sistema, se bajó del carro en cuanto sopesó la enorme desventaja que tenía; Fidel Herrera Beltrán, quien jamás negó sus sueños, optó por reacomodarse dentro del PRI al dejar el gobierno veracruzano sin el menor aliento futurista personal; Beatriz Paredes Rangel huele ya a cadáver político; y, finalmente, Humberto Moreira Valdés ya tiene una misión específica, precisamente la consolidación de Peña. Sin rivales internos, insisto, como en ninguna otra época. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Sucede al PAN en el ámbito federal lo que al PRI en el Estado de México, demostración fehaciente del paralelismo entre los estilos de gobierno, incluyendo los vicios más acendrados. Felipe Calderón ha sido resistente a permitir a sus colaboradores “presidenciables” que se muestren de más, provocando con ello el consiguiente “adelanto” de sus rivales más connotados, Peña Nieto del PRI y Marcelo Ebrard del PRD en compañía del radicalizado López Obrador. Tres personajes con talantes de líderes a cambio de un gabinete descafeinado. <br /><br />El planteo es igual en el Estado de México: el PAN ya cuenta con Luis Felipe Bravo, desprendido de la secretaría particular de Calderón con todo y un nada despreciable caudal político; y el PRD señala hacia Alejandro Encinas, ideológicamente uno de los dirigentes de la izquierda con mayor coherencia y solvencia moral a pesar de su fidelidad hacia los arrebatos lópezobradoristas. Dos elementos perfectamente posicionados en el ámbito nacional y conocidos de sobra en el estatal. <br /><br />En cambio, por el lado del PRI, la oferta es más amplia pero sin que ninguna de las cartas posibles tenga una penetración política similar a las de sus adversarios ya lanzados. Ni siquiera el alcalde de Ecatepec, Eruviel Avila, ni el presidente estatal del PRI, Ricardo Aguilar Castillo, ni los legisladores Ernesto Nemer y Luis Videgaray, tienen los alcances, en cuanto a la percepción del colectivo, de sus antagonistas en ristre. Esto es, insisto, una moneda muy similar a la que está en el aire en el entorno de la sucesión presidencial aunque con distintos colores partidistas. ¿Una mera coincidencia? <br /><br />Por supuesto, en los días por venir, y antes de que termine enero, las definiciones confirmarán lo explicado con los consabidos cantos a la “democracia”... inductiva. Hay quienes apuestan por la inminente salida de Ernesto Cordero Arroyo de la Secretaría de Hacienda, después de acomodar a sus alfiles en Comunicaciones y Energía, para dedicarse al proselitismo con ocho meses de desventaja respecto a los que utilizó Calderón, desde mayo de 2004, para promoverse luego de renunciar a la Secretaría de Energía con todo y un conveniente diferendo con Fox. <br /><br />A final de cuentas, el “delfín” parece ser Cordero pese a los rounds de sombra de Alonso Lujambio y las fintas de Javier Lozano. Tampoco cuajó el “caballo negro”, Heriberto Félix Guerra, quien ni siquiera se preocupó por afiliarse al PAN para llenar los requisitos mínimos; acaso, como ya fue candidato de este partido al gobierno de Sinaloa en 2004 sin ser panista, consideró que así evitaba el desgaste de las camarillas. No fue así, evidentemente. Y en cuanto a los “no presidencialistas” del PAN, el senador Santiago Creel y la diputada Josefina Vázquez Mota, sólo parecen bordar fantasías mientras el autoritarismo, al estilo del PAN, hace de las suyas. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Las ventajas, por lo expuesto, en la carrera sucesoria son del PRI. La “pole position”, para situarnos en los escenarios automovilísticos. La cuestión sigue siendo, claro, si Peña Nieto aguantará el paso, y las presiones, hasta la culminación del largo proceso y, sobretodo, después. ¿Buen candidato y mal presidente? Ya hemos tenido malos candidatos... que siguen en semejante nivel al ocupar el despacho de Los Pinos, como Calderón. Y también aspirantes populares que finiquitan su mandato bajo sospechas, como el señor Fox. <br /><br />En este sentido, podría establecerse alguna semejanza entre los Fox y Peña –también “lanzado” desde un gobierno estatal sin disimular sus ansias de candidato-, aun cuando no sean muy favorables para las expectativas del electorado potencial. Todavía el flujo de las decepciones, desde los cauces del 2006, parecen alentar a los abstencionistas reacios a elegir entre opciones que no son, para ellos, las mejores. Lo malo es que tampoco señalan hacia cuáles podrían serlo. El peor de los males endémicos es la negligencia política que surge del escepticismo del colectivo. <br /><br />Como perros y gatos... en pos de los mismos refugios. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Con Moreira en el PRI, no pocos auguran la reinstalación del “elbismo” corporativo dentro del partido otrora invencible. Cuando conversé con Moreira en septiembre de 2009, todavía éste en funciones de gobernador, le pregunté sobre su cercanía con “la maestra” –“2012: La Sucesión”, Océano-: <br /><br />--Con ella hemos tenido –respondió-, se lo digo sinceramente, una relación de amor y odio. <br /><br />--¿Cómo es eso? <br /><br />--Tuvo un disgusto enorme conmigo cuando recibí, en Palacio, al senador Manlio Fabio Beltrones. Ella me había telefoneado para pedirme que cancelara y le respondí que jamás lo haría porque mi función no es amarrar navajas. Dejó de hablarme durante meses, pero luego de las elecciones federales (las intermedias, de julio de 2009), se me apareció con los brazos extendidos, eufórica: “¡Hijo mío, ganamos!¡Ven a mis brazos!”. Me imagino que se refería a que, en Coahuila, habíamos recuperado mucho terreno. Y yo, sinceramente, me dejé querer. A las damas hay que tratarlas con mucha consideración. <br /><br />Hagan sus apuestas, amables lectores. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-55693428417454657172010-11-22T10:47:00.000-08:002010-11-22T10:49:25.874-08:00Priístas convencidosPorRafael LORET DE MOLAlunes, 22 de noviembre de 2010 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa En enero de este mismo año, Beatriz Paredes Rangel, a quien muchos reconocen méritos suficientes para incursionar en una candidatura presidencial si bien ella se resiste a divagar sobre el tema –la salud mermada y el ánimo no están para eso-, mantenía plena confianza en el destino triunfal de su partido, el PRI: <br />--Nos basta –aseveró- con no cometer errores. <br /><br />Pese a ello, desde aquella hora precisa cuando se tenía plena convicción de ganar, cuando menos, diez gubernaturas de las doce en disputa arrollando en nueve entidades, las fallas se han repetido sin cesar. Una de ellas, acaso la más grave, consistió en privilegiar a los gobernadores permitiéndoles señalar a los candidatos a sucederlos con la condición de “asegurar” con ello, esto es en uso de la parafernalia gubernamental, los comicios y, por ende, los éxitos. El efecto de ello fueron las imposiciones que segregaron, en algunos casos de manera escandalosa –Sinaloa, Durango, Puebla-, a los priístas mejor posicionados; y dos de éstos –Mario López Valdés, José Rosas Aispuro- acabaron por presentarse como aspirantes “aliancistas” encabezando la extraña amalgama del PAN y el PRD. Saldos ominosos. <br /><br />Por desgracia, los vicios se copian, no las virtudes. En Jalisco hace tiempo que se habla de un “PRI azul” para explicar la mutación de los viejos opositores panistas listos a integrar una nueva clase política como una versión, corregida y aumentada, del otrora partido de Estado. Allí, los gobernadores de esta extracción –ya van tres-, proceden con sus correligionarios en la misma línea de los viejos lobos priístas sobre las aguas procelosas del presidencialismo autoritario. Cada uno ha sido el eje de las decisiones partidistas –lo mismo que sucede en el feudo federal desde la arribazón de los Fox-, y operan discrecionalmente en función de lealtades y consignas. Lo mismo que antes pero más descarado. <br /><br />Cuando, hace diez días, llegué a La Paz el primer referente a la situación de la entidad, bajo el dominio del PRD desde hace dos sexenios –primero con Leonel Cota Montaño y ahora con Narciso Agundez Montaño-, fue la de un calificativo similar al utilizado en Jalisco: aquí le nombran el “PRI amarillo” porque tal es el color del perredismo que, como otrora sucedía bajo la hegemonía del partido “casi” único, tomó para sí los antiguos vicios operativos y hoy procede con idéntica discrecionalidad, esto es sin más consensos que los derivados de la casa de gobierno. <br /><br />Y como hizo el PRI en 2010, privilegiando a los mandatarios estatales para tratar de imponer a sus sucesores, el perredista Agundez, sin miramientos, decidió, por sus fueros, que su incondicional Luis Armando Díaz fuese el abanderado para el reemplazo inevitable. Sólo él, sin apoyo de la militancia, en un operativo cerrado que exaltó a la consigna sobre cualquier posibilidad de análisis serio. Fue tan burda la maniobra y tan agreste la metodología que, como era de esperarse, dio paso a la escisión y al posterior enfrentamiento. <br /><br />Así, el perredista “mejor posicionado”, Marcos Covarrubias, y el ex gobernador Cota Montaño, ex dirigente nacional del PRD además, optaron por el cisma en confrontación abierta con Agundez y su grupo, empeñados en asegurar la continuidad del grupo afín incluso contra las corrientes partidistas de mayor peso. Ahora, Covarrubias, sin posibilidad de alimentar la idea de una alianza porque el PRD es dominio gubernamental, aparece como candidato del PAN a la gubernatura y Cota, el ex mandatario, concursa para intentar arrebatarle a su antiguo instituto la alcaldía de La Paz mediando los oficios de Convergencia. ¡Qué dispendio de capital político! <br /><br />¿Y el PRI? No tiene, al parecer, remedio. No, en Baja California Sur, perdida para su causa desde 1999, en donde la opción encontrada, el imberbe Roberto Barroso Agramont, no tiene presencia, ni raigambre, ni carisma para intentar una remontada histórica. Más bien parece una especie de invitado de piedra para cubrir el expediente sin la menor posibilidad de acaparar atenciones. ¿No tenía acaso cartas ganadoras? Pues, sí... pero la dirigencia nacionales quedó con ellas en la mano. ¿Más errores contra la determinación de no cometerlos? <br /><br />Era obvio que el priísmo pudo nutrirse de la escisión perredista y llamar a filas a Covarrubias, antiguo militante del Institucional. No lo hizo porque, hasta el momento, mantiene cerrada la puerta a cuantos dejaron atrás el partido y pretenden después reincorporarse. El alegato fútil es en el sentido de que los cuadros siempre están vivificándose –un acento ciertamente demagógico-, y no se requieren de aquellos que optan por otros caminos al sentirse relegados y en contraposición a la habitual disciplina cercenadora de iniciativas personales. <br /><br />Por ello, el PRI marcha a la zaga cuando pudo asegurar el retorno al gobierno de una entidad con pocos electores –basta con cincuenta y cinco mil sufragios para arribar a la victoria-, pero de enorme significado por cuanto a la tendencia dominante actual y la perspectiva global que se plantea para el 2011 en el preámbulo de la sucesión presidencial. