RAFAEL LORET DE MOLAlunes, 28 de junio de 2010
Democracia pantanosa
*El factor oligarquía
*La fábrica de ídolos
En vez de debates y propuestas, candidatos y partidos han optado por entrar, de lleno, a la ruinosa batalla de las descalificaciones mutuas. Aun así, las alianzas turbias crecen. Por ejemplo, en Veracruz, en donde no hay candidato aliancista, la izquierda, representada por el ex gobernador priísta Dante Delgado, salido de la fábrica de Fernando Gutiérrez Barrios y ahora garante de Convergencia, opta por la prudencia frente a las provocaciones descocadas del “panista” Miguel Ángel Yunes, también ex priísta y cuasi gobernador durante el periodo del beodo Patricio Chirinos Calero, y prefiere hacer mutis para no entorpecer los acuerdos de su dirigencias nacionales, las del PRD y demás opciones cercanas, con el PAN y sus líderes con rostros de monaguillos regañados.
Con ello, claro, se exalta la dualidad permanente de los estrategas que privilegian las circunstancias –y las ambiciones, claro-, sobre plataformas ideológicas e históricas. Basta con este aserto para explicarnos el nivel de descomposición alcanzado durante los procesos comiciales en catorce entidades del país, doce de ellas con miras a renovar las gubernaturas en sendos duelos impregnados de rabiosos sectarismos, infecundos por lo demás, bajo una verborrea incesante y provocadora.
En Baja California, en donde se renovarán los ayuntamientos y el Congreso estatal, algunos postulantes, de plano, optaron por esconderse, reducir sus campañas o desaparecerlas, ganando tiempo, basándose en los severos riesgos contra su seguridad y a falta de suficientes garantías para ejercer la política sobre los templetes. El síndrome Lomas Taurinas ahoga y extiende su ponzoña. Y en Chiapas, todavía acordonada la llamada “región del conflicto”, se votará sólo por los futuros munícipes en un entorno obviamente infectado por los extremismos irresueltos y la ausencia de factores que permitan resolver la parálisis con diálogos efectivos. No basta, claro, con las buenas intenciones.
No son pocos quienes se preguntan si, por ejemplo, en Ciudad Juárez y algunos otros municipios de Chihuahua, podrá desarrollarse sin sobresaltos la jornada comicial. Algunos apuran que incluso los grandes “capos” administran sus amenazas y no caerán en el juego de alterar los cursos políticos para no “calentar” más, oficiosamente diríamos, la plaza. Sin embargo, capacidad para ello les sobra si consideramos la facilidad con la que, en días pasados, colapsaron la ciudad de Monterrey, reina del norte, mediante “narcobloqueos” destinados a exigir la imposible liberación de algunos de sus operadores.
Puede intuirse que acaso hay ciertos “entendimientos” bajo la mesa para asegurar la relativa tranquilidad de los votantes, salvo en aquellos sitios en los que la apuesta es por el terror... a la manera de cuanto ocurrió en 1994, tras el asesinato de Colosio y la validación del sucedáneo Zedillo catapultado por los llamados “votos del miedo” definitorios: en total, este personaje, sin carisma ni trayecto político, logró alzarse con el mayor número de sufragios emitidos por un candidato en la historia, más de 17 millones. El antecedente, por supuesto, obliga a meditar sobre las intenciones soterradas de cuantos pretenden mantener dominio sobre sus respectivas entidades a pesar del cansancio de una ciudadanía copada.
En Sinaloa, acaso la región de mayor riesgo en la perspectiva comicial de 2010, con dos candidatos en igualdad de circunstancias y un manejo de las encuestas bastante sesgado hacia la causa oficial, el debate entre los postulantes se centró en una cuestión obviamente incendiaria: El ex priísta y ahora aliancista, Mario López Velarde, preguntó a su ex correligionario y ex alcalde de Culiacán, Jesús Vizcarra Calderón, abanderado priísta y del gobernador Jesús Aguilar Padilla, si era o no compadre del muy famoso Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los mayores “capos” y el más publicitado últimamente en semanarios políticos que le brindaron portadas y espacios para que enviara un tortuoso mensaje-advertencia a Felipe Calderón en el sentido de que éste no es blanco de los cárteles... por ahora.
Recuérdese igualmente el acre señalamiento de Manuel Clouthier Carrillo, diputado federal e hijo del inolvidable “Maquío”, de quien admiré siempre su fogosidad y autenticidad, al llamado “primer mandatario” por cuanto consideró que éste no había hecho lo necesario para combatir al exitoso cártel de Sinaloa, a diferencia de otros grupos similares a los que se ha pretendido descabezar. Y peor todavía, en conversación con este columnista, admitió que, en la mencionada entidad cuando menos, quien accediera al Palacio de Gobierno no podría substraerse de algún tipo de “negociación” con los narcotraficantes con dominio territorial. Terrible planteamiento pero, sin duda, certero.
Obvio es decir que, con vista a las elecciones domingueras, la paz sólo podrán garantizarla... los grupos delincuenciales y no el gobierno federal acotado ni la mayor parte de los mandatarios estatales. La apuesta se cierne, entonces, sobre cuáles serán los costos y las monedas de cambio.
Debate
Mientras ello ocurre, los grandes consorcios de la televisión avanzan con su Iniciativa México que se pretende ciudadana aun cuando haya salido de los despachos de Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, dos personajes que en poco coinciden, social y políticamente, con la colectividad a la que discrecionalmente aseguran representar con sus aportaciones “oportunas”.
Ya hemos dicho que en cuando a los “chantajes”, los dos prósperos empresarios –cada vez mejor posicionados en entornos generales críticos- han tenido ya ganancias pingues. Por principio de cuentas, el todavía joven Azcárraga, tercero en lisa desde la fundación de Telesistema Mexicano en los años cincuenta, se embolsó, nada menos, la exclusividad para operar la fibra óptica, con el visto bueno del gobierno calderonista ansioso de mantener buenas ligas con el poderoso consorcio, misma que le permitirá una expansión tan ruidosa y contundente como la habilitada por la nueva Ley de Radio y Televisión. Dos goles sin barreras de contención.
Y en cuanto al habilidoso Salinas Pliego –registrado como el segundo mayor multimillonario de México, sólo superado por el inalcanzable Carlos Slim Helú, quien no apareció entre los grandes promotores de la Iniciativa mencionada-, los dividendos están a la vista: “su” Banco Azteca –el primero de capital mexicano desde la asunción del panismo al poder en 2000-, es el único que sigue cambiando dólares, sin mayores restricciones, mientras los demás han debido replegarse bajo la presión oficial sobre los cursos desviados del dinero sucio. ¿Será porque “Azteca” está libre de pecado o porque es fuente de complicidades mayores? La respuesta la dejo en ustedes, amables lectores.
Es mejor nombrar al proyecto que pretende la intromisión política de los dueños de la televisión privada y sus derivados, como Iniciativa Oligarca. Suena sin tantas pretensiones como las del uso del nombre de nuestra nación, permanente confundida con los fueros autoritarios. ¿Acaso en el pasado inmediato no se confundía al presidente con la patria misma cada que portaba la banda tricolor sobre el pecho? ¿Y al gobierno hegemónico con la concepción de Estado, como si fueran la misma cosa? No extraña, entonces, una nueva distorsión aunque sea tremenda.
Porque, sin duda, en el fondo de la cuestión perviven las apuestas hacia el futuro y el imperativo de asegurar el control del poder político con la baza del poder económico. Esto es sin ambigüedades ni interpretaciones.
El Reto
Al calor de los acontecimientos recientes cobra relevancia cuanto me dijo, el jueves 18 de febrero de este año, el doctor Leopoldo Gómez González-Blanco, vicepresidente de Noticieros de Televisa –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, con referencia a la carrera... en pos del verdadero poder.
-¿Van a gobernar los medios masivos –le pregunté-, junto con el candidato al que le apuesten?
Gómez, acostumbrado a debatir con los controles en la mano –de allí el formato de su programa “Tercer Grado”-, no pareció incomodarse con la interrogante y respondió:
-No estoy de acuerdo con esa apreciación. Los medios sólo ponemos los micrófonos, las plumas, las cámaras y son los actores políticos quienes se encargan de reflejar sus atributos y debilidades. Cada quien es lo que sea capaz de demostrar.
Por supuesto, del dicho al hecho... hay mucho trecho. Y es evidente el afán protagónico de los grandes consorcios de la televisión privada, que simulan ir de la mano cuando se trata de contrarrestar las influencias de un gobierno acotado, dispuestos a cercar al régimen de Calderón para asegurarse el liderazgo en la carrera sucesoria simulando, además, servir así “a la ciudadanía”.
Finalmente, ¿cuántas dispensas fiscales están de por medio? Bien se sabe que tal podría ser el fondo del nuevo chantaje soterrado en aras de una falsa civilidad política. Abundaremos.
La Anécdota
¡Cuán fácil es crear, desde las televisoras con altas coberturas, ídolos de barro! Recuerden, los amables lectores, el experimento aquel llamado “Big Brother” que lanzó a la fama a un puñado de audaces reclusos voluntarios ayunos de pudor. Y observen, en la misma línea, los repetitivos episodios sobre la vida y milagro de Cuauhtémoc Blanco, el singular delantero de los “tricolores”, quien ya tiene ánimos suficientes para intentar hazañas mayores con independencia de los resultados del Mundial de Sudáfrica.
Me pregunta una amable lectora:
--¿A poco “el Temo” no sería un buen jefe de gobierno del Distrito Federal? Quien lo postule se llevará el gato al agua.
El balance ya está hecho, más allá de las “hazañas” mediáticas del Vasco Aguirre, rostro y voz originales de la Iniciativa México. Alguna vez, el tlaxcalteca Tulio Hernández, ex gobernador de su entidad, me dijo:
--El PRI es capaz de convertir al más feo de los mortales en el galán de más alta cotización. Sólo falta que se le haga candidato. Mírenme a mí.
¿Y el PAN y el PRD acaso no han aprendido la lección? Seguiremos en línea.
E-Mail; rafloret@hotmail.com
lunes, 28 de junio de 2010
viernes, 25 de junio de 2010
BIS A BIS ENRIQUE PEÑA Y LOPEZ OBRADOR
viernes, 25 de junio de 2010
Cuando conversé con Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México a quien muchos ya le colocan el sambenito antiguo de “futuro presidente” –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, prefirió, con manifiesto rubor político, no hablar del futuro, esto es de lo que haría en materia de seguridad pública de alcanzar la Primera magistratura, sino subrayar cómo procedería, en este momento, para abatir al imperio de los cárteles y el crimen organizado:
-Lo primero –me dijo-, abrir un sendero para poder alcanzar un mayor desarrollo social, pero no lo único. Hay que inhibir el consumo de estupefacientes, no legalizándolo, sino a través de campañas efectivas... como las que hicimos durante la crisis de la “influenza porcina”. Y rehabilitar adecuadamente a los consumidores.
Pese a negar tener la menor afinidad con Andrés Manuel López Obrador, a cambio de contar con un buen puente de entendimiento con Marcelo Ebrard, en el punto anterior coincide con su mayor adversario, el mismo que no ha dejado de fustigarlo señalándolo como títere de las mafias dominantes y cuya propuesta en este sentido recala en el imperativo de atacar la pobreza extrema antes de extender la filosofía de la guerra. Por cierto, cuando tal expresó el provocativo tabasqueño algunos voceros de la derecha pretendieron descalificarlo al considerar sus palabras desdeñosas “e injustas” contra los depauperados al ser observados, dijeron los manipuladores, como fuentes de violencia y no en el papel de honestos sostenedores de la economía. Demagogia pura.
Peña y López Obrador, por tanto, concluyen que los detonantes se encienden a causa de las grandes desigualdades sociales que perviven en el país; y que la manera efectiva de apagarlos, o intentarlo cuando menos, es combatiendo la miseria extrema y las consiguientes frustraciones que obnubilan mentes y corazones para anclarlos en el rencor. Desde luego, tal visión no puede darse en el corto plazo por cuanto implica no sólo superar antiguas deformaciones socioeconómicas sino también un profundo sacudimiento del modelo de desarrollo. No es una cuestión sencilla considerando las tremendas resistencias por parte de cuantos concentran el poder financiero, entre ellas, en el plano actual, la pomposa “Iniciativa México” llamada a ser parapeto de la oligarquía mexicana consolidada, además, a través de las dos cadenas de televisión privadas.
Pregunté a Peña Nieto, entonces, cómo actuar, en el presente, respecto a la violencia que ya está aquí, esto es sin posibilidad alguna de prevenirla con la utopía de la igualdad social y la desactivación de los subversivos y desesperados que delinquen como única alternativa de supervivencia. Y me respondió sin perder el talante optimista:
-Hay que reorganizar al Estado. Primero, el ejército no puede ser policía. Tampoco creo que una policía binacional resuelva el problema en la frontera. Me inclino más a crear una organización especializada en el ramo, específicamente con las características de la DEA estadounidense. Ésa es mi propuesta.
De alguna forma, tal implicaba aterrizar en la estructuración de una policía con mando único, centralizado –esto es con un criterio divergente al del ejercicio de las soberanías de las entidades federativas-, para asegurar con ello controles y consistencias estructurales que evitaran los permanentes desencuentros entre jerarquías con duplicidad de funciones. Con ello se pretende que las infiltraciones indeseables, por parte de cárteles y otras bandas, se desactiven por la reciedumbre de una sola, firme, estructura.
El caso es que en este segundo apartado, Peña coincide con la reciente iniciativa de Felipe Calderón en el sentido de crear una policía “única” destinada a superar la emergencia nacional bajo el flagelo de los poderosos zares del vicio. Las ejecuciones recientes, las vendettas desbordadas y las matanzas de civiles, demandan, por supuesto, salidas extremas siempre y cuando éstas no pongan en riesgo, como ocurriría de eslabonarse con el aparato de seguridad estadounidense, la viabilidad de México como nación. Con ello, el andamiaje de la República se desplomaría y México no pasaría ser un país de papel, sin sustentos ni destino propio.
Dicho de otra manera, las afinidades de Peña, a la vanguardia de la carrera sucesoria, en cuanto a los proyectos sociales –no a las posturas histriónicas tan frecuentes en el palenque de la política-, son con el izquierdista López Obrador; y respecto a la estrategia policíaca el paralelismo es con el derechista Calderón en fase de seguir experimentando tras los dolorosos incidentes recientes que dispararon los crímenes cotidianos, en todo el territorio nacional, mientras el mandatario viajaba a Sudáfrica a poner en predicamento a los seleccionados tricolores. En materia de prioridades está visto que a Calderón se le van todas.
Debate
Por supuesto, el huésped perentorio de Los Pinos está en aprietos. Bien sabe que no le ha resultado la fórmula de sacar a los militares a las calles para patrullarlas. Los excesos devienen en la vieja monserga de que resultó peor el remedio que la enfermedad. Pero no sólo eso: ante las sospechas sobre presuntos vínculos de los mandos castrenses con las mafias dominantes, se instruyó a la Secretaría de Marina, mediante argumentos fatuos –supuestamente con miras a dar seguimiento a incidencias originadas en los puertos-, para que realizara operativos terrestres contra los cárteles, por ejemplo en Morelos en donde acribillaron a uno de los hermanos Beltrán Leyva, escindidos del cártel de Sinaloa tras sentirse traicionados por Joaquín Guzmán “el Chapo”, extendiendo con ello, sin avales legislativos, sus funciones.
¿Ya olvidamos que los funcionarios y servidores públicos, los marinos lo son, sólo deben cernirse a cuanto les está habilitado específicamente en las leyes? Esto es: no pueden rebasar sus propias limitantes, es decir todo aquello que no le está ordenado ejecutar por letra expresa asentada en las normatividad vigente, porque de lo contrario se vendría abajo el Estado de Derecho. Nada menos. Y tal ha ocurrido y ocurre por la cada vez más evidente presencia de la Marina en territorios muy alejados de nuestras costas y, por ende, de sus responsabilidades institucionales. Pero, por desgracia, bajo el dominio de la derecha valen más las interpretaciones que los sustentos jurídicos elementales.
No es el único pero. Intercambiando opiniones con elementos muy cercanos a los corrillos policíacos, deslicé la sentencia del gobernador mexiquense, afanoso por imitar a la estadounidense DEA, entrometida siempre con soslayo de las soberanías ajenas, y encontré en ellos la misma descalificación:
--Bueno, para formar una policía de elite se requiere, primero, dotarle elementos. ¿Y en dónde los van a encontrar si, a su vez, aseveran que son las policías, es decir las fuentes de reclutamiento, las que están seriamente infectadas y erosionadas por los capos? ¿Van a surgir por generación espontánea?
Ni modo que se pretenda, como hace algunos diseñadores de la vida pública incapaces de dejar sus escritorios para realizar tareas de campo básicas, contratar a civiles sin preparación alguna y sólo bien intencionados desde los jardines y campos en donde ejercitan, por las mañanas, quienes mantienen salud y física en buenos niveles. De pronto, según deviene de lo anterior, cada ciudadano en buena forma deberá ser visto como presunto candidato a integrar el corporativo contra la violencia urbana incontrolable. Y todo ello mientras llegan, naturalmente, las elecciones federales.
El Reto
Los teóricos del presidencialismo develan que uno de los secretos mejor guardados, a lo largo de la hegemonía priísta, el aval hacia el sucesor señalado por el dedo del mandatario, podría descubrirse al examinar los protocolos seguidos por quien estaba en funciones respecto a aquel que había ganado su confianza para el relevo inevitable. Semblanteo, le nombraban algunos; lógica, otros.
En el horizonte actual, por lo analizado líneas arriba, Calderón parece estar cuidando, más que a ningún otro... al gobernador Peña Nieto, priísta. Ello se evidencia a cada rato pero en cuanto a lo que nos ocupa en la coincidencia incontrovertible sobre el proyecto de unificar a la policía camino a generar una estructura de inteligencia semejante, como copia al carbón diríamos, a la de la DEA norteamericana cuyos efectivos se las han ingeniado para proceder sobre territorio mexicano sin registros oficiales, por ejemplo en calidad de agregados en la embajada de la poderosa nación vecina.
Con ello confirmamos nuestra hipótesis: Calderón, a semejanza del gran simulador Ernesto Zedillo, está mejor preparado para la alternancia que para garantizar la continuidad de su partido, el PAN, en el ejercicio presidencial. Como dos gotas de agua. Acaso por ello, pese a la relevante influencia del ex presidente Carlos Salinas al interior del PRI, el grupo zedillista no parece, ni lejanamente, marginado. Abundaremos.
La Anécdota
En marzo de 2002, en el cubículo cinco del penal de Alta Seguridad de La Palma, en Almoloya, Estado de México, el defenestrado general Jesús Gutiérrez Rebollo, antiguo “zar” antidrogas de México, reconocido así por el Pentágono algunos días antes de su confinamiento, me confió –“Confidencias Peligrosas”, Océano, 2002-:
-Desde 1997, México tiene sus propios “rambos”. Son treinta, para ser precisos. Treinta elementos de elite que fueron enviados, desde mediados de 1996 –esto es durante la administración de Zedillo-, y por instrucciones directas del entonces procurador Antonio Lozano Gracia (panista, recomendado por Diego Fernández de Cevallos a quien se ofreció inicialmente la titularidad de la PGR), a Estados Unidos para adiestrarse en los mejores centros de capacitación de la CIA, el FBI y la DEA.
Ningún informe oficial se ha dado al respecto. ¿Serán estos “rambos”, misteriosamente ocultos, los encargados de dar forma a los nuevos mandos de elite hacia la integración de las policías en nuestro país? Veremos.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
Cuando conversé con Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México a quien muchos ya le colocan el sambenito antiguo de “futuro presidente” –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, prefirió, con manifiesto rubor político, no hablar del futuro, esto es de lo que haría en materia de seguridad pública de alcanzar la Primera magistratura, sino subrayar cómo procedería, en este momento, para abatir al imperio de los cárteles y el crimen organizado:
-Lo primero –me dijo-, abrir un sendero para poder alcanzar un mayor desarrollo social, pero no lo único. Hay que inhibir el consumo de estupefacientes, no legalizándolo, sino a través de campañas efectivas... como las que hicimos durante la crisis de la “influenza porcina”. Y rehabilitar adecuadamente a los consumidores.
Pese a negar tener la menor afinidad con Andrés Manuel López Obrador, a cambio de contar con un buen puente de entendimiento con Marcelo Ebrard, en el punto anterior coincide con su mayor adversario, el mismo que no ha dejado de fustigarlo señalándolo como títere de las mafias dominantes y cuya propuesta en este sentido recala en el imperativo de atacar la pobreza extrema antes de extender la filosofía de la guerra. Por cierto, cuando tal expresó el provocativo tabasqueño algunos voceros de la derecha pretendieron descalificarlo al considerar sus palabras desdeñosas “e injustas” contra los depauperados al ser observados, dijeron los manipuladores, como fuentes de violencia y no en el papel de honestos sostenedores de la economía. Demagogia pura.
Peña y López Obrador, por tanto, concluyen que los detonantes se encienden a causa de las grandes desigualdades sociales que perviven en el país; y que la manera efectiva de apagarlos, o intentarlo cuando menos, es combatiendo la miseria extrema y las consiguientes frustraciones que obnubilan mentes y corazones para anclarlos en el rencor. Desde luego, tal visión no puede darse en el corto plazo por cuanto implica no sólo superar antiguas deformaciones socioeconómicas sino también un profundo sacudimiento del modelo de desarrollo. No es una cuestión sencilla considerando las tremendas resistencias por parte de cuantos concentran el poder financiero, entre ellas, en el plano actual, la pomposa “Iniciativa México” llamada a ser parapeto de la oligarquía mexicana consolidada, además, a través de las dos cadenas de televisión privadas.
