¿A QUIÉN CULPAMOS?

Desafío Publicación: VIERNES 4 DE JUNIO DE 2010

*¿A Quién Culpamos?

*Tecnología Riesgosa

*Además Linchamiento

Por Rafael Loret de Mola

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En las dirigencias partidistas lo que importa es, desde luego, cómo utilizar a su favor cada acontecimiento de la vida nacional. Los panistas de otro tiempo, ya lo conté, expresaban que la “sorpresa”, para actuar desde las emboscadas, era su mejor arma para intentar contrarrestar los severos controles del partido en el gobierno, entonces el PRI, con apenas espacios libres para ello. Los de ahora, en cambio, optan por asegurarse la vanguardia de las campañas “negras” destinadas a colocar en la picota a cuantos, desde otros bandos, les incomodan o marchan a la vanguardia de las preferencias electorales. Como hicieron, hace cuatro años, con López Obrador. Sólo que los tiros les salen por las culatas.

Repasemos algunos hechos recientes:

1.- Cuando el desprestigiado Alberto Bazbaz –aunque no lo inhabiliten para ejercer cargos públicos, ¿tendrá algún ofrecimiento tras la negligencia deplorable que marcó su actuación como procurador mexiquense?- pretendió cerrar el caso de la pequeña Paulette Gebara, panistas y perredistas creyeron tener una excepcional oportunidad para desgastar la mediática imagen de Enrique Peña Nieto, jefe directo de Bazbaz, hasta el momento en el que se divulgó la filiación partidista del torpe ex funcionario, desde 1998 cuando ingresó al PAN. Sólo entonces los “tiradores” reflexionaron sobre los verdaderos costos y alcances del diferendo.

2.- Al ocurrir el secuestro de Diego Fernández de Cevallos, a pesar de la resistencia de Felipe Calderón a considerar la posibilidad de que fuera cautivo del crimen organizado –así lo declaró, con ligereza inexcusable-, los panistas queretanos llevaron agua a su molino, publicitando, en anuncios monumentales de perentoria existencia, no sólo su solidaridad con la víctima sino también la indiscreta inducción sobre la inseguridad estatal para intentar con ello salpicar al gobierno del priísta José Calzada. ¿Y acaso la administración federal panista estaba, en la misma línea, libre de pecado? El sectarismo es tan obcecado que, entonces, cabría suponer que de acuerdo a las filiaciones partidistas de cuantos han sido rehenes podrían establecerse las responsivas judiciales y políticas.

3.- El confinamiento de Gregorio “Greg” Sánchez, ex alcalde de Cancún postulado por el PRD al gobierno de Quintana Roo, inoportuna por cuanto alteró la competencia proselitista –la acción debió darse antes de su nominación, esto es cuando las indagatorias lo señalaron, o después, retrasando políticamente la orden de aprehensión para el caso de que, como era dable esperar de acuerdo a encuestas y sondeos publicados, no resultase electo-, exhibe el talante selectivo de los órganos encargados de administrar justicia bajo la férula del cuestionado, por origen e inoperancia, Felipe Calderón. ¿O acaso no existen otros candidatos, en campaña ahora mismo, con una cauda mucho mayor de sospechas y evidencias sobre sus vínculos non santos? Podría comenzarse, para reunir pruebas, por Sinaloa y luego seguir el cauce hacia Tamaulipas, Chihuahua, Aguascalientes, etcétera.

Además, la reacción tras el suceso, con “Greg” negando las acusaciones a través de vídeos producidos antes de su captura, resultó sintomática. Los perredistas, claro, se indignaron, y los panistas, sus aliados en media docena de entidades si bien no en Quintana Roo, optaron por un apoyo discreto para evitar fracturas mayores en donde tienen esperanza de no ser arrollados gracias a las alianzas turbias. Por su parte, el PRI, dueño del feudo y de las encuestas que desatan escepticismo, optó por dejar pasar el asunto y su dirigente nacional, Beatriz Paredes, tan solo señaló lo inoportuno de la acción judicial.

Para cerrar el círculo, Felipe Calderón, como es su costumbre, manifestó su pesar “en serio” por el sesgo político de un asunto en el que, según dijo, sólo se aplicó la ley, esto es como si en otras ocasiones sus manifestaciones hubiese adolecido de la necesaria ponderación y, peor, se desligó de cualquier presunta conjura aun cuando fuese la Procuraduría General la que procediera en seguimiento de lo dictado por un juez con sede en Nayarit. Una diligencia, por supuesto, realizada con excepcional celeridad como demostración de la manera de proceder de las instancias gubernamentales cuando hay consignas de por medio. Como siempre.

¿A quiénes culpamos, entonces, si cada sector, cada partido y cada dirigente, tiene algún sesgo de responsabilidad en los sucesos referidos? Sólo los ingenuos podrían asumir, en seguimiento a la manipulación mediática orquestada por expertos importados –desde Colombia, Estados Unidos y España, sobre todo-, contratados ex professo con la misión de aprovechar las sacudidas de la opinión pública salpicando de lodo a los adversarios de quienes les pagan. Igual que en 2006 pero con escenografías más abiertas.