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Por supuesto, en las filas del PAN sudcaliforniano, siempre relegado a la tercera posición, hay bastante más que un simple encono. Al entregarse la batuta al ex perredista Covarrubias, la corriente local, en pro del senador Luis Alberto Coppola Joffroy, se diluyó aun cuando, más bien, recobrara forma de río rebelde rebosante de arrecifes. No fue un acuerdo bien recibido pese a las indiscutibles posibilidades de éxito del abanderado sucedáneo quien, en apariencia, tiene los votos aun cuando falta resolver si los conservará por fuera del andamiaje oficial, cernido al PRD. A la vieja usanza priísta, insisto, sin apenas diferencias. <br /><br />Por cierto a Coppola lo persigue y sitia el gobernaor Agundez. El hotel propiedad de su familia en el malecón paseño, cerrado desde hace dos años por conflictos laborales políticamente prefabricados, luce una manta monumental con leyendas infamantes contra el personaje acusado de explotar a sus trabajadores y no pagarles de acuerdo a las liquidaciones de ley. Como si se tratara de un foco rojo encendido para determinar territorios y aplastar oposiciones sin la menor vocación democrática. <br /><br />Lo dicho: el PRI azul y el PRI amarillo, con emblemas equidistantes en apariencia –ya hemos visto que con igual facilidad de unen y enfrentan de acuerdo a como soplen los vientos-, exaltan no los valores de una nueva cultura política sino los vicios acendrados del sistema político mexicano que no parece destinado a renovarse, en serio, salvo en lo tocante al maquillaje. En el fondo, y las fraguas recientes lo corroboran, cada facción partidista confluye hacia los mismos escenarios turbulentos porque, sencillamente, apuesta por el sectarismo obcecado y no por el concurso libre, democrático. Todo lo demás es consecuencia lamentable. <br /><br />Por lo demás las rutas se cierran porque las dirigencias no se cansan de cometer errores, creyéndose infalibles y por ende invulnerables. El PRI, por ejemplo, ni siquiera asimila la dura lección del 2010 cuando recuperaron tres entidades –Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas- a cambio de perder otras de mayor peso en el padrón –Oaxaca, Puebla y Sinaloa-, con severos conflictos en otras más –Durango, sobre todo, Hidalgo y Veracruz-, y reemplazo forzado en Tamaulipas al calor de las vendettas entre mafias inescrutables. Las fallas de cálculo colocaron en la picota lo que parecía ser miel sobre hojuelas. Para fortuna del priísmo, el PAN y el PRD se empeñan en equivocare más... imitándolo en todo lo negativo. <br /><br />Así y todo, el PAN, casi sin presencia entre los sudcalifornianos, puede llevarse el gato al agua en esta entidad peninsular con todo el simbolismo que ello podría entrañar. <br /><br />El Reto <br /><br /><br />Al principio de este año, insisto, entre los priístas de cepa afloraba el triunfalismo, incluso ramplón. No parecía haber nada que interrumpiera el vuelo triunfal de Peña sobre la gaviota de las alas televisivas. Ahora, en vísperas del matrimonio religioso del político “mejor posicionado” en el ámbito nacional, coronado como el rey de los medios, las condiciones parecen haber cambiado y los momios también: se dice bien que el PAN, como en 2006, podría remontar, campañas negras en cierne con el diseño de los empeñosos y muy caros operadores hispanos, y que quienes auguraron la muerte y desaparición de López Obrador se equivocaron en toda las líneas. <br /><br />Si bien, hasta este final de año, el PRI mantiene la mejor posición, la diferencia estriba en que no se le considera invencible de cara al 2012 por cuanto a la ausencia de liderazgos en las otras opciones. Fabricar oficiosamente a una figura fue, durante varios lustros, fórmula priísta; pero en los escenarios vigentes, también el PAN, el PRD y los radicales de izquierda tienen capacidad para armar entramados similares apenas si sopla el viento. <br /><br />Todo se basa en la capacidad de cooptar. Por ejemplo, ¿quién apuesta por una candidatura de Lydia Cacho, recientemente recibida por los príncipes de Asturias en un ensayo ad hoc para la nueva aristocracia mexicana y contra los demonios del edén, en calidad de fenómeno en la defensa de los derechos de las mujeres y otros géneros? La fuerza mediática da para eso y mucho más en el complejo México gobernado por las televisoras y las casas de encuestas. <br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />“Vemos que entre nosotros goza de más prerrogativas el extranjero que el nacional”, sentenció el apóstol Madero en su ensayo contra la dictadura porfiriana, “La Sucesión Presidencial en 1910”. <br /><br />Cien años después, la reconquista hispana es un hecho y se siguen preservando los intereses del exterior sobre los mexicanos. Un ejemplo: hace una semana, tras el estallido del subsuelo en el bar del hotel Princess de Cancún, varios reporteros fueron agredidos por personal de la empresa cuyos argumentos no han sido del todo registrados: <br /><br />--¡Este es un hotel para turismo extranjero! –gritaron, sobre los cadáveres de cinco canadienses víctimas del suceso-. ¡Y ustedes tienen pintas de mexicanos! Así que no pueden pasar. <br /><br />¿Y aquello de que las playas son patrimonio de los mexicanos y no se encuentran a disponibilidad de consorcios particulares ni herederos privilegiados, como los Azcárraga, dueños de grandes heredades en la llamada Riviera Maya? Leamos a Madero como si oteáramos al presente. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-22325605719310040492010-11-17T17:35:00.001-08:002010-11-17T17:35:43.616-08:00AUTOCRITÍCA.PorRedacción / EL MEXICANOmiércoles, 17 de noviembre de 2010 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa El recurso de mayor efectividad de sendos regímenes de derecha, desde el 2000, es, sin lugar a dudas, la demagogia. El uso de ésta, sobre todo cuando la ausencia de controles tiende hacia la inoperancia del gobierno y la consiguiente parálisis –recuérdese el diferendo de Fox con el Legislativo y la posterior ausencia de iniciativas-, posibilita a los usufructuarios del poder justificarse sin dar siquiera resultados de sus gestiones, esto es como si no hacer nada fuera una notable virtud. <br />Hace dos semanas, como muestra, Felipe Calderón reconoció que de no sanearse los infectados cuadros policíacos –se cuidó de no hacer mención de los castrenses-, sería imposible abatirse a los grandes “cárteles” y demás bandas criminales que asfixian al país. Dicho tal, en condición de autocrítica, podría parecer correcto si no fuera un mero pretexto para encarar a un auditorio, evadiéndose de la cuestión de fondo: ¿por qué, a lo largo de cuatro años, el titular del Ejecutivo no fue consciente de lo que ahora demanda como imperativo, pero sin comprometerse a algo en concreto? <br /><br />Habla Calderón, entonces, como si recuperara su antigua posición de dirigente opositor, esto es sin conciencia alguna sobre las funciones y facultades que devienen de su investidura, misma que alcanzó con los vericuetos y desaseos harto conocidos. Lo mismo sucedió con su antecesor, el parlanchín de San Cristóbal –ahora bastante tranquilito luego de los recordatorios presidenciales sobre la evidente negligencia de su quehacer respecto a las mafias y sus crecidas-, quien apenas ocupó el Palacio Nacional se dio en reconocer virtudes y avances que como candidato negó a su antecesor, el priísta simulador Ernesto Zedillo, blindado por la derecha como histórico entregador del poder. <br /><br />Lo anterior revela que Fox y Calderón desconocían, en buena medida, los deberes del mal llamado “jefe de las instituciones nacionales”, postulándose para un cargo que, en esencia, rebasaba sus reales capacidades. Tal constituye, sin duda, una de las más serias ramificaciones de la aviesa corrupción que tanto señalaron, desde la disidencia, hasta tomarle el gusto al poder y sus consecuencias. Posicionados de la Presidencia, uno y otro han opado por conducirse bajo una regla inescrutable: garantizar, a como de lugar, esto es moral o amoralmente, la continuidad –el continuismo- de su causa y de su grupo. Es decir, la misma obsesión del priísmo hegemónico. Por ello, claro, no fluye la democracia porque se ha encontrado con el valladar de su antítesis, la demagogia. <br /><br />En la misma línea, más recientemente, en Mérida, el mandatario en funciones se dio a la tarea de loarse a sí mismo por cuanto asegura haber sido respetuoso de la libertad de expresión. En su alegato, de nueva cuenta subrayó que bajo su manto protector ningún periodista había sido reprimido por sus ideas y que, en estos tiempos, cuestionar al presidente es cotidiano. Vamos, como si, desde el otro lado de la mesa, debiéramos aplaudir y agradecer, todos y no sólo los periodistas, por los aires de libertad que respiramos... cuando, en este mismo periodo sexenal, el número de colegas asesinados así como los frecuentes atentados contra los medios –incluso aquellos en maridaje con el poder público-, se han incrementado notoriamente. <br /><br />Claro, muy a la vista se tiene a quienes señalar como culpables: los criminales, esto es los narcotraficantes específicamente, que han deformado las interrelaciones sociales, arrebatándoles las garantías primigenias a la ciudadanía, mientras el gobierno, limpio y puro según sus panegíricos, no cesa en sus empeños de combatir a los perversos. ¿Acaso no nos han exhibido los cadáveres de Arturo Beltrán, Nacho Coronel y Tono Tormentas, como pruebas irrefutables de la bondad oficial? <br /><br />El discurso gubernamental no pasa de estos referentes que no son suficientes para transformar la realidad, tan distante del optimismo ramplón. Y eso lo puntualizan las organizaciones no gubernamentales de Honduras que exigen al señor Calderón resultados efectivos, ya no palabras empalagosas, sobre la injustificada represión contra los emigrantes centroamericanos. ¿Puede tenerse autoridad moral para exigir mejor trato a favor de los “indocumentados” mexicanos en los Estados Unidos cuando en México los “ilegales” del sur son tratados como carnadas y peor que animales? Esta ha sido, desde hace varios lustros, una de las paradojas que debilitan y anulan las reiterativas denuncias de nuestro gobierno ante el gigante norteamericano. <br /><br />Es en este punto en donde percibimos no sólo la ausencia de coherencia en el quehacer oficial sino igualmente la exaltación de las complicidades que inhiben y desvían las falsas buenas intenciones y las conducen hacia el limbo político, allí donde purgan eternidad las sociedades incapaces de sacudirse a los falsarios, los demagogos y los ladinos; es decir, a la clase política a la que basta con manipular para extender dominios. <br /><br /><br />Debate <br /><br />No falta quien nos salga al paso, en papel de beata de largo escapulario, pretendiendo fustigarnos: <br /><br />--Si usted critica es porque hay un presidente respetuoso de la libre expresión. Acuérdese de otros tiempos... <br /><br />La repetitiva perorata parece fácil y puede penetrar el tejido superficial de cuantos, en ausencia de información cotejada, se dejan llevar por la recurrente publicidad oficial. Esto es, lo mismo que la fanaticada futbolera, rehén de los lineamientos comerciales de las grandes televisoras que impulsan la creencia del “ahora sí” sin el menor sustento, salvo el de la suerte reñida con la capacidad. <br /><br />Peor todavía es la monserga, difundida cada que llegan los procesos electorales –este año, con motivo de la renovación de doce gubernaturas distribuidas entre el PRI y las alianzas turbias-, respecto a los saldos negativos del pasado cuando, en sentido estricto, una década transcurrida desde la asunción del PAN a la Presidencia es suficiente para señalar al pretérito azul. Pese a ello, hay renglones repletos de sofismas como los referidos a los asesinatos de periodistas –con los casos de Manuel Buendía y Carlos Loret de Mola Mediz, como puntas de lanzas-, para exaltar que, en todo