Pregunté a Peña Nieto, entonces, cómo actuar, en el presente, respecto a la violencia que ya está aquí, esto es sin posibilidad alguna de prevenirla con la utopía de la igualdad social y la desactivación de los subversivos y desesperados que delinquen como única alternativa de supervivencia. Y me respondió sin perder el talante optimista:
-Hay que reorganizar al Estado. Primero, el ejército no puede ser policía. Tampoco creo que una policía binacional resuelva el problema en la frontera. Me inclino más a crear una organización especializada en el ramo, específicamente con las características de la DEA estadounidense. Ésa es mi propuesta.
De alguna forma, tal implicaba aterrizar en la estructuración de una policía con mando único, centralizado –esto es con un criterio divergente al del ejercicio de las soberanías de las entidades federativas-, para asegurar con ello controles y consistencias estructurales que evitaran los permanentes desencuentros entre jerarquías con duplicidad de funciones. Con ello se pretende que las infiltraciones indeseables, por parte de cárteles y otras bandas, se desactiven por la reciedumbre de una sola, firme, estructura.
El caso es que en este segundo apartado, Peña coincide con la reciente iniciativa de Felipe Calderón en el sentido de crear una policía “única” destinada a superar la emergencia nacional bajo el flagelo de los poderosos zares del vicio. Las ejecuciones recientes, las vendettas desbordadas y las matanzas de civiles, demandan, por supuesto, salidas extremas siempre y cuando éstas no pongan en riesgo, como ocurriría de eslabonarse con el aparato de seguridad estadounidense, la viabilidad de México como nación. Con ello, el andamiaje de la República se desplomaría y México no pasaría ser un país de papel, sin sustentos ni destino propio.
Dicho de otra manera, las afinidades de Peña, a la vanguardia de la carrera sucesoria, en cuanto a los proyectos sociales –no a las posturas histriónicas tan frecuentes en el palenque de la política-, son con el izquierdista López Obrador; y respecto a la estrategia policíaca el paralelismo es con el derechista Calderón en fase de seguir experimentando tras los dolorosos incidentes recientes que dispararon los crímenes cotidianos, en todo el territorio nacional, mientras el mandatario viajaba a Sudáfrica a poner en predicamento a los seleccionados tricolores. En materia de prioridades está visto que a Calderón se le van todas.
Debate
Por supuesto, el huésped perentorio de Los Pinos está en aprietos. Bien sabe que no le ha resultado la fórmula de sacar a los militares a las calles para patrullarlas. Los excesos devienen en la vieja monserga de que resultó peor el remedio que la enfermedad. Pero no sólo eso: ante las sospechas sobre presuntos vínculos de los mandos castrenses con las mafias dominantes, se instruyó a la Secretaría de Marina, mediante argumentos fatuos –supuestamente con miras a dar seguimiento a incidencias originadas en los puertos-, para que realizara operativos terrestres contra los cárteles, por ejemplo en Morelos en donde acribillaron a uno de los hermanos Beltrán Leyva, escindidos del cártel de Sinaloa tras sentirse traicionados por Joaquín Guzmán “el Chapo”, extendiendo con ello, sin avales legislativos, sus funciones.
¿Ya olvidamos que los funcionarios y servidores públicos, los marinos lo son, sólo deben cernirse a cuanto les está habilitado específicamente en las leyes? Esto es: no pueden rebasar sus propias limitantes, es decir todo aquello que no le está ordenado ejecutar por letra expresa asentada en las normatividad vigente, porque de lo contrario se vendría abajo el Estado de Derecho. Nada menos. Y tal ha ocurrido y ocurre por la cada vez más evidente presencia de la Marina en territorios muy alejados de nuestras costas y, por ende, de sus responsabilidades institucionales. Pero, por desgracia, bajo el dominio de la derecha valen más las interpretaciones que los sustentos jurídicos elementales.
No es el único pero. Intercambiando opiniones con elementos muy cercanos a los corrillos policíacos, deslicé la sentencia del gobernador mexiquense, afanoso por imitar a la estadounidense DEA, entrometida siempre con soslayo de las soberanías ajenas, y encontré en ellos la misma descalificación:
--Bueno, para formar una policía de elite se requiere, primero, dotarle elementos. ¿Y en dónde los van a encontrar si, a su vez, aseveran que son las policías, es decir las fuentes de reclutamiento, las que están seriamente infectadas y erosionadas por los capos? ¿Van a surgir por generación espontánea?
Ni modo que se pretenda, como hace algunos diseñadores de la vida pública incapaces de dejar sus escritorios para realizar tareas de campo básicas, contratar a civiles sin preparación alguna y sólo bien intencionados desde los jardines y campos en donde ejercitan, por las mañanas, quienes mantienen salud y física en buenos niveles. De pronto, según deviene de lo anterior, cada ciudadano en buena forma deberá ser visto como presunto candidato a integrar el corporativo contra la violencia urbana incontrolable. Y todo ello mientras llegan, naturalmente, las elecciones federales.
El Reto
Los teóricos del presidencialismo develan que uno de los secretos mejor guardados, a lo largo de la hegemonía priísta, el aval hacia el sucesor señalado por el dedo del mandatario, podría descubrirse al examinar los protocolos seguidos por quien estaba en funciones respecto a aquel que había ganado su confianza para el relevo inevitable. Semblanteo, le nombraban algunos; lógica, otros.
En el horizonte actual, por lo analizado líneas arriba, Calderón parece estar cuidando, más que a ningún otro... al gobernador Peña Nieto, priísta. Ello se evidencia a cada rato pero en cuanto a lo que nos ocupa en la coincidencia incontrovertible sobre el proyecto de unificar a la policía camino a generar una estructura de inteligencia semejante, como copia al carbón diríamos, a la de la DEA norteamericana cuyos efectivos se las han ingeniado para proceder sobre territorio mexicano sin registros oficiales, por ejemplo en calidad de agregados en la embajada de la poderosa nación vecina.
Con ello confirmamos nuestra hipótesis: Calderón, a semejanza del gran simulador Ernesto Zedillo, está mejor preparado para la alternancia que para garantizar la continuidad de su partido, el PAN, en el ejercicio presidencial. Como dos gotas de agua. Acaso por ello, pese a la relevante influencia del ex presidente Carlos Salinas al interior del PRI, el grupo zedillista no parece, ni lejanamente, marginado. Abundaremos.
La Anécdota
En marzo de 2002, en el cubículo cinco del penal de Alta Seguridad de La Palma, en Almoloya, Estado de México, el defenestrado general Jesús Gutiérrez Rebollo, antiguo “zar” antidrogas de México, reconocido así por el Pentágono algunos días antes de su confinamiento, me confió –“Confidencias Peligrosas”, Océano, 2002-:
-Desde 1997, México tiene sus propios “rambos”. Son treinta, para ser precisos. Treinta elementos de elite que fueron enviados, desde mediados de 1996 –esto es durante la administración de Zedillo-, y por instrucciones directas del entonces procurador Antonio Lozano Gracia (panista, recomendado por Diego Fernández de Cevallos a quien se ofreció inicialmente la titularidad de la PGR), a Estados Unidos para adiestrarse en los mejores centros de capacitación de la CIA, el FBI y la DEA.
Ningún informe oficial se ha dado al respecto. ¿Serán estos “rambos”, misteriosamente ocultos, los encargados de dar forma a los nuevos mandos de elite hacia la integración de las policías en nuestro país? Veremos.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
martes, 22 de junio de 2010
ESTIGMAS Y ESPEJOS
RAFAEL LORET DE MOLA
martes, 22 de junio de 2010
*Estigmas y espejos
*Egos presidenciales
*Réquiem por el PAN
Durante mi último encuentro con José López Portillo, postrado en la residencia de su hermana Margarita en las Lomas de Chapultepec, desgastado anímica y moralmente por efecto de sus pasiones personales, el ex presidente me confió:
-Lo que más me molesta es cuando me tachan de frívolo. No lo entiendo. Jamás lo he sido.
Le observé con tanta amargura que me abstuve, contra mi costumbre, de replicar. Era la viva imagen de un hombre exitoso, tanto que pudo ejercer la Primera Magistratura cuando ésta elevaba a la deidad terrenal convertida en símbolo patrio nada menos, vencido por sus grandes contradicciones... y acaso también por la ausencia de carácter.
Quizá el aserto tenía que ver con otra conversación en la que me animé a plantearle cuanto negativo había tenido el cerco femenino tendido a su alrededor durante sus años protagónicos. Su hermana, ya mencionada, pretendió convertirse en una especie de cacique de radio, televisión y cinematografía; su esposa, Carmen Romano, incontrolable por el dolor de las infidelidades; y sus amores, algunos de ellos entrelazados con las ambiciones políticas de sus parejas, le hicieron rehén de cuanto más detestaba, precisamente la frivolidad de la que ya no pudo apartarse aun cuando intentara remontarla, tímida y extemporáneamente, en los años finales.
Luis Echeverría, por su parte, alcanzó la postulación presidencial, en 1969, apostando por su discreción y su reverencia hacia el antecesor autocrático, Gustavo Díaz Ordaz. Y, sin embargo, una vez arropado por la banda presidencial no cesó de exhibirse como un mandatario impertinentemente locuaz, ávido de candilejas y poco escrupuloso en el manejo administrativo, es decir exactamente lo contrario a las cualidades que le llevaron a recibir el aval inescrutable del “dedazo”.
Y en la misma línea hemos continuado, esto es a través de sexenios en donde los actores principales se pretenden redentores apostando por las virtudes que no tienen pero se empeñan en considerar propias. Es fama que a Miguel de la Madrid, por ejemplo, se le puede cuestionar todo, menos cuando se enfrenta a una crítica sobre su propia corrupción. Para él, según sus cercanos, la honestidad es el sello de su propio perfil... aun cuando se evidenciaran, como lo hizo el columnista estadounidense Jack Anderson, los multimillonarios depósitos a cuentas de Suiza a su nombre y a los de sus familiares. Anderson escribió:
“Otra fuente, con acceso a los datos de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional, citó un reporte despasado otoño, basado en intercepciones de los cables para transacciones bancarias internacionales, que eleva el total de su “pesca” (la del señor De la Madrid) a un mínimo de ciento sesenta dos millones de dólares en año y medio de Presidencia”.
Quizá por ello su predecesor, López Portillo, lanzó una sentencia terrible:
-Yo cometí la tontería de crecer hacia fuera –al edificar mansiones faraónicas en Cuajimalpa, a la vista de todos-, pero Miguel, más ladino, lo hizo hacia dentro: adquirió cuanto había en su manzana en Coyoacán y nadie se dio cuenta.
Para Carlos Salinas su agobio mayor, desde el inicio de su gestión presidencial en diciembre de 1988, fue la ilegitimidad de origen. Y no hizo otra cosa que luchar contra el estigma, a brazo partido, hasta que se creyó consolidado, fuerte, con arrebatos de poder centralista. No fue posible para él remontar la cuesta de la historia y su finiquito se dio bajo el peso de la barbarie política extendida al dramático año de 1994, magnicidios incluidos.
Zedillo fue un gran simulador –como le nombré en un ensayo que lleva este título-, y por ello se disfrazó de demócrata al punto de engatusar a la derecha ramplona que ahora le tiene como icono. Traicionó cuanto tuvo a mano con tal de cobijarse bajo la impunidad tras la alternancia... y el esquema se ha extendido a lo largo de una década de gobiernos panistas. Por ello, se entiende, lo que más le molesta al último de los ex mandatarios priístas es la duda sobre su “aporte” democrático, esto es la instalación del foxismo y la derecha en la Presidencia con miras a asegurar su porvenir en los grandes bulevares financieros del “primer mundo”.
Ni qué decir de Vicente Fox. Si algo le enfada, de verdad, es el señalamiento sobre su ausencia de carácter, al haber sucumbido al dominio político de la hábil señora Marta al punto de defender el esquema ilegítimo del cogobierno de facto, pese a las múltiples evidencia de esta debilidad que acaso trastocó sus valores esenciales, la reciedumbre sin duda, modificando su propio curso como titular del Ejecutivo hasta 2006. De vez en cuando, para disimular, le pega un vozarrón a su consorte para ser muy explícito al respecto... cuando las consecuencias de cuanto permitió hacerle en Los Pinos son tan evidentes como el célebre templo de exaltación personal erigido en San Cristóbal.
Debate
Sin alejarse de la añeja tradición ególatra de los huéspedes de la blanca residencia de Chapultepec, Felipe Calderón se enciende, y mucho, cuando se habla de las ya muy entrañables “tardeadas” en Los Pinos durante las cuales, cotidianamente, se reúne con el aparato de seguridad del Estado aun cuando ello no sea, obvio es decirlo, para forzar las acciones en contra de las bandas criminales, cárteles sobre todo, que mantienen en jaque a buena parte del territorio nacional.
Al respecto –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, el “cuñado incómodo”, Juan Ignacio Zavala, colocado en principio como operador para habilitar la expansión en México del poderoso grupo hispano PRISA –mismo que edita el diario El País, de corte socialista convertido ahora en oficialista por cuanto aporta el gobierno español, en crisis galopante-, no pudo substraerse de una interrogante acaso políticamente incorrecta pero periodísticamente intachable. Ello ocurrió durante una comida, el jueves 14 de enero del presente año, cuando uno de los convocados, mi amigo el profesor Lorenzo Silva, recordó la fidelidad del mandatario en ejercicio y sus colaboradores a Baco. El interpelado, dubitativo, replicó:
-Lo que hace la mala fama, ¿verdad? Supongo que Felipe, desde su juventud, agarró fuelle de parrandero y no se lo pudo quitar. Él solía cantar corridos, mientras le jaleaban sus amigos, hasta la madrugada.
-¿Y ahora, señor Zavala?
-Pues... la verdad, no dudo que, de vez en cuando, se pase un poquito. Pero le aseguro que cuando se dice es exagerado...
Una pretendida, ligera precisión que no es óbice sobre el fondo de la espinosa cuestión. Y más cuando el asunto ya cobra, como dirían los abogados, jurisprudencia pública ante los numerosos testimonios, de cercanos y observadores, acerca de la adicción presidencial, no sólo por el poder. El tema es, por supuesto, controversial y debe ser motivo de análisis cuidadoso por cuanto entraña sobre la creciente descomposición política.
Desde luego, la jauría priísta, tan activa ahora cuando restan apenas doce días para la jornada electoral en casi medio país –en doce entidades se renovarán gubernaturas con creciente desconfianza hacia las encuestas que marcan en casi todas la preeminencia y recuperación del PRI, sin afanes transformadores claro-, señala la notoria ausencia de gobierno, es decir, el vacío de poder prevaleciente, como el fundamento para provocar la derrota de la derecha y la reinstalación priísta en la Presidencia. Una marcha hacia atrás porque las opciones, hacia alguno de los extremos, no han resultado eficientes.
Los espejos reflejan las huellas de las adversidades y los decaimientos en la cúpula del poder.
El Reto
Lo anterior, tras la publicación de la obra mencionada líneas arriba, ha dado lugar a un nuevo, complejo y áspero debate sobre la preservación de la vida privada de los hombres públicos. Esto es: no son pocos, sobre todo dentro del andamiaje del poder central, quienes sostienen que tratar el tema es bastante más que una impertinencia y hasta arguyen ausencia de ética en la divulgación del mismo. Falacias. Bien harían los conservadores irascibles en recapitular el pasaje bíblico sobre la expulsión de los fariseos del templo a golpes del látigo del Señor.
Este columnista, una vez más, arguye que los actos privados que tienen consecuencia en los escenarios públicos nos afectan a todos y, por tanto, deben ser esgrimidos, analizados y cuestionados como parte de un ejercicio democrático trascendente: precisamente el contrapeso a los excesos del poder. De otra manera, sustentos y proclamas no tendrían sentido porque se guarecería, bajo el agobio de la censura, a los grandes predadores que pretenden ser intocables mientras llega el eclipse de sus funciones. Luego argumentarán que no se vale hacer leña del árbol caído mientras se extiende la impunidad.
Respondo así, de una vez por todas, a los panegiristas de la Presidencia, muy apartados del ideal democrático. O de la utopía. Abundaremos, si es necesario.
La Anécdota
Fue tremenda la sentencia del Cardenal Norberto Rivera Carrera sobre la perspectiva nacional, más todavía cuando el ámbito se contagia de la hipocresía con la que suele acordarse de manera soterrada. El príncipe de la Iglesia me dijo:
-Los priístas eran perversos, sí; pero con ellos no hubiéramos llegado a los niveles de violencia que ahora nos estrujan.
La única respuesta se ha dado a través de los consabidos chantajes desde las fuentes del poder. Porque acaso es demasiado contundente y no es sencillo explorar alguna réplica. El recurso de la descalificación, sin otras lanzas que las del rencor, ya no convence, menos a cuantos empuñan las armas de la información cotejada contra los intentos de manipulación colectiva. El seguimiento periodístico es obligado.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
martes, 22 de junio de 2010
*Estigmas y espejos
*Egos presidenciales
*Réquiem por el PAN
Durante mi último encuentro con José López Portillo, postrado en la residencia de su hermana Margarita en las Lomas de Chapultepec, desgastado anímica y moralmente por efecto de sus pasiones personales, el ex presidente me confió:
-Lo que más me molesta es cuando me tachan de frívolo. No lo entiendo. Jamás lo he sido.
Le observé con tanta amargura que me abstuve, contra mi costumbre, de replicar. Era la viva imagen de un hombre exitoso, tanto que pudo ejercer la Primera Magistratura cuando ésta elevaba a la deidad terrenal convertida en símbolo patrio nada menos, vencido por sus grandes contradicciones... y acaso también por la ausencia de carácter.
Quizá el aserto tenía que ver con otra conversación en la que me animé a plantearle cuanto negativo había tenido el cerco femenino tendido a su alrededor durante sus años protagónicos. Su hermana, ya mencionada, pretendió convertirse en una especie de cacique de radio, televisión y cinematografía; su esposa, Carmen Romano, incontrolable por el dolor de las infidelidades; y sus amores, algunos de ellos entrelazados con las ambiciones políticas de sus parejas, le hicieron rehén de cuanto más detestaba, precisamente la frivolidad de la que ya no pudo apartarse aun cuando intentara remontarla, tímida y extemporáneamente, en los años finales.
Luis Echeverría, por su parte, alcanzó la postulación presidencial, en 1969, apostando por su discreción y su reverencia hacia el antecesor autocrático, Gustavo Díaz Ordaz. Y, sin embargo, una vez arropado por la banda presidencial no cesó de exhibirse como un mandatario impertinentemente locuaz, ávido de candilejas y poco escrupuloso en el manejo administrativo, es decir exactamente lo contrario a las cualidades que le llevaron a recibir el aval inescrutable del “dedazo”.
Y en la misma línea hemos continuado, esto es a través de sexenios en donde los actores principales se pretenden redentores apostando por las virtudes que no tienen pero se empeñan en considerar propias. Es fama que a Miguel de la Madrid, por ejemplo, se le puede cuestionar todo, menos cuando se enfrenta a una crítica sobre su propia corrupción. Para él, según sus cercanos, la honestidad es el sello de su propio perfil... aun cuando se evidenciaran, como lo hizo el columnista estadounidense Jack Anderson, los multimillonarios depósitos a cuentas de Suiza a su nombre y a los de sus familiares. Anderson escribió:
“Otra fuente, con acceso a los datos de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional, citó un reporte despasado otoño, basado en intercepciones de los cables para transacciones bancarias internacionales, que eleva el total de su “pesca” (la del señor De la Madrid) a un mínimo de ciento sesenta dos millones de dólares en año y medio de Presidencia”.
Quizá por ello su predecesor, López Portillo, lanzó una sentencia terrible:
-Yo cometí la tontería de crecer hacia fuera –al edificar mansiones faraónicas en Cuajimalpa, a la vista de todos-, pero Miguel, más ladino, lo hizo hacia dentro: adquirió cuanto había en su manzana en Coyoacán y nadie se dio cuenta.
Para Carlos Salinas su agobio mayor, desde el inicio de su gestión presidencial en diciembre de 1988, fue la ilegitimidad de origen. Y no hizo otra cosa que luchar contra el estigma, a brazo partido, hasta que se creyó consolidado, fuerte, con arrebatos de poder centralista. No fue posible para él remontar la cuesta de la historia y su finiquito se dio bajo el peso de la barbarie política extendida al dramático año de 1994, magnicidios incluidos.
Zedillo fue un gran simulador –como le nombré en un ensayo que lleva este título-, y por ello se disfrazó de demócrata al punto de engatusar a la derecha ramplona que ahora le tiene como icono. Traicionó cuanto tuvo a mano con tal de cobijarse bajo la impunidad tras la alternancia... y el esquema se ha extendido a lo largo de una década de gobiernos panistas. Por ello, se entiende, lo que más le molesta al último de los ex mandatarios priístas es la duda sobre su “aporte” democrático, esto es la instalación del foxismo y la derecha en la Presidencia con miras a asegurar su porvenir en los grandes bulevares financieros del “primer mundo”.
Ni qué decir de Vicente Fox. Si algo le enfada, de verdad, es el señalamiento sobre su ausencia de carácter, al haber sucumbido al dominio político de la hábil señora Marta al punto de defender el esquema ilegítimo del cogobierno de facto, pese a las múltiples evidencia de esta debilidad que acaso trastocó sus valores esenciales, la reciedumbre sin duda, modificando su propio curso como titular del Ejecutivo hasta 2006. De vez en cuando, para disimular, le pega un vozarrón a su consorte para ser muy explícito al respecto... cuando las consecuencias de cuanto permitió hacerle en Los Pinos son tan evidentes como el célebre templo de exaltación personal erigido en San Cristóbal.
Debate
Sin alejarse de la añeja tradición ególatra de los huéspedes de la blanca residencia de Chapultepec, Felipe Calderón se enciende, y mucho, cuando se habla de las ya muy entrañables “tardeadas” en Los Pinos durante las cuales, cotidianamente, se reúne con el aparato de seguridad del Estado aun cuando ello no sea, obvio es decirlo, para forzar las acciones en contra de las bandas criminales, cárteles sobre todo, que mantienen en jaque a buena parte del territorio nacional.