Sin duda, a estas alturas, los partidos políticos y sus líderes, designados por reducidas elites dentro de cada uno de ellos –incluyendo, desde luego, la presidencial-, han perdido toda autoridad moral. Sólo los ingenuos, los incondicionales de cada causa y los desinformados lo niegan.

Debate

El doctor Leopoldo Gómez González Blanco, vicepresidente de Noticieros de Televisa, me confió, para mi obra “2012: La Sucesión”, que los medios masivos no pueden, por sí solos, gobernar los procesos electorales:

--Ninguno... tiene la capacidad de generar una percepción totalmente alejada de la realidad. Si mostramos, por ejemplo, la intolerancia de cualquier personaje, ello es reflejo de lo que ya cree y asimila la población.

De igual manera, al igual que otros de quienes serán protagonistas, sean o no candidatos, de la justa presidencial, observa que la evolución de otros instrumentos, digamos Internet, es de tal manera dinámica que, para dentro de dos años, habrá otros recursos para establecer una competencia más cerrada que sólo podrá disiparse, dijo, con el “fundamento” de la imparcialidad.

Los hechos mismos ponen los signos de interrogación al respecto. Porque, sin duda, los manejos, diferenciados, de las principales cadenas de televisión acaso sugieren votar por adelantado o trocar perfiles, momios y perspectivas de cada uno de los presuntos postulantes al calor de hechos circunstanciales –por muy amargos y dolorosos que éstos sean-, al punto de que la desgraciada muerte de una niña –que no es la única víctima de un procedimiento tenebroso- se convierte en factor político de primer orden no sólo por el acontecimiento de referencia sino por las conexiones a las que ha dado lugar.

En 2012 no sabemos que instrumento estará de moda. Hoy, los jóvenes no se apartan del twitter y del IPOD, concentrados –o más bien enajenados- por recibir información ligera, muchas veces sólo chismes de banqueta, como si se tratara de auténticas revelaciones. Y no están en donde creen estar porque sus mentes, dispersas, están conectadas con el mundo cibernético, los internautas y los mensajes que llegan en cascadas... como sucedió hace algunas semanas en Cuernavaca, sitiada por las advertencias electrónicas y con la población encerrada en sus casas, atemorizada.

Dentro de dos años, seguramente, no habrá espacio desperdiciado ni oportunidad siquiera para ponderar y cotejar informaciones. Puede avizorarse una especie de dictadura de la intrascendencia –si se escapa un león de Chapultepec a lo mejor eso le cuesta la candidatura presidencial al jefe del gobierno defeño si se demuestran las componendas de los administradores del zoológico-, a fuerza de estar dentro de las redes como blancos visibles de los manipuladores profesionales listos a hincarles los dientes a los presuntos sufragantes.

Cada vez, en cada elección digo, la sociedad política está en mayor indefensión.

El Reto

Y si de tecnología hablamos, se divulga que al influyente Fernández de Cevallos le vendieron uno de esos “chips”, subcutáneos, esto es para ser instalados debajo de la piel, para poder ser localizado en cualquier momento. Pero tal no detuvo a sus captores quienes llegaron al rancho “La Cabaña” provistos del consiguiente “scanner” localizador. De allí la sangre encontrado alrededor de la camioneta del panista: brotó, precisamente, cuando le abrieron el sitio donde escondía el aparato.

El asunto es de enorme importancia y debiera ser fuente de investigaciones sobre las empresas instaladoras de la nueva tecnología que, como en el caso de Internet, llegó mucho antes de dar lugar a la debida legislación sobre usos y limitaciones. Hasta la fecha no se cuenta con elementos para frenar a cuantos utilizan las redes cibernéticas para amenazar, injuriar, intimidar y chantajear a los usuarios. Dicen que sólo en caso de amenazas de muerte comienzan a moverse los peritos. Pero ni así. ¿O acaso hay alguna indagatoria sobre la empresa que vendió a Diego su sofisticada “protección”?

Considerando lo anterior, no puede sorprendernos la recurrencia de los modernos alquimistas al alterar o substraer la producción de materiales electorales como ya sucedió en Mérida. Lo moderno y lo rudimentario se juntan; esto es la llamada tecnología de punta en este renglón, hasta el momento, favorece más a los pillos formados a la vieja usanza. Una paradoja extrema.

La Anécdota

Conversé, telefónicamente, hace unos días, con Eduardo García Valseca, quien fue rehén durante siete meses, entre junio de 2007 y enero de 2008, de facinerosos extremistas. Lo mantuvieron en un cajón, con apenas movimiento, y sólo filtraron fotos suyas a través de Internet en las que aparecía desnudo, con un periódico del día, en actitud de franco desamparo.

--No tengo duda alguna –me dijo- de que quienes tienen a Diego son los mismos. Los desnuda la idéntica manera de actuar.

Por cierto, el caso de García Valseca, secuestrado cuando retornaba a su rancho en San Miguel de Allende luego de dejar a sus hijos en la escuela, ha dado lugar a una especie de linchamiento mediático en la cuna de las conjuras independendistas. Se dice que está “enlodando” a la ciudad guanajuatense al insistir, en foros internacionales, sobre la tremenda descomposición que dio lugar a su penosa historia de cautividad. Además del secuestro ahora confronta la maledicencia de los demagogos. No es poca cosa. Abundaremos.

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Rafael Loret de Mola
Escritor