caso, estábamos bastante peor antes. <br /><br />Cada que leo el mencionado pasquín cibernético no puedo sino rechazarlo por falaz. Porque implica, entre líneas, que en la actualidad no se reprime, cuando es lo contrario, ni se intenta amordazar la crítica, pero se le aísla a golpes de complicidades entre el gobierno y los corporativos, sobre todo con capitales españoles y estadounidenses, que aplican la censura discrecionalmente para honrar sus acuerdos soterrados. Y como si fueran pocas las agresiones contra reporteros –pregunten por Durango o Tamaulipas-, medios independientes y hasta cadenas nacionales a las que se pretende ablandar... por si acaso. <br /><br />Los rufianes siguen en sus sitios y, peor aún, se extienden como la lepra. Son públicas y notorias las prácticas ilegales de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública y uno de los brazos fuertes del calderonismo, capaz de fabricar expedientes y asegurar persecuciones si las consignas para ello le son dictadas. Las vendettas políticas, videoescándalos de por medio, constituyen una de las armas de mayor calibre para parapetar a los órganos de poder contra los “chantajes” de cuantos se sienten con derecho a cobrar ciertas facturas de índole proselitista. En el 2006 se llenaron con ellas muchos anaqueles. <br /><br />La libertad, entonces, pende del hilo de las consignas y no deviene del supuesto respeto de Calderón a quienes ejercen la crítica. Ya va siendo hora de desnudar las intenciones. <br /><br /><br />El Reto <br /><br />En nuestra obra “Destapes” –Océano, 2004-, puntualizamos cuál fue el origen de los célebres vídeos que intentaron modificar la carrera por la sucesión presidencial en 2006: un entuerto entre las entonces damas más poderosas de México, Martita de Fox, Rosario Robles Berlanga y, desde luego, Elba Esther Gordillo. Todas unidas contra López Obrador por distintos motivos. <br /><br />En la actualidad, las fraguas se realizan a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. El ex titular de la misma, Luis Téllez Cruces, no cesa de señalar que quien fue su subsecretaria, Purificación Carpintey-ro, fue la responsable de filtrar sus agudas conversaciones políticas al amparo de una mano negra. Y, ahora, el reciente escándalo del IMSS, con intenciones de descabezar a la institución, tiene visos de provenir del mismo círculo, entrañable, del “calderonismo químicamente puro”. <br /><br />Para nadie es un secreto que Juan Molinar Horcasitas, titular de Comunicaciones, señalado por sus frecuentes escándalos –desde el crimen de la guardería de Hermosillo, derivado de decisiones cuando él fungía como director del IMSS, hasta la liquidación tramposa de Mexicana de Aviación-, goza de algo más que el aval superior. Y como el ingeniero Daniel Karam, titular del IMSS, pretendió desmarcarse, contra la pretensión de Molinar de ir juntos en el diferendo sobre las secuelas atroces de la guardería, contra él enfilaron las baterías y los nuevos videoescándalos. Abundaremos. <br /><br />De este nivel es el gobierno que nos rige. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br />Cuando se habla del pasado, por desgracia nada confortante, se considera que, en cualquier caso, las cosas no son peores en el presente. Tengo, como ya lo he expresado, serias dudas al respecto. <br /><br />Hace unos días, ante un auditorio de jóvenes universitarios, pregunté una vez más: <br /><br />--Para ustedes, ¿qué es más grave?¿El mal gobierno, con toda su carga de corruptelas, o la ausencia de gobierno que nos conduce a la anarquía? <br /><br />Sin pretender defender lo indefendible de los regímenes precedentes, aclaro, no me sorprendió la reacción: la inmensa mayoría consideró que los vacíos son mucho peores. Lo sentimos, además, en carne propia. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-76124428462898986782010-11-16T11:07:00.001-08:002010-11-16T11:07:25.617-08:00SUCESIÓN FAMILIARPorRafael LORET DE MOLAmartes, 16 de noviembre de 2010 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa *Sucesión familiar <br />*La toma del poder <br /><br />*Me llaman “Chapo” <br /><br /><br /><br />Las reglas no escritas para el ejercicio de la Presidencia basaban la cronología de los sexenios en una segmentación matemática: los dos primeros años servían para la consolidación del mandato, los dos siguientes eran los adecuados para el uso del poder a fondo y los dos últimos, en la declinación inevitable, favorecían los términos de la inevitable transición. <br /><br />Sólo por excepción variaba la perspectiva anotada. Por ejemplo, el cuestionado Carlos Salinas debió exhibir quien mandaba, en razón de su propia supervivencia, apenas unos meses después de su asunción presidencial cuando ordenó desmantelar el cacicazgo petrolero, confinando a Joaquín Hernández Galicia; y en el otro extremo, Vicente Fox, arropado por un excepcional aval popular tras la caída del muro priísta, no aprovechó el empuje inicial y terminó por ejercer la Presidencia, en serio, hacia el final, esto es cuando percibió que la izquierda podría arrebatarle cada una de las supuestas “conquistas” de la derecha. <br /><br />En tesitura semejante se sitúa Felipe Calderón. A cuatro años de su arribo a la Primera Magistratura, a trompicones y en medio de un corral de comedias –literalmente, con las curules de San Lázaro convertidas en parapetos-, se observa en él la ansiedad por intentar asumir, de verdad, sus responsabilidades, esto es con toda la fuerza la parafernalia presidencial, adormecida desde el arranque de su gestión por efecto de su propia vulnerabilidad política, moral y personal. Inseguro, en los primeros meses de su administración, con medio México llamándole usurpador, optó por privilegiar la agenda militar para blindarse detrás de ella y enfrentar así la emergencia nacional, en buena parte heredada por la negligencia del régimen predecesor si bien desbordada ante los evidentes vacíos de un gobierno en jaque. <br /><br />En términos más coloquiales se asume que, por fin y contra la marea de la historia, Calderón ha decidido colocarse la banda tricolor y proceder como mandatario a plenitud. Lo hace cuando el derrotero le obliga a asumir el liderazgo de su partido, el desvencijado PAN cuya cúpula se le resiste pese a todo, para dirigir y, en todo caso, resolver, la puja ya iniciada por la Presidencia. Aun cuando no ha dejado moverse a sus anchas a los posibles postulantes integrados a su gabinete, es evidente que los protege convencido de que, a la vieja usanza, será él quien defina la candidatura panista... y acaso igualmente el derrotero electoral. <br /><br />Tal actitud renueva su propio ánimo. Hasta hace unos meses, maltrecho y temeroso, Calderón parecía víctima del síndrome “Zedillo” por el cual se favorece la alternancia como única opción para cubrirse las propias espaldas, de acuerdo a la doctrina zigzagueante del ex mandatario simulador. Esto es: era notoria su inclinación por Enrique Peña Nieto aun cuando alentara a los correligionarios de su partido a encontrar y reafirmar un liderazgo con vista hacia el futuro, si bien maniatando a los aspirantes de mayor peso, Ernesto Cordero y Alonso Lujambio sobre todo. <br /><br />Las condiciones cambiaron en cuanto sopesó los riesgos de los desencuentros frecuentes con un PRI que adelantó demasiado sus gritos de victoria y tropezó, en 2010, con las piedras de la soberbia exaltada por los cacicazgos regionales. Al no ser invulnerable, el otrora partido invencible pareció concentrar una especie de urticaria que conminó a los resentidos, por distintas causas, a convertirse en aliancistas convenencieros con posibilidades de crecer sin tener que pagar facturas a las dirigencias priístas. El intercambio de chantajes, además, alertó sobre la dualidad de los personajes, específicamente la del mexiquense Peña, y puso a Calderón en la baza de la reflexión inevitable. <br /><br />Por ello ahora, el mandatario en funciones está en la creencia de que su única posibilidad de salvamento está en un correligionario, llevado de la mano por él, capaz de controlar, y suavizar en su caso, a los intrigantes de su propio partido dispuestos a hacer causa común contra él, desde el ex presidente Fox hasta Manuel Espino Barrientos, ex presidente nacional panista, pasando por el secuestrado Diego Fernández de Cevallos. <br /><br />Además, se sabe dueño de las circunstancias y comienza a tomarle gusto al poder. Así lo refleja en su semblante, muy distinto al del dolido funcionario acorralado tras la muerte de Juan Camilo Mouriño, con todo y que la emergencia no ha cesado ni mucho menos. No muestra, siquiera, pesadumbre alguna por el caso Fernández de Cevallos y las ejecuciones cotidianas por todo el país; más bien festina que siguen sumándose cadáveres de “narcos” célebres, Arturo Beltrán Leyva, Ignacio Coronel Villarreal y Ezequiel Cárdenas Guillén, “Tony Tormenta”, además de aprehensiones significativas –la de la “Barbie” y la del “socio” de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocido como “La Puerca”-. <br /><br />Cualquiera cree, con tales argumentos, que comienza a revertirse la guerra contra el narco y Calderón es de quienes quieren pensarlo así... aun cuando sólo se observen unos cuantos árboles dentro de un bosque incendiado. <br /><br />Lo dicho: tardíamente, sin duda, Calderón se encontró en el guardarropa con la banda tricolor. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />El riesgo de ejercer el poder a plenitud es perder la perspectiva, o el piso, considerándose inmune. Más si ello ocurre en la fase final de un periodo improrrogable, que limita per se los rasgos más acendrados del autoritarismo. En México, bien sabemos, las bifurcaciones del presidencialismo han sido variopintas y han cubierto todos los posibles escenarios. <br /><br />Durante la administración anterior, los Fox, confiando en que poseían capital político suficiente para seguir en el disfrute del poder con el menor agobio posible, comenzaron a construir la posibilidad de un relevo matriarcal al estilo, muy avezado, de Argentina. El deslumbramiento de “Santa Evita” –remito a los lectores a la magnífica novela de Tomás Eloy Martínez-, la experiencia de Isabelita y las ambiciones de Cristinita, anidaron en el espíritu de la inquieta zamorana, Martita, quien logró matrimoniarse pese a la resistencia religiosa del consorte. En el fondo, es posible que Vicente sólo se percatara de la escalada de su mujer cuando la crítica –recuérdese “Marta”, Océano, 2003-, le puso en predicamento. Y fue entonces cuando decidió controlar a su mujer, machista al fin aunque de escaso carácter, y las expectativas se diluyeron... para bien de todos. <br /><br />El antecedente explica, per se, la extraordinaria cobertura que ahora se dispensa, también tras cuatro años deambulando entre Los Pinos y su residencia particular, a la señora Margarita Zavala Gómez del Campo, “primera dama” y ex legisladora, cuyas actividades sociales y políticas han sufrido un incremento inusual. Así, quien fue señalada como el mayor capital político de Calderón, precisamente por su discreción –este columnista así lo puntualizó-, contrastante con la hiperdinámica Martita de la última película de horror en la cartelera presidencial, ha comenzado su propia, exultante, escalada hacia el otro lado del lecho en la residencia oficial. <br /><br />Ya hemos hablado de que en febrero de 2009 se le preparó un escenario para mostrarse de cara a un auditorio ruidoso y en apariencia incontrolable, el de la Plaza México; fue entonces igualmente cuando algunos precipitados cayeron en el garlito de elogiar con desmesura a la dama e incluso la presentaron como una opción a futuro sin que el señalamiento prosperara. <br /><br />Lo que acaso sí ocurrió entonces fue un sacudimiento en el interior de la poderosa señora, bajo la idea de merecer no sólo un mejor trato sino un horizonte más abierto. Y así hasta colocarse, según encuestas recientes, en el segundo sitio entre los políticos mejor posicionados del país. Una carta marcada. <br /><br />Hoy, la prudente Margarita no cesa de discursar, ni de proponer ni de mostrarse con el rostro relajado, amable, de quien se siente receptora de las candilejas. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Hace unos días, en un evento con una asociación de “drogadictos anónimos”, Margarita Zavala –así se le nombra, sin requerir del apellido del consorte, con el mismo estilo de los Kirchner-, produjo un estentóreo reproche contra los mexicanos: <br /><br />--“El esfuerzo del presidente Felipe Calderón por combatir el crimen organizado sirve de poco si la sociedad no actúa...” <br /><br />En pocas y resumidas cuentas, el héroe es su marido y los villanos los demás. ¡Ah, el virus maligno del presidencialismo ha vuelto a hacer de las suyas! Porque no hay duda de que esta postura tiende a halagar a su pareja, tras algunos desencuentros, en plena reconstrucción no sólo del matrimonio sino, sobre todo, de la ruta hacia el futuro... con la transición del 2012 incluida. Porque, sin duda, será el “nuevo” Felipe, ya con banda sobre el pecho, quien resuelva el devenir contra cuantos apostaron a la contra. <br /><br />De hecho, así han actuado siempre los Calderón. A contracorriente, digo. Con este vaivén, Felipe enfrentó al presidente Fox, ganó la candidatura del PAN, logró que confiaran en él los poderes fácticos y se situó en el Palacio Nacional. No es poca cosa. <br /><br />Sólo falta registrar, claro, las reacciones al interior del PAN, en donde son más quienes se resisten, y entre la sociedad, culpable, por lo visto, por no exaltar al “presidente Calderón” como el icono mayor... de Margarita. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Ocurrió en Coahuila en donde José Luis Flores, conocido político y ex dirigente local del PRI, es conocido con el sobrenombre de “El Chapo” desde su juventud. Una tarde cualquiera sonó el teléfono en su residencia y su esposa contestó: <br /><br />--Señora, dígale a su marido que se ponga. Tenemos un mensaje para él de vida o muerte –sonó la voz del extorsionador-. <br /><br />La dama, un tanto agitada, llamó a gritos a su consorte: <br /><br />--¡Chapo, Chapo... ahí te llaman! <br /><br />Al oír el sobrenombre, el sujeto del tono amenazador, cambió totalmente a través de la línea: <br /><br />--Por favor, señora, no le diga nada. ¡Qué pena! Es un error. No queremos molestar al señor ni mucho menos. Perdone la molestia. Adiós. <br /><br />Y colgó. Todavía preguntan algunos despistados por qué “El Chapo” Guzmán aparece como uno de los dos mexicanos más poderosos. El otro, claro, es Carlos Slim. Calderón ni figura aunque ostente, al fin, la banda. Veremos. <br /><br />E-mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-46284478074641318822010-11-10T20:37:00.000-08:002010-11-10T20:40:11.499-08:00NO ES BUENO EL RADICALISMOSe publicó en: Edición impresa Sostengo que el radicalismo, en cualquiera de los renglones de la existencia, reduce los espacios para la convivencia civilizada, trampea a la democracia y somete incluso a la libertad de conciencia a ciertos cartabones reñidos con la inteligencia que se desenvuelve a través del raciocinio. Nada peor, en estos tiempos cuando urge tanto la puesta de acuerdo sobre valores fundamentales, que encasillar el debate al sometimiento previo de la voluntad de la contraparte y a la impertinencia de no rectificar jamás aun cuando los argumentos hayan sido superados. <br />El debate político se paralizó en 2006. La crispación a la que dio lugar la absurda “campaña negra”, si bien exitosa porque logró manipular conciencias y modificar escenarios, situó a los mexicanos ante una alternativa facciosa, reducida por ende, en la que únicamente cuentan y deben ser ponderadas las opiniones afines al tiempo de descalificar, de manera por demás visceral, cuantas devengan de los contrarios. Con ello, claro, ni siquiera ha lugar a un ejercicio dialéctico sano porque, sencillamente, se considera que la única razón es la propia y ésta no puede variar por presiones ajenas. Se alivia así, con increíble fariseísmo, el tormento de las dudas cerrando la mente a cualquier expresión divergente. Y de esta manera se anula, por desgracia, la ruta hacia el entendimiento. <br /><br />Nuestra historia es pródiga en enfrentamientos radicales. De hecho, toda ella está cernida a los tremendos desencuentros entre liberales y conservadores que confluyeron hacia los episodios bélicos más sangrientos y también proveyeron de traiciones y hasta de invasiones tortuosas –con el enajenado de Miramar a la cabeza-, comprometiendo a la patria misma con tal de no ceder ante el bando adversario vencedor. Y de allí, todo lo demás hasta llegar al presente convulso en el que ni siquiera la emergencia evidente puede sacudir a las facciones para intentar dar cohesión a las acciones de gobierno salvando cuanto se pueda de la integridad y seguridad nacionales. <br /><br />¿Cómo podemos avanzar si ni siquiera al interior de los partidos políticos es factible alcanzar acuerdos? Curioso: mientras perviven los autoritarismos, reflejados en la discrecionalidad de las decisiones en la cúpula del poder, el agotamiento –no acotamiento- de la figura presidencial ha prohijado la indisciplina que acaso se inspira en la pulverización sectaria del ámbito político. En otras épocas se confluía hacia los acuerdos bajo la égida de una voluntad central, sin consensos; hoy, las divergencias son exaltadas por la soberbia de oportunistas y arribistas con talentos suficientes para dividir, jamás para unir. Los extremos se tocan: en cualquier caso, el agobio por la impotencia del colectivo nos limita. <br /><br />Resulta imposible razonar con quien no está dispuesto a hacerlo y sólo admite el diálogo si, de antemano, se cede ante él; y ello porque observa la rectificación como una claudicación que le infama. Los sofismas para justificar esta conducta, cada vez más extendida por efecto de la crispación política y el clamor de ciertas minorías que antes permanecían marginadas, son variopintas pero aterrizan en un mismo punto: la egolatría que reduce los intercambios de opinión al pronunciamiento sistemático de adulaciones. Por desgracia, nuestro sistema político encalló en el arrecife presidencialista, numen de mesianismos sin cuento, y lo devastó. <br /><br />No salimos de este punto. Al contrario, la experiencia de 2006, cuando lo faccioso se impuso hasta en los debates precariamente armados, estimuló a cuantos, en actitud incondicional respecto a uno de los bandos, no sólo desdeñaron sino incordiaron también a quienes no pensaban igual. Por desgracia, desde cada uno de los grupos en pugna las descalificaciones se acentuaron con la misma pauta. <br /><br />Las consecuencias de ello son hoy referentes obligados por cuanto a la exacerbación de los infundios y el desdén manifiesto a los criterios distintos, vistos como perversos por sus supuestos pecados de origen, esto es, como se expresa a cada rato, al servicio de intereses ajenos a los del país... como si México fuera reductible a una sola de las pandillas institucionales, sea el PAN, el PRD o el PRI el núcleo duro. <br /><br />Preocupa, en el horizonte actual, la pulverización sectaria. Sobre todo porque fluyen las intolerancias a la menor provocación y con ellas los argumentos de fondo se diluyen en un mar de prejuicios, lugares comunes, valores entendidos y cuanto suele ser recurso para evadir contenidos y discusiones. Lo mismo si se trata de forcejeos partidistas que de exaltaciones gremiales o movimientos en pro de comunidades otrora reprimidas y ahora estimuladas, protegidas y hasta blindadas en una profunda distorsión de la democracia. <br /><br />Me resulta terrible que, en contra de la libertad de conciencia –y la de expresión que deriva de ésta hasta ser fundamental-, no falten quienes, al opinar distinto, pretendan marginar a cuantos difieran, al igual como lo hizo, en la pérdida década de los ochentas, aquel genízaro Ramón Mota cuando expresó contra la ciudadanía defeña inconforme: <br /><br />-Si no les gusta... ¡váyanse a otra parte! <br /><br />En la cúspide de la intransigencia podrían encontrarse los xenófobos, racistas, incondicionales de tal o cual partido, rencorosos frustrados, envidiosos de la gloria ajena, animalistas que colocan a los irracionales por encima y toda suerte de egoístas incapaces de conceder a los demás resquicio alguno. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Una cosa es que no se nieguen derechos a cuantos integran la comunidad lésbico-gay, en donde no es difícil encontrar a personajes valiosos y cultos entre otros superficiales, muchos, con sed de desquite social, y otra, muy distinta, llegar a la deformación de que sólo ésta concentra el talento, la capacidad operativa y los privilegios mediáticos y políticos. <br /><br />Además, por causa de una sólida estructura operativa que deviene de una compleja lucha contra la discriminación obtusa, cuantos festinan haber “salido del clóset” se creen con el derecho a avasallar a los heterosexuales, hasta donde puede establecerse una mayoría silente, con costumbres, actitudes y modas que infieren incluso en la formación y educación de los menores a quienes llegan los mensajes de manera recurrente. Basta asomarse a los platós televisivos, en donde los referentes son cada vez más descarados y abiertos, para corroborar que tales grupos han rebasado a los demás en materia de coberturas y espacios. <br /><br />Lo peor es que, por ejemplo, los padres de familia no están preparados para confrontar a sus hijos con los escenarios en donde dos seres del mismo sexo no escamotean escarceos amorosos y sobrellevan sus preferencias al extremo de la provocación incesante, desbordada diríamos, sin ningún tipo de traba. Recuerdo que, hace algunas décadas, cuando joven, debíamos incluso cuidarnos de besar a la novia en sitios públicos para no ser motivo de persecución policíaca; hoy, sin límites, los “homo” no miden sus expresiones. (No nos alarmemos pero, en este renglón, todavía en México no se alcanzan los niveles de Ámsterdam, Barcelona o Londres, las urbes que presumen por acaparar el turismo “gay” hasta convertirse en sedes del mismo en desbordada competencia de libertinajes). <br /><br />Mientras ello ocurre, los heterosexuales refunfuñan y si hablan son expuestos, automáticamente, al desprecio público, fulminados por sostener “arcaicismos” –como si lo fuera el amor entre parejas de distinto sexo-, y violentados en su entorno. No se les permite ni sacar la cabeza porque enseguida, desde distintos frentes –incluso en las redacciones de medios que se dicen vanguardistas-, llueven las más atroces descalificaciones, las más soeces impugnaciones, incluso las injurias ramplonas. <br /><br />En estos términos, no hay debate posible, sólo exigencia de aceptar los argumentos de moda sobre cualquier intento de ejercer una libertad contraria a los mismos. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />En la misma línea, una cosa es proteger a los animales –y con ellos a la naturaleza proveedora-, y otra, muy distinta, pretender que los irracionales obtengan privilegios a despecho de los seres humanos. Una cosa, en fin, es convivir con las mascotas y otra supeditarse a éstas al grado de convertir la interrelación en una esclavitud rebosante de prejuicios contra quienes no actúan igual. <br /><br />Hablo por experiencia propia. Ejerciendo la libertad, y con plenitud de razones que no han dado lugar a réplica salvo la de la insolente descalificación, protesté contra la absurda prohibición a las corridas de toros en Cataluña por considerar que estaba amañada por el nacionalismo catalán exacerbado y tuerto. Insistí en que los verdaderos aficionados no se divierten con el sufrimiento del toro sino que exaltan y aplauden su bravura en la contemplación magnífica de un espectáculo que ha inspirado a artistas y genios a través de las centurias. Un escenario, en fin, muy distante al de los rastros o cotos de caza en donde suelen cobrarse las piezas con absoluta y despiadada desventaja aun cuando ello se haga para proveer de vitaminas animales a mujeres y hombres. <br /><br />Puedo entender –y asimilar civilizadamente, como no lo hacen los fundamentalistas- que haya opiniones distintas, pero jamás que éstas impliquen infundios tan graves como llamar asesinos a los aficionados a los toros; de aceptarse tal absurdo, tendríamos que extender el calificativo a cuantos, todos los días, se alimenten de carne de reses, aves y pescados, incluso de vegetales a los que igualmente se cercena la vida. <br /><br />Lamentablemente, los llamados “animalistas” no pueden razonar porque se colocan al nivel de sus defendidos irracionales. No hay forma de dialogar con ellos salvo con forcejeos verbales y sin posibilidad alguna de modificar cartabones preestablecidos. Es la moda, nos dicen, aunque ello nos conduzca a la malsana imposición de radicalismos moral y políticamente insostenibles. Abundaremos. <br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Fíjense a donde han llegado los criterios facciosos. El cardenal Norberto Rivera Carrera –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, definió así sus interrelaciones con la derecha política en el ejercicio del poder: <br /><br />-Con los liberales –expresó el alto Prelado-, nos entendemos mejor. Los panistas de hoy, aunque nos sitúen cerca de ellos, prefieren que no se les identifiquen como católicos aunque lo son. <br /><br />Cuando los prejuicios se imponen, los radicalismos surgen de manera natural. Analicémoslo. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-44642044284371825752010-11-04T19:53:00.001-07:002010-11-04T19:53:58.992-07:00POR PROPIA MANOSe publicó en: Edición impresa * Por propia mano <br />* Gobierno inútil <br /><br />* Entre niños bien <br /><br /><br />Cuando inició la administración de Miguel de la Madrid –una de las más deplorables si analizamos resultados-, el falso lema en pro de la “renovación moral” llevó al mandatario a ordenar al general Ramón Mota Sánchez, jefe de la Policía Metropolitana y como tal sucesor del inolvidable Arturo “El Negro” Durazo, la desaparición de una siniestra dependencia, la División de Investigación para la Prevención del Delito (DIPD), creada apenas unos años atrás por iniciativa de José López Portillo a petición expresa de Durazo y concentrada en las acciones represivas más escandalosas y con muy pobre o nulo seguimiento judicial. Hablamos, entre otras proezas, de los asesinatos “del río Tula”, esto es los de doce colombianos relacionados en apariencia con los robos a distintas instituciones bancarias acaso con el ánimo de que no mencionaran sus vínculos con la superioridad. <br /><br />Extraviado todo principio de autoridad moral, los excesos perfilaron, ya desde entonces, una profunda colusión de las bandas criminales y los cuadros de seguridad pública bajo el manto de una impunidad intratable. Fue de tal magnitud el escándalo que, muy avanzado el régimen delamadridiano, debió invertirse un millón de dólares, nada menos, en la extradición del famoso “negro” de esta historia quien, confinado y vencido, sólo permaneció ocho años en prisión, entre 1986 y 1992, y murió en 2000 en libertad. A sus honras fúnebres acudió el ex presidente López Portillo avalando con ello la tesis acerca de que su ex colaborador había sido perseguido por la “cofradía de la mano caída” –así la bautizó este columnista-, integrada por reclutas homosexuales con enorme penetración... en el aparato gubernamental. <br /><br />Tal es, sin duda, un buen punto de partida para iniciar la cronología de la descomposición política y social del país. Y también el análisis de un gobierno rebasado por las mafias por efecto de las tareas sucias ordenadas a las mismas desde los primeros niveles del sector público. La pretendida “renovación” jamás llegó, mucho menos con el relevo en la titularidad del Ejecutivo y la asunción del señor De la Madrid a la Presidencia con todo y su parvada de efebos. Ya no fue posible, desde entonces, frenar la crecida delincuencial, sobre todo en la ciudad de México, y la infiltración notoria de las corporaciones policíacas. Fue entonces cuando Mota Sánchez, bajo presión y unos meses antes de ser removido, estalló al ser inquirido sobre la imparable inseguridad pública en el Distrito Federal, su jurisdicción: <br /><br />--No podemos tener un policía detrás de cada ciudadano. Mejor ¡qué se cuiden solos! <br /><br />Tal sugerencia vino acompañada de una velada invitación a portar armas, contraviniendo las limitaciones legales, para proteger los entornos particulares de los criminales. El general de marras cesó como policía pero mantuvo su influencia entre los mandos castrenses al punto de que ejerció como senador de la República, postulado por el PRI naturalmente, entre 2000 y 2006, la etapa marcada por la primera alternancia y las cuotas políticas a la grey militar, incluyendo la Procuraduría General que quedó en manos del general Rafael Macedo de la Concha, excepcional encubridor de sus colegas. <br /><br />No hubo marcha atrás en cuanto a la extensión de las complicidades soterradas. Al contrario: se dispararon al tiempo de que se producía el “primer boom” del narcotráfico sobre territorio nacional creándose infinidad de “puentes” hacia los cárteles de Colombia. Fue en esta época, insisto, cuando se aseguraron los nexos y comenzó e desplazamiento de las mafias hacia el norte si bien nadie responde la cuestión de fondo: ¿qué sucede con las redes del otro lado del Bravo y las mojoneras? Los rastros se diluyen como por encanto en la demostración fehaciente sobre donde se asienta el verdadero e inescrutable poder. <br /><br />En la perspectiva actual, ¿alguna autoridad se atrevería a reprochar a los ciudadanos comunes por llevar armas en sus vehículos, en la capital del país o en las regiones en donde el gobierno se muestra incapaz de repeler controlar a la delincuencia organizada? La cínica sentencia de Mota Sánchez se ha convertido en referencia obligada bajo el peso de las negligencias extremas de una oficialidad vulnerable y copada. Y los riesgos, por supuesto, van en aumento. <br /><br />¿Qué puede decirse de mi querida y atenaceada Ciudad Juárez en donde las ejecuciones se suman ya por millares?¿O de Reynosa y Nuevo Laredo, tan entrañables también, cuyos diarios han claudicado en la defensa de su independencia editorial bajo el acoso de las mafias?¿Y de Michoacán, cuna del general Cárdenas y del mandatario actual, presa de una incontrolable violencia generada, en buena medida, por la impudicia política? Ya no citemos sólo al Distrito Federal, el centro neurálgico de los horrores, porque los dramas se extienden sin remedio a todas las latitudes, a cada rincón de la República. No quedan refugios. Lo mismo en Yucatán que en Aguascalientes; en el litoral del Golfo y en el del Pacífico; en el centro, el sur y e norte; igual en las grandes urbes que en las villas menos comunicadas, esto es de la metrópoli a Baridaguato, en Sinaloa, uno de los orígenes de los grandes “capos” con enorme poder en la actualidad, tanto hasta para fingir sus muertes y dejar con ello de ser perseguidos: hablamos, sí, del “cártel del paraíso” –“Confidencias Peligrosas”, Océano, 2002-, plenamente documentado con una secuela de “muertes vivientes” cada vez más larga. <br /><br />En tales condiciones, ¿puede reprocharse al ciudadano común que proceda por su cuenta, en ausencia de justicia y celeridad judicial, tratando con ello de superar las afrentas recibidas? El instinto de supervivencia es, desde luego, superior a la obligada civilidad cuando no existen garantías para la convivencia pacífica. Y éste es, desde luego, el mayor drama de México y los mexicanos. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Dos de los más sonados casos de secuestros, el de Fernando Martí y el de Silvia Vargas, se han sostenido en los medios informativos gracias a la incesante capacidad promotora de sus familias y, desde luego, a su elevado rango financiero. Convertidos en emblemáticos, eso sí, ahora son referentes obligados para explicar el fenómeno de una sociedad atenaceada dispuesta a hacerse justicia por propia mano en ausencia de instancias gubernamentales que le respondan y alienten. El hilo conductor, desde luego, es la desconfianza, específicamente hacia las corporaciones policíacas que se sabe están contaminadas, y la certeza sobre los vínculos corrosivos. <br /><br />No faltan razones para ello. En un buen número de secuestros, asaltos y extorsiones –incluso aprovechando la psicosis colectiva emanada del terrorismo, como sucede con la colonia vasca en México-, participan agentes o ex agentes judiciales o policías, en funciones o retirados en apariencia, como ejes y garantes de las bandas consideradas “despiadadas” por sus métodos criminales y los tratos vejatorios a víctimas y familiares de éstas. Lo que suele divulgarse no es ni siquiera reflejo de cuanto sufren y asimilan quienes entran en la espiral del odio insensato y comercializado. Y luego, además, surge la impunidad como si se tratara de un valor entendido; por ello, también, muchas veces no se llegan a denunciar las peores afrentas. <br /><br />No son pocos los testimonios –este columnista cuenta con varios de ellos-, de quienes, inmersos en las negociaciones con las temibles bandas de secuestradores, encuentran los nexos de los criminales con la oficialidad representada por los elementos llamados a conocer del caso e incluso llevar adelante los acuerdos para liberar al familiar arrebatado cuya vida pende siempre de un hilo, a veces del humor de sus captores o de las incomodidades que puedan padecer éstos durante el proceso de rescate; más aún cuando la víctima reconoce a alguno de los facinerosos. Por lo general, claro, no viven para contarlo. <br /><br />Tanto Alejandro Martí como Nelson Vargas, padres de los jóvenes mencionados líneas arriba, manifiestan que tan doloroso es el horror de perder a mansalva a uno de sus vástagos como la posterior indiferencia de los órganos destinados a dar seguimiento a los casos y también la de los medios informativos que, por la misma dinámica social, se vuelcan sobre asuntos de mayor actualidad y van olvidándose de los grandes pendientes. Esta amarga sensación de impotencia y ansiedad, una vez experimentada por este columnista en carne propia, acaba, en muchas ocasiones, por marcar a quienes no alcanzan la redención de la justicia. ¿Quién puede asimilar el hecho de percibir que los criminales se solazan al saberse inalcanzables al tiempo que las familias quedan desmembradas y en grave indefensión? Nadie que sea bien nacido. <br /><br />El agobio es bastante mayor cuando se tiene conciencia plena de que el gobierno está de rodillas, impotente, mientras los criminales controlan los escenarios, sobre todo los del poder, y obligan a la sociedad civil, como sentenció en los ochenta el general Mota, a cuidarse sola, aislada y vulnerable por efecto de la corrupción y la demagogia infecunda. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Nelson Vargas, quien como dirigente deportivo integró el equipo de los Fox durante el sexenio anterior, ha exhibido a la Procuraduría General de la República al explicar que él, por sus propios medios, fue capaz de indagar con efectividad sobre la banda que secuestró a su hija Silvia. La pobre respuesta gubernamental es demostración, por sí sola, de la negligencia atroz de cuantos se postularon para servir a la comunidad y sólo presentan saldos rojos, exacerbados por torpezas y la consiguiente incapacidad operativa, al tiempo que crecen las redes y penetran a lo más profundo del tejido social. <br /><br />“No tienen madre”, expresó Vargas hace dos años para calificar a las autoridades venales que no han podido ofrecerle, siquiera, alguna información trascendente. Él, decidido y valeroso, mostró los nexos de la organización criminal denominada “Los Rojos”, a la que pertenecen los hermanos Ortiz González, identificados plenamente hasta por sus distintos apelativos, sin que los representantes “de la ley” sacaran siquiera la cabeza. Las semejanzas con el caso de “La Línea” y el secuestro del hermano de la ex procuradora de Chihuahua, Patricia González Rodríguez, nos demuestran que seguimos en el mismo punto. <br /><br />La sociedad civil toma la iniciativa como prueba incontrovertible de la ausencia de gobierno, es decir del vacío de poder que prevalece mientras se difama a la democracia. Es esto, señor Calderón, lo que no merecemos los mexicanos. Y ya es tiempo de responder por ello. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br />En las vísperas de los comicios federales de 2006, en plena “campaña negra”, se acuñó un “chiste” con marcado sesgo político. Se decía que dos niños bien conversaban entre sí cuando uno de ellos comentó al otro: <br /><br />--Yo quiero que gane López Obrador. <br /><br />--¿Y eso por qué? <br /><br />--Porque mis papis me han dicho que si él gana ¡nos vamos a vivir a los Estados Unidos! <br /><br />En 2008, el propietario de uno de los diarios de circulación nacional, fincado en Monterrey para más señas, dirigió un mensaje al gobernador de Nuevo León –cuya copia tengo en mi poder- en donde le expresa que, al perder su confianza en las instituciones nacionales, optó por trasladar a su familia hacia la ciudad de Dallas para garantizarle con ello la seguridad que no podía darle en México. <br /><br />Queda claro que en 2006... perdimos todos. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-1089823815621833282010-11-01T19:31:00.001-07:002010-11-01T19:31:57.377-07:00¿Una cura para la República?PorRedacción / EL MEXICANOlunes, 01 de noviembre de 2010 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa Algunos colegas se abaten en la ramplonería extrema. Ponderan que es menester cortar de tajo las masacres contra jóvenes extendidas a buena parte de la geografía nacional. Esto es como si la solución supusiera la aplicación de la discrecionalidad presidencial, capaz de aquietar a las mafias con tan solo la expresión rutinaria de su voluntad. Nada más apartado de los escenarios actuales en los que las complicidades carcomen los cuadros políticos y rebasan la capacidad de respuesta del titular del Ejecutivo Federal, cada vez más atrapado en su propia cueva. <br />La infección está tan extendida sobre el mancillado cuerpo de la República que la curación no es cosa de milagros bajo encomiendas espirituales. Tendría que comenzarse, como tantas veces hemos explicado, con la reconstrucción del tejido castrense y judicial, obviamente rebosante de purulencias, y la consiguiente persecución a cuantos, desde la política, optaron por servir de servidores, más bien testaferros, de las mafias en auge, incluyendo, por supuesto, a los poderosos cárteles que, a diferencia de los cuadros calderonistas, son capaces de renovarse con asombrosa celeridad: cuando llega el agua al cuello de un capo célebre esto es, por lo general, porque ya tiene reemplazo definido. Y así hasta el infinito. <br /><br />Acaso las dirigencias partidistas de nuestros días debieran, siquiera, tomar para sí el sentido práctico de los insondables narcotraficantes, sobre todo aquellos que avizoramos como intocables –Joaquín “El Chapo” Guzmán y compañía-, para depurar sus filas en cuanto los “cabecillas” pierden controles o la confianza de sus coaligados. Seguramente, si Juan Molinar Horcasitas, titular de Comunicaciones, Genaro García Luna, de Seguridad Pública, y Javier Lozano, del Trabajo, entre otros, formaran parte de alguna de las grandes bandas criminales, ya habrían sido reemplazados desde hace tiempo. Con Calderón, sin embargo, su resistencia debilita y carcome la estructura gubernamental, una trinchera sofocante y más cuando se cierran salidas y ventanas. <br /><br />Quizá por ello, cuando está a punto de iniciar el último tercio de su administración –lo hará exactamente dentro de un mes-, comienza a diseccionar responsivas mayores. Y ya le recordó a Vicente Fox, intocable hasta la semana pasada, que no cumplió con sus deberes elementales, esto es para atajar a quienes coparon al país entero mientras extendían complicidades hacia el interior del gobierno federal. Hizo bien poco, más bien nada, al respecto y por ello la herencia negra del priismo hegemónico se multiplicó a un ritmo mayor al de las especulaciones bursátiles en época de bonanza. Menudo coraje habrá corrido desde las “muchas faldas” de la señora Marta con el aserto de corte presidencial. <br /><br />Y pese al “respeto” manifestado por Calderón hacia su antecesor, Vicente y no su señora cabe aclarar, el sacudimiento entre los panistas con ínfulas de invulnerables fue tremendo. Terminó el reinado de Luzbel y se dio la mutación inevitable hacia Lucifer, el Maligno, en el cielo del azul escarnecido. Esto es: lo que bajo la deplorable hegemonía priísta ocurría de modo automático, al fin de cada periodo sexenal, los panistas de la vieja hornada, malos imitadores y peores intérpretes, se llevaron cuatro años, esto es dos tercios de un sexenio paralizante. Esto es como si la gestación pudiera prolongarse a capricho de los progenitores porque los nueve meses previstos no les alcanzaran para la “proeza” de cortarse el cordón umbilical tratando de conservar, claro, las células madres. Pero, para colmo, hasta los laboratorios les fallaron. <br /><br />Ahora bien, ¿las equivocaciones de los mandatarios, como las que dijo Calderón que cometió el folklórico predecesor, deben quedar simplemente como referentes extemporáneos o es necesario ahondar en ellas hasta establecer, con certeza, si se incurrió o no en negligencia criminal y además contra la patria, lo que podría significar incluso un acto de traición, así fuese por omisión, uno de los delitos más graves tipificados por nuestra legislación superior? Es evidente cuál es la respuesta. <br /><br />Tomemos en cuenta, entonces, que quien ejerce la Presidencia tiene el deber primigenio de denunciar un delito cuando tenga conocimiento del mismo y no sólo señalarlo con los habituales infundios semánticos. Si Calderón no procede en consecuencia, entonces, deberá ser visto como el mayor de los cómplices del ahora indefendible foxismo; y ser juzgado por ello, llegado el momento. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Cambiaron sólo los papeles. Por Jalisco, desde hace años, se tiene la convicción de que los panistas actuales actúan como los viejos priístas y éstos, en condición de opositores de pacotilla, asumen los papeles de sus otrora adversarios de la derecha. Para decirlo coloquialmente, la misma gata revolcada. <br /><br />Los jaliscienses han atestiguado tres administraciones panistas aun cuando se observa a dos partidos que se reparten, casi por mitad, a los electores, el gobernante Acción Nacional y el PRI. Cabría preguntarse si en este caso, el PRD estaría en disposición de aliarse con el PRI para intentar romper el molde caciquil de la derecha o si buscará, como en otras regiones, el cobijo del PAN, que gobierna solo, para acrecentar coberturas y no dejarle resquicio al aborrecido PRI... aun cuando la que opera como institución hegemónica sea la dirigencia del partido derechista. Un PRI azul para decirlo sin eufemismos. <br /><br />¿Y qué sucede en otros feudos, digamos en Baja California Sur, en donde el PRD ha sumado varias administraciones estatales sin que puedan superarse las animadversiones personalistas entre supuestos correligionarios... como suele ocurrir en el Institucional? Para quienes han padecido las rebatiñas incesantes –ahora protagonizadas por el ex gobernador Leonel Cota Montaño y quien parecía el “mejor posicionado” para escalar la cuesta hacia la gubernatura, Marcos Covarrubias Villaseñor, renunciantes a su partido de origen-, no hay duda alguna sobre la preeminencia de un PRI... amarillo o con el sol azteca como fondo. <br /><br />En sendos ejemplos, es inevitable observar la sombra del priísmo histórico. ¿Entonces para qué tantos afanes de panistas y perredistas destinados a romper en mil pedazos el irreverente espejo que los refleja? Perdida la coherencia ideológica, las pretendidas comparaciones con los camaleones históricos –con Churchill a la cabeza-, son sencillamente insostenibles y al amparo de una falsa moralina que desnuda las patologías políticas concluyentes, sin remedio, hacia las nuevas complicidades estructurales. <br /><br />Quizá por ello, las campañas en pro de la presidencia panista, concentradas en obtener los avales de los 380 sabios, digo consejeros, de la elite, no son sino remedos de cuanto sucedía a la sombra del presidencialismo autoritario: esto es con escenografías para el divertimiento y la suprema voluntad airosa aun cuando sea evidente su pérdida de controles y capacidades operativas. Finalmente, Calderón sumará a tres monaguillos al hilo mientras construye el devenir político... negociando en lo oscurito. Abundaremos. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Por fortuna nuestra patología se queda corta si la comparamos con la del peronismo dominante en Argentina y hasta reconocida por mesiánicos radicales como el venezolano Chávez. No sólo sigue siendo efectiva la tendencia hacia el matriarcado por simulación reeleccionista sino, además, los tributos póstumos conllevan el dolor de la viudez nacional. Lo mismo en la década de los cincuenta, cuando la temprana muerte de Evita le fabricó a Perón su propio nicho, que en la actualidad, tras el inesperado deceso de Néstor Kirchner, bajo el mandato de su esposa, Cristinita Fernández. La diferencia estriba sólo en el género de cada consorte, pero el fondo es dramáticamente repetitivo. <br /><br />De buena nos salvamos cuando su propia exhibición pública hizo trastabillar a los ensoberbecidos Fox con disposición a exaltar la figura de Evita, santona de Andy Lloyd Weber, para pretextar con ello sus afanes de perpetuidad. Sólo que... ¡nos hubiéramos ahorrado a Calderón! Mea culpa. No sé si arrepentirme de cuanto narré en “Marta” –Océano, 2003-, en plena efervescencia bélica del clan Bush. <br /><br />En línea semejante, ahora se pondera a Margarita Zavala Gómez del campo, discreta en principio, como la segunda “mejor posicionada” en el ámbito público, sólo detrás del mexiquense Enrique Peña. No escarmentamos. Imagínense el tremendo dolor que se causaría si Felipe se nos muere bajo la égida de Margarita, por ahora guardiana insondable de las grandes sociedades que le garantizan, a ella y sus descendientes, no sólo impunidad sino una vida de millonarios. No llores por mí... <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Los priístas rara vez se perdonaban. Y acaso al ex presidente a quien trataron peor fue José López Portillo: le ladraban en los restaurantes –en recordatorio por la infecunda promesa aquella de defender al peso “como un perro”-, mientras se destrozaba su vida familiar entre dos fuegos. <br /><br />A Miguel de la Madrid, su sucesor, se le habilitó un refugio, el Fondo de Cultura Económica, para que paliara, sin éxito, las terribles puñadas de Baco. ¿Quién le diría que, con el tiempo, las tardeadas en Los Pinos serían su mejor evocación? <br /><br />Sólo a un “ex” se sigue perdonando: Ernesto “el gran simulador” Zedillo. Persiguió a los Salinas, cumplimentando la antigua tradición, pero luego supo encontrar refugio en las heredades políticas de los Fox. Nadie le ha juzgado ni ha sido motivo de linchamiento alguno a pesar de sus inclinaciones por la traición. Éste es, sin duda, quien mejor refleja al priísmo ambiguo que lo mismo puede pintarse de azul o de amarillo. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-48955649936269596302010-10-20T10:35:00.001-07:002010-10-20T10:35:22.486-07:00PARTIDOS EN CRISISdesafío<br /> editorial PorRedacción / EL MEXICANOmiércoles, 20 de octubre de 2010 <br />1<br />Share <br />Se publicó en: Edición impresa Entre forcejeos por cuanto aplicar o no las alianzas turbias –tales son las que se dan ocultando verdaderas intenciones y sin el menor apego a ideologías y coherencia histórica-, con eclosión de grupos que en algunos casos alcanzan la clasificación de radicales, los partidos políticos parecen haberse convertido en ojos de distintos huracanes con una cauda interminable de damnificados con pérdidas totales de autoridad moral. Vindicarlos será, sin duda, una de las tareas más complejas de las campañas por venir dentro de una “modernidad” que ha aportado, hasta el momento, más rebatiñas que sustentos. <br />De que los partidos están en crisis da cuenta el diferendo cotidiano hacia el interior de cada uno de los más representativos, digamos aquellos con posibilidades reales de alcanzar la victoria nacional en 2010, en plena eclosión de los poderes fácticos, incluido el crimen organizado con capacidad excepcional de maniobra. Las presiones son tremendas y en algunas regiones del país, digamos Sinaloa, se admite que para alcanzar derroteros políticos es menester antes pasar por los refugios de los narcos. <br /><br />Quizá por ello, el gobernador electo de los sinaloenses, Mario López Valdés, proclamó su propia vulnerabilidad, y las de algunos de sus colegas, como señal de no haber negociado. El malogrado aspirante priísta al gobierno de Tamaulipas, el doctor Rodolfo Torre Cantú, no tuvo ocasión de expresarlo así y su memoria está reducida a los valores entendidos: ni siquiera las diligencias judiciales, para resolver la autoría del crimen, mantienen celeridad y rumbo definido; y hay versiones que insisten en la negligencia pactada para “enfriar la plaza” con grandes dosis de amnesia colectiva. ¿Contestará a este planteamiento el sucedáneo, Don Egidio, hermano de la víctima además? <br /><br />La crisis mayor, sin embargo, no se encuentra en los institutos postulantes de candidatos y cuyas dirigencias parecen ancladas en discursos reiterativos y hasta con acentos facciosos, sino en la ausencia evidente de liderazgos con capacidad para aglutinar, no sólo operativa, a un conglomerado confundido y hastiado por la recurrencia de los vicios, el reacomodo de los grupos dominantes –los antiguos cómplices del priísmo hegemónico figuran ahora como los mayores aliados de Calderón en la promoción del continuismo-, y la persistencia de los vicios antiguos –los mayores son la alquimia comicial y la manipulación mediática con apenas barreras-. <br /><br />Sin líderes, claro, se dificulta la vida de los partidos y se obnubila toda tendencia renovadora. Sobre todo porque los espacios vacíos se cubren a golpes de ambiciones y compromisos soterrados que en nada coinciden con los propósitos de cambio, tan vendidos retóricamente a una ciudadanía cuya penosa madurez, gradual diríamos, ya le alcanza, apenas si se quiere, para percibir la demagogia infecunda que substituye a la todavía utopía democrática. <br /><br />Un ejemplo: ¿cuántos creyeron en el abatimiento de las pobrezas –la patrimonial, la alimentaria y la de capacidades- anunciado por el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, visto como el “caballo negro” capaz de engullirse al delfín panista? Los incrédulos, en este caso, marcan la pauta en contra de las inducciones oficiosas; y son, desde luego, bastantes más porque los mitos, sobre todo los “geniales”, ya no alcanzan. (No se olvide, en este renglón, la “hazaña” foxista para disminuir artificialmente el porcentaje de pobres determinando que no lo son quienes devengan honorarios mayores a dos dólares al día. Sabiduría redituable la suya). <br /><br />Así que en este México nuestro, en donde los futbolistas dispendiosos son tomados como héroes cuando llega la hora de los encuentros amistosos excepcionalmente publicitados –esto es como si se tratara de torneos de alto nivel-, quien sale en la televisión y se promociona en horarios triple A, alcanza la tesitura de líder y como tal obtiene el aval para futuras convocatorias. Unos pagan una millonada por ello; otros, como Andrés López Obrador, apuestan a su imaginación para mantenerse en las barras noticiosas aun considerándolas manipulables. Pero nadie niega cuál es el fiel de la balanza. <br /><br />En cierta medida, por tanto, la esencia del liderazgo de los falsos prohombres de nuestros días, lo mismo políticos que estrellas del balompié, marcha en línea paralela a su capacidad para publicitarse de cara a las grandes audiencias televisivas. Por eso, hasta este momento, los miembros del gabinete presidencial con posibilidades de acceder a la candidatura panista a la Primera Magistratura, van muy a la zaga en cuanto a las preferencias generales; de hecho, sus nombres suenan bastante poco pese a las infortunadas “glosas” sobre el informe de septiembre último. ¿Cuáles son sus apuestas? Salir del huacal hacia las pantallas chicas con toda la parafernalia de Los Pinos. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Los tres partidos “fuertes”... se debilitan. Perdidos los ejes, las militancias han trocado los habituales movimientos de rotación por los de traslación, a veces sin el menor sentido común. Cuando le preguntaron a Felipe Calderón cómo es que su partido, el PAN, se une al PRD, su mayor antagonista, en algunas regiones del país y acude con el PRI en busca de consensos en el Legislativo, sólo alcanzó a responder que él no se siente “muy cómodo” con las alianzas. Y volvió a elevar la cortinilla de los “peligros para México”, reafirmándola como si, por decreto presidencial, fuera factible marginar a los “fanáticos” de la izquierda –no así a los suyos-, en aras de los derechos de quienes quieren estar “tranquilos”...para llevar a sus hijos al colegio. <br /><br />A este nivel de simplismo ha descendido el debate. Y no parece cercana la ocasión de vindicar otros valores, como la vocación democrática que se fundamenta en la asimilación serena de la crítica, mientras dure la renovada crispación general. Otra vez estamos en punto muerto. <br /><br />El PRD, que surgió como segunda fuerza política en 2006, si bien reclamó ser la primera aun cuando no supiera demostrarlo por torpezas operativas imperdonables, es un ejemplo claro de desintegración: sin nuevos liderazgos, su dirigencia se enfrenta al único que ha podido conservarse, el de López Obrador; y éste, a su vez, toma distancia porque no concibe una alianza con el PAN que le “robó la presidencia”. El cisma ya sólo espera formalizarse. <br /><br />El PAN, igualmente amorfo ante su impotencia por ampliar coberturas siquiera por el hecho de mantener la Presidencia de la República, agudiza la división entre el sector presidencialista, formado por los secretarios postulantes, y el partidista, que antes fue presidencialista bajo la batuta de los Fox. Mientras el deslinde ocurre, la dirigencia está, de hecho, acéfala, digo, mientras viaja el monaguillo César Nava en las alas de su segunda mujer. Sólo les falta la bendición papal. <br /><br />Y en el PRI, en ruta hacia la recuperación de la casa presidencial según indican los sondeos, el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, aprecia como virtud institucional colocar “candados” para inhibir las ambiciones personales de quien ocupe el liderazgo partidista que él, claro, demanda para sí. ¿Será capaz Moreira, con fama de “entrón”, de superar el futurismo arcaico del priísmo? Mientras se dan los tiempos, las zancadillas abundan y las viejas mafias toman posiciones. Será imposible conciliarlas por más que se hable de unidad. <br /><br />Insisto: la crisis política no está sólo en el desmantelamiento frecuente de los cuadros partidistas; se da, sobre todo, por la ausencia de liderazgos... y plataformas. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />De alcanzar Moreira la presidencia priísta, confirmaría que él ya no competiría por la nominación presidencial, condición ésta que implica una severa condena a cuanto hizo Roberto Madrazo en los prolegómenos de la sucesión de 2006; pero tampoco buscaría para sí, según expresó, una diputación o senaduría, sentencia que igualmente es contraria a la postura de la actual dirigente del PRI, Beatriz Paredes Rangel, quien es diputada federal aun cuando no haya podido asegurarse la coordinación de su bancada en San Lázaro. Dos golpes severos a las corrientes que en el pasado fracasaron. <br /><br />El mensaje es por demás claro: de llegar Moreira, despejaría la ruta, aún más, a Enrique Peña Nieto quien, poco a poco, va quedándose sin contrapesos al interior de su partido. ¿Unidad? Más bien se antoja que los descartes continuos tienden a reflejar una unanimidad demasiado peligrosa de cara al futuro. A menos, claro, que se trate sólo de vindicar el viejo esquema autoritario sin siquiera maquillaje. <br /><br />No hay duda de que Moreira es quien encaja en la dirigencia priísta. Porque con él, es seguro que Peña no se ocupará de las rebatiñas insidiosas ni caerá en provocaciones. Podrá hablar “como presidente”, esto es conciliando, mientras el responsable del PRI toma para él todos los pulsos. Tal es la estrategia que se pretende ganadora. Y lo será si, como parece, en el PAN y el PRD no son capaces de frenar sus propias erosiones. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />--Con Elba Esther hemos tenido, se lo digo sinceramente, una relación de amor y odio. <br /><br />Tal me confió el profesor Humberto Moreira hace poco más de un año cuando le inquirí, en su oficina del Palacio de Gobierno en Saltillo, sobre la evidente preferencia de “la maestra” hacia él. (“2012: la Sucesión”, Océano, 2010). <br /><br />--¿Cómo es eso? –pregunté-. <br /><br />Y Moreira explicó que la señora Gordillo, visceral como es, no le perdonó haber recibido al senador Manlio Fabio Beltrones: <br /><br />--Ella telefoneó para pedirme que cancelara (el encuentro) y yo le respondí que jamás lo haría porque mi función no es amarrar navajas. <br /><br />Si de eso se trata la política, sin duda Moreira la conoce al dedillo. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2385522758120945549.post-25808474845903400622010-10-19T08:48:00.001-07:002010-10-19T08:48:49.866-07:00NUEVA COFRADÍADESAFÍO<br /> editorial PorRafael LORET DE MOLAmartes, 19 de octubre de 2010 <br /> Share <br />Se publicó en: Edición impresa * Nueva cofradía <br />* Factura maldita <br /><br />* Sueldos de lujo <br /><br /><br />Ya les he contado que cuando decidí informar sobre la existencia de un poderoso grupo cuyo amafiamiento devenía de los acuerdos homosexuales, nombrándole desde entonces “la cofradía de la mano caída”, no fueron pocos quienes, enterados del proyecto, intentaron disuadirme. Uno de ellos, Andrés Manuel López Obrador, en aquel momento en funciones de presidente nacional del PRD, llegó a decirme que correría un enorme peligro por la tendencia a la venganza de quienes integran esta copiosa comunidad y reaccionan con violencia como efecto de los muchos incidentes represivos por ellos padecidos. <br /><br />Pese a ello me animé a seguir adelante porque no pretendía linchamiento alguno contra los “gays” sino, más bien, buscaba exhibir el comportamiento desordenado de cuantos, exacerbados por el poder, no tenían límites para extender cooptaciones y redes reclutando a jovencitos ambiciosos dispuestos a cualquier cosa con tal de escalar los peldaños de la pasajera relevancia pública. Y de tal se aprovechaban algunos miembros muy encumbrados de las cúpulas políticas para asegurar la fidelidad de subordinados y aliados. <br /><br />El tema cobró relevancia porque, durante el deplorable sexenio de Miguel de la Madrid, el “boom” de la célebre “cofradía” llegó al amparo del primer nivel de la estructura gubernamental. Era una especie de valor entendido en una perspectiva marcada por las alianzas soterradas y los acuerdos de alcoba. Incluso, a la muerte de quien fue poderoso jefe de policía, Arturo Durazo Moreno, el ex presidente José López Portillo, en el funeral, aceptó que su mayor error había sido privilegiar a esa cofradía con el relevo presidencial mientras él se ufanaba de sus escarceos románticos con algunas damas relevantes en el sector público, incluyendo la que fue su secretaria de Turismo. <br /><br />Sea por defender su estatus de conquistador irreductible o por el deseo de desquite –todos los ex presidentes lo tienen, salvo el caso de Ernesto Zedillo, cuando se sitúan en el nivel del ostracismo-, López Portillo cayó en el mismo vicio que sus predecesores olvidadizos, esto es marginales a la hora de compensar a quienes les ungieron con bastante más que la costosa impunidad: vender caros sus silencios con tal de asegurar las prerrogativas financieras de los gobiernos continuistas. Por ello, claro, se llevó a la tumba, entre otras cosas, la famosa lista de saqueadores que, en 1982, provocaron la crisis financiera estructural cuya gravedad es la única que puede equipararse con la actual. <br /><br />La tal cofradía, por tanto, no es invento febril ni animosidad contra los funcionarios públicos en constante rotación. Incluso recuerdo que cuando Lydia Cacho preparaba su obra sobre la red de pederastas de Cancún me telefoneó para peguntarme acerca de los vínculos non santos de algunos personajes, entre ellos Emilio Gamboa, quien fuera secretario privadísimo del mencionado señor De la Madrid cuando éste despachaba en Los Pinos. Fue una manera de corroborar la persistencia de las conductas extraviadas, bastante más que amorales, en el sector público. Las secuelas del caso igualmente demostraron hasta que punto tales sujetos gozan de protección oficial y pueden resistir los mayores escándalos sin poner en riesgo sus posiciones políticas. Tanto Gamboa como el gobernador poblano, Mario Plutarco Marín Torres, mencionados en la trama mencionada, se sostienen apostando a la amnesia colectiva y, sobre todo, a los acuerdos no escritos entre bandas políticas con distinta filiación partidista. <br /><br />Ha sido todo ello muy lamentable. Por la misma razón no faltan lectores curiosos que indagan acerca de si, con la victoria de la alternancia, cesó igualmente la preeminencia de la mencionada “cofradía” o si ésta se mantiene. Señalo, para responder, la capacidad camaleónica de no pocos de los integrantes de la misma cuyos orígenes políticos se sitúan, precisamente, en el periodo delamadridiano y sin que ninguna indagatoria haya recalado en el amafiamiento denunciado y sus devastadores efectos en la vida institucional del país. No se olvide que el finiquito de este periodo se dio bajo el escándalo del fraude electoral consumado, en 1988, y la consiguiente usurpación de Carlos Salinas de Gortari a la Primera Magistratura. <br /><br />Para infortunio de la sociedad mexicana, las malas costumbres se mantienen. Y es que, sin duda, el reclutamiento político fundamentado en las debilidades personales y las querencias sexuales suele ser definitivo no sólo para asegurar lealtades sino incluso complicidades de muy alta envergadura. Los vaivenes extremos, digamos los virajes, que ha sufrido la política nacional desde hace ya dos décadas demuestran, con enorme claridad, la capacidad de maniobra e intriga de tales grupos afincados en los desórdenes personales. <br /><br />Insisto en este punto: no se trata de fustigar a quienes tienen preferencias por personas de su mismo sexo –esta cuestión atañe exclusivamente a cada individuo-, sino a cuantos utilizan esta vía, sabedores de los estigmas sociales, para garantizar que sus reclutas mantengan la línea a lo largo de sus carreras para evitar con ello el desprestigio que conlleva por efecto, sencillamente, de los linchamientos públicos orquestados igualmente a la medida de los intereses de la mafia dominante. Si cada sexenio estrena a sus propios narcos, según correcta definición de un gran abogado, es dable concluir que también inaugura a sus propias mafias, en versiones corregidas y aumentadas de las originales. <br /><br />Las cofradías, por ende, persisten en el México de las grandes simulaciones. <br /><br /><br />Debate <br /><br /><br />Hace dos años circuló el libro de “memorias” de un elemento singular en la vida “institucional” del país: Luis Carlos Ugalde. Y nombró al texto, exaltándose claro hacia niveles casi heroicos: “Así lo viví”. No tuvo el ruido deseado acaso porque los candados oficiales siguen manteniendo coberturas amplias, aun cuando el planteo de fondo fue escandaloso per se: el reconocimiento del autor, quien fungió como presidente consejero del Instituto Federal Electoral durante los desaseados comicios de 2006, a las presiones recibidas para que indujera y se inclinara, abiertamente, por la victoria de la continuidad y de su abanderado, el panista Felipe Calderón. <br /><br />En una nación con madurez democrática esta tremenda declaración habría dado lugar, sin género de dudas, a una reacción en cadena que hubiese terminado no sólo con la falsa legitimidad del mandatario en operaciones sino también con el régimen del mismo. En México, en cambio, fue tomando cariz de anécdota hasta que se puso distancia de por medio descalificando al ponente y atemperando los veneros controversiales con el silencio de los medios llamados masivos. <br /><br />Desde luego, más allá del perfil de Ugalde, de costumbres privadas un tanto reñidas con la ortodoxia, el asunto no debiera pasarse por alto cuando, a casi dos años de consumarse el segundo año de su gestión, el señor Calderón no ha podido superar el gravísimo pecado original que mantiene, con vaivenes si se quiere, la peligrosa polarización de la sociedad mexicana. Tal es una realidad incontrovertible que no puede atajarse por inducciones e interpretaciones de circunstancias. <br /><br />Si Ugalde, a quien se dio el papel de árbitro aun cuando un importante sector de la disidencia se opusiera a su nombramiento –concretamente el PRD que conocía de sus extraños nexos con la poderosa e insondable “novia de Chucky”, Elba Esther-, relata la manera como fue comprometiéndose hasta el punto de convertirse en rehén de las insanas presiones orquestadas por la Presidencia, los empresarios cómplices y algunas empresas de comunicación que votaron antes de tiempo a favor de la derecha –como otras la hicieron en pro de la izquierda, cabe subrayar-, <br /><br />ello debió haber dado lugar no sólo a la recreación del rumor sino a un proceso judicial en toda forma para perseguir las conductas ilícitas que entraña la propia revelación comenzando, claro, con la de quien se confiesa, el propio Ugalde. Pero, desde luego, se optó mejor por el aislamiento y se eludió hasta el debate sobre el espinoso asunto. <br /><br /><br />El Reto <br /><br /><br />Otra cosa son, desde luego, las motivaciones del ex consejero. Como suelen hacer quienes poseen una acrecentada vocación por la venganza, con el estímulo de los grupos afines y de las arraigadas cofradías, Ugalde pareció cobrarse la ausencia de apoyo, como él la considera, por parte del señor Calderón en la controversial hora en la que discutió la acotada reforma electoral que volvió perentoria su cabeza a pesar de la lastimosa reacción del personaje que defendió el cargo con toda una jauría de por medio. <br /><br />Esto es: la publicación del testimonio de marras tuvo mucho de chantaje, el elemento sustantivo de los tiempos actuales, aunque los sustentos, insisto, obliguen a bastante más que una reflexión superficial. Estamos hablando, nada menos, de un hecho que modificó, como en 1988 y 1994, el perfil histórico del país vulnerándose la voluntad colectiva para proteger a los grandes aliados del establishment. No es cualquier cosa, desde luego. <br /><br />Ugalde, por el momento, da clases en Harvard, el refugio de los políticos mexicanos en donde las filiaciones partidistas sobran. Los vasos comunicantes entre ellos son tan evidentes como la resistencia de las cofradías en la vida institucional de un país de grandes simuladores capaces de perpetuarse contra toda lógica política. <br /><br />Sólo falta que el señor Ugalde, a quien no bastó la protección de la “maestra” para asirse del jugoso cargo que ostentó hasta el 14 de diciembre de 2007, retorne a los escenarios en calidad de candidato a cualquier cargo relevante con la alianza estratégica, por supuesto, del PAN y el PRI, madre y padre de la criatura. En el aniversario del IFE todo puede suceder. <br /><br /><br />La Anécdota <br /><br /><br />Impresionante. Quince mil policías de la llamada “Guardia Nacional” española, desfilaron, hace dos años en Madrid, para protestar por sus bajos ingresos y exigir que éstos se igualen a los de las gendarmería “autonómicas” que son entre un veinte y un treinta por cierto más jugosos. Ello significa que los responsables del orden lo vulneran cuando el agua, como dice la voz castiza, les llega a los aparejos. <br /><br />Revisé, entonces las cifras del descontento y me sorprendieron: <br /><br />Los elementos en rebeldía reciben, cada mes, sueldos de, cuando menos, dos mil cuatrocientos euros –unos cuarenta mil pesos de acuerdo a los fluctuantes tipos de cambio actuales-, y reclaman que los “mozos” catalanes perciban hasta tres mil doscientos euros en el mismo periodo –unos 56 mil devaluados pesitos, casi dos mil por cada jornada de trabajo-. <br /><br />¿Qué les parecerá a nuestros policías condenados a sueldos muy bajos, incluyendo aquellos que se mantienen en el frente de guerra contra las drogas?¿Nos dirá el “espejito” que en esto anida la corriente corruptora que deviene de cárteles y bandas multinacionales? Abundaremos, claro. <br /><br />E-Mail: rafloret@hotmail.comrafael loret de molahttp://www.blogger.com/profile/12308693728271950596noreply@blogger.com0