Al respecto –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, el “cuñado incómodo”, Juan Ignacio Zavala, colocado en principio como operador para habilitar la expansión en México del poderoso grupo hispano PRISA –mismo que edita el diario El País, de corte socialista convertido ahora en oficialista por cuanto aporta el gobierno español, en crisis galopante-, no pudo substraerse de una interrogante acaso políticamente incorrecta pero periodísticamente intachable. Ello ocurrió durante una comida, el jueves 14 de enero del presente año, cuando uno de los convocados, mi amigo el profesor Lorenzo Silva, recordó la fidelidad del mandatario en ejercicio y sus colaboradores a Baco. El interpelado, dubitativo, replicó:
-Lo que hace la mala fama, ¿verdad? Supongo que Felipe, desde su juventud, agarró fuelle de parrandero y no se lo pudo quitar. Él solía cantar corridos, mientras le jaleaban sus amigos, hasta la madrugada.
-¿Y ahora, señor Zavala?
-Pues... la verdad, no dudo que, de vez en cuando, se pase un poquito. Pero le aseguro que cuando se dice es exagerado...
Una pretendida, ligera precisión que no es óbice sobre el fondo de la espinosa cuestión. Y más cuando el asunto ya cobra, como dirían los abogados, jurisprudencia pública ante los numerosos testimonios, de cercanos y observadores, acerca de la adicción presidencial, no sólo por el poder. El tema es, por supuesto, controversial y debe ser motivo de análisis cuidadoso por cuanto entraña sobre la creciente descomposición política.
Desde luego, la jauría priísta, tan activa ahora cuando restan apenas doce días para la jornada electoral en casi medio país –en doce entidades se renovarán gubernaturas con creciente desconfianza hacia las encuestas que marcan en casi todas la preeminencia y recuperación del PRI, sin afanes transformadores claro-, señala la notoria ausencia de gobierno, es decir, el vacío de poder prevaleciente, como el fundamento para provocar la derrota de la derecha y la reinstalación priísta en la Presidencia. Una marcha hacia atrás porque las opciones, hacia alguno de los extremos, no han resultado eficientes.
Los espejos reflejan las huellas de las adversidades y los decaimientos en la cúpula del poder.
El Reto
Lo anterior, tras la publicación de la obra mencionada líneas arriba, ha dado lugar a un nuevo, complejo y áspero debate sobre la preservación de la vida privada de los hombres públicos. Esto es: no son pocos, sobre todo dentro del andamiaje del poder central, quienes sostienen que tratar el tema es bastante más que una impertinencia y hasta arguyen ausencia de ética en la divulgación del mismo. Falacias. Bien harían los conservadores irascibles en recapitular el pasaje bíblico sobre la expulsión de los fariseos del templo a golpes del látigo del Señor.
Este columnista, una vez más, arguye que los actos privados que tienen consecuencia en los escenarios públicos nos afectan a todos y, por tanto, deben ser esgrimidos, analizados y cuestionados como parte de un ejercicio democrático trascendente: precisamente el contrapeso a los excesos del poder. De otra manera, sustentos y proclamas no tendrían sentido porque se guarecería, bajo el agobio de la censura, a los grandes predadores que pretenden ser intocables mientras llega el eclipse de sus funciones. Luego argumentarán que no se vale hacer leña del árbol caído mientras se extiende la impunidad.
Respondo así, de una vez por todas, a los panegiristas de la Presidencia, muy apartados del ideal democrático. O de la utopía. Abundaremos, si es necesario.
La Anécdota
Fue tremenda la sentencia del Cardenal Norberto Rivera Carrera sobre la perspectiva nacional, más todavía cuando el ámbito se contagia de la hipocresía con la que suele acordarse de manera soterrada. El príncipe de la Iglesia me dijo:
-Los priístas eran perversos, sí; pero con ellos no hubiéramos llegado a los niveles de violencia que ahora nos estrujan.
La única respuesta se ha dado a través de los consabidos chantajes desde las fuentes del poder. Porque acaso es demasiado contundente y no es sencillo explorar alguna réplica. El recurso de la descalificación, sin otras lanzas que las del rencor, ya no convence, menos a cuantos empuñan las armas de la información cotejada contra los intentos de manipulación colectiva. El seguimiento periodístico es obligado.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
lunes, 21 de junio de 2010
LOS ESPIAS
lunes, 21 de junio de 2010
En marzo de 2002, con motivo de la Cumbre Iberoamericana cuya sede fue Monterrey, el entonces mandatario mexicano, Vicente Fox, en actitud sumisa ante su colega estadounidense, George Bush, solicitó por teléfono a su par cubano, Fidel Castro, que abandonara la sede del evento –“comes y te vas”-, tras la primera jornada para no incomodar con su presencia al norteño mandamás. Tras la retirada, el propio Castro reveló la conversación sostenida previamente y grabada como suele hacerse en la nación antillana con el enfado correspondiente de Fox quien consideró la divulgación de la misma como una afrenta antidiplomática. El diferendo, sin matices, colocó la interrelación entre los gobiernos de México y Cuba en el nivel más bajo de la historia.
Aquel hecho marcó el inicio de una tremenda escalada de espionaje. Esto es como si la administración federal accediera a parapetarse, en la misma línea que la cubana, a costa de intervenir líneas telefónicas, colocar micrófonos de manera clandestina en oficinas públicas y privadas, amén de tejer con ello una copiosa red de operadores, igualmente en materia cibernética, destinados a averiguar movimientos, deslices, conversaciones y cada uno de los movimientos de adversarios y funcionarios en desgracias por discrecional decisión de la suprema voluntad central. Eso es, exactamente a cuanto acontecía bajo la dictadura simulada, extendida a setenta y un años, del priísmo autocrático.
Hace seis años, igualmente, los llamados “video-escándalos” cubrieron la perspectiva política desde distintos ángulos hasta aterrizar en el espinoso linchamiento social de René Bejarano, uno de los principales personeros de Andrés Manuel López Obrador, captado in fraganti recogiendo montones de billetes de manos del obsequioso empresario argentino –la línea “gaucha” devela infinidad de complicidades soterradas de las que nos ocuparemos en breve-, Carlos Ahumada. Pero más allá del deplorable episodio, que ensució el rostro de quienes se postulaban como invencibles al ser ajenos a la aviesa corrupción según discursaban, pocos repararon en la inopinada práctica del espionaje oficial destinada a someter a las oposiciones y a cuantos se pusieran en el camino, entorpeciendo los intereses y alianzas gubernamentales, de los grupos dominantes, algunos de ellos non santos.
La degradante praxis se ha mantenido y crecido a golpes de impunidad. Existe la costumbre de exhibir a los rivales incómodos, desde las fuentes del poder y sin distingos de filiaciones partidistas, a costa de intromisiones ilícitas a su vida privada, alegándose el derecho, por parte de los operadores del Estado, a proceder así para desnudar los nexos criminales y las posibles turbiedades de cuantos integran los grupos contrarios al poder central, esto es al muy resistente club de Los Pinos, todavía intocable pese a las excitadas proclamas democráticas.
Precisemos: no justificamos a quienes actúan de manera partidista e ilegal en el ejercicio público y son blancos de los espías; pero subrayamos que no existe ética alguna en cuantos violentan el entorno particular, cercan a sus adversarios, como si éstos fueran únicamente los infractores, y luego tan campantes vuelven a sus propios fueros sin rendir la menor explicación. Así han procedido las administraciones de Fox y Calderón. En la misma línea de sus antecesores predadores, volvemos a apuntarlo, y sin el menor interés por modificar las cosas.
Tan pecadores son quienes usan métodos infamantes que cuantos acaban por ser descubiertos en flagrancia. Sólo que los primeros están cobijados por la impunidad y la parafernalia del poder.
Los cómplices, claro, cobran muy bien por las tareas sucias y así van conformándose las plataformas y los cotos de poder que tienden a asegurar patrimonial y políticamente a cuantos los integran, Por ello, claro, vuelven a aparecerse por doquier algunos de los predadores del pasado reciente sin que hubiesen sido jamás investigados sobre tortuosidades y corruptelas mayores a la sombra de sus propios ejercicios oficiales.
¿Puede explicarse, de otra manera, la identidad de la inescrutable “maestra” Elba Esther Gordillo, quien cobra por una plaza que jamás ha atendido sin recordar en donde cursó su enseñanza normalista, y de todo su grupo, compuesto por algunos de los más grandes alquimistas, simuladores y espías del establishment, con el llamado “primer mandatario”, muy a pesar de los discursos originales de éste en pro del cambio y la continuidad democrática en la que no caben cacicazgos sectarios ni huellas gregarias?
Salta a la vista la tremenda inequidad con la que actúan cuantos se refugian en el perentorio poder y luego extienden la impunidad para refugiarse en ésta.
Debate
Miguel Ángel Yunes Linares fue subsecretario de Seguridad Pública gracias a los auspicios de la señora Gordillo. Su pasado ya le exhibía entonces: como secretario general de gobierno de Veracruz, durante la administración estatal del infecundo Patricio Chirinos Calero, a quien desfondó, corrompiéndole, restándole toda solvencia moral y política a trueque de manejar a la entidad a sus anchas, logró consolidar su propio fortuna personal cobrando relevancia, además, por su capacidad para entrometerse en todos los renglones de la vida pública... y privada.
Fueron tales credenciales las que lo situaron en el Legislativo, como diputado, en el crispado escenario priísta y cuando Elba “de Troya”, invencible hasta hoy, medía a la dirigencia de su partido de origen, esto es la chantajeaba abiertamente, asegurando el porvenir de sus incondicionales. Y cuando la señora Gordillo rompió, al fin, con el candidato presidencial priísta en vísperas de la campaña electoral de 2005-06, Yunes se colocó, literalmente, a sus pies. Un vasallaje, por supuesto, que le rindió pingües utilidades.
Como subsecretario de Seguridad Pública, Yunes, el insondable, enterró al titular del ramo, Ramón Martín Huerta, tras la caída de su helicóptero en las faldas del Ajusco. Y no sólo eso, maniobró cuanto pudo por encaramarse al ministerio pero Fox, el mandatario sin carácter acaso aconsejado por su calculadora consorte, no se atrevió a tanto.
Y de allí, pasos desviados y distancias de por medio, Yunes pasó a la dirección del ISSSTE, feudo de la maestra en donde ésta coloca y defenestra a su real entender para no socavar las líneas chantajistas de sus apoyos a la “institucionalidad”. ¿Qué hizo allí? Precisamente hacer campaña, aglutinando fondos e inversiones para destinarlas a Veracruz con la esperanza de validar sus ambiciones políticas. Las derramas fueron constantes y de enorme envergadura.
Ahora el sujeto se querella contra el gobernador veracruzano, Fidel Herrera, acusándolo de lo mismo que él hizo, grabaciones de por medio, esto es por utilizar el presupuesto para fines proselitistas... a la manera de lo que igualmente ejecuta Felipe Calderón a través de los “programas sociales” de su gobierno –esto es con cargo a los intereses de “sus” candidatos, no exclusivamente los de Acción Nacional, cabe agregar-, lo mismo que su esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo, otrora discreta y ahora convertida en otro alfil del intervencionismo de Estado, desde Los Pinos se entiende, sobre las soberanías estatales y los procesos políticos. En Oaxaca ha encontrado la “primera dama” un escenario ad hoc. Sencillamente vergonzoso.
Sólo se observa paja en el ojo ajeno desde los distintos frentes partidistas. El cinismo ha reemplazado a la ponderación y el fariseísmo político, igual que ocurrió con los expulsados por Jesús del Templo, se posicionó de las conciencias de cuantos simularon apego a la democracia sólo para conquistar el poder... y después se solazaron en brazos de la nueva oligarquía. Iniciativa México.
El Reto
Fidel Herrera, por cierto, previó la escarpada escenografía en donde se encuentra, intercambiando querellas –mal hechas, por cierto, al equivocar el segundo apellido del dirigente nacional del PAN, el monaguillo César Nava Vázquez-, con quienes lo señalan por favorecer a su partido... a través de la esposa de Gerardo Buganza, uno de los elementos más destacados, hasta hace muy poco, del panismo regional. Y si éste, por cierto, tomó otra senda fue, claro, por el nauseabundo tufo que llegó desde las heredades de Calderón para aplastar a las legítimas corrientes locales. ¿Pueden los panistas del centro justificar lo señalado?¿O se van a inventar otro video-escándalo como los que suelen encender el mundo cibernético tras el robo de celulares?
A Calderón cabría preguntarle si vivimos o no en un estado de Derecho. Si él cree y afirma que es así, ¿entonces por qué no procede, con la rigidez que cabe esperar en un ejecutivo, contra los espías oficiosos a su servicio y al de la casta presidencialista? ¿Y por qué sigue de la mano de Elba, la “novia de Chucky”, figura egregia del corporativismo mexicano en la hora negra de la demagogia en la que se fundamenta la nueva aristocracia?
Yunes es consecuencia de todo esto; y es bastante para dibujar su verdadero perfil. Pero cuenta, por supuesto, con suficientes recursos, en la gama de la amoralidad, para asegurarse el estallido de un conflicto poselectoral en Veracruz pretendiendo establecer un estado de sitio contra sus rivales. Veremos.
La Anécdota
¿Quiénes fueron los autores de los video-escándalos de 2004 que pusieron en jaque, primero al inefable “Niño Verde”, Jorge Emilio González Martínez, y a los operadores de López Obrador, después? Lo cuento en “Destapes” –Océano, 2004-.
Marta Sahagún, aconsejada por Elba Esther Gordillo, se comunicó con Ramón Muñoz Gutiérrez, por esos días en condición de responsable de la Oficina de Innovación Gubernamental –un título tan pomposo como fatuo-, y Ramón Martín Huerta, entonces subsecretario de Gobernación, y les ordenó desde el trono del cogobierno –“Tanto monta, monta tanto, Vicente como Marta”-:
--Les pongo en antecedentes. Rosario Robles –ex jefa del gobierno defeño bajo el signo perredista-, mi amiga, ha detectado tremendas irregularidades en el manejo administrativo del gobierno del Distrito Federal. Necesito que la ayuden. Tiene todo mi apoyo.
Y de allí para el real. Ramón Martín Huerta instruyó, a su vez, a Eduardo Medina-Mora Icaza, en funciones de director del CISEN, para proceder en consecuencia. El primero fue proyectado después a la Secretaría de Seguridad Pública, muriendo en un escarpado “helicopterazo”, y el segundo “aterrizó” en la Procuraduría General en la primera fase de la administración calderonista.
Tres mujeres ambiciosas; tres partidos y tres funcionarios foxistas bendecidos... por la impunidad. Y los espías siguen allí... con Yunes mofándose de ser amigo, y muy cercano, de Calderón. Abundaremos.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
Mostrar/Ocultar lugar de los hechos
En marzo de 2002, con motivo de la Cumbre Iberoamericana cuya sede fue Monterrey, el entonces mandatario mexicano, Vicente Fox, en actitud sumisa ante su colega estadounidense, George Bush, solicitó por teléfono a su par cubano, Fidel Castro, que abandonara la sede del evento –“comes y te vas”-, tras la primera jornada para no incomodar con su presencia al norteño mandamás. Tras la retirada, el propio Castro reveló la conversación sostenida previamente y grabada como suele hacerse en la nación antillana con el enfado correspondiente de Fox quien consideró la divulgación de la misma como una afrenta antidiplomática. El diferendo, sin matices, colocó la interrelación entre los gobiernos de México y Cuba en el nivel más bajo de la historia.
Aquel hecho marcó el inicio de una tremenda escalada de espionaje. Esto es como si la administración federal accediera a parapetarse, en la misma línea que la cubana, a costa de intervenir líneas telefónicas, colocar micrófonos de manera clandestina en oficinas públicas y privadas, amén de tejer con ello una copiosa red de operadores, igualmente en materia cibernética, destinados a averiguar movimientos, deslices, conversaciones y cada uno de los movimientos de adversarios y funcionarios en desgracias por discrecional decisión de la suprema voluntad central. Eso es, exactamente a cuanto acontecía bajo la dictadura simulada, extendida a setenta y un años, del priísmo autocrático.
Hace seis años, igualmente, los llamados “video-escándalos” cubrieron la perspectiva política desde distintos ángulos hasta aterrizar en el espinoso linchamiento social de René Bejarano, uno de los principales personeros de Andrés Manuel López Obrador, captado in fraganti recogiendo montones de billetes de manos del obsequioso empresario argentino –la línea “gaucha” devela infinidad de complicidades soterradas de las que nos ocuparemos en breve-, Carlos Ahumada. Pero más allá del deplorable episodio, que ensució el rostro de quienes se postulaban como invencibles al ser ajenos a la aviesa corrupción según discursaban, pocos repararon en la inopinada práctica del espionaje oficial destinada a someter a las oposiciones y a cuantos se pusieran en el camino, entorpeciendo los intereses y alianzas gubernamentales, de los grupos dominantes, algunos de ellos non santos.
La degradante praxis se ha mantenido y crecido a golpes de impunidad. Existe la costumbre de exhibir a los rivales incómodos, desde las fuentes del poder y sin distingos de filiaciones partidistas, a costa de intromisiones ilícitas a su vida privada, alegándose el derecho, por parte de los operadores del Estado, a proceder así para desnudar los nexos criminales y las posibles turbiedades de cuantos integran los grupos contrarios al poder central, esto es al muy resistente club de Los Pinos, todavía intocable pese a las excitadas proclamas democráticas.
Precisemos: no justificamos a quienes actúan de manera partidista e ilegal en el ejercicio público y son blancos de los espías; pero subrayamos que no existe ética alguna en cuantos violentan el entorno particular, cercan a sus adversarios, como si éstos fueran únicamente los infractores, y luego tan campantes vuelven a sus propios fueros sin rendir la menor explicación. Así han procedido las administraciones de Fox y Calderón. En la misma línea de sus antecesores predadores, volvemos a apuntarlo, y sin el menor interés por modificar las cosas.
Tan pecadores son quienes usan métodos infamantes que cuantos acaban por ser descubiertos en flagrancia. Sólo que los primeros están cobijados por la impunidad y la parafernalia del poder.
Los cómplices, claro, cobran muy bien por las tareas sucias y así van conformándose las plataformas y los cotos de poder que tienden a asegurar patrimonial y políticamente a cuantos los integran, Por ello, claro, vuelven a aparecerse por doquier algunos de los predadores del pasado reciente sin que hubiesen sido jamás investigados sobre tortuosidades y corruptelas mayores a la sombra de sus propios ejercicios oficiales.
¿Puede explicarse, de otra manera, la identidad de la inescrutable “maestra” Elba Esther Gordillo, quien cobra por una plaza que jamás ha atendido sin recordar en donde cursó su enseñanza normalista, y de todo su grupo, compuesto por algunos de los más grandes alquimistas, simuladores y espías del establishment, con el llamado “primer mandatario”, muy a pesar de los discursos originales de éste en pro del cambio y la continuidad democrática en la que no caben cacicazgos sectarios ni huellas gregarias?
Salta a la vista la tremenda inequidad con la que actúan cuantos se refugian en el perentorio poder y luego extienden la impunidad para refugiarse en ésta.
Debate
Miguel Ángel Yunes Linares fue subsecretario de Seguridad Pública gracias a los auspicios de la señora Gordillo. Su pasado ya le exhibía entonces: como secretario general de gobierno de Veracruz, durante la administración estatal del infecundo Patricio Chirinos Calero, a quien desfondó, corrompiéndole, restándole toda solvencia moral y política a trueque de manejar a la entidad a sus anchas, logró consolidar su propio fortuna personal cobrando relevancia, además, por su capacidad para entrometerse en todos los renglones de la vida pública... y privada.
Fueron tales credenciales las que lo situaron en el Legislativo, como diputado, en el crispado escenario priísta y cuando Elba “de Troya”, invencible hasta hoy, medía a la dirigencia de su partido de origen, esto es la chantajeaba abiertamente, asegurando el porvenir de sus incondicionales. Y cuando la señora Gordillo rompió, al fin, con el candidato presidencial priísta en vísperas de la campaña electoral de 2005-06, Yunes se colocó, literalmente, a sus pies. Un vasallaje, por supuesto, que le rindió pingües utilidades.
Como subsecretario de Seguridad Pública, Yunes, el insondable, enterró al titular del ramo, Ramón Martín Huerta, tras la caída de su helicóptero en las faldas del Ajusco. Y no sólo eso, maniobró cuanto pudo por encaramarse al ministerio pero Fox, el mandatario sin carácter acaso aconsejado por su calculadora consorte, no se atrevió a tanto.
Y de allí, pasos desviados y distancias de por medio, Yunes pasó a la dirección del ISSSTE, feudo de la maestra en donde ésta coloca y defenestra a su real entender para no socavar las líneas chantajistas de sus apoyos a la “institucionalidad”. ¿Qué hizo allí? Precisamente hacer campaña, aglutinando fondos e inversiones para destinarlas a Veracruz con la esperanza de validar sus ambiciones políticas. Las derramas fueron constantes y de enorme envergadura.
Ahora el sujeto se querella contra el gobernador veracruzano, Fidel Herrera, acusándolo de lo mismo que él hizo, grabaciones de por medio, esto es por utilizar el presupuesto para fines proselitistas... a la manera de lo que igualmente ejecuta Felipe Calderón a través de los “programas sociales” de su gobierno –esto es con cargo a los intereses de “sus” candidatos, no exclusivamente los de Acción Nacional, cabe agregar-, lo mismo que su esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo, otrora discreta y ahora convertida en otro alfil del intervencionismo de Estado, desde Los Pinos se entiende, sobre las soberanías estatales y los procesos políticos. En Oaxaca ha encontrado la “primera dama” un escenario ad hoc. Sencillamente vergonzoso.
Sólo se observa paja en el ojo ajeno desde los distintos frentes partidistas. El cinismo ha reemplazado a la ponderación y el fariseísmo político, igual que ocurrió con los expulsados por Jesús del Templo, se posicionó de las conciencias de cuantos simularon apego a la democracia sólo para conquistar el poder... y después se solazaron en brazos de la nueva oligarquía. Iniciativa México.
