jueves, 3 de junio de 2010

CABALLOS NEGROS/COLUMNA DESAFIO

RAFAEL LORET DE MOLAjueves, 03 de junio de 2010


*Caballos negros

*Impolítica reina

*Es “incompatible”



Santiago Creel Miranda, senador de la República, acaso convertido en la figura del PAN con mayor conocimiento de causa hacia el futuro desprendido de su antigua condición presidencialista –esta fue evidente cuando, como secretario de Gobernación, debió sufrir el desgaste por la descalificación al gobierno foxista en el arranque de la carrera por la Primera Magistratura en 2005, me confió –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, que él nunca fue el “delfín” de la pareja ex presidencial.

-Con Calderón estaban, desde el principio, Josefina Vázquez Mota (secretaria de Desarrollo Social en aquel momento), Rodolfo Elizondo (ex titular de Turismo) y medio gabinete. Luego, el propio Fox abrió el fuego incorporando a Alberto Cárdenas (ex gobernador de Jalisco y al frente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales al producirse su “destape”), señalándolo como el caballo negro.

Si bien el destacado legislador creyó oportuno especificar algunas “imprecisiones”, desde su punto de vista, sobre lo asentado en el libro de referencia, específicamente en cuanto a que “nunca” habló con Fox sobre la perspectiva proselitista en sentido contrario a lo registrado originalmente, ni reconoció haber mencionado que el foxismo “fracasó” por cuanto el abanderado del cambio consideró haber ganado la historia antes de tiempo y con ésta el juicio popular inapelable, declaraciones que fueron motivo para un segundo encuentro para intentar despejar algunas aristas, mantuvo la idea central de su nueva propuesta: formar una izquierda desde la derecha y tratar de participar internamente en el proceso selectivo de su partido, el PAN, siempre y cuando el partido pueda “arreglarse”, estructuralmente se entiende, para no ir hacia un fracaso que no sería justo ni para él ni para su instituto político, según aseveró.

Dejo constancia de ello amén de repetir que observé en Creel una clara transformación política: más abierto, esto es sin las ataduras de la fidelidad a la que le obligaba su cargo ministerial hace seis años, y con mayor conciencia sobre perspectivas y estrategias. Considero que, en todo caso su nuevo discurso es el que podría sonar más convincente ante los presuntos electores en una hora en la que la sociedad, aterrada, observa como ineficaz a la administración federal panista colocada –y esto lo dice este columnista- en la coyuntura de un Estado fallido.

En otro horizonte, digamos desde Los Pinos, crece el rumor acerca de que el mandatario Calderón está guardándose, como lo hizo Fox con Alberto Cárdenas Jiménez, un as dentro de la manga con el anagrama de la Secretaría de Desarrollo Social, de la cual ya surgió un candidato, priísta, cuyo andar fue truncado: Luis Donaldo Colosio. Y es que el sinaloense Heriberto Félix Guerra, quien ha tomado muy en serio su encargo al grado de multiplicar las horas de trabajo aun cuando ello desate la rumorología sobre las largas jornadas, llegó al equipo presidencial en la hora justa de los reacomodos que pueden significar apuestas para el futuro inmediato.

En la página 228 de la obra citada, se recoge una opinión del titular de Sedesol sobre el complejo devenir político de su entidad, respecto al hecho de que el PAN sinaloense, muy bien posicionado, optara por una alianza con la izquierda sin favorecer a sus pilares locales, incluyendo al propio Félix Guerra quien fue llamado a participar en la administración federal cuando más sonaba su nombre como posible abanderado:

-Me pareció que habría otra opción fuerte (en el PAN), la de Manuel Clouthier Carrillo, hijo del Maquío –y cuñado de Félix Guerra-. Pensé que le iba a entrar pero creo que él se equivocó al marginarse.

Sobre el particular, en atenta misiva, el secretario de Desarrollo Social, puntualiza:

-Mi expresión a su cuestionamiento sobre si había dejado libre el camino en la contienda electoral de Sinaloa, fue en el sentido de que habría otra opción fuerte, en la persona de Manuel Clouthier Carrillo. Hasta ahí mi comentario cuyo sentido es positivo.

Si bien no modifica el sustento del aserto, la discreta aclaración es explicable por cuanto podría significar algún diferendo familiar que ni él ni este columnista pretendimos al dialogar sobre el tema. En la misma línea igualmente precisa respecto a la última vez que vio con vida al “Maquío”, en la víspera misma de su muerte que la versión oficial pretendió ubicar tan solo como un “accidente”:

-La cena, a la que asistió Maquío –en la que Félix Guerra no pudo plantear su petición de mano para desposar a Lorena, hija de éste-, la organizó Manuel, su hijo.

Desde luego, el afán por cuidar cada línea, tras exhaustiva revisión del texto, plantea el imperativo de despejar rutas hacia el porvenir por lo que pudiera darse. Y es que el secretario Félix Guerra, a decir de no pocos cercanos al titular del Ejecutivo federal, marcha sobre caballo... negro.