El Reto
Fidel Herrera, por cierto, previó la escarpada escenografía en donde se encuentra, intercambiando querellas –mal hechas, por cierto, al equivocar el segundo apellido del dirigente nacional del PAN, el monaguillo César Nava Vázquez-, con quienes lo señalan por favorecer a su partido... a través de la esposa de Gerardo Buganza, uno de los elementos más destacados, hasta hace muy poco, del panismo regional. Y si éste, por cierto, tomó otra senda fue, claro, por el nauseabundo tufo que llegó desde las heredades de Calderón para aplastar a las legítimas corrientes locales. ¿Pueden los panistas del centro justificar lo señalado?¿O se van a inventar otro video-escándalo como los que suelen encender el mundo cibernético tras el robo de celulares?
A Calderón cabría preguntarle si vivimos o no en un estado de Derecho. Si él cree y afirma que es así, ¿entonces por qué no procede, con la rigidez que cabe esperar en un ejecutivo, contra los espías oficiosos a su servicio y al de la casta presidencialista? ¿Y por qué sigue de la mano de Elba, la “novia de Chucky”, figura egregia del corporativismo mexicano en la hora negra de la demagogia en la que se fundamenta la nueva aristocracia?
Yunes es consecuencia de todo esto; y es bastante para dibujar su verdadero perfil. Pero cuenta, por supuesto, con suficientes recursos, en la gama de la amoralidad, para asegurarse el estallido de un conflicto poselectoral en Veracruz pretendiendo establecer un estado de sitio contra sus rivales. Veremos.
La Anécdota
¿Quiénes fueron los autores de los video-escándalos de 2004 que pusieron en jaque, primero al inefable “Niño Verde”, Jorge Emilio González Martínez, y a los operadores de López Obrador, después? Lo cuento en “Destapes” –Océano, 2004-.
Marta Sahagún, aconsejada por Elba Esther Gordillo, se comunicó con Ramón Muñoz Gutiérrez, por esos días en condición de responsable de la Oficina de Innovación Gubernamental –un título tan pomposo como fatuo-, y Ramón Martín Huerta, entonces subsecretario de Gobernación, y les ordenó desde el trono del cogobierno –“Tanto monta, monta tanto, Vicente como Marta”-:
--Les pongo en antecedentes. Rosario Robles –ex jefa del gobierno defeño bajo el signo perredista-, mi amiga, ha detectado tremendas irregularidades en el manejo administrativo del gobierno del Distrito Federal. Necesito que la ayuden. Tiene todo mi apoyo.
Y de allí para el real. Ramón Martín Huerta instruyó, a su vez, a Eduardo Medina-Mora Icaza, en funciones de director del CISEN, para proceder en consecuencia. El primero fue proyectado después a la Secretaría de Seguridad Pública, muriendo en un escarpado “helicopterazo”, y el segundo “aterrizó” en la Procuraduría General en la primera fase de la administración calderonista.
Tres mujeres ambiciosas; tres partidos y tres funcionarios foxistas bendecidos... por la impunidad. Y los espías siguen allí... con Yunes mofándose de ser amigo, y muy cercano, de Calderón. Abundaremos.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
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sábado, 19 de junio de 2010
REINCIDENCIAS NOTABLES
*Reincidencias Notables
*Opiniones que Ofuscan
*Los Célebres Regresos
Por Rafael Loret de Mola
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Siempre es factible encontrar la hebra negativa en la madeja de la crítica. Todo depende las lecturas y el sentido de éstas. Contaba mi maestro en el periodismo que hasta cuando se escribía una crónica de toros era posible inducir a los lectores: un pinchazo podría ser visto como una impericia terrible del espada o como un yerro que evitó el triunfo rotundo del mismo. El enfoque resulta primordial para matizar o exaltar hechos sin exhibir siquiera las intenciones. La objetividad tiene, por tanto, muchas connotaciones sólo perceptibles a quienes vencen el hastío y se atreven a cotejar informaciones más allá de los criterios lapidaros.
En la actualidad mundial, por ejemplo, el combate contra el terrorismo forma parte esencial del ejercicio del poder y la consiguiente eficacia de los gobiernos. El clan Bush, en los Estados Unidos, basó gran parte de su consolidación en el manejo del terror y del dolor como advertencias para asegurar la continuidad y evitar los virajes comprometedores. Y en México, Felipe Calderón ha invertido la mayor parte de su agenda, a través de más de dos años, en el propósito de combatir la inseguridad pública en un entorno alterado por las vendettas, ajustes de cuentas y desbordamientos de los grupos delincuenciales formados, en buena parte, por elementos con formación policíaca o militar, esto es por buena parte de los despojos de las instituciones públicas del ramo.
En España el flagelo tiene nombre propio: ETA. El grupo vasco criminal –no hay duda de que lo sea dada su obcecación por matar inocentes para desfogar chantajes descocados-, mantiene a la opinión pública en vilo dado el histrionismo de sus dirigentes y sus cambiantes posturas, desde una tregua jamás respetada hasta el anuncio del término del “cese al fuego”, esto es una amenaza en toda forma hacia los gobiernos de Francia y España, más bien a las sociedades de sendas naciones. Para repelerlo se ha intentado todo desde hace ya varias décadas, incluyendo la formación de un grupo extremista –los GAL- destinado a localizar y asesinar a los etarras donde quiera que estuviesen; curiosamente, la ilegalidad del mismo –con soslayo de la amenaza latente de los terroristas-, restó autoridad moral y convocatoria al gobierno socialista de Felipe González a quien se señaló como responsable de la formación de los anarquistas de la otra banda.
Y en este momento, cuando se han producido decenas de detenciones claves, se insiste, con redoblado temor, en que la banda es tanto más peligrosa cuanto percibe estar debilitada. Con ello, por supuesto, los adversarios políticos del presidente del gobierno español tienen material de sobra para introducir a sus campañas proselitistas el ingrediente del miedo que con tanto éxito manejaron los priístas en 1994 y los Bush en 2001 en plena batahola de intereses. El PRI, tras la barbarie, ganó un tiempo estimable para el reacomodo de los grandes intereses corporativos; y en Washington la herencia se consumó con la consolidación del liderazgo del ahora ex presidente George junior tras los desaseados incidentes de Florida. El feudo de su hermano Jeb. No es poca cosa.
De lo anterior se desprende que los matices tienen excepcional importancia entre los permanentes especuladores de la vida nacional, hábiles en inducir ideas mediante campañas mediáticas certeras. En 2006 hubo quienes se creyeron el estribillo de que “mañana México será mejor que hoy” para disimular el fracaso de la administración foxista ayuna de resultados y exultante de lugares comunes. Fue tan eficaz la manipulación que hoy todavía no se descarta el retorno de los personajes centrales de aquella trama paralizante.
Debate
La reincidencia es uno de los agravantes más severos cuando se juzga a un delincuente. No así, al parecer, si se trata de las administraciones gubernamentales en donde privan la impunidad y se calculan los riesgos políticos antes de ponderarse a la justicia. Sólo así es explicable, entre otras tantas bajezas de la “vida institucional” –que algunos consideran inmarcesible e intocable-, la secuela de corruptelas al interior de la paraestatal PEMEX, por donde pasa buena parte de la riqueza de nuestro subsuelo con valor doblemente estratégico además: allí perviven algunos de los jirones de nuestra cada vez más acotada soberanía.
Dos de los más recientes directores generales de esta dependencia, el coahuilense Rogelio Montemayor –quien presumía de su cercanía con Luis Donaldo Colosio sumándose enseguida a la intrincada causa de Ernesto Zedillo quien lo llevó del gobierno de su entidad a la cúpula centralista-, y Raúl Muñoz Leos, presentado como una de las estrellas del inolvidable, por ineficiente, “gabinetazo” del señor Fox, han sido exhibidos no sólo como pésimos administradores sino, sobre todo, en su condición de corruptos por amañar contratos, extender canonjías, amarrar complicidades y favorecer la consumación de algunos de los grandes negocios al calor de la industria petrolera.
No se olvide, igualmente, el espinoso capítulo de Jorge Díaz Serrano, quien se sintió candidato presidencial cuando su amigo y jefe, José López Portillo, tenía otros planes. Confinado, sin recibir sentencia durante siete años, el personaje reveló que había sido una víctima del proceder rencoroso de Miguel de la Madrid quien no le perdonó la osadía de haberle hecho sombra. Don Jorge, en su condición de senador –una especie de premio de consolación al quedar al margen de la carrera presidencial luego de cesar como director de PEMEX-, debió ser desaforado en un pleno obviamente amañado que sirvió de antecedente para el similar linchamiento político de Andrés Manuel López Obrador en abril de 2005 quien vaya si supo revertir tendencias e intenciones.
Tres casos bajo el peso de los escándalos mayores que devienen de la empresa más rica del gobierno federal y epicentro de la controversia sobre el imperativo de privatizarla para sancionar así los excesos monopólicos del Estado y, por supuesto, los alevosos desfalcos de algunos de los funcionarios más encumbrados. La mejor manera de abaratar a una institución de cara a una pretendida subasta, rebosante de intereses multinacionales, es desprestigiándola. ¿No es curioso, cuando menos, que las grandes querellas contra la galopante corrupción oficial se hayan centrado en PEMEX?
El Reto
Desde el inicio del régimen en curso señalamos la extraña confluencia de tres ex secretarios de Energía hacia el gabinete en operación. El primero, en su condición de Presidente de la República; el segundo, Luis Téllez Kuenzler, designado secretario de Comunicaciones; y el tercero, Jesús Reyes Heroles González Garza, ubicado en la dirección de PEMEX en donde su padre, el gran ideólogo del priísmo, fincó igualmente sus reales en la década de los setenta y bajo la batuta de Luis Echeverría. Es bueno refrescar la memoria.
No creo, desde luego, en las coincidencias menos cuando se trata de la política en donde recalan los acuerdos soterrados y las alianzas transexenales. Y algo debe significar la amalgama de personajes con antecedentes precisos y la reiteración de los escándalos por prevaricación en una empresa condenada, parece que sin remedio y a pesar de la fogosa resistencia de la izquierda, a volver, poco a poco si se quiere, a manos de los particulares. Lo que verdaderamente indigna es que los mismos defensores de la “institucionalidad” no tengan empacho en socavar a una de las dependencias estratégicas con tal de mejorar la oferta de cara a los ambiciosos ponentes del exterior dispuestos, claro, a convertirse en cruzados contra la galopante corrupción.
En este caso sí sabemos para quienes se está trabajando. Objetivamente.
La Anécdota
A finales de 1981, la gran Conchita Cintrón, llamada con merecimientos de sobra “la diosa rubia del toreo”, publicó un ensayo muy significativo, “¿Por qué vuelven los toreros?”, en donde plantea el drama del ostracismo insoportable y trata de vindicar la osadía de los retornos que, por lo general, son lastimosos.
Por esos días, el diestro mexicano de mayor relieve, Manolo Martínez, señor del temple y el carácter, anunció su despedida si bien muchos dudaron que fuera definitiva. Finalmente no lo fue porque luego de un lustro volvió a enfundarse de luces si bien sólo mostró algunos chispazos de su antigua gloria. Un político preguntó a otro dentro de este contexto:
--¿Por qué vuelven los toreros?
Y la respuesta fue automática:
--Por la misma razón por la que vuelven los ex presidentes.
Todos los ex mandatarios mexicanos, con soslayo de historias y sin juicios de por medio, están en la palestra. Que Dios nos ampare.
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Web: www.rafaelloretdemola.com
*Opiniones que Ofuscan
*Los Célebres Regresos
Por Rafael Loret de Mola
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Siempre es factible encontrar la hebra negativa en la madeja de la crítica. Todo depende las lecturas y el sentido de éstas. Contaba mi maestro en el periodismo que hasta cuando se escribía una crónica de toros era posible inducir a los lectores: un pinchazo podría ser visto como una impericia terrible del espada o como un yerro que evitó el triunfo rotundo del mismo. El enfoque resulta primordial para matizar o exaltar hechos sin exhibir siquiera las intenciones. La objetividad tiene, por tanto, muchas connotaciones sólo perceptibles a quienes vencen el hastío y se atreven a cotejar informaciones más allá de los criterios lapidaros.
En la actualidad mundial, por ejemplo, el combate contra el terrorismo forma parte esencial del ejercicio del poder y la consiguiente eficacia de los gobiernos. El clan Bush, en los Estados Unidos, basó gran parte de su consolidación en el manejo del terror y del dolor como advertencias para asegurar la continuidad y evitar los virajes comprometedores. Y en México, Felipe Calderón ha invertido la mayor parte de su agenda, a través de más de dos años, en el propósito de combatir la inseguridad pública en un entorno alterado por las vendettas, ajustes de cuentas y desbordamientos de los grupos delincuenciales formados, en buena parte, por elementos con formación policíaca o militar, esto es por buena parte de los despojos de las instituciones públicas del ramo.
En España el flagelo tiene nombre propio: ETA. El grupo vasco criminal –no hay duda de que lo sea dada su obcecación por matar inocentes para desfogar chantajes descocados-, mantiene a la opinión pública en vilo dado el histrionismo de sus dirigentes y sus cambiantes posturas, desde una tregua jamás respetada hasta el anuncio del término del “cese al fuego”, esto es una amenaza en toda forma hacia los gobiernos de Francia y España, más bien a las sociedades de sendas naciones. Para repelerlo se ha intentado todo desde hace ya varias décadas, incluyendo la formación de un grupo extremista –los GAL- destinado a localizar y asesinar a los etarras donde quiera que estuviesen; curiosamente, la ilegalidad del mismo –con soslayo de la amenaza latente de los terroristas-, restó autoridad moral y convocatoria al gobierno socialista de Felipe González a quien se señaló como responsable de la formación de los anarquistas de la otra banda.
Y en este momento, cuando se han producido decenas de detenciones claves, se insiste, con redoblado temor, en que la banda es tanto más peligrosa cuanto percibe estar debilitada. Con ello, por supuesto, los adversarios políticos del presidente del gobierno español tienen material de sobra para introducir a sus campañas proselitistas el ingrediente del miedo que con tanto éxito manejaron los priístas en 1994 y los Bush en 2001 en plena batahola de intereses. El PRI, tras la barbarie, ganó un tiempo estimable para el reacomodo de los grandes intereses corporativos; y en Washington la herencia se consumó con la consolidación del liderazgo del ahora ex presidente George junior tras los desaseados incidentes de Florida. El feudo de su hermano Jeb. No es poca cosa.
De lo anterior se desprende que los matices tienen excepcional importancia entre los permanentes especuladores de la vida nacional, hábiles en inducir ideas mediante campañas mediáticas certeras. En 2006 hubo quienes se creyeron el estribillo de que “mañana México será mejor que hoy” para disimular el fracaso de la administración foxista ayuna de resultados y exultante de lugares comunes. Fue tan eficaz la manipulación que hoy todavía no se descarta el retorno de los personajes centrales de aquella trama paralizante.
Debate
La reincidencia es uno de los agravantes más severos cuando se juzga a un delincuente. No así, al parecer, si se trata de las administraciones gubernamentales en donde privan la impunidad y se calculan los riesgos políticos antes de ponderarse a la justicia. Sólo así es explicable, entre otras tantas bajezas de la “vida institucional” –que algunos consideran inmarcesible e intocable-, la secuela de corruptelas al interior de la paraestatal PEMEX, por donde pasa buena parte de la riqueza de nuestro subsuelo con valor doblemente estratégico además: allí perviven algunos de los jirones de nuestra cada vez más acotada soberanía.
Dos de los más recientes directores generales de esta dependencia, el coahuilense Rogelio Montemayor –quien presumía de su cercanía con Luis Donaldo Colosio sumándose enseguida a la intrincada causa de Ernesto Zedillo quien lo llevó del gobierno de su entidad a la cúpula centralista-, y Raúl Muñoz Leos, presentado como una de las estrellas del inolvidable, por ineficiente, “gabinetazo” del señor Fox, han sido exhibidos no sólo como pésimos administradores sino, sobre todo, en su condición de corruptos por amañar contratos, extender canonjías, amarrar complicidades y favorecer la consumación de algunos de los grandes negocios al calor de la industria petrolera.
No se olvide, igualmente, el espinoso capítulo de Jorge Díaz Serrano, quien se sintió candidato presidencial cuando su amigo y jefe, José López Portillo, tenía otros planes. Confinado, sin recibir sentencia durante siete años, el personaje reveló que había sido una víctima del proceder rencoroso de Miguel de la Madrid quien no le perdonó la osadía de haberle hecho sombra. Don Jorge, en su condición de senador –una especie de premio de consolación al quedar al margen de la carrera presidencial luego de cesar como director de PEMEX-, debió ser desaforado en un pleno obviamente amañado que sirvió de antecedente para el similar linchamiento político de Andrés Manuel López Obrador en abril de 2005 quien vaya si supo revertir tendencias e intenciones.
Tres casos bajo el peso de los escándalos mayores que devienen de la empresa más rica del gobierno federal y epicentro de la controversia sobre el imperativo de privatizarla para sancionar así los excesos monopólicos del Estado y, por supuesto, los alevosos desfalcos de algunos de los funcionarios más encumbrados. La mejor manera de abaratar a una institución de cara a una pretendida subasta, rebosante de intereses multinacionales, es desprestigiándola. ¿No es curioso, cuando menos, que las grandes querellas contra la galopante corrupción oficial se hayan centrado en PEMEX?
El Reto
Desde el inicio del régimen en curso señalamos la extraña confluencia de tres ex secretarios de Energía hacia el gabinete en operación. El primero, en su condición de Presidente de la República; el segundo, Luis Téllez Kuenzler, designado secretario de Comunicaciones; y el tercero, Jesús Reyes Heroles González Garza, ubicado en la dirección de PEMEX en donde su padre, el gran ideólogo del priísmo, fincó igualmente sus reales en la década de los setenta y bajo la batuta de Luis Echeverría. Es bueno refrescar la memoria.
No creo, desde luego, en las coincidencias menos cuando se trata de la política en donde recalan los acuerdos soterrados y las alianzas transexenales. Y algo debe significar la amalgama de personajes con antecedentes precisos y la reiteración de los escándalos por prevaricación en una empresa condenada, parece que sin remedio y a pesar de la fogosa resistencia de la izquierda, a volver, poco a poco si se quiere, a manos de los particulares. Lo que verdaderamente indigna es que los mismos defensores de la “institucionalidad” no tengan empacho en socavar a una de las dependencias estratégicas con tal de mejorar la oferta de cara a los ambiciosos ponentes del exterior dispuestos, claro, a convertirse en cruzados contra la galopante corrupción.
En este caso sí sabemos para quienes se está trabajando. Objetivamente.
La Anécdota
A finales de 1981, la gran Conchita Cintrón, llamada con merecimientos de sobra “la diosa rubia del toreo”, publicó un ensayo muy significativo, “¿Por qué vuelven los toreros?”, en donde plantea el drama del ostracismo insoportable y trata de vindicar la osadía de los retornos que, por lo general, son lastimosos.
Por esos días, el diestro mexicano de mayor relieve, Manolo Martínez, señor del temple y el carácter, anunció su despedida si bien muchos dudaron que fuera definitiva. Finalmente no lo fue porque luego de un lustro volvió a enfundarse de luces si bien sólo mostró algunos chispazos de su antigua gloria. Un político preguntó a otro dentro de este contexto:
--¿Por qué vuelven los toreros?
Y la respuesta fue automática:
--Por la misma razón por la que vuelven los ex presidentes.
Todos los ex mandatarios mexicanos, con soslayo de historias y sin juicios de por medio, están en la palestra. Que Dios nos ampare.
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miércoles, 16 de junio de 2010
ELECTORAL PREFERENCES
RAFAEL LORET DE MOLA
Wednesday, June 16, 2010
If we believe in surveys of voter preferences in the twelve entities must renew governorships from July, the PRI will rise with a decisive victory in eleven of them and with the exception of Tlaxcala, but if we look more closely different perspectives, with friendly information and direct testimonies, the PRI may be at risk of being defeated in at least five states: Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala, Durango and Puebla.And despite controls governors who qualifies as bosses to keep them open proselytizing and others, such as Enrique Peña Nieto, who in this way advance the presidential campaign.
Of course, under the burden of unhealthy sectarianism each side notes on their opponents the same deviations that similar hidden.If we speak of chiefdoms, it would be necessary to stop, also on the feuds dominated by the PAN and the PRD, supposedly allies seek the common goal of removing perverse authoritarian ideologies with clear sideways, where leaders often act with the same , autocratic behavior. Want examples?Let's start with where the PAN Aguascalientes Luis Armando Reynoso has the luxury of promoting the PRI's Carlos Lozano, and Zacatecas, Amalia group sifting Garcia who, however, could not avoid the collapse of the left and thus the possibility a return after two six PRD PRI.
The conditions, with one exception, are the same:a marked polarization, usually between the structure dominant PRI and an opposition splinter collected bearers between the PRI itself perhaps the effect of the intervention of the governors whose main stake is, of course, which assures them a future without the jolts of audits and witch hunts.
In the case of Veracruz, where the PAN and the PRD failed to coalesce because it means the presence of Miguel Ángel Yunes Linares in the race as a champion of PAN without memory or political ethics.Applying for a subject like this, enriched in the exercise of power, when he was general secretary Patricio Chirinos regime who became drunk, and grown in the shade of the influential "Bride of Chucky" naked personal motivations very different from public service and common interest.
So, of course, the recent incident with representatives Yunes 400 people must register within the usual manipulative strategy of a right that specializes in building scenarios for feeling victimized.Wow, if their leaders have been able to exploit to the abduction of Diego Fernandez de Cevallos of the PAN and murder Mario Guajardo, who was candidate for mayor of Valle Hermoso, Tamaulipas, thereby seeking to point out the PRI state government without compromising the profound neglect of the federal government under the thumb of PAN, we can not doubt their ability to assemble any kind of props ...revised and expanded versions of what made the PRI hegemony.
This is only a sample of the levels are reached and encouragement disputes in almost half the national territory. And that's without considering the vehement vendettas between gangs that are common in the northern border and in some others, like Michoacan, where no election in sight this year.The incendiary material abounds with increasing the decibels of the polemic on the uses of power and the resulting rain of mud, for example, Governor Fidel Herrera of Veracruz, received with the precision of an experienced meteorologist due to a storm indefinitely.
When I asked Herrera, Jan. 19 - "2012:The Succession ", Oceanus, 2010 - on the versions that point to their alleged contacts with drug trafficking, in particular the so-called" Zetas, "he replied without hesitation:
"No, no. This unfounded accusation, without any basis, left the mouth of Miguel Angel Yunes. They said there was a picture of me next to "El Azul" (Juan Jose Esparragoza, former federal agent Guadalajara cartel founder and later linked to the Juarez). And the only "blue" I've seen is to Yunes.Unless in some encounter with Monaco it has been mistaken for a drug.
The fact is that, in Veracruz, even considering Ochoa Javier Duarte as an aspiring low-key compared to some of those who preceded him as a candidate of his party, the PRI will have no problem ... because the alleged "opposition" of sidewalk, Yunes Linares, well covers that said that the "remedy" is far worse than the disease.And it is not, of course, the only case among the champions in the field by the dense national geopolitics.
Debate
Tlaxcala must be addressed, governed by Hector Ortiz, a former PRI and PAN now who rose from the State Administration of Beatriz Paredes Rangel, the current national leader of the PRI.By the way, the lady herself Rangel told me that during his term as governor between 1987 and 1992, both Ortiz as it's predecessor, Alfonso Sánchez Anaya, PRD, chaired ... PRI state in two periods of three years. Each chose one end lacked momentum and heat within the institute which they formed. A case for other curious.
Tlaxcala is news, even though the waters do not seem to have gotten out of bed yet, so far as to recent opinion polls, where this columnist does not firmly believes, "place the PAN Adriana Dávila Fernández a point above PRI opponent, Mariano Gonzalez-repeater Zarur. It is, by far, the only institution where, according to dubious polls, the PRI is leading not only maintains a little lower, a sort of stalemate.This requires a course foresee uncertain even if the alternations in this region does not mean, considering sources and groups, no structural change. All are watered from the same sources.
It is curious that Tlaxcala, home of Paredes Rangel where PRI fall behind.Especially because everyone knows the disagreements between Mrs. Gonzalez Paredes and the candidate Zarur, same as converged precisely the division of Ortiz, but it lost, and it has always maintained, its surroundings with the former governor. Did that mean then that the PRI's national leader cons play on his party in the state that she led?Answered in the affirmative would be faced with a dilemma about the ethics of political actors at the time of the worst sectarian breakdown of the story.
Of course, it would in answering the fiery advocate of PRI that has not been able to renew. On the contrary:commitment to the return of top predators, led by Emilio Gamboa Yucatec located in the CNOP as if this were a prize for the dirty work, with intentions to succeed in the presidency Paredes Rangel PRI.Are these "signals" about the alleged "renewal" PRI sent to an electorate that questioned near Peña Nieto, the most viable candidates for the Presidency, with their relatives, Arturo Montiel and Alfredo del Mazo, and his mentor Carlos Salinas? In an evil hour for the most cited mexiquense gather the names of the great devastating. Do you have any explanation?
The proceeds of Beatrice in his homeland, finally, not separating infected from the same perspective that she observes in the murky alliances with the PRD PAN. And you must weigh the public.
The Challenge
In such circumstances it is likely that in many of the processes covered entities settled on 4 July, will converge towards post-electoral conflicts more or less magnitude.Without doubt, Sinaloa, Oaxaca, Puebla, Aguascalientes, Tlaxcala, Durango, Chihuahua, Quintana Roo, Veracruz Zacatecas and even for the blindness of Yunes by other known and predictable, the disputes could be inflammatory condition and, as such, high risk for overall stability.
And to whom would benefit this climate? The PRI was going to at all before the murky alliances? Or PAN and the PRD that did not measure scope or conflicting?"Rather, the lobbyists who are ready to reposition itself by presenting invoices policies at the time, just as they did in the federal charter after the 2006 elections unkempt?
If the crimes are investigated after its greatest beneficiaries who are also political outcomes should raise the same line.Above all it is, really, to discover the original sins of the many actors in the field would never recognize the minor defect itself, the elemental self fasts, upon an exercise in Manichean and fractious.
The Trivia
Senator Santiago Creel Miranda, told me in an interview last December that Elba Esther Gordillo had been a "determining factor" in the internal election of the PAN in 2005.However, the legislature itself has chosen to clarify, in careful letter that I sent:
"An election is won or lost by many factors. I do not think there is a decisive factor to explain wins or losses. Why not agree to what is expressed by the teacher says Elba Esther Gordillo in the context of internal process.
In similar vein, Secretary of Education, Alonso Lujambio Irazábal, who for many is the new "Dolphin" The Cauldron, he refused to give their views on the controversial leader of a teachers even when I insisted, five times that. Saying only that "she did not intervene in the election (internal)." ("2012: The Succession")
Apparently, in recent days, and I heard the voices of their own candidates for the PAN nomination, relations between the singular Elba Esther with the party in government, whether the PRI or the PAN no matter alternations, enjoy full health. There must be some. Abounded.
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BLOG: www.rafaelloretdemola.blogspot.com
E-Mail: rafloret@hotmail.com
Conference Contact: alexavadillo@yahoo.es
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Rafael Loret de Mola
Writer
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Wednesday, June 16, 2010
If we believe in surveys of voter preferences in the twelve entities must renew governorships from July, the PRI will rise with a decisive victory in eleven of them and with the exception of Tlaxcala, but if we look more closely different perspectives, with friendly information and direct testimonies, the PRI may be at risk of being defeated in at least five states: Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala, Durango and Puebla.And despite controls governors who qualifies as bosses to keep them open proselytizing and others, such as Enrique Peña Nieto, who in this way advance the presidential campaign.
Of course, under the burden of unhealthy sectarianism each side notes on their opponents the same deviations that similar hidden.If we speak of chiefdoms, it would be necessary to stop, also on the feuds dominated by the PAN and the PRD, supposedly allies seek the common goal of removing perverse authoritarian ideologies with clear sideways, where leaders often act with the same , autocratic behavior. Want examples?Let's start with where the PAN Aguascalientes Luis Armando Reynoso has the luxury of promoting the PRI's Carlos Lozano, and Zacatecas, Amalia group sifting Garcia who, however, could not avoid the collapse of the left and thus the possibility a return after two six PRD PRI.
The conditions, with one exception, are the same:a marked polarization, usually between the structure dominant PRI and an opposition splinter collected bearers between the PRI itself perhaps the effect of the intervention of the governors whose main stake is, of course, which assures them a future without the jolts of audits and witch hunts.
In the case of Veracruz, where the PAN and the PRD failed to coalesce because it means the presence of Miguel Ángel Yunes Linares in the race as a champion of PAN without memory or political ethics.Applying for a subject like this, enriched in the exercise of power, when he was general secretary Patricio Chirinos regime who became drunk, and grown in the shade of the influential "Bride of Chucky" naked personal motivations very different from public service and common interest.
So, of course, the recent incident with representatives Yunes 400 people must register within the usual manipulative strategy of a right that specializes in building scenarios for feeling victimized.Wow, if their leaders have been able to exploit to the abduction of Diego Fernandez de Cevallos of the PAN and murder Mario Guajardo, who was candidate for mayor of Valle Hermoso, Tamaulipas, thereby seeking to point out the PRI state government without compromising the profound neglect of the federal government under the thumb of PAN, we can not doubt their ability to assemble any kind of props ...revised and expanded versions of what made the PRI hegemony.
This is only a sample of the levels are reached and encouragement disputes in almost half the national territory. And that's without considering the vehement vendettas between gangs that are common in the northern border and in some others, like Michoacan, where no election in sight this year.The incendiary material abounds with increasing the decibels of the polemic on the uses of power and the resulting rain of mud, for example, Governor Fidel Herrera of Veracruz, received with the precision of an experienced meteorologist due to a storm indefinitely.
When I asked Herrera, Jan. 19 - "2012:The Succession ", Oceanus, 2010 - on the versions that point to their alleged contacts with drug trafficking, in particular the so-called" Zetas, "he replied without hesitation:
"No, no. This unfounded accusation, without any basis, left the mouth of Miguel Angel Yunes. They said there was a picture of me next to "El Azul" (Juan Jose Esparragoza, former federal agent Guadalajara cartel founder and later linked to the Juarez). And the only "blue" I've seen is to Yunes.Unless in some encounter with Monaco it has been mistaken for a drug.
The fact is that, in Veracruz, even considering Ochoa Javier Duarte as an aspiring low-key compared to some of those who preceded him as a candidate of his party, the PRI will have no problem ... because the alleged "opposition" of sidewalk, Yunes Linares, well covers that said that the "remedy" is far worse than the disease.And it is not, of course, the only case among the champions in the field by the dense national geopolitics.
Debate
Tlaxcala must be addressed, governed by Hector Ortiz, a former PRI and PAN now who rose from the State Administration of Beatriz Paredes Rangel, the current national leader of the PRI.By the way, the lady herself Rangel told me that during his term as governor between 1987 and 1992, both Ortiz as it's predecessor, Alfonso Sánchez Anaya, PRD, chaired ... PRI state in two periods of three years. Each chose one end lacked momentum and heat within the institute which they formed. A case for other curious.
Tlaxcala is news, even though the waters do not seem to have gotten out of bed yet, so far as to recent opinion polls, where this columnist does not firmly believes, "place the PAN Adriana Dávila Fernández a point above PRI opponent, Mariano Gonzalez-repeater Zarur. It is, by far, the only institution where, according to dubious polls, the PRI is leading not only maintains a little lower, a sort of stalemate.This requires a course foresee uncertain even if the alternations in this region does not mean, considering sources and groups, no structural change. All are watered from the same sources.
It is curious that Tlaxcala, home of Paredes Rangel where PRI fall behind.Especially because everyone knows the disagreements between Mrs. Gonzalez Paredes and the candidate Zarur, same as converged precisely the division of Ortiz, but it lost, and it has always maintained, its surroundings with the former governor. Did that mean then that the PRI's national leader cons play on his party in the state that she led?Answered in the affirmative would be faced with a dilemma about the ethics of political actors at the time of the worst sectarian breakdown of the story.
Of course, it would in answering the fiery advocate of PRI that has not been able to renew. On the contrary:commitment to the return of top predators, led by Emilio Gamboa Yucatec located in the CNOP as if this were a prize for the dirty work, with intentions to succeed in the presidency Paredes Rangel PRI.Are these "signals" about the alleged "renewal" PRI sent to an electorate that questioned near Peña Nieto, the most viable candidates for the Presidency, with their relatives, Arturo Montiel and Alfredo del Mazo, and his mentor Carlos Salinas? In an evil hour for the most cited mexiquense gather the names of the great devastating. Do you have any explanation?
The proceeds of Beatrice in his homeland, finally, not separating infected from the same perspective that she observes in the murky alliances with the PRD PAN. And you must weigh the public.
The Challenge
In such circumstances it is likely that in many of the processes covered entities settled on 4 July, will converge towards post-electoral conflicts more or less magnitude.Without doubt, Sinaloa, Oaxaca, Puebla, Aguascalientes, Tlaxcala, Durango, Chihuahua, Quintana Roo, Veracruz Zacatecas and even for the blindness of Yunes by other known and predictable, the disputes could be inflammatory condition and, as such, high risk for overall stability.
And to whom would benefit this climate? The PRI was going to at all before the murky alliances? Or PAN and the PRD that did not measure scope or conflicting?"Rather, the lobbyists who are ready to reposition itself by presenting invoices policies at the time, just as they did in the federal charter after the 2006 elections unkempt?
If the crimes are investigated after its greatest beneficiaries who are also political outcomes should raise the same line.Above all it is, really, to discover the original sins of the many actors in the field would never recognize the minor defect itself, the elemental self fasts, upon an exercise in Manichean and fractious.
The Trivia
Senator Santiago Creel Miranda, told me in an interview last December that Elba Esther Gordillo had been a "determining factor" in the internal election of the PAN in 2005.However, the legislature itself has chosen to clarify, in careful letter that I sent:
"An election is won or lost by many factors. I do not think there is a decisive factor to explain wins or losses. Why not agree to what is expressed by the teacher says Elba Esther Gordillo in the context of internal process.
In similar vein, Secretary of Education, Alonso Lujambio Irazábal, who for many is the new "Dolphin" The Cauldron, he refused to give their views on the controversial leader of a teachers even when I insisted, five times that. Saying only that "she did not intervene in the election (internal)." ("2012: The Succession")
Apparently, in recent days, and I heard the voices of their own candidates for the PAN nomination, relations between the singular Elba Esther with the party in government, whether the PRI or the PAN no matter alternations, enjoy full health. There must be some. Abounded.
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BLOG: www.rafaelloretdemola.blogspot.com
E-Mail: rafloret@hotmail.com
Conference Contact: alexavadillo@yahoo.es
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Rafael Loret de Mola
Writer
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DE ENCUESTAS A ENCUESTAS
RAFAEL LORET DE MOLA
miércoles, 16 de junio de 2010
Si creemos en las encuestas sobre las preferencias electorales en las doce entidades que habrán de renovar gubernaturas a partir de julio próximo, el PRI se alzará con una victoria contundente en once de ellas y con la sola excepción de Tlaxcala; pero si observamos más de cerca las distintas perspectivas, con información cercana y testimonios directos, el PRI podría estar en riesgo de ser vencido en, cuando menos, cinco estados: Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala, Durango y Puebla. Y ello a pesar de los controles de los gobernadores a quienes se califica como caciques por mantenerlos y del proselitismo abierto de otros, como Enrique Peña Nieto, que de esta manera adelantan la campaña presidencial.
Por supuesto, bajo el agobio de los sectarismos insanos cada bando observa en sus adversarios las mismas desviaciones que los afines ocultan. Si hablamos de cacicazgos, sería necesario detenerse, igualmente, en los feudos dominados por el PAN y el PRD, los aliados que supuestamente buscan el fin común de extirpar los autoritarismos aviesos con soslayo evidente de ideologías, en donde los mandatarios suelen actuar con la misma, autocrática conducta. ¿Quieren ejemplos? Comencemos con Aguascalientes en donde el panista Luis Armando Reynoso se da el lujo de impulsar al priísta Carlos Lozano, y Zacatecas, cernido al grupo de Amalia García quien, sin embargo, no pudo evitar el colapso de la izquierda y, por ende, la posibilidad de un retorno del PRI tras dos sexenios perredistas.
Las condiciones, salvo alguna excepción, son las mismas: una marcada polarización, por lo general entre la estructura priísta dominante y una oposición que colectó abanderados entre los escindidos del propio PRI acaso por efecto del intervencionismo de los gobernadores cuya apuesta principal es, claro, la que les asegure un futuro sin los sobresaltos de auditorías y cacerías de brujas.
En el caso de Veracruz, en donde el PAN y el PRD no lograron aglutinarse por cuanto significa la presencia de Miguel Ángel Yunes Linares en la contienda como abanderado de un panismo sin memoria ni ética política. Postular a un sujeto como éste, enriquecido en el ejercicio del poder, cuando fue secretario general del régimen de Patricio Chirinos a quien convirtió en beodo, y crecido a la sombra de la influyente “novia de Chucky”, desnuda motivaciones personales muy distintas a las del servicio público y el interés común.
Por ello, claro, el reciente incidente de Yunes con los representantes de los 400 pueblos debe inscribirse dentro de la habitual estrategia manipuladora de una derecha que se especializa en construir escenarios para sentirse víctima. Caramba, si sus dirigentes han sido capaces de aprovechar hasta el secuestro de Diego Fernández de Cevallos y el asesinato del panista Mario Guajardo, quien fuera aspirante a la alcaldía de Valle Hermoso, Tamaulipas, pretendiendo señalar con ello a las administraciones estatales priístas sin menoscabo de la honda negligencia del gobierno federal bajo la férula del PAN, no podemos dudar de su capacidad para armar cualquier clase de tramoya... en versiones corregidas y aumentadas de cuanto realizó el priísmo hegemónico.
Tal es solamente una muestra de los niveles que van alcanzando las controversias y los ánimos en casi la mitad del territorio nacional. Y eso sin considerar las encendidas vendetas entre mafias que son habituales en la frontera norte y en algunas otras entidades, como Michoacán, en donde no hay comicios a la vista este año. El material incendiario abunda cuando aumentan los decibeles de las polémicas sobre los usos del poder y la consiguiente lluvia de lodo que, por ejemplo, el gobernador Fidel Herrera, de Veracruz, percibió con la precisión de un meteorólogo experimentado ante una tempestad con rumbo indefinido.
Cuando le pregunté a Herrera, el 19 de enero pasado –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, sobre las versiones que apuntan a sus supuestos contactos con el narcotráfico, y en concreto con los llamados “Zetas”, me respondió sin dudar:
-No, eso no. Esa acusación infundada, sin ninguna base, salió de la boca de Miguel Ángel Yunes. Dijeron que había una foto mía junto a “El Azul” (Juan José Esparragoza, ex agente federal fundador del cártel de Guadalajara y posteriormente ligado al de Juárez). Y el único “azul” que he visto es a Yunes. A menos que en algún encuentro con un naco se le haya confundido con un narco.
El hecho es que, en Veracruz, aun considerando a Javier Duarte de Ochoa como un aspirante de bajo perfil en comparación con algunos de cuantos lo precedieron como candidatos de su partido, el PRI no tendrá problema...porque el pretendido “opositor” de banqueta, Yunes Linares, bien cubre el dicho aquel de que el “remedio” es bastante peor que la enfermedad. Y no es, desde luego, el único caso entre los abanderados en campaña por la densa geopolítica nacional.
Debate
Es necesario ocuparse de Tlaxcala, gobernada por Héctor Ortiz, ex priísta y ahora panista quien surgió desde la administración estatal de Beatriz Paredes Rangel, actual dirigente nacional del PRI. Por cierto, la propia señora Rangel me confió que, durante su periodo como gobernadora, entre 1987 y 1992, tanto Ortiz como el antecesor de éste, Alfonso Sánchez Anaya, perredista, presidieron... al PRI estatal en sendos periodos de tres años. Cada uno optó por un extremo al faltarles impulsos y calor dentro del instituto que les formó. Un caso por demás curioso.
Tlaxcala es noticia, a pesar de que las aguas no parecen haberse salido de cauce todavía, por cuanto a que recientes sondeos de opinión –en los que este columnista no cree a pie juntillas-, sitúan a la panista Adriana Dávila Fernández un punto arriba de su adversario priísta, el repetidor Mariano González-Zarur. Es, por el momento, la única entidad en donde, de acuerdo a las encuestas dudosas, el priísmo no va a la vanguardia sino mantiene, un poco a la baja, una especie de empate técnico. Ello obliga a avizorar un derrotero incierto aun cuando las alternancias en esta región no signifiquen, considerando orígenes y grupos, ningún cambio estructural. Todos han abrevado de las mismas fuentes.
Es curioso que sea Tlaxcala, cuna de Paredes Rangel, donde el PRI vaya a la zaga. Máxime porque nadie ignora los desencuentros entre la señora Paredes y el candidato González Zarur, mismos que confluyeron, precisamente, a la escisión de Ortiz sin que éste perdiera, y así lo ha sostenido siempre, sus cercanías con la ex gobernadora. ¿Debe entenderse entonces que la dirigente nacional del PRI juega a las contras respecto a su partido en el estado que ella dirigió? De responderse afirmativamente estaríamos ante un dilema sobre la ética de los actores políticos en los tiempos de la más grave descomposición sectaria de la historia.
Por supuesto, bien haría en responder la fogosa defensora del priísmo que no ha sido capaz de renovarse. Al contrario: apuesta por el regreso de los mayores predadores, encabezados por el yucateco Emilio Gamboa situado en la CNOP como si tal fuera un premio por los trabajos sucios, con intenciones se suceder a Paredes Rangel en la presidencia priísta. ¿Son éstas las “señales” sobre la supuesta “renovación” priísta enviadas a un electorado que cuestiona las cercanías de Peña Nieto, el más viable de los precandidatos a la Presidencia, con sus parientes, Arturo Montiel y Alfredo del Mazo, y su mentor, Carlos Salinas? En mala hora para el mexiquense más citado se juntan los nombres de los grandes devastadores. ¿Cuenta con alguna explicación?
El proceder de Beatriz en su terruño, finalmente, no la separa de la misma perspectiva infectada que ella observa en las alianzas turbia del PAN con el PRD. Y es necesario que la opinión pública lo sopese.
El Reto
En tales circunstancias es previsible que, en buena parte de las entidades que contemplan procesos a dirimirse el 4 de julio próximo, se confluya hacia conflictos poselectorales de más o menos magnitud. Sin duda, en Sinaloa, Oaxaca, Puebla, Aguascalientes, Tlaxcala, Durango, Chihuahua, Quintana Roo, Zacatecas e incluso Veracruz, por la obcecación de Yunes por demás conocida y previsible, las controversias podrían tener condición de incendiarias y, como tales, de alto riesgo para la estabilidad general.
¿Y a quiénes beneficiaría este clima?¿Al priísmo que iba a por todas antes de las alianzas turbias?¿O a panistas y perredistas que no midieron alcances ni conflictivas?¿Más bien a los grupos de presión que están listos a reacomodarse presentando facturas políticas en su momento, tal y como hicieron en los fueros federales tras los desaseados comicios de 2006?
Si los crímenes se investigan a partir de quienes son sus mayores beneficiarios, igualmente los desenlaces políticos debieran plantear la misma línea. Sobre todo se trata, en serio, de descubrir los pecados originales de los tantos actores en campaña que jamás reconocen el menor defecto propio, ayunos de la elemental autocrítica, mediando un ejercicio maniqueo y faccioso.
La Anécdota
El senador Santiago Creel Miranda, me confió, en una entrevista realizada en diciembre pasado, que Elba Esther Gordillo había sido el “factor determinante” en la elección interna del PAN en 2005. Pese a ello, el propio legislador ha optado por aclarar, en atenta misiva que me envió:
-Una elección se gana o se pierde por muchos factores. No creo que exista un elemento determinante para explicar victorias o derrotas. Por eso tampoco estoy de acuerdo en lo que se asevera expresé de la profesora Elba Esther Gordillo en el contexto del proceso interno.
En línea semejante, el secretario de Educación, Alonso Lujambio Irazábal, quien para muchos es el nuevo “delfín” del calderonismo, se resistió a dar su opinión sobre la controvertida dirigente magisterial aun cuando insistí, cinco veces, en ello. Sólo expresó que “ella no intervino en la elección (interna)”. (“2012: La Sucesión”)
Por lo visto, en los últimos días, y lo escuchado en las voces de los propios aspirantes a la postulación panista, las relaciones de la singular Elba Esther con el partido en el gobierno, sea el PRI o el PAN sin importar alternancias, gozan de cabal salud. Por algo será. Abundaremos.
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miércoles, 16 de junio de 2010
Si creemos en las encuestas sobre las preferencias electorales en las doce entidades que habrán de renovar gubernaturas a partir de julio próximo, el PRI se alzará con una victoria contundente en once de ellas y con la sola excepción de Tlaxcala; pero si observamos más de cerca las distintas perspectivas, con información cercana y testimonios directos, el PRI podría estar en riesgo de ser vencido en, cuando menos, cinco estados: Oaxaca, Sinaloa, Tlaxcala, Durango y Puebla. Y ello a pesar de los controles de los gobernadores a quienes se califica como caciques por mantenerlos y del proselitismo abierto de otros, como Enrique Peña Nieto, que de esta manera adelantan la campaña presidencial.
Por supuesto, bajo el agobio de los sectarismos insanos cada bando observa en sus adversarios las mismas desviaciones que los afines ocultan. Si hablamos de cacicazgos, sería necesario detenerse, igualmente, en los feudos dominados por el PAN y el PRD, los aliados que supuestamente buscan el fin común de extirpar los autoritarismos aviesos con soslayo evidente de ideologías, en donde los mandatarios suelen actuar con la misma, autocrática conducta. ¿Quieren ejemplos? Comencemos con Aguascalientes en donde el panista Luis Armando Reynoso se da el lujo de impulsar al priísta Carlos Lozano, y Zacatecas, cernido al grupo de Amalia García quien, sin embargo, no pudo evitar el colapso de la izquierda y, por ende, la posibilidad de un retorno del PRI tras dos sexenios perredistas.
Las condiciones, salvo alguna excepción, son las mismas: una marcada polarización, por lo general entre la estructura priísta dominante y una oposición que colectó abanderados entre los escindidos del propio PRI acaso por efecto del intervencionismo de los gobernadores cuya apuesta principal es, claro, la que les asegure un futuro sin los sobresaltos de auditorías y cacerías de brujas.
En el caso de Veracruz, en donde el PAN y el PRD no lograron aglutinarse por cuanto significa la presencia de Miguel Ángel Yunes Linares en la contienda como abanderado de un panismo sin memoria ni ética política. Postular a un sujeto como éste, enriquecido en el ejercicio del poder, cuando fue secretario general del régimen de Patricio Chirinos a quien convirtió en beodo, y crecido a la sombra de la influyente “novia de Chucky”, desnuda motivaciones personales muy distintas a las del servicio público y el interés común.
Por ello, claro, el reciente incidente de Yunes con los representantes de los 400 pueblos debe inscribirse dentro de la habitual estrategia manipuladora de una derecha que se especializa en construir escenarios para sentirse víctima. Caramba, si sus dirigentes han sido capaces de aprovechar hasta el secuestro de Diego Fernández de Cevallos y el asesinato del panista Mario Guajardo, quien fuera aspirante a la alcaldía de Valle Hermoso, Tamaulipas, pretendiendo señalar con ello a las administraciones estatales priístas sin menoscabo de la honda negligencia del gobierno federal bajo la férula del PAN, no podemos dudar de su capacidad para armar cualquier clase de tramoya... en versiones corregidas y aumentadas de cuanto realizó el priísmo hegemónico.
Tal es solamente una muestra de los niveles que van alcanzando las controversias y los ánimos en casi la mitad del territorio nacional. Y eso sin considerar las encendidas vendetas entre mafias que son habituales en la frontera norte y en algunas otras entidades, como Michoacán, en donde no hay comicios a la vista este año. El material incendiario abunda cuando aumentan los decibeles de las polémicas sobre los usos del poder y la consiguiente lluvia de lodo que, por ejemplo, el gobernador Fidel Herrera, de Veracruz, percibió con la precisión de un meteorólogo experimentado ante una tempestad con rumbo indefinido.
Cuando le pregunté a Herrera, el 19 de enero pasado –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, sobre las versiones que apuntan a sus supuestos contactos con el narcotráfico, y en concreto con los llamados “Zetas”, me respondió sin dudar:
-No, eso no. Esa acusación infundada, sin ninguna base, salió de la boca de Miguel Ángel Yunes. Dijeron que había una foto mía junto a “El Azul” (Juan José Esparragoza, ex agente federal fundador del cártel de Guadalajara y posteriormente ligado al de Juárez). Y el único “azul” que he visto es a Yunes. A menos que en algún encuentro con un naco se le haya confundido con un narco.
El hecho es que, en Veracruz, aun considerando a Javier Duarte de Ochoa como un aspirante de bajo perfil en comparación con algunos de cuantos lo precedieron como candidatos de su partido, el PRI no tendrá problema...porque el pretendido “opositor” de banqueta, Yunes Linares, bien cubre el dicho aquel de que el “remedio” es bastante peor que la enfermedad. Y no es, desde luego, el único caso entre los abanderados en campaña por la densa geopolítica nacional.
Debate
Es necesario ocuparse de Tlaxcala, gobernada por Héctor Ortiz, ex priísta y ahora panista quien surgió desde la administración estatal de Beatriz Paredes Rangel, actual dirigente nacional del PRI. Por cierto, la propia señora Rangel me confió que, durante su periodo como gobernadora, entre 1987 y 1992, tanto Ortiz como el antecesor de éste, Alfonso Sánchez Anaya, perredista, presidieron... al PRI estatal en sendos periodos de tres años. Cada uno optó por un extremo al faltarles impulsos y calor dentro del instituto que les formó. Un caso por demás curioso.
Tlaxcala es noticia, a pesar de que las aguas no parecen haberse salido de cauce todavía, por cuanto a que recientes sondeos de opinión –en los que este columnista no cree a pie juntillas-, sitúan a la panista Adriana Dávila Fernández un punto arriba de su adversario priísta, el repetidor Mariano González-Zarur. Es, por el momento, la única entidad en donde, de acuerdo a las encuestas dudosas, el priísmo no va a la vanguardia sino mantiene, un poco a la baja, una especie de empate técnico. Ello obliga a avizorar un derrotero incierto aun cuando las alternancias en esta región no signifiquen, considerando orígenes y grupos, ningún cambio estructural. Todos han abrevado de las mismas fuentes.
Es curioso que sea Tlaxcala, cuna de Paredes Rangel, donde el PRI vaya a la zaga. Máxime porque nadie ignora los desencuentros entre la señora Paredes y el candidato González Zarur, mismos que confluyeron, precisamente, a la escisión de Ortiz sin que éste perdiera, y así lo ha sostenido siempre, sus cercanías con la ex gobernadora. ¿Debe entenderse entonces que la dirigente nacional del PRI juega a las contras respecto a su partido en el estado que ella dirigió? De responderse afirmativamente estaríamos ante un dilema sobre la ética de los actores políticos en los tiempos de la más grave descomposición sectaria de la historia.
Por supuesto, bien haría en responder la fogosa defensora del priísmo que no ha sido capaz de renovarse. Al contrario: apuesta por el regreso de los mayores predadores, encabezados por el yucateco Emilio Gamboa situado en la CNOP como si tal fuera un premio por los trabajos sucios, con intenciones se suceder a Paredes Rangel en la presidencia priísta. ¿Son éstas las “señales” sobre la supuesta “renovación” priísta enviadas a un electorado que cuestiona las cercanías de Peña Nieto, el más viable de los precandidatos a la Presidencia, con sus parientes, Arturo Montiel y Alfredo del Mazo, y su mentor, Carlos Salinas? En mala hora para el mexiquense más citado se juntan los nombres de los grandes devastadores. ¿Cuenta con alguna explicación?
El proceder de Beatriz en su terruño, finalmente, no la separa de la misma perspectiva infectada que ella observa en las alianzas turbia del PAN con el PRD. Y es necesario que la opinión pública lo sopese.
El Reto
En tales circunstancias es previsible que, en buena parte de las entidades que contemplan procesos a dirimirse el 4 de julio próximo, se confluya hacia conflictos poselectorales de más o menos magnitud. Sin duda, en Sinaloa, Oaxaca, Puebla, Aguascalientes, Tlaxcala, Durango, Chihuahua, Quintana Roo, Zacatecas e incluso Veracruz, por la obcecación de Yunes por demás conocida y previsible, las controversias podrían tener condición de incendiarias y, como tales, de alto riesgo para la estabilidad general.
¿Y a quiénes beneficiaría este clima?¿Al priísmo que iba a por todas antes de las alianzas turbias?¿O a panistas y perredistas que no midieron alcances ni conflictivas?¿Más bien a los grupos de presión que están listos a reacomodarse presentando facturas políticas en su momento, tal y como hicieron en los fueros federales tras los desaseados comicios de 2006?
Si los crímenes se investigan a partir de quienes son sus mayores beneficiarios, igualmente los desenlaces políticos debieran plantear la misma línea. Sobre todo se trata, en serio, de descubrir los pecados originales de los tantos actores en campaña que jamás reconocen el menor defecto propio, ayunos de la elemental autocrítica, mediando un ejercicio maniqueo y faccioso.
La Anécdota
El senador Santiago Creel Miranda, me confió, en una entrevista realizada en diciembre pasado, que Elba Esther Gordillo había sido el “factor determinante” en la elección interna del PAN en 2005. Pese a ello, el propio legislador ha optado por aclarar, en atenta misiva que me envió:
-Una elección se gana o se pierde por muchos factores. No creo que exista un elemento determinante para explicar victorias o derrotas. Por eso tampoco estoy de acuerdo en lo que se asevera expresé de la profesora Elba Esther Gordillo en el contexto del proceso interno.
En línea semejante, el secretario de Educación, Alonso Lujambio Irazábal, quien para muchos es el nuevo “delfín” del calderonismo, se resistió a dar su opinión sobre la controvertida dirigente magisterial aun cuando insistí, cinco veces, en ello. Sólo expresó que “ella no intervino en la elección (interna)”. (“2012: La Sucesión”)
Por lo visto, en los últimos días, y lo escuchado en las voces de los propios aspirantes a la postulación panista, las relaciones de la singular Elba Esther con el partido en el gobierno, sea el PRI o el PAN sin importar alternancias, gozan de cabal salud. Por algo será. Abundaremos.
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martes, 15 de junio de 2010
DE BAMBOLEOS EN MÉXICO
martes, 15 de junio de 2010
No puedo creer que los errores recurrentes de quienes mantienen las líneas decisorias en el México actual sean sólo consecuencia de la torpeza. Tendríamos entonces, quienes los descubrimos y analizamos, que creernos tan listos como para poner distancias y no es el caso. Por tanto, es razonable sopesar que no se trata de traspiés recurrentes sino de una estrategia tan compleja, si bien efectiva, como la utilizada durante 2006 tras la apuesta empresarial a favor de la continuidad política y repelente de cualquier posible viraje hacia la izquierda. La remontada, favorecida igualmente por los estragos de la arrogancia sectaria, fue contundente.
A través de los sexenios y de acuerdo a las condiciones imperantes en cada uno de ellos, surgen diversos grupos provenientes de la iniciativa privada con el propósito de influir en las decisiones públicas, sobre todo en tiempos de bamboleos financieros que anuncian nuevos escenarios turbulentos. México, ya sin blindajes invulnerables –como se pretendió contar al inicio de la controvertida administración calderonista-, se ha convertido en una especie de laboratorio para medir la resistencia colectiva con el propósito de asegurar no sólo la seguridad fronteriza, muy importante para los poderosos vecinos del norte, sino igualmente la viabilidad política en una perspectiva que, por momentos, parece incontrolable.
De allí que, en cada ocasión, los corporativos con mayor influencia accedan a crear plataformas, supuestamente altruistas, destinadas a ocupar los vacíos de poder en el sector público agobiado, como sabemos, por la ingente inseguridad pública y el acoso incesante del crimen organizado que traspasa los tejidos políticos con la mayor facilidad. Suele ocurrir, además, que en ausencia de soluciones estatales la ciudadanía se arrogue el derecho de señalar su propio destino sin esperar la tutela del gobierno. Combinando los dos factores, el de los grandes consorcios en busca de garantías reales hacia los mercados a futuro y el de la población que busca liderazgos, aparecen las plataformas.
¿Recuerdan, por ejemplo, al célebre Grupo San Ángel, fundado por intelectuales destacados a los que se unieron dirigentes políticos de gran envergadura y hasta impresentables socialmente –digamos la inefable “maestra” Elba Esther-, con miras, de acuerdo a sus propias proclamas, de construir acuerdos nacionales sustantivos con los dirigentes y candidatos de todos de los partidos? Cobró fuerza a la vista de la inminente transición política en 2000 cuando era perceptible la tendencia en pro de la alternancia delineada, con habilidad, desde la Casa Blanca. Se trataba, claro, de desactivar los polvorines encendidos por la creciente irritabilidad social y la aparición de subversivos... armados desde los Estados Unidos.
El pastoreo de programas culminó con la firma de protocolos esquemáticos signados por los aspirantes presidenciales de mayor relieve... y nada más. Una vez enseñoreado el foxismo del poder, los vientos de cambio confluyeron hacia la antítesis del mismo, esto es la continuidad, en desdoro de los esfuerzos de no pocos mexicanos por construir una nueva estructura republicana sin los vicios generados por la impudicia y la corrupción. No pasó del papel.
Cuando el foxismo tocó fondo por sus incongruencias, salió al rescate Carlos Slim Helú, ahora convertido en el mayor multimillonario del universo y sexto en el orden de los personajes más poderosos en el horizonte multinacional. Fue entonces cuando surgió el “Pacto de Chapultepec” gracias a la convocatoria del influyente empresario y la respuesta de cuantos se percibieron importantes por el solo hecho de ser invitados a exaltar los ceremoniales en el baluarte histórico... como si de una nueva, acreditada aristocracia se tratara. Y todo ello con el cariz de democracia que los simuladores son expertos en proponer y desarrollar.
La intención era generosa, los resultados fueron escasos. Fue mayor el glamour, el de la etiqueta con rostros sonrientes libres del agobio de la cotidianeidad empobrecedora, que los efectos. Algunos millones de pesos volaron de aquí para allá y nada más hasta que el fragor de las campañas y la consiguiente crispación del colectivo dejó sin sustentos la llamarada del Castillo que iluminó a los prohombres nacionales por unos instantes vagos. Y Slim no fue ni más rico ni más poderoso como consecuencia de aquel evento pasajero. ¿Lo recordamos?
Cualquiera, ustedes o yo, amables lectores, podría sugerir que las intenciones de quienes animan y elevan a los grupos perentorios son políticas y nada más. Esto es, para hacerse sentir a la hora de las definiciones electorales como parte de un poder fáctico superior e inalcanzable para los simples mortales abigarrados en los partidos. Desde el Olimpo de la suficiencia económica no se avizoran jamás tormentas porque se cree tener la facultad de disiparlas.
Lo interesante del asunto es que, hasta hoy, cuantos han asumido la “vanguardia” entre los influyentes siempre han podido reacomodarse en los escenarios, incluso los convulsos, con vistas al futuro inmediato.
Debate
Si el PAN se alía con el PRD para disputarle al PRI cinco de las doce gubernaturas en disputa en julio próximo, en una incompresible fusión de la izquierda y la derecha contra los cacicazgos estatales sostenidos por el otrora partido invencible –y sin detenerse en aquellos fraguados desde sus propias posiciones, como Aguascalientes o Zacatecas-, nada de extraño puede parecernos la unión de Emilio Azcárraga Jean, el joven maravilla de Televisa –tras la muerte de su padre, “el Tigre”, pocos creían en su capacidad para dirigir el emporio-, y Ricardo Salinas Pliego, de Televisión Azteca y el mayor beneficiario de las remesas que los mexicanos envían desde el exterior a sus depauperados familiares, en una fase determinante en la que, en ausencia de gobierno, es menester trazar los proyectos del porvenir.
En estos tiempos de fusiones extrañas, sin duda ésta es la más sintomática del presente. La reiterada apuesta en pro de la confusión alcanza cotos muy altos en detrimento de la coherencia elemental. Por ello, quizá, la credibilidad de los actores políticos va en línea descuente y paralela a la del explicable escepticismo. Y no nos referimos tan solo a los postulantes presidenciales sino a cuantos, ya desde ahorra, meten aguja para sacar barreta, las televisoras en primer plano listas a “gobernar”, a su manera y entender, los procesos próximos a partir de este 2010 en el que la complejidad tiene cara de alianza turbia.
Alegan los promotores de “Iniciativa México” –que usan al técnico del seleccionado de futbol como icono del nuevo nacionalismo, del país que debe cantar “ya se pudo”, aun cuando se ha exhibido como crítico punzante de los mexicanos en su desbocada propensión a encontrar chamba en España donde viven mejor los suyos según dice-, que no conllevan fines políticos y lo remarcan exhibiendo la ausencia inicial de funcionarios de alto nivel aun cuando por allí se les “coló”, digámoslo de alguna manera, uno de los “caballos negros” encaminado a la sucesión en 2012: el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, anfibio entre la ciencia psicológica, las representaciones académicas de alto nivel y el discreto proselitismo que le acerca a un ideal:
-No sólo de ideologías –suscribió- vive la izquierda.
Y para ser fiel al concepto, De la Fuente, observado como la figura que mayor sombra podría hacerle al mexiquense Enrique Peña Nieto, lo mismo mantiene un pie cerca de la dirigencia perredista y las manos paralelas a los grandes consorcios televisivos expertos en el arte de la simulación como elemento insondable de la rendidora demagogia que arribó con el clamor por el cambio.
El Reto
¿Qué hay detrás de tan luminosa “iniciativa” en pro de la grandeza mexicana... bajo los reflectores de la nueva y flamante aristocracia televisiva? Me explican que Azcárraga y Salinas Pliego, ahora tan unidos –un error estratégico de la cadena que antes lo ignoraba porque lo equipara, dándole presencia igualitaria-, tuvieron la idea de proponer a la Presidencia de la República la “desinteresada” organización de los fastos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, siempre y cuando obtuvieran la consiguiente exención tributaria. Y los inquisidores de Hacienda elevaron los gritos al cielo.
A partir de ese momento y hora, comenzaron a idear la manera de contrarrestar la influencia y presencia de la casa presidencial en una hora en la que lo significativo es la ausencia de gobierno en los puntos clave. Tal podría ser el meollo de una “iniciativa” que no representa nada nuevo sino explota, claro, la fortaleza real del sector privado ante un debilitado sector público, acotado además por las presiones de toda índole proveniente de los grupos de presión, tales como el ejército, dispuestas a pasar facturas a la brevedad.
Felipe Calderón ha sido, sin duda, el mayor pagador de la historia. Lástima que los beneficiarios sólo hayan sido los cómplices.
La Anécdota
-La fuerza de Televisa –me confió Leopoldo Gómez González-Blanco, vicepresidente de Noticieros de esta empresa-, es relativa.
El aserto –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, me sorprendió hasta que el propio Gómez amplió el concepto:
-Es decir, si la comparamos con las de otros medios que antes no existían. Por ejemplo Internet y los demás instrumentos cibernéticos.
Desde luego debe considerarse que los “nuevos recursos son tan amplios como la imaginación. Hasta hace un año, por ejemplo, no existía el seguimiento personal a través del “twitter”; ahora, los jóvenes no dejan un segundo de estar involucrados en los mensajes electrónicos, desprendidos de su propio entorno y ajenos a éste, enajenados en muchos casos, como fuentes receptivas automáticas de las inducciones desde el poder.
¡Y todavía faltan dos años para conocer cuáles serán los escenarios por los que apuestan los grandes operadores del proselitismo cibernético! Abundaremos.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
No puedo creer que los errores recurrentes de quienes mantienen las líneas decisorias en el México actual sean sólo consecuencia de la torpeza. Tendríamos entonces, quienes los descubrimos y analizamos, que creernos tan listos como para poner distancias y no es el caso. Por tanto, es razonable sopesar que no se trata de traspiés recurrentes sino de una estrategia tan compleja, si bien efectiva, como la utilizada durante 2006 tras la apuesta empresarial a favor de la continuidad política y repelente de cualquier posible viraje hacia la izquierda. La remontada, favorecida igualmente por los estragos de la arrogancia sectaria, fue contundente.
A través de los sexenios y de acuerdo a las condiciones imperantes en cada uno de ellos, surgen diversos grupos provenientes de la iniciativa privada con el propósito de influir en las decisiones públicas, sobre todo en tiempos de bamboleos financieros que anuncian nuevos escenarios turbulentos. México, ya sin blindajes invulnerables –como se pretendió contar al inicio de la controvertida administración calderonista-, se ha convertido en una especie de laboratorio para medir la resistencia colectiva con el propósito de asegurar no sólo la seguridad fronteriza, muy importante para los poderosos vecinos del norte, sino igualmente la viabilidad política en una perspectiva que, por momentos, parece incontrolable.
De allí que, en cada ocasión, los corporativos con mayor influencia accedan a crear plataformas, supuestamente altruistas, destinadas a ocupar los vacíos de poder en el sector público agobiado, como sabemos, por la ingente inseguridad pública y el acoso incesante del crimen organizado que traspasa los tejidos políticos con la mayor facilidad. Suele ocurrir, además, que en ausencia de soluciones estatales la ciudadanía se arrogue el derecho de señalar su propio destino sin esperar la tutela del gobierno. Combinando los dos factores, el de los grandes consorcios en busca de garantías reales hacia los mercados a futuro y el de la población que busca liderazgos, aparecen las plataformas.
¿Recuerdan, por ejemplo, al célebre Grupo San Ángel, fundado por intelectuales destacados a los que se unieron dirigentes políticos de gran envergadura y hasta impresentables socialmente –digamos la inefable “maestra” Elba Esther-, con miras, de acuerdo a sus propias proclamas, de construir acuerdos nacionales sustantivos con los dirigentes y candidatos de todos de los partidos? Cobró fuerza a la vista de la inminente transición política en 2000 cuando era perceptible la tendencia en pro de la alternancia delineada, con habilidad, desde la Casa Blanca. Se trataba, claro, de desactivar los polvorines encendidos por la creciente irritabilidad social y la aparición de subversivos... armados desde los Estados Unidos.
El pastoreo de programas culminó con la firma de protocolos esquemáticos signados por los aspirantes presidenciales de mayor relieve... y nada más. Una vez enseñoreado el foxismo del poder, los vientos de cambio confluyeron hacia la antítesis del mismo, esto es la continuidad, en desdoro de los esfuerzos de no pocos mexicanos por construir una nueva estructura republicana sin los vicios generados por la impudicia y la corrupción. No pasó del papel.
Cuando el foxismo tocó fondo por sus incongruencias, salió al rescate Carlos Slim Helú, ahora convertido en el mayor multimillonario del universo y sexto en el orden de los personajes más poderosos en el horizonte multinacional. Fue entonces cuando surgió el “Pacto de Chapultepec” gracias a la convocatoria del influyente empresario y la respuesta de cuantos se percibieron importantes por el solo hecho de ser invitados a exaltar los ceremoniales en el baluarte histórico... como si de una nueva, acreditada aristocracia se tratara. Y todo ello con el cariz de democracia que los simuladores son expertos en proponer y desarrollar.
La intención era generosa, los resultados fueron escasos. Fue mayor el glamour, el de la etiqueta con rostros sonrientes libres del agobio de la cotidianeidad empobrecedora, que los efectos. Algunos millones de pesos volaron de aquí para allá y nada más hasta que el fragor de las campañas y la consiguiente crispación del colectivo dejó sin sustentos la llamarada del Castillo que iluminó a los prohombres nacionales por unos instantes vagos. Y Slim no fue ni más rico ni más poderoso como consecuencia de aquel evento pasajero. ¿Lo recordamos?
Cualquiera, ustedes o yo, amables lectores, podría sugerir que las intenciones de quienes animan y elevan a los grupos perentorios son políticas y nada más. Esto es, para hacerse sentir a la hora de las definiciones electorales como parte de un poder fáctico superior e inalcanzable para los simples mortales abigarrados en los partidos. Desde el Olimpo de la suficiencia económica no se avizoran jamás tormentas porque se cree tener la facultad de disiparlas.
Lo interesante del asunto es que, hasta hoy, cuantos han asumido la “vanguardia” entre los influyentes siempre han podido reacomodarse en los escenarios, incluso los convulsos, con vistas al futuro inmediato.
Debate
Si el PAN se alía con el PRD para disputarle al PRI cinco de las doce gubernaturas en disputa en julio próximo, en una incompresible fusión de la izquierda y la derecha contra los cacicazgos estatales sostenidos por el otrora partido invencible –y sin detenerse en aquellos fraguados desde sus propias posiciones, como Aguascalientes o Zacatecas-, nada de extraño puede parecernos la unión de Emilio Azcárraga Jean, el joven maravilla de Televisa –tras la muerte de su padre, “el Tigre”, pocos creían en su capacidad para dirigir el emporio-, y Ricardo Salinas Pliego, de Televisión Azteca y el mayor beneficiario de las remesas que los mexicanos envían desde el exterior a sus depauperados familiares, en una fase determinante en la que, en ausencia de gobierno, es menester trazar los proyectos del porvenir.
En estos tiempos de fusiones extrañas, sin duda ésta es la más sintomática del presente. La reiterada apuesta en pro de la confusión alcanza cotos muy altos en detrimento de la coherencia elemental. Por ello, quizá, la credibilidad de los actores políticos va en línea descuente y paralela a la del explicable escepticismo. Y no nos referimos tan solo a los postulantes presidenciales sino a cuantos, ya desde ahorra, meten aguja para sacar barreta, las televisoras en primer plano listas a “gobernar”, a su manera y entender, los procesos próximos a partir de este 2010 en el que la complejidad tiene cara de alianza turbia.
Alegan los promotores de “Iniciativa México” –que usan al técnico del seleccionado de futbol como icono del nuevo nacionalismo, del país que debe cantar “ya se pudo”, aun cuando se ha exhibido como crítico punzante de los mexicanos en su desbocada propensión a encontrar chamba en España donde viven mejor los suyos según dice-, que no conllevan fines políticos y lo remarcan exhibiendo la ausencia inicial de funcionarios de alto nivel aun cuando por allí se les “coló”, digámoslo de alguna manera, uno de los “caballos negros” encaminado a la sucesión en 2012: el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, anfibio entre la ciencia psicológica, las representaciones académicas de alto nivel y el discreto proselitismo que le acerca a un ideal:
-No sólo de ideologías –suscribió- vive la izquierda.
Y para ser fiel al concepto, De la Fuente, observado como la figura que mayor sombra podría hacerle al mexiquense Enrique Peña Nieto, lo mismo mantiene un pie cerca de la dirigencia perredista y las manos paralelas a los grandes consorcios televisivos expertos en el arte de la simulación como elemento insondable de la rendidora demagogia que arribó con el clamor por el cambio.
El Reto
¿Qué hay detrás de tan luminosa “iniciativa” en pro de la grandeza mexicana... bajo los reflectores de la nueva y flamante aristocracia televisiva? Me explican que Azcárraga y Salinas Pliego, ahora tan unidos –un error estratégico de la cadena que antes lo ignoraba porque lo equipara, dándole presencia igualitaria-, tuvieron la idea de proponer a la Presidencia de la República la “desinteresada” organización de los fastos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, siempre y cuando obtuvieran la consiguiente exención tributaria. Y los inquisidores de Hacienda elevaron los gritos al cielo.
A partir de ese momento y hora, comenzaron a idear la manera de contrarrestar la influencia y presencia de la casa presidencial en una hora en la que lo significativo es la ausencia de gobierno en los puntos clave. Tal podría ser el meollo de una “iniciativa” que no representa nada nuevo sino explota, claro, la fortaleza real del sector privado ante un debilitado sector público, acotado además por las presiones de toda índole proveniente de los grupos de presión, tales como el ejército, dispuestas a pasar facturas a la brevedad.
Felipe Calderón ha sido, sin duda, el mayor pagador de la historia. Lástima que los beneficiarios sólo hayan sido los cómplices.
La Anécdota
-La fuerza de Televisa –me confió Leopoldo Gómez González-Blanco, vicepresidente de Noticieros de esta empresa-, es relativa.
El aserto –“2012: La Sucesión”, Océano, 2010-, me sorprendió hasta que el propio Gómez amplió el concepto:
-Es decir, si la comparamos con las de otros medios que antes no existían. Por ejemplo Internet y los demás instrumentos cibernéticos.
Desde luego debe considerarse que los “nuevos recursos son tan amplios como la imaginación. Hasta hace un año, por ejemplo, no existía el seguimiento personal a través del “twitter”; ahora, los jóvenes no dejan un segundo de estar involucrados en los mensajes electrónicos, desprendidos de su propio entorno y ajenos a éste, enajenados en muchos casos, como fuentes receptivas automáticas de las inducciones desde el poder.
¡Y todavía faltan dos años para conocer cuáles serán los escenarios por los que apuestan los grandes operadores del proselitismo cibernético! Abundaremos.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
lunes, 14 de junio de 2010
THE INGENUITY
RAFAEL LORET DE MOLA
Monday, June 14, 2010 The sense of foreboding in Mexico are only perhaps fanciful scenarios ending in March 1994 when, before the collective astonishment, Luis Donaldo Colosio was gunned down in cold blood in the trap became available to him in Lomas Taurinas, the coordinators of his campaign possibly contaminated by the presidential palace and its main operator: the Franco-Spanish Joseph-Marie Cordoba Montoya.Until then, Mexican voters only smiled, as if it were a mockery, when polls began showing a marked shift towards the opposition, specifically PAN then championed by Diego Fernandez de Cevallos, to the detriment of the perverse tradition continues under the guise protector of the official party.
As we know, killed the candidate who is noted as "Future President" along the lines of custom-and treated as such in terms of security by the Presidential and General Domir García Reyes, the "inconsolable" that has not given all the answers ", it a few days to exalt substitute, Ernesto Zedillo, from a video in which Colosio recognized the merits of that when he was appointed campaign manager.
It was like an imperative call for party unity in order to avoid unnecessary fissures. Of course, former presidents, Luis Echeverria especially who already acted on behalf of Emilio Gamboa Patron CNOP now leader of the PRI as a clear sign of "renewal" in the eyes of a citizenship of mafia-satiated, were stopped short . And tore the shortest campaign in history, reduced to just three months, and the most effective:so far, Zedillo, without clear political profile even less charisma, is the most votes in Mexican history with a guard of more than 17 million votes. The ploy worked perfectly ... on the political blood spilled.
With this background, the shadow of impunity sustained through sixteen, and weighing the risks of public insecurity in fact extended throughout the Republic, we can not rule out any scenario, including criminal, facing the succession process and initiated and will lead to the mythological 2012.And this, of course, does not mean a perverse induction but a call to time to prevent the breakdown seems even greater, though we have hit bottom, the Mexican political system. Much less when you consider that those responsible for masterminding the assassination of Colosio, the same as those of other ominous events such as the killings of Cardinal Juan Jesus Posada Ocampo and Juan Francisco Ruiz Massieu, in 1993 and 1994, respectively, were not even mentioned.Pure lone murderers. Really?
And do not talk about the scenery of these criminals, we work on "2012: The Succession" Ocean ", but of nothing veiled warnings that circulate everywhere, and not of any caliber because some of them have already been accomplished. Well you know, at least two governors in the north who claims a famous capo placed them in bitter situation;and also the president of Zacatecas, Amalia García, tusada just over a year by the grace of the narcos in flooding throughout the region and even Durango. Can not be excluded that the abduction of Fernandez de Cevallos has the same record through subversive camouflage garb of social activists.
In Sinaloa, as has already described at the time, that anyone trying to sit in the chair of the Governor may do so if previously "negotiate" with the cartels positioned in the state.Perhaps that is why the suspicions grow about PRI Jesus Vizcarra Calderon, who provided the privilege suspiciously acting governor Jesus Aguilar Padilla, because their alleged relationships with influential Ismael "El Mayo" Zambada, so visible that does not hesitate to portray with Scherer to appear on the cover of Process ...without letting go, of course, though some interpreted his message as a greeting to Felipe Calderón for what they are not concerned, neither he nor his group, the cartel's "Chapo" Guzman, in attacking it. Go respirito.
It would be naive to assume, rather, that under the scourge of violence and increasing political decay, tried by court intrigue and partisan archaic forms-the "black campaign" of 2006 are hardly a safe precedent, "applicants to First Judiciary, as well as all those who approach the governorships of the twelve institutions in the process of renewing them from next July, although in two cases, Hidalgo and Quintana Roo, the transfer of state executivesbe given until April 2011 - are exempt from pressures and pitfalls. The ingenuity is not therefore take this warning but precisely the opposite concern, that is ignore.
The cards also seem marked by the heat of a battle that, unfortunately, our government is not leading. And the power vacuums expand.
Debate
Decomposed in this environment, where the "boss" Zambada and announced his intention not to undermine Calderon's government or it personally, it appears that those at greatest risk are, in this order: Enrique Peña Nieto, avant-garde by just when the president, Andrés Manuel López Obrador, whose figure moves to the impoverished in the process of despair, Marcelo Ebrard, as it may represent an option on the left ...and Senator Santiago Creel Miranda, whose profile is not presidential focus group within the PAN. Readers do not misunderstand: the columnist points out, above.
We know that, at least, Pena Nieto has been threatened, for just over two years by the Sinaloa cartel. This was taken when, in late May 2008, forged an operation to apprehend Ignacio "Nacho" Coronel, third in the hierarchy of that group behind the "Shorty" and "El Mayo".Since then, the Mexican governor, strengthened its own security and that of his family, especially after the incident in Veracruz where the guards lost their lives for their children, precisely in May 2007, just months after the death of Monica Pretelini, the mother of the children-even though, of late, there has been some easing by the imperative of the governor for being close to the masses that come together to party rallies.
López Obrador, for his own show and although it has security features, including women with enormous operational capacity, faces serious risks. I do not even supposed what their reaction would be unconditional, of unknown number, but able to form cords that are convened every multitudinous, s the event of an attack against civil resistance leader.And this could be extended to the figure of Ebrard, who maintains loyalty and closeness with López Obrador despite its strategic disputes.
Finally, the case could take place in parallel Creel, although undesirable, with the terrible bondage of Fernandez de Cevallos, so contrary to the elite Calderón in office the president must recognize and explain verbally leading when the painful fact repelled.Don Santiago Calderon's rival since many years, say from the moment he shared Fox's cabinet and began the turbulence of the sequence of it. I have, in short, perception, so far purely speculative, about their main enemies are too close to him.
The Forge of the plots is so broad that, as basic common sense, it is unreasonable to dismiss the hypothesis as formulated above.Although they seem ominous and pretend therefore inadmissible.
The Challenge
For these reasons, the biggest challenge is precisely to preserve the integrity of the candidates, all of them and not only those named-is obvious that the other secretaries of state, governors or legislators, have an outstanding exposure, "to thereby ensuring the political viability of the country.If we fall into a tendency to advance coup, as happened in 1994, the conflict will tend, inevitably, to the lawlessness. And already we are in a stage whose complexity is much to see.
Because, of course, drug traffickers and insurgents are not the only dangers to weigh.It should also be noted that the military commands and judicial vagaries involved in constant and high-sounding pulses, for example, the Coahuila Humberto Moreira Valdes has continued to point out the excesses of the military in ever more heated tone, as when referring to sectarian come to him from the presidential palace, "can generate a highly dangerous environment because street and increase their coverage with them the abuses of royal power over a society isgraph of helplessness.
The picture is not rosy. And not merely a fevered imagination. The worst thing would be, again, that the bombs will explode in our hands because no one was able to disable the magazines fully identified.
The Trivia
In October 1993, when it appeared in bookstores "Interim President", Grijalbo, "whose outcome was precisely the murder of the official presidential candidate, then-Secretary of the Interior, Chiapas, Patrocinio Gonzalez Blanco Garrido, replied sarcastically to statement:
- The Mexicans do not imagine an "interim president"-claimed, "or the raw new year!
When, at last came the dawn of 1994, the officer awoke, taken very close to San Cristobal de las Casas, in the family ranch, unable to find explanations in appearance. Then in March, with sponsorship outside the Palais des Bucareli, there would be the assassination of Lomas Taurinas. And the hangover lasted until September, when it dropped the former governor of Guerrero, Ruiz Massieu, called to be the "Dolphin" substitute Zedillo's cabinet.
The report helps to prevent recidivism and greater evils. But unfortunately, it is always more accurate collective amnesia.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
Monday, June 14, 2010 The sense of foreboding in Mexico are only perhaps fanciful scenarios ending in March 1994 when, before the collective astonishment, Luis Donaldo Colosio was gunned down in cold blood in the trap became available to him in Lomas Taurinas, the coordinators of his campaign possibly contaminated by the presidential palace and its main operator: the Franco-Spanish Joseph-Marie Cordoba Montoya.Until then, Mexican voters only smiled, as if it were a mockery, when polls began showing a marked shift towards the opposition, specifically PAN then championed by Diego Fernandez de Cevallos, to the detriment of the perverse tradition continues under the guise protector of the official party.
As we know, killed the candidate who is noted as "Future President" along the lines of custom-and treated as such in terms of security by the Presidential and General Domir García Reyes, the "inconsolable" that has not given all the answers ", it a few days to exalt substitute, Ernesto Zedillo, from a video in which Colosio recognized the merits of that when he was appointed campaign manager.
It was like an imperative call for party unity in order to avoid unnecessary fissures. Of course, former presidents, Luis Echeverria especially who already acted on behalf of Emilio Gamboa Patron CNOP now leader of the PRI as a clear sign of "renewal" in the eyes of a citizenship of mafia-satiated, were stopped short . And tore the shortest campaign in history, reduced to just three months, and the most effective:so far, Zedillo, without clear political profile even less charisma, is the most votes in Mexican history with a guard of more than 17 million votes. The ploy worked perfectly ... on the political blood spilled.
With this background, the shadow of impunity sustained through sixteen, and weighing the risks of public insecurity in fact extended throughout the Republic, we can not rule out any scenario, including criminal, facing the succession process and initiated and will lead to the mythological 2012.And this, of course, does not mean a perverse induction but a call to time to prevent the breakdown seems even greater, though we have hit bottom, the Mexican political system. Much less when you consider that those responsible for masterminding the assassination of Colosio, the same as those of other ominous events such as the killings of Cardinal Juan Jesus Posada Ocampo and Juan Francisco Ruiz Massieu, in 1993 and 1994, respectively, were not even mentioned.Pure lone murderers. Really?
And do not talk about the scenery of these criminals, we work on "2012: The Succession" Ocean ", but of nothing veiled warnings that circulate everywhere, and not of any caliber because some of them have already been accomplished. Well you know, at least two governors in the north who claims a famous capo placed them in bitter situation;and also the president of Zacatecas, Amalia García, tusada just over a year by the grace of the narcos in flooding throughout the region and even Durango. Can not be excluded that the abduction of Fernandez de Cevallos has the same record through subversive camouflage garb of social activists.
In Sinaloa, as has already described at the time, that anyone trying to sit in the chair of the Governor may do so if previously "negotiate" with the cartels positioned in the state.Perhaps that is why the suspicions grow about PRI Jesus Vizcarra Calderon, who provided the privilege suspiciously acting governor Jesus Aguilar Padilla, because their alleged relationships with influential Ismael "El Mayo" Zambada, so visible that does not hesitate to portray with Scherer to appear on the cover of Process ...without letting go, of course, though some interpreted his message as a greeting to Felipe Calderón for what they are not concerned, neither he nor his group, the cartel's "Chapo" Guzman, in attacking it. Go respirito.
It would be naive to assume, rather, that under the scourge of violence and increasing political decay, tried by court intrigue and partisan archaic forms-the "black campaign" of 2006 are hardly a safe precedent, "applicants to First Judiciary, as well as all those who approach the governorships of the twelve institutions in the process of renewing them from next July, although in two cases, Hidalgo and Quintana Roo, the transfer of state executivesbe given until April 2011 - are exempt from pressures and pitfalls. The ingenuity is not therefore take this warning but precisely the opposite concern, that is ignore.
The cards also seem marked by the heat of a battle that, unfortunately, our government is not leading. And the power vacuums expand.
Debate
Decomposed in this environment, where the "boss" Zambada and announced his intention not to undermine Calderon's government or it personally, it appears that those at greatest risk are, in this order: Enrique Peña Nieto, avant-garde by just when the president, Andrés Manuel López Obrador, whose figure moves to the impoverished in the process of despair, Marcelo Ebrard, as it may represent an option on the left ...and Senator Santiago Creel Miranda, whose profile is not presidential focus group within the PAN. Readers do not misunderstand: the columnist points out, above.
We know that, at least, Pena Nieto has been threatened, for just over two years by the Sinaloa cartel. This was taken when, in late May 2008, forged an operation to apprehend Ignacio "Nacho" Coronel, third in the hierarchy of that group behind the "Shorty" and "El Mayo".Since then, the Mexican governor, strengthened its own security and that of his family, especially after the incident in Veracruz where the guards lost their lives for their children, precisely in May 2007, just months after the death of Monica Pretelini, the mother of the children-even though, of late, there has been some easing by the imperative of the governor for being close to the masses that come together to party rallies.
López Obrador, for his own show and although it has security features, including women with enormous operational capacity, faces serious risks. I do not even supposed what their reaction would be unconditional, of unknown number, but able to form cords that are convened every multitudinous, s the event of an attack against civil resistance leader.And this could be extended to the figure of Ebrard, who maintains loyalty and closeness with López Obrador despite its strategic disputes.
Finally, the case could take place in parallel Creel, although undesirable, with the terrible bondage of Fernandez de Cevallos, so contrary to the elite Calderón in office the president must recognize and explain verbally leading when the painful fact repelled.Don Santiago Calderon's rival since many years, say from the moment he shared Fox's cabinet and began the turbulence of the sequence of it. I have, in short, perception, so far purely speculative, about their main enemies are too close to him.
The Forge of the plots is so broad that, as basic common sense, it is unreasonable to dismiss the hypothesis as formulated above.Although they seem ominous and pretend therefore inadmissible.
The Challenge
For these reasons, the biggest challenge is precisely to preserve the integrity of the candidates, all of them and not only those named-is obvious that the other secretaries of state, governors or legislators, have an outstanding exposure, "to thereby ensuring the political viability of the country.If we fall into a tendency to advance coup, as happened in 1994, the conflict will tend, inevitably, to the lawlessness. And already we are in a stage whose complexity is much to see.
Because, of course, drug traffickers and insurgents are not the only dangers to weigh.It should also be noted that the military commands and judicial vagaries involved in constant and high-sounding pulses, for example, the Coahuila Humberto Moreira Valdes has continued to point out the excesses of the military in ever more heated tone, as when referring to sectarian come to him from the presidential palace, "can generate a highly dangerous environment because street and increase their coverage with them the abuses of royal power over a society isgraph of helplessness.
The picture is not rosy. And not merely a fevered imagination. The worst thing would be, again, that the bombs will explode in our hands because no one was able to disable the magazines fully identified.
The Trivia
In October 1993, when it appeared in bookstores "Interim President", Grijalbo, "whose outcome was precisely the murder of the official presidential candidate, then-Secretary of the Interior, Chiapas, Patrocinio Gonzalez Blanco Garrido, replied sarcastically to statement:
- The Mexicans do not imagine an "interim president"-claimed, "or the raw new year!
When, at last came the dawn of 1994, the officer awoke, taken very close to San Cristobal de las Casas, in the family ranch, unable to find explanations in appearance. Then in March, with sponsorship outside the Palais des Bucareli, there would be the assassination of Lomas Taurinas. And the hangover lasted until September, when it dropped the former governor of Guerrero, Ruiz Massieu, called to be the "Dolphin" substitute Zedillo's cabinet.
The report helps to prevent recidivism and greater evils. But unfortunately, it is always more accurate collective amnesia.
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MÉXICO Y LA IMPUNIDAD
RAFAEL LORET DE MOLA
lunes, 14 de junio de 2010
La sensación de que en México los malos presagios sólo son escenarios fantasiosos acaso terminó en marzo de 1994 cuando, ante el azoro colectivo, Luis Donaldo Colosio fue acribillado a mansalva en la ratonera que dispusieron para él, en Lomas Taurinas, los coordinadores de su campaña acaso contaminados por la casa presidencial y su operador principal: el franco-español Joseph-Marie Córdoba Montoya. Hasta entonces, los electores mexicanos sólo sonreían, como si se tratara de un sarcasmo, cuando las encuestas comenzaron a mostrar tendencias favorables a la oposición, al PAN específicamente entonces abanderado por Diego Fernández de Cevallos, en detrimento de la aviesa tradición continuista bajo el manto protector del partido oficial.
Como bien sabemos, muerto el candidato a quien se observaba como “futuro presidente” siguiendo las líneas de la costumbre –y tratado como tal en cuanto a su seguridad a cargo del Estado Mayor Presidencial y del general Domiro García Reyes, el “inconsolable” que no ha dado todas las respuestas-, bastaron unos cuantos días para exaltar a sucedáneo, Ernesto Zedillo, a partir de un vídeo en el que Colosio reconocía los méritos de aquel cuando fue designado coordinador de campaña.
Fue como un llamado imperativo a la unidad partidista con el propósito de evitar fisuras innecesarias. Por supuesto, los ex presidentes, y sobre todo Luis Echeverría quien ya obraba a favor de Emilio Gamboa Patrón –ahora dirigente de la CNOP priísta como señal clara de “renovación” a los ojos de una ciudadanía ahíta de mafias-, fueron frenados en seco. Y arrancó la campaña más corta de la historia, reducida a tan solo tres meses, y la de mayor efectividad: hasta hoy, Zedillo, sin perfil político claro ni mucho menos carisma, es el mexicano más votado de la historia con un resguardo de más de 17 millones de sufragios. La estratagema funcionó a la perfección... sobre la sangre política derramada.
Con este antecedente, a la sombra de la impunidad sostenida a través de dieciséis años, y sopesando los riesgos de la inseguridad pública, extendida de hecho a toda la República, no podemos descartar ningún escenario, incluyendo el criminal, de cara al proceso sucesorio ya iniciado y que desembocará en el mitológico 2012. Y tal, desde luego, no significa una perversa inducción sino un llamado a tiempo para evitar una descomposición todavía mayor –aunque parezca que hemos tocado fondo- del sistema político mexicano. Mucho menos si consideramos que los responsables intelectuales del asesinato de Colosio, lo mismo que los de otros hechos ominosos como los homicidios del Cardenal Juan Jesús Posada Ocampo y de Juan Francisco Ruiz Massieu, en 1993 y 1994 respectivamente, no han sido siquiera señalados. Puros asesinos solitarios. ¿En serio?
Y no hablamos de las escenografías criminales –de ellas nos ocupamos en “2012: La Sucesión”, Océano-, sino de las nada veladas advertencias que por doquier circulan; y no son de cualquier calibre porque algunas de ellas ya han sido consumadas. Bien lo saben, cuando menos, dos gobernadores del norte del país a quienes los reclamos de un célebre capo los colocaron en amarga situación; e igualmente la mandataria de Zacatecas, Amalia García, tusada hace poco más de un año por obra y gracia de los narcos en crecida por toda la región y hasta Durango. Tampoco puede descartarse que el secuestro de Fernández de Cevallos tenga el mismo sello a través del camuflaje de los subversivos con ropajes de luchadores sociales.
Por Sinaloa se cuenta –como ya reseñé en su momento- que quien pretenda sentarse en el sillón del gobernador sólo podrá hacerlo si previamente “negocia” con los cárteles posicionados en la entidad. Quizá por ello crecen las sospechas en torno al priísta Jesús Vizcarra Calderón, a quien proveyó de privilegios sospechosamente el gobernador en funciones Jesús Aguilar Padilla, por cuanto a sus presuntas interrelaciones con el muy influyente Ismael “el Mayo” Zambada, tan a la vista que no duda en retratarse con Scherer para aparecer en la portada de Proceso... sin soltar prenda, por supuesto, aun cuando algunos interpretaron su mensaje como un saludo a Felipe Calderón por aquello de que no están interesados, ni él ni los de su grupo, el cártel del “Chapo” Guzmán, en atentar contra él. Vaya respirito.
Sería iluso suponer, más bien, que bajo el flagelo de la violencia y la creciente descomposición política, probada por las intrigas palaciegas y las partidistas de arcaicas formas –las “campañas negras” de 2006 son apenas un antecedente inocuo-, los postulantes a la Primera Magistratura, lo mismo que cuantos se acercan a las gubernaturas de las doce entidades en vías de renovarlas a partir de julio próximo –si bien en dos casos, Hidalgo y Quintana Roo, la transmisión de los ejecutivos estatales se dará hasta abril de 2011-, están exentos de presiones y asechanzas. Lo ingenuo no es, por tanto, asumir esta advertencia con preocupación sino precisamente lo contrario, esto es soslayarla.
Las cartas, además, parecen marcadas por el fragor de un combate que, por desgracia, nuestro gobierno no va ganando. Y los vacíos de poder se amplían.
Debate
En este entorno descompuesto, en el que el “capo” Zambada anunció ya su intención de no socavar al gobierno de Calderón ni a éste en lo personal, se evidencia que quienes corren mayores riesgos son, en este orden: Enrique Peña Nieto, vanguardista por el momento de la justa presidencial; Andrés Manuel López Obrador, cuya figura conmueve a los depauperados en fase de desesperación; Marcelo Ebrard Casaubón, por cuanto puede representa como opción de la izquierda... y el senador Santiago Creel Miranda, cuyo perfil concentra al grupo no presidencialista dentro del PAN. No malinterpreten los lectores: el columnista advierte, no sentencia.
Sabemos que, cuando menos, Peña Nieto ha sido amenazado, desde hace poco más de dos años, por el cártel de Sinaloa. Ello se dio cuando, a finales de mayo de 2008, se fraguó un operativo para aprehender a Ignacio “Nacho” Coronel, tercero en la jerarquía del mencionado grupo detrás del “Chapo” y “El Mayo”. Desde entonces el gobernador mexiquense reforzó su propia seguridad –y la de los suyos, sobre todo tras el incidente de Veracruz en donde perdieron las vidas los custodios de sus hijos, precisamente en mayo de 2007, apenas unos meses después del fallecimiento de Mónica Pretelini, la madre de los menores-, aun cuando, a últimas fechas, se ha dado cierta distensión por el imperativo del gobernador por mostrarse cercano a las masas que confluyen hacia los mítines partidistas.
López Obrador, por su propia exposición y pese a que cuenta con elementos de seguridad, incluso mujeres, con enorme capacidad operativa, confronta severos riesgos. No quiero ni siquiera supone cuál sería la reacción de sus incondicionales, de número impreciso pero capaces de formar cordones multitudinarios cada que son convocados, s se produjera un atentado en contra del líder de la resistencia civil. Y tal podría extenderse a la figura de Ebrard, quien mantiene fidelidad y cercanía con los lópezobradoristas a pesar de sus diferendos estratégicos.
Finalmente, el caso de Creel podría inscribirse con paralelismo, si bien indeseable, con el terrible cautiverio de Fernández de Cevallos, tan contrario a la elite calderonista que el mandatario en funciones debió reconocerlo y explicar lo conducente cuando repelió verbalmente el doloroso hecho. Don Santiago es rival de Calderón desde hace ya muchos años, digamos desde el momento mismo en que compartió el gabinete de Fox y comenzaron las turbulencias de la sucesión de éste. Tengo, en fin, la percepción, por ahora meramente especulativa, acerca de que sus principales enemigos están demasiado cerca de él.
La fragua de las conjuras es tan amplia que, por elemental sentido común, no es razonable desechar hipótesis como las formuladas líneas arriba. Aunque parezcan ominosas y las pretendamos por ello inadmisibles.
El Reto
Por lo expuesto, el desafío mayor es, precisamente, preservar la integridad de los postulantes, de todos ellos y no sólo los nombrados –es obvio que los demás, secretarios de Estado, gobernadores o legisladores, tienen un grado de exposición sobresaliente-, para asegurar con ello la viabilidad política del país. Si caemos en una tendencia de adelantado golpismo, como sucedió en 1994, la conflictiva tenderá, sin remedio, hacia la ingobernabilidad. Y ya de por sí estamos en un escenario cuya complejidad está demasiado a la vista.
Porque, desde luego, narcos e insurrectos no son los únicos peligros a sopesar. También debe considerarse que los mandos castrenses y judiciales, envueltos en vaivenes constantes y pulsos altisonantes –por ejemplo, el coahuilense Humberto Moreira Valdés no ha dejado de señalar los excesos de los militares, cada vez en tono más encendido, lo mismo cuando se refiere al proceder sectario, para él, de la casa presidencial-, pueden generar un entorno de alta peligrosidad por cuanto aumentan sus coberturas callejeras y con ellas los abusos del poder real sobre una sociedad en estado de indefensión.
No es halagüeño el panorama. Y no se trata de una mera febril imaginación. Lo peor sería, de nueva cuenta, que las bombas nos estallarán en las manos porque no hubo nadie capaz de desactivar los polvorines plenamente identificados.
La Anécdota
En octubre de 1993, cuando apareció en librerías “Presidente Interino” –Grijalbo-, cuyo desenlace era, precisamente, el asesinato del candidato oficial a la Presidencia, el entonces secretario de Gobernación, el chiapaneco Patrocinio González-Blanco Garrido, replicó con sorna al enunciado:
--Los mexicanos no imaginamos a un “presidente interino” –alegó-, ¡ni en la cruda de año nuevo!
Cuando, al fin, llegó el amanecer de 1994, el funcionario despertó, muy cerca de la tomada San Cristóbal de las Casas, en el rancho familiar, sin acertar a encontrar explicaciones en apariencia. Luego, en marzo, con Patrocinio fuera del Palacio de Bucareli, se daría el magnicidio de Lomas Taurinas. Y la “cruda” se prolongó hasta septiembre, cuando cayó el ex gobernador de Guerrero, Ruiz Massieu, llamado a ser el “delfín” del gabinete del sucedáneo Zedillo.
La memoria ayuda a prevenir reincidencias y males mayores. Pero, por desgracia, siempre es más certera la amnesia colectiva.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
lunes, 14 de junio de 2010
La sensación de que en México los malos presagios sólo son escenarios fantasiosos acaso terminó en marzo de 1994 cuando, ante el azoro colectivo, Luis Donaldo Colosio fue acribillado a mansalva en la ratonera que dispusieron para él, en Lomas Taurinas, los coordinadores de su campaña acaso contaminados por la casa presidencial y su operador principal: el franco-español Joseph-Marie Córdoba Montoya. Hasta entonces, los electores mexicanos sólo sonreían, como si se tratara de un sarcasmo, cuando las encuestas comenzaron a mostrar tendencias favorables a la oposición, al PAN específicamente entonces abanderado por Diego Fernández de Cevallos, en detrimento de la aviesa tradición continuista bajo el manto protector del partido oficial.
Como bien sabemos, muerto el candidato a quien se observaba como “futuro presidente” siguiendo las líneas de la costumbre –y tratado como tal en cuanto a su seguridad a cargo del Estado Mayor Presidencial y del general Domiro García Reyes, el “inconsolable” que no ha dado todas las respuestas-, bastaron unos cuantos días para exaltar a sucedáneo, Ernesto Zedillo, a partir de un vídeo en el que Colosio reconocía los méritos de aquel cuando fue designado coordinador de campaña.
Fue como un llamado imperativo a la unidad partidista con el propósito de evitar fisuras innecesarias. Por supuesto, los ex presidentes, y sobre todo Luis Echeverría quien ya obraba a favor de Emilio Gamboa Patrón –ahora dirigente de la CNOP priísta como señal clara de “renovación” a los ojos de una ciudadanía ahíta de mafias-, fueron frenados en seco. Y arrancó la campaña más corta de la historia, reducida a tan solo tres meses, y la de mayor efectividad: hasta hoy, Zedillo, sin perfil político claro ni mucho menos carisma, es el mexicano más votado de la historia con un resguardo de más de 17 millones de sufragios. La estratagema funcionó a la perfección... sobre la sangre política derramada.
Con este antecedente, a la sombra de la impunidad sostenida a través de dieciséis años, y sopesando los riesgos de la inseguridad pública, extendida de hecho a toda la República, no podemos descartar ningún escenario, incluyendo el criminal, de cara al proceso sucesorio ya iniciado y que desembocará en el mitológico 2012. Y tal, desde luego, no significa una perversa inducción sino un llamado a tiempo para evitar una descomposición todavía mayor –aunque parezca que hemos tocado fondo- del sistema político mexicano. Mucho menos si consideramos que los responsables intelectuales del asesinato de Colosio, lo mismo que los de otros hechos ominosos como los homicidios del Cardenal Juan Jesús Posada Ocampo y de Juan Francisco Ruiz Massieu, en 1993 y 1994 respectivamente, no han sido siquiera señalados. Puros asesinos solitarios. ¿En serio?
Y no hablamos de las escenografías criminales –de ellas nos ocupamos en “2012: La Sucesión”, Océano-, sino de las nada veladas advertencias que por doquier circulan; y no son de cualquier calibre porque algunas de ellas ya han sido consumadas. Bien lo saben, cuando menos, dos gobernadores del norte del país a quienes los reclamos de un célebre capo los colocaron en amarga situación; e igualmente la mandataria de Zacatecas, Amalia García, tusada hace poco más de un año por obra y gracia de los narcos en crecida por toda la región y hasta Durango. Tampoco puede descartarse que el secuestro de Fernández de Cevallos tenga el mismo sello a través del camuflaje de los subversivos con ropajes de luchadores sociales.
Por Sinaloa se cuenta –como ya reseñé en su momento- que quien pretenda sentarse en el sillón del gobernador sólo podrá hacerlo si previamente “negocia” con los cárteles posicionados en la entidad. Quizá por ello crecen las sospechas en torno al priísta Jesús Vizcarra Calderón, a quien proveyó de privilegios sospechosamente el gobernador en funciones Jesús Aguilar Padilla, por cuanto a sus presuntas interrelaciones con el muy influyente Ismael “el Mayo” Zambada, tan a la vista que no duda en retratarse con Scherer para aparecer en la portada de Proceso... sin soltar prenda, por supuesto, aun cuando algunos interpretaron su mensaje como un saludo a Felipe Calderón por aquello de que no están interesados, ni él ni los de su grupo, el cártel del “Chapo” Guzmán, en atentar contra él. Vaya respirito.
Sería iluso suponer, más bien, que bajo el flagelo de la violencia y la creciente descomposición política, probada por las intrigas palaciegas y las partidistas de arcaicas formas –las “campañas negras” de 2006 son apenas un antecedente inocuo-, los postulantes a la Primera Magistratura, lo mismo que cuantos se acercan a las gubernaturas de las doce entidades en vías de renovarlas a partir de julio próximo –si bien en dos casos, Hidalgo y Quintana Roo, la transmisión de los ejecutivos estatales se dará hasta abril de 2011-, están exentos de presiones y asechanzas. Lo ingenuo no es, por tanto, asumir esta advertencia con preocupación sino precisamente lo contrario, esto es soslayarla.
Las cartas, además, parecen marcadas por el fragor de un combate que, por desgracia, nuestro gobierno no va ganando. Y los vacíos de poder se amplían.
Debate
En este entorno descompuesto, en el que el “capo” Zambada anunció ya su intención de no socavar al gobierno de Calderón ni a éste en lo personal, se evidencia que quienes corren mayores riesgos son, en este orden: Enrique Peña Nieto, vanguardista por el momento de la justa presidencial; Andrés Manuel López Obrador, cuya figura conmueve a los depauperados en fase de desesperación; Marcelo Ebrard Casaubón, por cuanto puede representa como opción de la izquierda... y el senador Santiago Creel Miranda, cuyo perfil concentra al grupo no presidencialista dentro del PAN. No malinterpreten los lectores: el columnista advierte, no sentencia.
Sabemos que, cuando menos, Peña Nieto ha sido amenazado, desde hace poco más de dos años, por el cártel de Sinaloa. Ello se dio cuando, a finales de mayo de 2008, se fraguó un operativo para aprehender a Ignacio “Nacho” Coronel, tercero en la jerarquía del mencionado grupo detrás del “Chapo” y “El Mayo”. Desde entonces el gobernador mexiquense reforzó su propia seguridad –y la de los suyos, sobre todo tras el incidente de Veracruz en donde perdieron las vidas los custodios de sus hijos, precisamente en mayo de 2007, apenas unos meses después del fallecimiento de Mónica Pretelini, la madre de los menores-, aun cuando, a últimas fechas, se ha dado cierta distensión por el imperativo del gobernador por mostrarse cercano a las masas que confluyen hacia los mítines partidistas.
López Obrador, por su propia exposición y pese a que cuenta con elementos de seguridad, incluso mujeres, con enorme capacidad operativa, confronta severos riesgos. No quiero ni siquiera supone cuál sería la reacción de sus incondicionales, de número impreciso pero capaces de formar cordones multitudinarios cada que son convocados, s se produjera un atentado en contra del líder de la resistencia civil. Y tal podría extenderse a la figura de Ebrard, quien mantiene fidelidad y cercanía con los lópezobradoristas a pesar de sus diferendos estratégicos.
Finalmente, el caso de Creel podría inscribirse con paralelismo, si bien indeseable, con el terrible cautiverio de Fernández de Cevallos, tan contrario a la elite calderonista que el mandatario en funciones debió reconocerlo y explicar lo conducente cuando repelió verbalmente el doloroso hecho. Don Santiago es rival de Calderón desde hace ya muchos años, digamos desde el momento mismo en que compartió el gabinete de Fox y comenzaron las turbulencias de la sucesión de éste. Tengo, en fin, la percepción, por ahora meramente especulativa, acerca de que sus principales enemigos están demasiado cerca de él.
La fragua de las conjuras es tan amplia que, por elemental sentido común, no es razonable desechar hipótesis como las formuladas líneas arriba. Aunque parezcan ominosas y las pretendamos por ello inadmisibles.
El Reto
Por lo expuesto, el desafío mayor es, precisamente, preservar la integridad de los postulantes, de todos ellos y no sólo los nombrados –es obvio que los demás, secretarios de Estado, gobernadores o legisladores, tienen un grado de exposición sobresaliente-, para asegurar con ello la viabilidad política del país. Si caemos en una tendencia de adelantado golpismo, como sucedió en 1994, la conflictiva tenderá, sin remedio, hacia la ingobernabilidad. Y ya de por sí estamos en un escenario cuya complejidad está demasiado a la vista.
Porque, desde luego, narcos e insurrectos no son los únicos peligros a sopesar. También debe considerarse que los mandos castrenses y judiciales, envueltos en vaivenes constantes y pulsos altisonantes –por ejemplo, el coahuilense Humberto Moreira Valdés no ha dejado de señalar los excesos de los militares, cada vez en tono más encendido, lo mismo cuando se refiere al proceder sectario, para él, de la casa presidencial-, pueden generar un entorno de alta peligrosidad por cuanto aumentan sus coberturas callejeras y con ellas los abusos del poder real sobre una sociedad en estado de indefensión.
No es halagüeño el panorama. Y no se trata de una mera febril imaginación. Lo peor sería, de nueva cuenta, que las bombas nos estallarán en las manos porque no hubo nadie capaz de desactivar los polvorines plenamente identificados.
La Anécdota
En octubre de 1993, cuando apareció en librerías “Presidente Interino” –Grijalbo-, cuyo desenlace era, precisamente, el asesinato del candidato oficial a la Presidencia, el entonces secretario de Gobernación, el chiapaneco Patrocinio González-Blanco Garrido, replicó con sorna al enunciado:
--Los mexicanos no imaginamos a un “presidente interino” –alegó-, ¡ni en la cruda de año nuevo!
Cuando, al fin, llegó el amanecer de 1994, el funcionario despertó, muy cerca de la tomada San Cristóbal de las Casas, en el rancho familiar, sin acertar a encontrar explicaciones en apariencia. Luego, en marzo, con Patrocinio fuera del Palacio de Bucareli, se daría el magnicidio de Lomas Taurinas. Y la “cruda” se prolongó hasta septiembre, cuando cayó el ex gobernador de Guerrero, Ruiz Massieu, llamado a ser el “delfín” del gabinete del sucedáneo Zedillo.
La memoria ayuda a prevenir reincidencias y males mayores. Pero, por desgracia, siempre es más certera la amnesia colectiva.
E-Mail: rafloret@hotmail.com
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