Debate


Contra lo que pudiera pensarse, ante el despegue mediático de los aspirantes del PRI, sobre todo, y el PRD, en distintos escenarios, es el PAN, en posición del poder presidencial aun cuando se avizora una nueva alternancia, el partido que ofrece una mayor cantidad de postulantes: además de los mencionados, los secretarios Alonso Lujambio, de Educación, Ernesto Cordero, de Hacienda, y Javier Lozano, del Trabajo; además de la diputada Josefina Vázquez Mota –la mujer que más suena en los corrillos del futurismo mientras la priísta Beatriz Paredes insista en no entrar de lleno en la puja presidencial-, y el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez, incorporado a última hora con el aliento de la ultraderecha panista, la del conocido “Yunque”.

A diferencia de los panistas, el PRI se concentra en Enrique Peña Nieto aun cuando algunos otros mantengan sus ilusiones para el caso de que el mexiquense se quebrante: el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, y el senador Manlio Fabio Beltrones. Pero, según parece, entre la militancia pervive la idea de que el handicap favorable al primero no parece reversible al corto plazo pese a los descalabros –como el sonado caso de la pequeña Paulette Gebara, negligentemente llevado- y campañas negras iniciadas desde todos los rincones adversarios.

Y en el PRD las apuestas principales se sostienen respecto a si Andrés Manuel López Obrador, “con un pie fuera del partido” como divulgan los principales dirigentes de esta opción, sería capaz, en su momento, de reconocer el mejor posicionamiento público del jefe del gobierno defeño, Marcelo Ebrard Casaubón. Desde luego, cuentan igualmente con un “caballo negro”: el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente quien despierta enormes simpatías –y aparentes respaldos- en el centro del país y no así fuera del núcleo metropolitano.

Sin embargo, pese a la mayor oferta panista –con suspirantes dentro y fuera de los fueros presidenciales-, entre los ciudadanos priva la opinión de que el PRI y el PRD llevan ventaja por cuanto ofrecen liderazgos consolidados, para bien o para mal según sea la tendencia de quien los observe, mientras que los panistas no pueden moverse todavía por un principio básico de lealtad política hacia el depositario del Ejecutivo federal. De hecho, al consultarse a los presuntos electores sobre nombres y cargos, difícilmente identifican a los ministros de Calderón mientras no tienen dudas al señalar, en pro o en contra, al priísta Peña, al perredista Ebrard y a López Obrador, situado en la peligrosa línea del cisma partidista.

Desde luego, como hace seis años, el PAN parte con evidente desventaja respecto al PRI si bien, por el divisionismo en la izquierda, mantiene una cuota electoral superior, por el momento, a la del PRD. Y capta, sin duda, la creciente descalificación hacia el régimen calderonista atrapada entre la inseguridad pública extrema y la agenda militar del llamado “primer mandatario”.



El Reto


Hace poco más de dos meses, cuando cerramos la investigación sobre la sucesión presidencial para el texto señalado líneas arriba, la ventaja de Enrique Peña, señalada en treinta y nueve puntos porcentuales, parecía irreversible. Una distancia tal, es decir tan abismal, jamás ha sido superada en ningún territorio. Pese a ello, las estruendosas campañas negativas, basadas en hechos circunstanciales que han desnudado contubernios soterrados -¿a quién servía el ex procurador mexiquense, Alberto Bazbaz, al gobernador Peña o a su partido, el PAN?-, pudieron restar potencialidad a la desbocada vanguardia de la justa adelantada.

La listeza de los estrategas de la derecha, que lo mismo lanzan denuestos contra Peña por el caso Paulette o son discretos y se callan tras la escandalosa aprehensión de “Greg” Sánchez, el ex alcalde de Cancún postulado por el PRD a la gubernatura de Quintana Roo y sostenido en esta instancia a pesar de su calidad de indiciado, además del uso proselitista descarado del secuestro de Diego Fernández de Cevallos -¿no que no era imputable al crimen organizado como se precipitó en declarar el señor Calderón?-, exhibe quienes son quienes llevan la batuta en cuanto a la armazón política de los escándalos. Lo mismo que en 2006, con todos los “peligros” observados en la izquierda.

Los momios fluctúan; la confusión general, también. Abundaremos.



La Anécdota


Termina hoy la “preparación” de los seleccionados mexicanos de cara al Mundial de Sudáfrica. No hay quien se sienta satisfecho de ellos a pesar de los esfuerzos de las cadenas televisoras mexicanas que han dilapidado millones y espacios mercantiles a costa de engatusar a los espectadores cautivos.

Escuché por allí:

-Si en 1917 se ponderaba que el hijo de padres extranjeros podría optar por la nación de origen de sus progenitores en caso de conflagración, ¿a quién apoyaría “El Vasco” Aguirre si en el camino se encuentra a España, en el lejano e hipotético caso de que avance el “tri” tras la primera ronda eliminatoria?

Porque, desde luego, el tal personaje tiene como prioridad retornar a la península ibérica en cuanto pueda porque, sencillamente, México le viene mal a su familia. Ya lo dijo él aunque algunos lo justificaran tramposamente. ¿Quién dice que podremos festejar, en septiembre, un bicentenario que no significa independencia mental? Seguiremos razonando sobre ello.

E-Mail: rafloret@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario